Entre Dos Mundos

Piero y Cristen estaban cómodamente sentados al sol, observando a su hijo Max mientras disfrutaba de su tiempo al aire libre.

—Creo que Max y Jessica tienen algo especial —comentó Cristen, dirigiendo su mirada hacia su hijo con una expresión de esperanza en el rostro.

Piero, por su parte, parecía tener una opinión diferente.

—No lo sé, Cristen. Max siempre está con una mujer diferente. Lo que realmente deseo es que madure, que se case y forme una familia. Así podría hacerse responsable de la empresa de una vez por todas y dejar de despilfarrar su dinero en mujeres —respondió Piero, con un tono que reflejaba tanto preocupación como frustración.

Estoy completamente convencida de que esta vez Max y Jessica terminarán casados, ya lo verás, dijo Cristen, esbozando una sonrisa de satisfacción.

Espero que tengas razón, pero me gustaría conocer mejor a esta chica y asegurarme de que no sea solo una cara bonita, respondió Piero con un tono de duda.

Mientras tanto, todos se sentaron a la mesa a degustar un apetitoso plato de pescado asado que había sido preparado con esmero.

Max y Jessica, por su parte, se quedaron un buen rato caminando hacia la parte de atrás, alejándose del grupo.

Intenta no coquetear con nadie mientras estés conmigo, le dijo Max a Jessica, la cual se sintió desconcertada ante la frase de él.

¿Coquetear? ¿Pero con quién? exclamó Jessica, visiblemente molesta.

Con Camilo, respondió Max, con un tono grave en su voz. Me doy cuenta de cómo se miran, y si yo lo noto, estoy seguro de que mis padres también lo harán, tu puedes hacer lo que se te venga bien gana cuando esto termine. Mirando a Jessica fijamente, con una expresión seria en su rostro.

Jessica, ya no dijo nada más, Max estaba siendo muy paranoico.

Cuando estemos en la mesa nos tocaremos el rostro o la mano varias veces como una pareja normal de enamorados.!_ dijo Max, tomándola de la mano, para caminar juntos.

la comida transcurrió sin ningun problema, Jessica siguió las indicaciones de Max así que durante la comida ella le sonreía y acariciaba su mano, para que todos notarán su relación de amor.

Llegada la noche, Max había desaparecido y Jessica no lo miraba por ninguna parte al igual que luna.

Dime, Jessica a qué te dedicas eres modeló.!_ pregunto Piero mirándola.

— ¡Oh, para nada! Yo no soy modelo; dentro de pocos días me graduaré oficialmente como abogada —dijo Jessica, sonriendo con satisfacción.

— ¿Abogada? ¿En dónde estudias? —preguntó Piero, visiblemente sorprendido.

— En Harvard —respondió Jessica, sintiéndose un poco incómoda por la atención.

— Eso es impresionante. No puedo evitar sentirme orgulloso de que mi hijo tenga una novia con estudios tan destacados. Supongo que tus padres deben estar pagando una matrícula bastante elevada —comentó Piero, elogiando a Jessica con admiración.

— Para nada, en realidad tengo una beca del 80 por ciento debido a mis altas calificaciones —dijo Jessica, un poco nerviosa por la conversación.

Piero, basta la vas a espantar.!_ dijo cristen apenada.

Vamos Jessica por unos bombones para quemar en la fogata.!_ dijo Micaela mirando a Jessica, para sacarla de la incomodidad de la situación.

Si claro dijo Jessica.

ambas entraron a la casa.

Cómo te la estás pasando, espero y no sea abrumador esto.!_ dijo Micaela con una sonrisa caminando ala cosina.

Estoy bien, todos son muy amigables.!_ dijo Jessica mirando a Micaela abrir la bolsa de bombones.

Sabes, Max jamás había traído a ninguna chica ala familia, y mira que yo ya llevo de novia de Joseph desde la preparatoria, eso es buena señal.!_ dijo Micaela.

Ambas estaban saliendo de la cocina cuando, de repente, escucharon risas provenientes de la habitación situada al final de las escaleras. Al mirar hacia ese lugar, vieron salir a Luna y a Max, quienes parecían venir juntos. Luna, en particular, se estaba ajustando el bikini de una manera que dejaba entrever que acababan de tener relaciones.

Micaela, miró a Jessica con pesar pues la situación era evidente.

Jessica no sabía cómo actuar pero tenía que hacer algo para que Micaela no se diera cuenta, pues otra en su lugar le haría una escena de celos.

Jessica, quieres que te ayude.!_ dijo Max nervioso mirándola.

No.!_ dijo Jessica, dándose la vuelta para salir de la casa.

Luna, sonrió con cinismo, mientras Micaela salía detrás de Jessica incómoda ante la situación.