Sinopsis Propuesta
En un mundo donde la fama y el poder pueden hacer que los secretos más oscuros salgan a la luz, una joven se encuentra atrapada entre el deseo y la traición. Tras un encuentro casual con un miembro de EXO, su vida da un giro inesperado: queda embarazada y se ve envuelta en una red de engaños y maltrato.
Mientras intenta proteger su secreto, es secuestrada por un grupo que quiere usar su conexión con la celebridad para sus propios fines. A medida que la trama avanza, se revela que cada personaje tiene sus propios secretos, y el amor puede ser tanto una salvación como una condena.
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Capítulo 11: Ecos de Libertad
Después de la reconciliación con su madre y la aparente resolución de sus problemas con Marco, Valeria comenzó a disfrutar de una paz genuina por primera vez en años. Sin embargo, la sensación de tranquilidad no duró mucho. Poco a poco, pequeñas señales empezaron a aparecer en su vida, recordándole que algunos problemas no desaparecen con tanta facilidad.
Una noche, mientras revisaba las cuentas de su galería de arte, notó algo extraño. Había una transacción reciente y considerable que no había autorizado. Revisando más a fondo, encontró varias transferencias pequeñas, camufladas en montos mínimos, pero que sumaban una cantidad importante. Sintió que algo estaba muy mal. La intuición le decía que esto no era una simple irregularidad bancaria.
Intentó hablar con Jihoon esa noche, pero él estaba agotado después de un largo día en su estudio de grabación. Decidió postergarlo hasta el día siguiente, aunque apenas logró dormir, invadida por un mal presentimiento. A la mañana siguiente, mientras Jihoon preparaba el desayuno, Valeria decidió abordar el tema.
—Hay algo que encontré anoche, y no puedo dejar de pensar en ello —dijo, mirándolo con seriedad—. Creo que alguien ha estado manipulando nuestras cuentas.
Jihoon se detuvo, con el ceño fruncido. —¿Te refieres a dinero desaparecido?
Valeria asintió y le mostró los registros de las transacciones. Mientras él revisaba, su expresión de desconcierto se transformó en preocupación.
—Esto no parece un error común. —Su tono era grave—. Podría ser alguien cercano a nosotros.
Esta revelación los dejó atónitos. No tenían muchos empleados, y la mayoría eran de confianza. Sin embargo, la posibilidad de que alguien estuviera filtrando información o accediendo a sus finanzas era inquietante. Jihoon decidió contactar a un especialista en ciberseguridad para investigar.
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Pocos días después, el experto les confirmó que, efectivamente, sus cuentas habían sido vulneradas. Pero lo que los dejó aún más en shock fue la evidencia de que la filtración provenía desde el entorno de la propia familia de Valeria. El hacker había dejado rastros que parecían conectarse con una dirección que pertenecía a un viejo conocido: su hermano, a quien había perdido de vista hacía años, tras una serie de conflictos familiares que habían fragmentado su relación.
El dolor de esta revelación era indescriptible para Valeria. Su hermano había sido una de las pocas personas que había amado profundamente en su juventud, pero el distanciamiento y la influencia de su madre, siempre manipuladora, los había separado. La última vez que lo había visto, él la acusaba de abandonarlo para perseguir sus sueños de libertad.
—¿Crees que tu hermano realmente intentaría hacer algo así? —preguntó Jihoon, preocupado.
—No lo sé. Él... él era una persona complicada, herido por nuestras circunstancias. Pero nunca pensé que sería capaz de hacer algo así —respondió Valeria, su voz temblando.
A pesar de sus dudas, Valeria decidió enfrentar la situación. Contactó a su hermano y, después de varios intentos fallidos, él aceptó reunirse con ella en un café. La última vez que se vieron, los recuerdos de su infancia aún parecían vivos, pero ahora, la distancia entre ambos era palpable. Su hermano, Andrés, tenía una mirada dura, marcada por años de resentimiento y dolor.
—¿Qué quieres, Valeria? —preguntó con frialdad.
Valeria tomó aire y se dispuso a enfrentar la verdad. —Sé que fuiste tú quien vulneró mis cuentas. No sé por qué lo hiciste, pero quiero que sepas que estoy dispuesta a ayudarte... si necesitas algo, podemos solucionarlo de otra manera.
Andrés la miró, con una mezcla de rabia y tristeza. —¿Ayudarme? ¿Ahora quieres ayudarme, Valeria? Abandonaste a nuestra familia cuando más te necesitaba. Dejaste que nuestra madre me manipulase a su antojo. Y mientras tú tenías una vida feliz, yo me quedaba en ese agujero, tratando de sobrevivir.
Valeria sintió el dolor de sus palabras. Había dejado su hogar para escapar de una vida llena de abusos y manipulación, pero en ese proceso, también había dejado a su hermano solo. Aunque ella misma había sido víctima, comprendía que él había sufrido de otra manera.
—Nunca fue mi intención abandonarte, Andrés. No sabes cuánto deseaba llevarte conmigo, pero yo misma apenas podía mantenerme a flote —le dijo, tratando de ocultar las lágrimas—. Pero no quiero que esto nos destruya más. No quiero que te conviertas en alguien que nos haga daño.
Andrés la miró durante un largo silencio. Finalmente, suspiró, pareciendo agotado, como si el peso de su resentimiento lo hubiera llevado al límite. —No quería hacerte daño realmente, Valeria. Solo quería que sintieras algo de lo que yo sentí todos estos años.
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Acordaron intentar reconciliarse, con la esperanza de construir una relación diferente, una en la que no habría rencores ni resentimientos del pasado. Andrés accedió a devolver el dinero, y juntos tomaron la decisión de buscar ayuda para trabajar en la relación que habían perdido.
Jihoon apoyó a Valeria durante todo el proceso, y con el tiempo, Andrés fue sanando las heridas que lo habían empujado a la venganza. La vida de Valeria, aunque marcada por cicatrices profundas, comenzaba a tomar un giro hacia la paz. No solo había enfrentado a Marco y reconciliado su pasado con su madre, sino que también, por fin, comenzaba a reconstruir el vínculo roto con su hermano.
La galería de Valeria continuó floreciendo, y sus obras comenzaron a reflejar un nuevo tema: la redención. Cada cuadro que pintaba era un reflejo de los lazos reconstruidos, de las relaciones perdidas y recuperadas. Su historia, aunque llena de dolor y dificultades, también era una prueba de fortaleza, y el mundo lo percibía a través de sus piezas, cargadas de significado y emoción.
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Para Valeria, cada paso en este viaje de sanación le recordaba que el verdadero valor no estaba en ignorar el pasado, sino en enfrentarlo, comprenderlo y aprender a vivir con él en paz.
Lo bueno novela corta pero con toda el alma
Aplausos