Su ex novio la dejó con muchas deudas, Camila se encontraba en bancarrota, los tribunales la están llamando para un juicio, no sabia que hacer, hasta que su jefe le propuso un contrato, él la iba a comprar, ¿será que una chica que está tan humillada volverá a sentir algo por algún hombre?
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el contrato de su cuerpo
-Camila hoy tienes la entrevista para ser asistente, es a las 10 - le dijo la asistente de la gerente
- ¿Es hoy? -Camila se detuvo para girar y ver la chica\, que la miraba con desprecio y rabia
-Sí, prepárate- le respondió de manera antipática
Sabía que ella también había colocado su curriculum para ser asistente del CEO, pero por su rostro no la habían llamado, Camila se levantó para ir al baño, debía de verse en un espejo no sabía como se encontraba su imagen, llego al baño y se lavó las manos, el agua fría en sus manos la hacía relajarse, se miró en el espejo, no se veía tan mal, sus ojos no estaban hinchados y estaban un poco más brillante que lo usual, quizás por llorar tanto, bueno le servirían de algo.
Tomó un labial de su bolso y se retocó los labios, era un poco más atrevido de lo usual, pero la hacía sentir segura, se pasó un poco de polvo en el rostro para ayudar a tapar algunas pecas que tenía en su nariz, nunca se sintió fea, porque no lo era, su rostro en forma corazón de pómulos altos y labios rellenos era algo que llamaba mucho la atención, algunos hombres le habían llegado a decir que tenía rostro de muñeca, pero de nada le sirvió se había dejado manipular por un hombre que ella creía que era perfecto que le iba a dar una estabilidad en su vida como ella quería, pero no fue así, cuándo ella menos lo esperaba, cuándo todo estaba tan estable, él desapareció solo dejando un pedazo de papel con una cuántas palabras:
..."no me busques, eres la peor mujer que he conocido, gracias por los regalos"...
Camila sintió ganas de llorar de nuevo, qué idiota él había sido al decir que eran regalos, él le había quitado todo, sintió que se rompía cada vez más al recordar todo, pero respiró hondo para calmarse no era el momento de pensar en eso, debía de ganarse a su jefe y conseguir ese empleo para pagar todas sus deudas.
Nicolai se sorprendió al ver el curriculum de esa chica, Camila Parker se llamaba, la había visto varias veces saliendo del edificio. Era una mujer hermosa, de cabellos rojos como un rubí y piel blanca como la leche, tenía un cuerpo perfecto en todo sentido. Lo más interesante es que era una de las pocas mujeres que no se acercaban a él cuando llegaba a la compañía, resaltaba fácilmente de las demás por su cabello o sus pechos llenos, sintió una punzada en su entre pierna al pensar en la chica, pero si todo salía como él quería podría acostarse con ella sin ningún compromiso, miró el contrato de nuevo, estaba perfecto por esa suma de dinero no había cómo rechazar, todas las mujeres querían dinero así que por esa cantidad ella aceptaría, miró su celular y vio el mensaje de su hermano
..."¿Cómo va el plan, lo resolviste? Papá no para de llamarme"...
Estaba a media hora de resolver ese gran dilema, todo por culpa de su padre y tíos y claro el orgullo de la familia Morozova.
Camila se sentía extraña y con mariposas en el estómago, solo tenía veinticuatro años así que no tenía la experiencia de años para decir que no se sentía nerviosa, la asistente que la acompañaba la hizo esperar afuera mientras recibía una llamada de la sala de recibimiento, era moderna en tonos grises y platas, todo un lujo para quien quisiera esperar a ver el CEO de la compañía.
- Señor Wilfred\, me disculpa mis palabras\, pero en este momento el señor Morozova no lo puede atender\, sí\, entiendo\, lo repito\, en este momento no se puede… ¿Señor Wilfred?… ¿Señor? -la chica dejo el teléfono en su lugar\, cerro los ojos y suspiro intentando relajarse - muy bien señorita Parker\, puede entrar. Ya avisé al jefe.
-Muchas gracias - dijo Camila con una sonrisa nerviosa
La asistente se retiró y Camila respiró, iba a dar lo mejor de sí, abrió la puerta y vio a Nicolai Morozova, estaba escribiendo algo en el computador, era un hombre muy guapo de cabellos negros y ojos verdes, tenía un rostro cuadrado y de barbilla fina, sus ojos parecían despreocupados, pero a Camila le sorprendió la cicatriz que tenía en el labio, por un instante ella recordó el gato que había visto la noche anterior cuando quiso suicidarse.
- Buenos días\, jefe Morozova -dijo Camila con un nudo en la garganta\, en hombre se veía imponente y su mirada parecía despreocupada pero fría.
-Puede sentarse, señorita Parker - dijo él señalando un sillón que se encontraba en frente
Camila obedeció y se sentó, Nicolai la miró y se sorprendió al notar que la joven no llevaba nada debajo de la blusa, por el frío de las oficinas sus pezones estaban duros y se veían muy provocativos, quizás lo había hecho apropósito, sabía que sería su entrevista y tenía que lucir lo más provocadora posible.
-Señorita Parker - comenzó a hablar Nicolai intentando hacer caso omiso a los senos de la mujer - ¿por qué usted requiere este cargo? Con sinceridad, sabré si me está mintiendo.
-Por el alto salario señor - respondió Camila sin pensarlo dos veces
- Perfecto - dijo Nicolai sonriendo\, se levantó de su silla y caminó hasta el frente de su mesa\, se quitó el blazer\, lo colocó sobre la mesa y se comenzó a arremangar la camisa -señorita Parker\, antes de comenzar a hablar con usted\, necesito que firme este documento de silencio\, en él dice que usted no tiene derecho a hablar nada de lo que va a escuchar en este momento\, es un contrato de confidencialidad el cual será renovado si usted acepta el siguiente contrato que voy a discutir con usted.
- ¿Lo puedo leer? - preguntó Camila extendiendo su mano\, no era extraño que hombres tan poderosos hicieran eso\, sus vidas ya eran un misterio\, así que tenían que esforzarse en que todo mundo se callara si sabían algo de ellos\, pero no por eso confiaba de firmar algo a ciegas.
- Por supuesto\, todo está bien aclarado -dijo Nicolai pasando el documento\, las demás chicas aceptaban de una vez\, pero ella era más astuta - todo documento antes de ser firmado tiene que ser leído.
- Bueno\, está todo bien aclarado\, es como usted dijo - Camila buscó un bolígrafo en su bolso y firmó
- Bueno\, señorita Parker no voy a indagar el tema - dijo Nicolai recibiendo el documento y colocándolo en la mesa junto con el otro contrato- quiero su cuerpo.
- Disculpe\, pero ¿qué ha dicho? - Camila se sorprendió por las palabras del hombre\, no podía creer lo que había escuchado quizás había entendido mal.
- Necesito que te embaraces de un hijo mío - a pesar de que él aclaró un poco más el tema a Camila le parecía una mala broma - claro serás muy bien recompensada por ello\, unos cien mil dólares por mes\, y en cuanto tengas al bebe te serán depositados un millón de dólares y te irás del país\, podrás elegir el país que tú quieras y conseguirte un buen trabajo.
- Usted sabe que hay vientres de alquiler\, que le pedirían la mitad de ese dinero - Camila tenía la vista perdida\, no podía creer nada\, quería gritarle que estaba loco.
- Sí\, lo sé\, el problema sería mi familia
- Necesito que me explique- dijo Camila aun pensando todo
- Mi padre es un hombre de creencias antiguas\, quiere saber que la familia tiene un heredero antes de él morir\, ni mi hermano ni yo queremos casarnos\, odiamos la idea- comenzó a hablar Nicolai con recelo\, si la chica aceptaba de cualquier forma tendría que explicarle.
- Puede embarazar a cualquiera\, no creo que haga falta un contrato
- No faltan mujeres - respondió Nicolai sonriendo con sarcasmo como si ese fuera el menor de sus problemas - el problema\, siempre somos bastante atentos con que ninguna de nuestras amantes quede embarazada\, quiero un hijo donde la madre no me moleste\, es normal que las mujeres después quieran más\, si mi padre se entera me obligará a casarme con ella.
- ¿Y qué harás conmigo? - Camila lo escuchaba y parecía todo muy loco
- Quedarás embarazada\, le diremos a mi padre que estamos enamorados\, él quizás querrá que nos casemos\, pero tú querrás esperar\, diciendo que no quieres lucir en tu boda embarazada\, tendrás al bebé y desaparecerás del país.
- Abandonaré al bebé - cada oración del hombre sonaba aún peor.
- Nunca será tuyo\, me cederás al bebe en cuanto firmes el contrato
- Entiendo\, como dijiste solo quieres mi cuerpo - dijo Camila\, se miró las manos\, con esa cantidad de dinero pagaría todas sus deudas en solo meses\, pero podría no quedar embarazada - ¿y en los meses que no quede embarazada?
- Espero que no pase del primer mes\, pero de cualquier forma se te pagaran los cien mil dólares y solo intentaremos por tres meses.
- ¿Dijiste intentaremos por tres meses...?
Nicolai sonrió y se acercó a Camila, la agarró y la hizo levantar, ella solo lo miraba con sorpresa, pero lo siguiente la dejó sin aliento, él la besó y la acercó aún más para que sintiera el calor de su cuerpo y romper la barrera de la vergüenza.
- Lo haremos de la forma más humana posible\, llévate el contrato\, léelo y puedes darme una respuesta en los siguientes días.
- Está bien -aceptó Camila aún aturdida por el beso...