Mi nombre, consideró que mi nombre no tiene relevancia, porque mi vida nunca fue relevante para nadie, todos me utilizaron según su conveniencia, mi padre me comprometió con Álvaro Duque de Frost, un hombre que me ignoró y trajo una concubina quien en realidad era el amor de su vida, esa mujer con sus intrigas y acusaciones falsas, casi logra matarme, pero voy a luchar por obtener mi final feliz.
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Sorpresa
Tras caminar por varios minutos Paula se siente perdida, cuando de repente escucha una voz masculina que la sorprende y asusta a la vez.
- Señorita no creo que debería estar en una zona de caza, sin espada, ni arco, podría ser herida o lastimada por alguna criatura.
- Por favor me podría indicar por dónde puedo salir del bosque, estoy perdida.
- A decir verdad, también estoy perdido, pero no se preocupe la sacare de aquí, si promete no decir nada de lo que vera.
- Se lo prometo.
- Si lo llegan a comentar en el reino sabré que fue usted y no la dejare tranquila.
- No se preocupe, tengo suficientes problemas como para querer uno más.
De repente Paula ve como un dragón rojo se acerca a ellos, en vez de asustarse mira admirada la situación.
- Usted lo controla…
- No, es más bien un amigo
- Es hermoso.
- Su color de cabello me lo recordó. Venga – toma la mano de Paula y con cuidado ambos suben sobre el dragón.
- No se asuste por favor – el dragón comienza a volar y Paula se aferra al joven -, creo que encontré el camino, no se preocupe cree un hechizo nadie puede vernos. ¿Dónde la dejamos?
- Puede bajar más, desde aquí no puedo ver el Ducado de Frost.
- Por supuesto.
Cuando Paula puede visualizar el Ducado pide que la dejen cerca del lugar, en cuando la dejan ella les agradece y se despide, mientras que el dragón vuelve a volar, ella llega caminando de vuelta al Ducado, los guardias al verla le informan al Duque quien de inmediato acude a encontrarse con ella.
- Me puede explicar lo sucedido…
- No es algo relevante.
- No le parece relevante que un hombre venga a mi casa, exigiéndome hablar con usted, y luego se la lleva, le parece que eso sucede todos los días.
- No, le puedo asegurar que entre el príncipe y mi persona no existe ningún tipo de relación
- Quizás no existe ninguna relación ahora, pero en el pasado… olvidaremos este incidente, déjeme aclararle que espero que sepa comportarse como una dama y que guie a mis hermanas de la misma forma, no que se comporte como una cualquiera, ahora dudo que se haya conservado, después de escuchar tales declaraciones.
- No le permito que me calumnie, no se da cuenta que incluso casada el príncipe quería que este a su lado, desde el comienzo me negué hablar con él, y volví al Ducado, si me demore es porque el príncipe me dejo lejos y no había algún carruaje, por lo que, tuve que volver caminando, si me disculpa iré asearme.
- No quiero verla de nuevo junto a el segundo príncipe.
- Le aseguro que no sucederá.
Paula se retira molesta a su habitación, lo que ella no sabía es que estaba siendo seguida por una sombra que una vez que termino su conversación desapareció y volvió junto a su compañero que lo espera cerca del Ducado.
- ¿Qué averiguaste? – cuestiona el joven a la sombra, que comienza a tomar la apariencia de un joven de cabello y ojos rojos.
- No te parece que es inapropiado utilizarme para espiar.
- Sabes que no podía entrar de lo contrario iría.
- Creo que te equivocaste, la joven está casada, al parecer no tiene una buena relación con su esposo.
- No creo que me haya equivocada, su cabello no te pareció hermoso.
- Tengo el mismo color de cabello y nunca me has dicho que te parece hermoso.
- Crees que si tenemos hijos tendrá el mismo color de cabello.
- Crees que puedes buscar una dama que no tenga ya un compromiso, le recuerdo que debe solucionar el problema de su hermana.
- Media hermana, recuerda que es hija de una concubina, si la dejamos aquí nos libramos de un problema. Vámonos, luego me encargare de la señorita.
Por otra parte, Diego seguía buscando por el bosque a Paula, temía que algo le pudiera pasar algo estando sola, cuando estaba por anochecer decidió ir al Ducado tenía la esperanza de verla ahí, al llegar Paula observaba de lejos como él y su esposo discutían nuevamente.
- No entiende que es mi esposa.
- Quiero saber si se encuentra bien.
- Mi esposa esta perfecta, no podría ser de otra forma si está a mi lado.
- Quiero verla.
- Paula: sería mejor que vaya a ver a su prometida y nos deje en paz – toma la mano de su esposo -, por favor entienda que su comportamiento me perjudica, la gente podría vincularme de algún modo con usted, no deseo eso, le pido encarecidamente que nunca vuelva por aquí.
- Álvaro: retírese si no desea que presente una queja ante el emperador.
- Diego: me marchó por ahora.
Diego toma su caballo y se marcha, Álvaro en cuanto ve que se retira suelta de manera brusca la mano de Paula y la deja sola en la entrada.
A partir de ese encuentro Diego no volvió a molestarlos, días después se comentaba en el Imperio del compromiso del segundo príncipe con una princesa de un imperio vecino, Paula no le dio importancia y siguió llevando su rutina dentro del Ducado hasta que una mañana le anunciaron que lady Diana Abernathy desea hablar con ella, Paula emocionada fue a recibirla de inmediato, al verla le dio un abrazo, Álvaro al ser informado fue a darle la bienvenida a Diana.
- Álvaro: es un placer recibirla en nuestro hogar.
- Diana: gracias Duque, vine a visitar a mi amiga, además de traerles la invitación para la boda del segundo príncipe – Álvaro la toma y mira molesto a Paula.
- Álvaro: no debía molestarse, no tenemos una buena relación con el príncipe, tendré que pensar muy bien si asistimos, me retiro tengo trabajo pendiente, mi esposa la atenderá debidamente.
- Diana: no se preocupe – cuando ven que Álvaro está lejos, vuelve hablar -, Diego vino aquí…
- Paula: si hizo un alboroto.
- Diana: el Duque sabe la relación que tuvieron…
- Paula: no se la confirme, pero creo que supone lo que pudo suceder entre nosotros, vamos a un sitio más privado.
Al estar a solas Diana le cuenta a Paula lo que paso entre la joven y Diego en los vestidores y de su reacción al enterarse de que ella los había visto juntos.
- No creo que eso importe ahora, nuestras vidas tomaron rumbos diferentes, fue lo mejor.
- Paula, la señorita con la que lo viste fue la que se le insinuó y bueno lo de la princesa, él se había enterado de tu boda por enojo no actuó de forma correcta.
- Lo estas justificando… ¿para qué? ¿por qué?
- Porque se aman y una historia tan bonita como la suya no puede tener este final.
- El amor y la historia de la que hablas ya no existen, se va a casar y si no te diste cuenta yo ya estoy casada.
- Pueden fugarse, nosotros los ayudaremos.
prefiero verla con Guillem
no me gustaría que pase como en la anterior novela tantos insultos y maltratos que le daba ese duque y terminó quedándose con el después que perdió la memoria
no me gustaría que pase algo similar con Paula
ella merece a un hombre que la ame y la valore y le de su lugar