-Eres una maldita zorra
Le doy una una cachetada que bien merecida la tiene, siento como palpita la palma de mi mano de la fuerza con que la golpee; cuando de repente siento una punzada en mi pierna derecha
-¡No le pregues a mamá tonto!
¿Mamá? Cuando esta mujer había decidido hacer una vida con alguien más, además ahí estaba el fruto de eso...
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CAPÍTULO XVI
Aglaya
Me despierto y estoy sola en mi habitación, anoche había jurado dormir con el amor de mi vida. Estaba apuntó de levantarme al baño, ansiaba una ducha, necesitaba vaciar mi vejiga; pero al apenas hacer el intento de levantarme sentí un agudo dolor en mi tobillo que me obligó a gritar y volver a caer en mi cama. Estaba ahí cuando inmediatamente entró Aiden con una maleta
-Joder mujer -dijo soltando su maleta- ten cuidado si necesitas algo llamame ¿que quiere hacer?
-Aiden no soy una niña - respondí molesta- necesito vaciar mi vejiga y bañarme y ¿que haces con esa maleta?
-No es obvio, me estoy mudando por unos días, si no; no te podré cuidar bien
-¿Que? - esto no me podía estar pasando, ayer precisamente lo dejé solo por que pensé que era un capricho pero esto ya era demasiado- vete joder, puedo contratar a alguien para que me cuide
-Si no tengo duda, ya que por lo visto vives rodeada de dinero -mascullo el- pero hay un limite en nuestro contrato y quiero que se cumpla en el tiempo previsto
-No finjas que haces esto solo por el contrato Aiden -dije ya al borde de mi paciencia- algún otro motivo has de tener
-Si, tu promesa de los mil besos.
El sonrió con malicia y no me quedó más que darme por vencida, el me cargo al baño y puso a llenar la tina, una vez llena salió no sin decir que lo llamara cuando estuviera en bata. Así lo hice, ya que me amenazó que si no lo hacía comenzaría a cobrar mi deuda; el entro y me cargo, una de sus manos dio con mis muslos expuestos mientras la otra se apoyo suavente en mi espalda. Al entrar a mi habitación veo que busco mi ropa y no me imaginaba algo más vergonzoso que el hurgando en mi ropa interior, mis mejillas se calentaron; el me dejo en la cama y antes de salir posó su hombro en el marco de madera y mientras me miraba sonrió seductoramente
-Te ves exquisita mojada
-¡Largo!
Grite muerta de la vergüenza
Aiden
Verla ruborisada casi me hace perder mi poco auto control, entre cuando me indico que ya se había vestido. Así que la cargue hasta el comedor donde ya había preparado mi desayuno
-¿Y mi hijo? - preguntó mirando a todos lados con preocupación- ¿dónde está mi hijo?
-Lo lleve a la escuela, y lo iré a recoger igual mas tarde
-¿Que hay de tu empresa?
-La deje en buenas manos, ahora, me puedes decir por qué no me habías dicho que tienes un hijo y obviamente novio
Ella no dijo nada, y lo entendi; ella siempre tenía que decir algo para obligarme a hablar
-Mi madre - habló y me dispongo a sincerarme con ella- me recuerdas a mi madre, ella era fuerte pero no tanto como tu. Fue la amante de un gran CEO en su momento, y yo fui el hijo extramatrimonial de esa relación ya que el hombre del que ella se había enamorado le había mentido y ya estaba casado. El la maltrataba y yo trataba de defenderla como podía, tu hijo me recordó a mi mismo anoche; en dado momento en la mató a golpes y me dejaron a mereced de su esposa la cual no dudaba en humillarme con mi hermanastra, mi hermano también lo hacía pero solo frente a ellas a sus espaldas era más empatico. Al final hubo una luz al final del túnel mi abuelo me ayudó a crear y crecer
-¿Y donde esta tu abuelo?
-Ya murió....