Corazón Ajeno.

(Dary)

Después de la extensa lista de indicaciones y de firmar ciertos documentos, estoy lista para entrar al quirófano

Si todo sale bien dentro de unas 18 horas ya tendré un corazón nuevo.

No quiero ser desagradecida, pero quizá por el nerviosismo, que me causa todo este procedimiento tan riesgoso, no puedo sentirme feliz.

Pero mi Pekis está feliz por las dos, debo agradecer por tener a mis hermanos a mi lado.

—Estás lista Daranna.—me dice el doctor Stivenson, que está junto a su hijo.

Ellos me llevarán hasta el quirófano mientras Nati se queda en la sala de espera.

—Lista, Doctor, espero poder despertar y si no despierto, sepan que agradesco por el intento de salvar mi vida. —Les digo sonriendo.

—Todo saldrá bien Daranna, además, tú amiga Rojita dice que moriría sin ti y tú no quieres que esa Rojita tan joven, muera verdad. —Me dice el doctor Michael.

—No, no quiero dejar sola a mi Rojita pecosa, ni a Javier, solo nos tenemos nosotros tres.—Le digo y Él Doctor Michael sonríe y voltea a ver a mi Pekis.

—Entonces, deja de agradecer en este momento y peor deja de agradecer por el intento, pues no haremos el intento, "nosotros lo haremos" debes agradecer después.—Me dice tocando mi mejilla.

—Rojis, te amo mucho hermana y le dices a Javi que también lo amo, debes saber que tu eres lo mejor que la vida me dio y te llevo en mi mente y en el higado, porque con mi corazon ya no se sabe.—Le digo a Natasha, Ella escucha, sonríe, luego limpia sus lagrimas y dice.

—Mira Cerebrito, deja de hacer eso porque suena a despedida y tú no te vas a morir, eso lo sé; mira todo lo bueno que te ha pasado, esto solo es parte del gran milagro, y dices que soy el mejor regalo de la vida, porque aún no conoces "al amor de tu vida", después que lo conozcas, ni caso me harás, me quedaré sola a menos que encuentre "al amor de mi vida también", jajajajaja, Ninguna de las dos nos podemos morir siendo virgenes, tenemos que hacer el amor antes...asi que ya sabes.—Mi Rojis dice según ella lo dijo en tono bajito o en secreto, pero Los doctores oyeron y El Doctorcito se sonrío discretamente, Ay mi Pekis, cuando dejará de ser tan alocada.

En ese momento, las enfermeras llegan y empiezan a rodar la camilla, sé que llegó el momento, en mi mente voy suplicando que el gran milagro sea completado, porque como dice mi hermana, han sucedido muchas cosas buenas, pero falta lo más importante, que el trasplante sea hecho...

La anestesia general, me está causando un sueño tan extraño, mi mente está casi en blanco, quiero pensar en algo pero no pué...do...

Ya no sé...nada de mi...Hasta que...

—Dary hermanita... ¿Ahora si ya despertarás completamente?.—Escucho la voz de Nati...

Yo la veo y le sonrío, mi cuerpo entero duele, pero lo que siento en todo mi pecho es una sensación y un dolor realmente indescriptible, no sé si es dolor, no sé si es ardor, son unas punzadas con intensidades variables.

Duele, duele mucho...

Me duele tanto, es como si una aplanadora ha caído sobre mi tórax y me estrujó por completo.

—Hola, Pekis, si ya des...perté...siiii desperté, es bueno verte —Le digo con tanta dificultad, mi voz a duras penas puedo escucharla yo misma.

—Yo, también estoy aquí cerebrito y estoy tan feliz que hayas despertado.

—Ja...vi, hermano... Gracias... por estár aquí —Veo su linda sonrisa y escucho la voz del Doctor.

—Daranna, es bueno verte consiente después de 3 días, ¿cómo te sientes? Veamos... Vamos a oír tu nuevo corazón, a través de esta máquina, ahora que ya estás despierta.—me dice el doctor Stivenson, colocándose un aparato al oído y observando un monitor lleno de cables qué van directo a mi cuerpo.

— Me duele muchisimo, ya no entiendo que es lo que me duele, creo que me duele todo. ¿Es normal Doctor, es normal sentirme asi?.—Le pregunto, Doctor Stivenson, que me está prestando toda su atención.

—Si es normal, tienes una abertura ya suturada en tu pecho, aun tienes una inflación grande, aparte tienes un órgano vital que no era tuyo y tu cuerpo está en proceso de reconocimiento.

Y no es el primer chequeo, Daranna la operacion duró 15 horas y te hemos mantenido sedada por 3 días despues de la operación, estos días anteriores has estado muy monitoreada, pero vimos que tu cuerpo evolucionó muy bien.

Ahora por la mañana te sacamos de cuidados intensivos, a esta habitación donde ya pueden estár contigo, tu familia.

Te dire mas cosas buenas y es que la compatibilidad es excelente, tu cuerpo, tu cerebro y tu nuevo corazón se han adaptado mas rápido de lo que esperábamos, es sorprendente; ahora quiero que descanses, pues estuviste varias horas sedada, lo bueno es que ahora tienes suficiente tiempo, pues dejame decirte que estas excelente, dentro de poco tiempo cuando la inflamación pase, esto será solo un recuerdo, te sentiras completamente normal.—me dice el doctor mientras me guiña un ojo y da la vuelta para salir, dejándome al cuidado de una enfermera a quien le da indicaciones.

—Gracias doctor.— Es todo lo que le digo y vuelvo a dormir...

No sentí a que horas paso la noche...

Al día siguiente, me despierto y allí está mi pekis y Javi mi única familia, nosotros 3 desde nuestra niñez nos vimos como hermanos.

Javi, sin decir nada se acerca a darme un beso, porque ya se va a trabajar.

—Te quiero cerebrito.—me dice y Yo a penas y puedo sonreír, sin sentir dolor.

Tengo en mi pecho una enorme herida, con esparadrapo y aún mover mis brazos duele, así que debo estar muy quieta.

Pero me siento mucho mejor que ayer.

Mi Pekis, que no deja de sonreírme me dice.

—El Gran Milagro, ya esta hecho hermanita menor...—Su voz entrecortada me conmueve.

Oimos la puerta y La Pekis voltea a ver.

—Buenos días, como está la paciente consentida de este hospital.—La voz del Doctor Michael.

La Pekis, se hace a un lado y se pone más rojita de lo normal, yo la conozco se que el Doctor le mueve el tapete y bastante.

—Doctor buenos días, gracias por lo de consentida, yo más que consentida me siento bendecida.—Le digo y Él sonríe.

Vengo a hacer un chequeo rutinario, y a decirte que ahora dejaremos de suministrar sedantes, así que pasaras despierta por más tiempo, se te aplicará medicamentos para el dolor y desinflamaste, eso hará que tu cuerpo vaya volviendo a la normalidad.

Esperamos que en pocos días te puedas ir a casa.

Eso nos alegra mucho, aunque por mí se quedaban a ayudarme a cuidar pacientes, tú y tu hermana Natasha.—El Doctor al decir el nombre de Naty voltea a verla y ella le sonríe.

¡¡Ah esta Pekis está grave!!.

Aunque, ya sé la enfermedad que padece, me debe decir el cuento completo.

Después de la revisión, el doctor se despide y La Pekis sabe que es lo que tiene que hacer inmediatamente.

Yo con esfuerzo volteo a verla y me dice.

—Ya sé, ya sé...ya sé, ahora mismo abriré mi corazón delante de tí, seré como un libro abierto... Tú no abras tu corazón, Upss perdón ya lo tienes abierto, jajajaja.— La Rojita siempre con sus malos chistes, jala una silla y la pone cerca de mí.

Me toma la mano y empieza a decirme.

Dary, estoy enamorada, pero es un amor imposible...

—Ay Rojita, tú te enamoras muy a menudo, eso no es noticia nueva.—Le digo.

—Dary, te juro que hoy si me he enamorado de verdad, ahhhh—La Pekis suspira profundamente y pone ojos de chivo regañado.

—Aja... cuéntame.—Le digo.

—El Doctor Michael, es el amor de mi vida, te juro que ahora mismo me casaría con Él, aun sin hacer primero el amor, me arriesgaría a enterarme de que lo tiene pequeño y sufrir por los 8 cm toda la vida, pero el riesgo no lo voy a poder tomar, pues él tiene novia.

Lo que yo no entiendo es por qué es tan coqueto.

Por qué me mira así, ¡¡ayyy y por qué tiene que ser tan lindo y estar tan buenote!!.

—Y como es que dices, que está tan buenote y estás pensando en que tiene solo 8 centímetros.—Le digo riendo de las locuras de mi Rojita.

—Bueno los 8 centímetros, es para ejemplificar que tanto me arriesgaría, pero por encima puedo ver que son 8 centímetros multiplicados, por dos o quizá hasta por 3.—me dice mi hermana suspirando.

—Ay Natasha, tú no cambias, jamás hemos hecho el amor y no sabes de medidas, pero bien ahora dime por qué dices que tiene novia.—Le pregunto.

—Bueno primero te diré, que lo de las medidas lo sé porque leo mucho y sé que entre mas grande mejor...

lo de la novia, es porque lo vi, vino una rubia un poco palidita y lo saludo de beso en la boca y todo.

Pero sabes que hizo el muy pícaro, cuando ella lo beso él me estaba viendo a mí, así que me di la vuelta y me fui, pues no soy masoquista, no me gusta el sufrimiento, allí perdí todas mis esperanzas de casarme con Él.

Ni modo, Cerebrito, tendremos que seguir en la búsqueda de nuestros amores de la vida... Y de quien nos quite la virginidad.—Escucho a mi Hermana y solo pienso en que ahora ya tengo esperanza de poder encontrar el amor...