Clara decide quedarse con el villano, decide que ese demonio será suyo
El mundo mágico también incluye las novelas
1) Cambiaré tu historia
2) Una nueva vida para Lilith
3) La identidad secreta del duque
4) Revancha de época
5) Una asistente de otra vida
6) Ariadne una reencarnada diferente
7) Ahora soy una maga sanadora
8) La duquesa odia los clichés
9) Freya, renacida para luchar
10) Volver a vivir
11) Reviví para salvarte
12) Mi Héroe Malvado
13) Hazel elige ser feliz
14) Negocios con el destino
15) Las memorias de Arely
16) La Legión de las sombras y el Reesplandor del Chi
17) Quiero el divorcio
18) Una princesa sin fronteras
19) La noche inolvidable de la marquesa
20) Ni villana, ni santa
21) Salvando a mi Ernesto
22) Cartas para una princesa
23) Ya te olvidé
** Todas novelas independientes **
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Veneno
Una semana despues Theo estaba revisando unos documentos cuando Samir entro con el ceño fruncido, el duque levanto la vista de inmediato, algo en el rostro de su asistente le anuncio que no eran buenas noticias
Samir: mi señor… encontramos veneno en una de las preparaciones de la cocina.. si no hubiesen estado las pociones magicas de proteccion que mando Lord Bennet… nunca lo habriamos detectado..
Theo apreto la mandibula, su mirada se volvio oscura, un rugido bajo se le escapo como un leon acorralado. La imagen de su pequeño canario travieso aparecio en su mente y el pecho se le encogio de furia.
Duque: quien… quien se atrevio a poner en riesgo su vida
Samir: aun lo estamos rastreando… el veneno es muy raro, viene de plantas que no crecen en la isla.. lo mas probable es que alguien del continente lo consiguio…
Duque: el baron Simpson no esta solo, hay alguien mas detras, y es alguien que conoce demasiado bien mis debilidades…
Samir: Lord Bennet ya sospechaba algo asi, por eso mando las pociones…
[si no fuese por el abuelo, Maddie habría..]
no termino el pensamiento, el corazon le latia con rabia y miedo.
Duque: quiero que investigues cada proveedor, cada mano que toca los alimentos de la mansion, nadie se acerca a Maddie sin que yo lo autorice… nadie.
Esa tarde Theo mando a Samir a buscar al violinista que habia tocado en la boda, aquel que le habia arrancado sonrisas a Maddie con cada melodía…
[nada mejor que la musica para tener distraido y tranquilo al canario inquieto canario blanco]
Cuando Maddie bajo a tomar el te en el jardin se encontro con el violinista esperandola, tocando una suave melodia que hizo que ella brillara de alegria, sin sospechar ni un poco de lo que realmente estaba pasando.. maddie se sento entre risas y delicadeza a beber su te, los sirvientes la rodeaban atentos, y el violinista llenaba el aire con notas suaves, ella se creia la reina de la mansion Bennet en ese momento..
[bien.. un pequeño canario en su dulce prision, feliz con tan poco..]
Sin darse cuenta de que a pocos metros, tras gruesas paredes de piedra, los gritos de un hombre rompian el silencio.. ese hombre habia sido sorprendido con tres bolsas llenas de monedas que no podia explicar, monedas de oro con una tela que se notaba del continente, y ademas en su habitacion se habia hallado su ropa casi totalmente quemada, como si hubiera querido destruir pruebas, ocultar lo que habia hecho o con quien se habia reunido.. Theo lo miro con esos ojos frios, como los de un depredador que ya habia decidido el destino de su presa, no necesitaba mucho para saber que estaba frente a un traidor.. el duque lo interrogo sin piedad, cada respuesta a medias, cada temblor del hombre, solo encendia mas su furia..
[se atrevio a traicionar la mansión Bennet, a poner en riesgo a mi canario]
afuera, Maddie reia, levantando su taza de te, encantada por la musica, ajena por completo a que su esposo estaba arrancando secretos y lealtades de un traidor con la misma serenidad con la que ella escuchaba el violin, para Theo no habia contradicción.. su deber era que ella nunca supiera, que sus oidos jamas escucharan esos gritos, que sus manos nunca se mancharan con sangre.. cuando el sol comenzo a bajar, Maddie aplaudio feliz al violinista, sin sospechar que su esposo habia terminado de arrancarle la verdad al sirviente traidor..
El sirviente temblaba, sudaba frio, sus ojos se movian de un lado a otro buscando una salida que no existia, al final, entre gritos y suplicas termino confesando... dijo que hacia tres dias se le habian acercado dos personas, un hombre mayor de mirada dura y una mujer joven, ella tenia un acento extranjero que no podia ubicar, ella fue quien mas hablo, quien le tendio aquellas monedas de oro que brillaban demasiado para poder rechazarlas, le dijeron que todo lo que tenia que hacer era echar un poco de polvo en el te de la duquesa, que no era nada grave, que lo peor seria una reaccion alergica, unas ronchas en la piel, algo molesto pero no mortal.. el duque lo escucho en silencio, su ceño fruncido, la respiracion contenida de pura furia, cada palabra lo hacia hervir mas, su canario envenenada como si fuera un juego, como si su vida valiera unas monedas, como si alguien pudiera jugar a ser dios con ella.. el hombre juro una y otra vez que no sabia nada, que él creyo esas palabras, que no sospecho la verdad, que no se atreveria jamas a dañar a la duquesa… pero el duque ya no confiaba en nada, asi que saco la pocion de la verdad, ese liquido azulino y se lo obligo a beber despues de torturarlo lo suficiente como para quebrar cualquier resistencia, y entonces supo la verdad.. el hombre no mentia, realmente no tenia idea, realmente creyo que solo era un encargo, quizá por envidia de la belleza de la duquesa, un capricho y que esas monedas le podian cambiar su vida miserable, nunca supo que ese polvo era un poderoso veneno, uno capaz de detener un corazon en minutos, uno que habria terminado con Maddie antes de que nadie pudiera salvarla.. Theo cerro los ojos un instante, respirando hondo, la furia contenida, el eco de las notas del violin que venian del jardin le recordaban porque hacia todo eso, porque sus manos estaban manchadas y su alma cargaba pecados, lo hacia por ella, por su canario, por aquella criatura traviesa que reia con musica mientras la muerte rondaba tan cerca.. cuando abrio los ojos, miro al sirviente con un desprecio absoluto, no importaba que hubiese sido ignorancia, en su casa no habia perdon para los que ponian en riesgo a su esposa..
Duque: ya no me sirves de nada..
Y con un gesto ordeno que se lo llevaran a los calabozos, donde su destino ya estaba sellado.. afuera, Maddie sonreia, ajena a la verdad, pensando que su esposo estaba ocupado en aburridos asuntos de la mansion, sin sospechar en el peligro en que realmente se encontraba..