EN LA MIRA DEL DRAGON

(*Ana)

Estaba sentada tratando de pensar la manera de salir de esa habitación que solo tenía una puerta de ingreso.

"Cuando vengan y me traigan la comida, tal vez en ese momento", reflexionaba.

En eso escucho disparos y gritos agudos afuera de mi puerta. Subí mis piernas chocando mis rodillas contra mi pecho. No tenía dónde esconderme, solo estaba la cama.

Después de unos minutos un silencio sepulcral y que la puerta de mi cuarto se abré, veo que cruza el que era el guardia que me custodiaba y cae con un disparo en la espalda y cruza uno de traje negro.

-Al fin te encuentro ... Cuando se quiere un trabajo bien hecho uno debe hacerlo. Comento guardando su arma.

-¿Quién es usted?. Le pregunto con la voz temblorosa.

-Por años te busqué... Tu serás parte de mi colección. Me dice.

-¡¿Qué?!. Pregunto sin comprender quien era este loco nuevo.

-Prefieres quedarte con el cadáver. Me pregunta y niego nerviosa.

-Vamos. Me dice indicándome la salida.

Dudo en pararme cuando veo que entran unos armados con automáticas atrás de él y suspiro pesado poniéndome de pie para salir.

Conozco las armas gracias a mi padre que siempre anda con ellas y más de una vez ví como las limpiaba y guardaba en su caja fuerte.

-Buena chica. Comenta señalando la salida.

Camino mirando atónita la escena que había en el pasillo de los guardias bañados en sangre. Camino esquivando para no pisar la sangre, me guían a un elevador y veo que sube como veinte pisos y salimos a un techo donde espera un helicoptero negro, contemplo que estaba en un edificio en medio de una ciudad, tan solo que no sabia cual.

-Vas a estar mejor atendida por nosotros... No te tendremos encerrada... Solo deberás hacer lo que haces de calentar las bebidas. Me dice el señor de traje.

-Pero estaré cautiva... Sin mi libertad. Le comento.

-Todo tiene su pro y su contra. Me dice de manera despreocupada.

Suspiro pesado mirando a los hombres armados ante mi, uno que tiene traje de doctor que se lo ve golpeado en el ojo está sentado ahí.

-Tomale la temperatura. Le ordenan, el pobre tiembla.

-Haz lo que te decimos o tus hijas lo pagan. Lo amenazan.

-Disculpa. Me dice el doctor y me coloca una banda en la frente.

-A usted lo recuerdo. Le digo cuando me llegó una vaga imagen de él.

Lo había visto entre los especialistas que me atendieron en una de mis caídas de no poder regular mi temperatura.

-El doctor habla de más cuando bebe... Siendo especialista debe saber que el alcohol no es para cualquiera. Comenta el señor de traje.

-Tiene treinta y ocho. Murmura asustado.

-Bien... Estamos bien. Dice el señor de traje.

-¿Qué harán conmigo?. Pregunto el doctor.

-Tendras el honor de ser su doctor de cabecera. Le dijo serio apuntandole con un arma.

-Me parece bien. Dijo el doctor nervioso y bajo el arma el señor.

Llegamos en un crucero donde bajo el helicóptero.

Me sentí descompuesta, nunca había estado en uno.

-Cuando estés en el interior no te afectará. Me dice el señor.

-Señor Rip... Bienvenido. Lo saludo uno de uniforme.

-Es bueno estar de regreso. Le respondió serio.

Me encaminaron al interior, mi corazón latía acelerado, me llevaron a un camerino.

-Ahi tienes para comer... Y cámbiate... Luego te buscaremos para que enseñes tu singularidad. Me indica, suspiro pesado, solo asiento nerviosa.

"Qué suerte la mía".

"De unos locos que me creían diosa del fuego a otro que me quiere exhibir como un fenómeno, es eso aunque lo adorne con palabras bonitas al decir singularidad".

*

*

*En la Base

-SEÑOR ARAGON... HAN HALLADO A LOS QUE SE LLEVARON A SU HIJA ... ESTAN TODOS MUERTOS. Le avisan y se toma la cabeza suspirando.

-SE VE QUE OTRO SE NOS ADELANTO ... TENIAN SIGNOS DE HABER SIDO MASACRADO CON ARMAS DE ALTO CALIBRE. Le comentan.

El señor Aragón pego la mesa con sus puños muy molesto.

-Quiero interrogar a Luisa. Anuncio molesto.

Fueron hasta donde la tenían detenida.

-No voy a hablar sin mi abogado presente. Le dice Luisa al verlo.

-NO ESTAS EN CONDICIONES DE EXIGIR NADA... QUIERO RESPUESTAS... Y LAS QUIERO AHORA ... QUIENES SON LOS QUE TIENEN A MI HIJA. Le exige golpeando con su puño la mesa.

*

*

*En la casa de Edan.

- Edan... ¿Es cierto que se llevaron a Fay?. Le pregunto su hermano menor.

-¡¿Qué?!. Le pregunta asombrado, porque siempre ante él disimulaban y trataban de hablar otra cosa.

-Soñe con Fay... Qué estaba en una habitación... Pero ahora fue en un crucero. Le cuenta Francisco.

-¿Qué dices enano?. Le pregunta asombrado.

-No te quería decir ... Pero descubrí que lo que suelo soñar... Se relaciona a lo que sucede. Le cuenta comiendo su cereal como si nada.

Edan había tratado con sus habilidades descubrir el paradero de Fay, le dolía la cabeza escuchando lo que pensaban las personas pero no había logrado nada y su hermano pequeño tenía la habilidad de ver en sus sueños.

-Dime más. Le pide Edan.

-Asi que ahora me escuchas. Le responde.

-Es importante enano... Debemos salvar a Fay. Le dice Edan.

-Bien... Es un crucero... De esos que muestran en la tele... Blanco... Cómo de tres pisos... Y tenía escrito al costado "doncella". Le cuenta.

Edan le besa en la frente.

-Gracias. Le dice Edan.

-No se lo cuentes a nadie... Vi que había uniformados. Le comenta Francisco.

-Eres genial Francis. Le dice Edan.

-Ahora si me dirás que somos. Le pregunta Francisco.

-Es un secreto. Le dice Edan.

-Puedo saber lo que sucede sin verlo... Predecir lo que me tomara la seño antes que me lo diga. Le cuenta Francisco.

-¿Desde cuándo?. Le pregunta Edan.

-Pues... Hace tiempo ... Al principio creí que era coincidencia... Pero cuando soñé con Fay que la llevaban... Y después escuché la noticia que contaba la tía... Ahí me empezó a cerrar muchas cosas. Le responde Francis.

-Bueno Francis... Lo que papá nos lee... No son solo cuentos para entretenernos. Le dice Edan.

-Uau... Eso es asombroso. Le dice Francisco.

-Pero no debes decír nada a nadie... Mira lo que le pasa a Fay... Solo por tener la temperatura más alta. Le cuenta Edan.

-Ya veo. Le responde pensativo.

-Me voy. Le dice Edan.

-Cuidate. Le encarga su hermano menor al despedirlo.

*

*

*En el crucero

(*Ana)

No podía creer lo que veía, este tipo tenía su propio show incorporado como entretenimiento para los pasajeros.

Había uno que tenía como ganchos en su piel y se colgaba desde el techo de ellos. Una chica que se doblaba como goma sobre su propio pequeño escenario vestida con un enterizo brilloso y tenía puesta una doble máscara que no sabías cuál era su verdadera cara.

Otro que hacia malabares con unos palos con fuegos en los extremos.

Algunos que se mantenían en el aire con sogas y se lanzaban a toda velocidad y antes de tocar el piso se envolvían en la soga de tela hacia arriba y realizaban la misma acrobacia que era intrépida.

La música era ensordecedora, las personas bebían y comían admirando el espectáculo que se desarrollaba a su alrededor.

A mí me hicieron vestir con un traje enterizo en rojo y me hicieron poner un antifaz en el mismo tono, me colocaron atrás del mostrador con el cartel de retirá su bebida caliente. Atrás de mí estaba una vitrina con todo tipo de bebidas pero congeladas, y debía sostener en mi mano los tragos para que se calienten. Eso era lo que debía hacer.

Las personas eran ajenas a que uno estaba ahí contra su voluntad.

"¿Será que los demás también lo están?", me preguntaba al ver los diferentes personajes que realizaban sus habilidades ante las personas.

-Quiero un te de limón. Se aproximó una señora muy maquillada ante mi señalando una de las bebidas. La mire y mire el guardia que tenía cerca, solo asentí y procedi a tomarlo entre mis manos al tocar un botón que tenía en el mostrador que hacia que la temperatura donde estaba cambiará, para que mi cuerpo aumentará la temperatura. Una vez caliente la bebida soltaba el botón pasando envuelto en servilleta el vaso.

-Ja...Ja... Magnífico. Fue la reacción de la señora alejándose con su trago.

Observé todo a mi alrededor, estaba muy bien vigilada, no podía interactuar con los que venían, solo debía limitarme a darle la bebida que solicitaban.

Suspiraba pesado buscando la manera de poder irme de ahí.

De repente sentí que me abrazaron de atrás y no veía quien era.

"No te asustes soy yo", escuché la voz de Edan.

"No cambies tu expresión"

"Sigue como si nada"

Me susurro prendido por mi, mi corazón se alegro al saber que él estaba ahí.

Le hice gestos al guardia que quería ir al baño.

Por lo que asintió señalando que camine adelante de él.

-Me gustaría poder hacerlo sola. Le digo cuando estaba por entrar al baño.

-Claro. Responde constatando de que no había nadie.

Edan permanecía abrazado de mi cintura en su estado invisible.

Al ingresar me gire al querer abrazarlo al sentirme angustiada, pero el me retiene los brazos dándome un abrazo.

"Hay muchos guardias", me susurra.

Y le hago gestos con los ojos como que era obvio.

"En algún momento te debes de ir a descansar", me dice.

"Solo piensa, y no respondas, hay camaras en todos lados", me avisa.

Ahí comprendo su reacción de abrazarme antes que extienda mis brazos hacia él.

"Me tienen muy custodiada", pienso como gritándolo a ver si el escucha.

"Me lo imagino", me respondió y eso me hizo poder respirar.

"Así que escuchas lo que pienso", le digo.

"Solo si me dejas", me responde.

"Entra en el cubículo o desconfiaran del porque viniste", me dice por lo que lo hago.

"No me mires", le pido al tener un entero ajustado al cuerpo que debo bajar completo.

"Palabra de honor", responde del otro lado de la puerta.

-¿Por qué tardas?. Escucho que pregunta el guardia.

-Ya voy. Le respondo suspirando pesado.

"Ya estoy aquí Fay, vamos a salir juntos", me susurra Edan.

Regresamos a la fiesta donde me mantuvieron una hora más y luego me llevaron a mi camerino.

Edan se mantuvo a mi lado todo el tiempo.

*

*

-¿Qué tal nuestra nueva huésped?. Pregunta el señor Rip al de seguridad.

-Normal... Se la ve caminar nerviosa por su cuarto. Le cuenta señalando el monitor.

-Perfecto. Le responde sintiéndose dichoso de tenerla.

*

*

-Asi que Francis tiene visiones. Comento ante lo que me contó Edan que gracias a su hermanito pudo saber dónde estaba.

-Si... Me sorprendió... Pero está entrando en la edad en que a mí también se me revelaba mis habilidades. Me cuenta.

-Aqui apagan las luces a las nueve... Me dejan dormir dos horas y me llevan nuevamente para el show de media noche. Le cuento hablando por lo bajo disimulo que leo un libro para que se justifique el porque muevo los labios al ser vigilada a través de camaras.

-Se que el guardia de tu puerta va a ser reemplazado por otro en diez minutos para ir al baño... Aprovecharemos a salir en ese lapso. Me dice Edan.

-Que hay de la cámara. Le consulto.

-Quedate sentada en la cama con el libro en la mano... Te tomo una foto con mi cámara y lo pondremos como imagen. Me dice.

-Sabes como hacerlo. Le consulto.

-Si... Tengo habilidad en lo tecnológico. Se jacta.

Hubo un momento de silencio que me resultó muy largo cuando Edan me susurra al oído.

"Me costó, pero ya lo hice, es hora", me susurra.

"Ponte esto" me dice y veo una ropa como la que usan los guardias que me coloca ante mi.

-De dónde sacaste. Le pregunto.

"Él guardia se descuido", respondió y me lo puse rápido.

Él me tomo la mano jalandome hacia afuera ni bien abrió la puerta.

"Vamos rápido", me dice guiando me por un pasillo.

-Sabes como salir. Le pregunto.

"Si", responde aún sosteniendo mi mano.

De repente apareció ante mi el guardia que venía y abrió grande los ojos al verme, tomo su arma apuntando hacia mi.

Me desespere, lanzandome sobre él sosteniendo el arma. Sentía un enojo que me recorría el cuerpo, no quería volver a estar encerrada, deje que mi calor fluyera, podía sentir que respiraba caliente, podía sentir que mi cuerpo ardía. Y quedé helada al ver que deje reducido a cenizas al guardia.

"Fay... Vamos", llama mi atención Edan y podía notar en su tono sorpresa por lo que presenció.

Logramos salir de ahí y me subí a la espalda de él que se elevó veloz perdiéndose en el cielo atravesando las nubes.

-UAU... ESO FUE EPICO. Escucho que vitorea. Mi corazón aún palpitaba acelerado, no salía del shock de lo que hice.

Descendió en una isla entre la vegetación y se ve que tenía su mochila de la que sacó su ropa poniéndose.

-Fay... ¿Estás bien?. Me pregunta llamando mi atención al verme muy callada.

-INCINERE A ESE HOMBRE. Le digo alterada.

-Te defendíste. Me dice tranquilo

-EDAN... ESCUCHASTE... VISTE. Le digo gestualizando nerviosa.

Él se me aproxima y me abraza.

-Se que asusta... Pero lo hiciste para defenderte... Merecían que le quemes todo... Pero con esas personas a bordo no era conveniente. Reflexiona y me abrazo con fuerza a él.

-No... No lo puedo creer... ¿Cómo?. Pregunto en voz alta.

-Pues... Diría que eres una chica ardiente... Aunque sonaría feo. Me dice friccionado mi espalda.

-Por cierto... Gracias Edan por venir por mi... Perdí toda esperanza cuando los que me capturaron primero mataron a mi padre. Le cuento dejando que las lágrimas fluyan.

-TU PADRE ESTA VIVO... ESE ERA UNO DISFRAZADO EL QUE TE LLEVO. Me cuenta a viva voz

-¡¿Qué?!... En serio... Mi padre vive. Le pregunto secandome las lágrimas.

-SI... SE VE QUE ARMARON TODO EL CIRCO PARA PODER MANEJARTE. Me responde.

-Que esperamos... Vamos. Le digo animada.

-Debo descansar... Fue agotador para mí dar con el crucero. Me dice Edan sentándose y puedo notar su cansancio.

-Bien... Espero no halla animales salvajes. Le digo mirando al rededor.

-Si son inteligentes no querrán enfrentar a un dragón y a una chica ardiente. Me dice.

-Concentre en mis manos... Cómo me enseñaste. Le cuento.

-Ahora si no te molesta... Me recuesto por vos para estar abrigado. Me dice.

-Que clase de dragón eres que tienes frío. Le consulto divertida.

-A diferencia de ti... únicamente cuando estoy transformado genero calor. Me dice haciendo que lo envuelva entre mis brazos.

-Te acepto porque viniste por mi. Le digo.