El mujeriego mas grande del planeta, se encuentra en verdaderos apuros cuando encuentra una sorpresa en la puerta de su casa!
Podrá con este desafío, estara dispuesto a sacrificar lo que más le gusta?
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Zombi
Salgo del dormitorio cargando a Zoe, la cual anda feliz, claro porque está limpia, bien comida y encima durmió plácidamente toda la noche.
En cambio, yo soy un zombi andante, encima de males tengo varias reuniones hoy, y la verdad no tengo idea que rayos voy a hacer porque para mi desgracia hoy Anita tiene libre, y no le puedo decir que se quede porque este día me lo pidió hace tiempo.
No queda de otra que ir a oficina con mi bebé.
Le pido a Anita que cuide a Zoe para poder bañarme y cambiarme. Me miró al espejo, Dios envejecí 20 años por lo menos.
Sueña mi teléfono, veo y es Cristian - hola hermano - le digo con mi ánimo desanimado.
-asu hermano, dime el nombre del mujerón que te dejo así de destruido - me dice mi mejor amigo.
- Se llama Zoe, toma leche que da miedo y es muy gritona - le respondo.
- Vaya hermano, almorzamos hoy para que me cuentes todo de ese mujerón - me dice y yo acepto.
Si pensaron que yo soy mujeriego, en realidad al lado de mi amigo soy un angelito.
Después de alistarme, ya Anita tiene todo listo para irnos.
- en la maleta, está su fórmula, biberón, pañales, pañitos, dos mudas de ropa y un par de juguetes - me dice Anita poniendo a el bebe en su asiento para el auto.
Agarro mi maleta, la de la bebé y me dirijo a la camioneta, hoy si llevo chófer porque en verdad no puedo ni pensar en manejar.
Una vez instalados en el asiento de atrás, miro a mi hija la cual anda de curiosa, súper despierta.
- primer de trabajo, debes portarte bien ok, ahí vas a ver a Antonella - le digo mientras acomodo su colchita y le doy un juguete.
No se en que momento llegamos, mi chófer me pasa la voz porque me quede dormido, el me ayuda a bajar el coche de la maletera, le entrega los dos maletines al de vigilancia el cual me mira raro.
Pongo a mi enana en el carrito y entro al edificio y ahí empieza todos dejan lo que estaban haciendo y me quedan mirando, algunos se les cae la mandíbula y empiezan los comentarios.
Sinceramente, no tengo ánimos para dar declaraciones ni nada, así que ignoro a todos y subo al ascensor, ya seguro después me llegara los chismes.
Llego a mi piso, a la primera que veo es a mi secretaria, a la cual se le cae lo que tiene en la mano y mira deferente el carrito y luego a mí.
Después de unos minutos recién reacciona y me saluda.
- buenos días, señor, en un momento le llevo su café y su periódico - me dice.
- Buenos días Lidia, ya llego Antonella? - pregunto
- si hace un rato, ahorita le indico que usted ya llega - me dice y agarra el anexo.
Entro a mi oficina, dejo el coche en alguna posición que pueda verla desde donde estoy sentando y ni bien pongo mi trasero en la silla, empiezan los gritos.
Y si así empieza mi primer día con la niña en la oficina.
