Causalidad

«Mark»

— ¿Por qué apagas la música? – Me encontraba en el salón de ensayos con mi compañero Gun, desde que me uni a la empresa, nos llevamos muy bien y siempre que puede me ayuda con las rutinas, lo aprecio mucho.

— ¿Qué te pasa Siwat? Es una rutina de ocho minutos, para ti, ésto no es nada y llevamos más de dos horas...

— ¡Oh! lo siento Gun... No me había dado cuenta de la hora, si quieres puedes irte, ensayare un poco más...

— Pregunté que sucede, no me estaba quejando.

— No me pasa nada, hoy no es mi día simplemente... – No teníamos tanta confianza, además era hasta embarazoso contar mi situación.

— ¿Mal de amores?

— ¿Cómo? – Lo dije en alto o es adivinó

— Entonces tengo razón eh.., eres tan joven y ya pensando en chicas tan pronto. – ¡Si él supiera!

— No es nada de eso Gun... –  Estaba por decirle que podía irse, cuándo me sorprendió tomando mi mano.

— Vamos por unos tragos, ¡te parece! – para decirme algo así, no tenía que tomar mi mano, lo solté y me aleje unos pasos de él  — Vamos Siwat, no voy hacerte nada, todavía eres un niño.

— No estoy pensando mal Gun, lo que pasa es que no estoy de ánimo para salir, quiero terminar aquí y llegar a casa

— Terminar... ¿Qué? sinó puedes concentrarte. No vale la pena que sigas, ya te ayudaré mañana.

— ¡Gracias! Pero mejor me voy. No estoy muy animado...

— Con mayor razón vamos a despejarte, te invito a mi depa, no es tan lujoso como tú casa pero siempre lo mantengo limpio.

— No puedo beber... – sólo estaba dándole escusas. Gun parecía no importarle lo que decía.

— Cuándo dije que los tragos fueran con alcohol...

— Bueno ... – Ya no tenía otra escusa que valiera así que termine aceptando.

El edificio de Gun no quedaba lejos de la empresa, incluso llegamos andando,  dijo que después él me llevaría a mi casa, yo no estaba muy de acuerdo pero ya le diría después.

A lo mejor tiene razón y lo que me hace falta es distraerme un poco.

— Espérame aquí, voy a por algunas cosas y en seguida entramos – Ya estábamos en la entrada de su edificio, parecía que le faltaba cosas por comprar.

— ¡Te acompaño! – estaba por caminar pero me detuvo recargando su brazo en mi cabeza, ese pequeño gesto me tomó por sorpresa.

— No puedes simplemente hacer lo que te pido, te han dicho alguna vez que eres muy rebelde...

— ¡No! Nunca.

— ... ¡Contestón! Además...

— ¿Gun?

— Vamos no repliques y deja que tú mayor te cuide por hoy.

— Yo no necesito que me cuiden – quite su brazo de mi cabeza.

— Todos necesitamos que nos cuiden – alborotó mi cabello con su mano antes de sacar su paleta de su boca y meterla a la mía.

— A ver si con esto te callas y dejas de llevarme la contraria – sin más se alejó, dejándome nuevamente aturdido por sus palabras y sus acciones.

¿Debía sacar su paleta de mi boca? por alguna extraña razón me gustó su sabor, somos compañeros, una paleta compartida no es nada del otro mundo.

Me senté a esperarlo en las escaleras de su edificio cuando recibí un mensaje...

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Hola😊

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😒Querido amo...🤮

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Ya terminé lo que pidió 🙄

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Puede pasar por el,  mañana 😪😴

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No pude evitar sonreír , todavía se creía lo que habíamos hablado.

¡Tan bobo! Ni modo, tengo que seguir superando mi amor no correspondido.

Me estaba costando mucho y el colmo es que ya estaba afectando mi trabajo. Tenía que superarlo rápido, sí quería seguir siendo su amigo. Le pedí unas tontas tareas que ni siquiera existen, tratando de ganar tiempo para  tranquilizarme y poder mirarlo de otra forma. Pero si sigue mandando mensajes así, como se supone que voy olvidar todo.

Me quejé en voz alta.

— Tana eres muy cruel conmigo...

—¿Por qué? ¿Qué te hizo? – casi caigo del escalón, Gun estaba sentado a lado mío recargado en el escalón de arriba observando mi celular...

¿cuándo regreso que ni cuenta me dí?

— ¡Ya llegaste! – “no todavía sigue en la tienda Mark” racciona hombre.

— Hace rato pero estabas tan concentrado que no quise interrumpir...

— ¡Lo siento! – que más podía decirle

— ¿Quien es Tana?

— Un amigo...

— Y un amigo es cruel contigo

— Es una larga historia...

— Tenemos tiempo, mañana ensayamos por la tarde, entonces creo que puedo escuchar, soy todo oídos.

— ¡Gun!

— Hay vas de nuevo ... – sus gestos me hicieron reír

— ¡Ves! Ése es el chico que me gusta – ¿Cómo? ¿Qué chico? ¿Quién le gusta? ¿Yo?

— ¿Gun? – debería irme, me estoy sintiendo incómodo. ¡No! No puedo ser descortés.

— Tranquilo hombre, que no me voy aprovechar de ti, en todo caso él asustado debería ser yo... – siempre soy él que le hace bromas a todo el mundo, por qué parece que él se está burlando de mí.

— No estaba pensando nada malo, me preguntaba si entrábamos de una vez – lo admito no me gusta que me hagan parecer menor de lo que ya soy y él me hace sentir así y no me gusta.

— Chicuelo para ser actor mientes muy mal o sólo conmigo - volvió a pasar su brazo por mis hombros, llevándome a dentro del edificio.

Su depa no tenía nada de sencillo como había dicho, bueno tal vez no era como mi casa pero se veía que no vivía tan mal. Y ahora que lo pienso como sabe de mi casa... Extraño muy extraño.

— Te gusta lo que ves – esa habilidad de leerme como papel me está chocando.

— ¡No! – el mayor arqueo su ceja izquierda — Me refiero a qué no estaba jusgando ni nada, se ve muy bien.

— ¡Ahh! gracias por la aclaración, siéntete como en tu casa, voy a sacar algunos platos y empieza la terapia te parece

— ¿Qué terapia?

— Tú historia, ¿no me la vas a contar? – estába a punto de protestar cuando volvió a decir... — Mirá, tómalo como desahogo, tengo más experiencia que tú además, sería bueno que lo saques a flote. Ayuda mucho hablar ¡sabes! Y yo soy muy bueno escuchando... ¡Si!

— Gun...

— Lo tomaré como un si, voy por los platos... Ponte cómodo.

Ya estaba dentro, no creó que me haga mal que alguien que no sea yo y mi maldito corazón lo sepa. De todas formas no tenía por que saber de quién hablo o ¿si?

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«Gun»

Entre a mi cuarto antes de verlo, se notaba muy triste. El que logrará que viniera hasta mi Depa fue todo un logro, no puedo hecharlo a perder con mis tonterías, debía convertirme en su amigo primero, sí quería conseguir su confianza.

No estaba tan seguro de lo que me contaría, parecía que era de alguien que no lo había correspondido y eso era algo a mi favor. Me estaba muriendo de la curiosidad pero tampoco quiero presionarlo para que me cuente todo.

Me quite mi sudareda y fui directo a la cocina, tomé algunos cuencos y dos bebidas del refrigerador. Cuando regrese, Siwat estaba dormitando en mi sillón . “Mmm qué sexy se ve”. Me acerque a él para acomodarlo mejor, pero al sentir mi presencia, se despertó por completo.

— Mm... Gun, lo siento...

— ¡Tranquilo! Entiendo que estés cansado. Toma ésto, es una bebida dulce, tiene alcohol pero es mínimo con eso no se te sube pero si te reanima mucho. Anda, toma un poco.

— ¡Gracias! – me senté en el suelo, frente a él con una botella de cerveza, agarre los cuencos, llenando con botanas diferentes cada una.

— Bueno pues.., ¿cuenta?

— ¿Qué quieres que te cuente?

— Lo que quieras contarme. Yo te escucho, prometo no interrumpir... – Se veía tan triste que me ganaban las ganas de sentarme junto a él y consolarlo pero eso sólo logrará asustarlo y no quiero eso.

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«Mark»

Y cómo si nada, le conté todo.., Desde la etapa donde fuimos niños, la tonta promesa, el amor que Tana sentía por un extraño, bueno todo. Me sentí tan liberado, como si hubiera quitado un peso de mi corazón y ahora tuviera espacio para cualquier cosa.

Cumplio lo que dijo antes, en ningún momento me interrumpió, al contrario me trasmitió tanta confianza que me baje del sillón para sentarme junto a él y poder contarle mejor.

Cuando termine de hablar, él limpió con su mano mi cara, fueron tantos los sentimientos que expresé, que había terminado llorando sin notarlo.

No me molesto que me viera llorar y tampoco su contacto, me sentía agradecido por su atención. Dejo que terminará para hablar.

— El sabe sobre todo esto que acabas de contarme...

— ¡No! Bueno si, pero le dije que todo fue broma...

— ¡¿Eres idiota?! – eso no lo esperaba y no respondí, yo sabía que tenía razón.

— Por qué jugaste con algo así de grande...

— Al principio nunca pensé que me correspondería, hasta que me dijo que se enamoró de un extraño...

— ¡Siwat! para el amor la edad, el género, la clase social o color de piel no tiene ninguna importancia, si lo sientes es lo único que debe importarte...

— Lo mismo dijo Tana de su extraño, no con las mismas palabras pero me sonó a lo mismo.

— Entonces ese chiquillo de verdad está enamorado...

— Ya lo sé – ¡Claro! lo sé mejor que nadie.

— Lo siento y puede que te moleste lo que voy a decirte pero nunca debiste jugar con tus sentimientos, sí hubieras hablado de ellos con tu mejor amigo desde un principio, él pudo a ver considerado tus sentimientos pues ya tenían un vínculo que los unía «su amistad».

¡Me entiendes!

— Ya no puedo hacer nada, ya terminó todo para mí...

— Eso no es del todo cierto, nunca es tarde para ser sinceros, no puedes seguir guardando todo esto dentro de ti – tocó con su dedo mi pecho, como si tocará mi corazón. Con aquél pequeño gestó, logro que algo dentro de mí se removierá y me hiciera sentir cuidado, se que suena extraño pero se siente tan bien.

— Me dices qué debo decirle que no fue broma lo que siento por él...

— ¡Exacto!

— Pero que caso tiene ahora... – Con su mano cerrada en un puño me golpeó en la cabeza.

— ¡Tonto! Tiene mucho caso.. Cuando pierdes ganas – yo lo miraba sin entender — Tú sabes que él ama a alguien más. Por eso das por hecho que te rechazará, entonces no es perder, es ganar por qué te liberaras de tu amor no correspondido en el momento que le cuentes todo.

Nada está escrito en la vida Chicuelo, puede que algo mejor les depara a los dos, independientemente si están juntos o no.

Pero si no le das la importancia que merecen tus sentimientos, nadie lo hará por ti. – termino empujando mi hombro con su puño.

— Gracias Gun...

— Para que son los amigo, por qué puedo considerarme tu amigo ¿Verdad?

— ¡Claro!.., Gun yo te aprecio mucho.

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«Gun»

— Y yo a ti... – “no sabes cuánto” pensaba.

Esté Chicuelo, cuánto está sufriendo, quisiera poder consolarlo mejor, lo único que puedo hacer es quedarme a su lado.

Yo dando consejos de amor y me veo aquí consolando al chico que me gusta, le digo «tonto» cuando el «tonto» soy yo.

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Continuará...

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