Un mundo fantástico, lleno de seres que jamás creíste poder ver, a excepción de los libros, las películas y relatos. Ahora has llegado a este sitio, donde no solo puedes verlos, tocarlos y hablar con ellos, sino que estás dentro del cuerpo de uno de ellos.
Mi nombre es Dagny y está es mi historia. Entré al cuerpo de un ser místico y mágico, nunca entendí por qué, pero no pude tener mejor suerte que esta, al amar todo tipo de historias de fantasía, intentaré vivir bien y vivir feliz.
¿Podré hacerlo?, ¿Tendré dificultades como en el pasado?, ¿Deberé cambiar mi forma de ser para que me acepten?
Sigue mi historia y entérate del final.
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Reencuentro...
Hope podía sentir su camisa húmeda, era claramente por las lágrimas de Dagny. Aunque quisiera hacer que dejara de llorar, él también rompió en llanto por cierta felicidad.
—Lo lamento tanto, lamento no haberte protegido mejor— era evidente que por alguna razón estaba ahí, siendo consciente que su esposa no padecía ningún tipo de enfermedad, solo había una razón para haber terminado en aquel lugar.
Abrazó a Dagny con mucha más fuerza, no quería que por ningún motivo se fuera a separar de su lado.
—Yo debería preguntar ¿cómo es que acabaste en este lugar?, eras el más inocente en todo aquel asunto, la única culpable fui yo— sus lágrimas no paraban de brotar, eran muchas las emociones que pasaban por su mente y claro que su cuerpo lo transmitía.
—¿Sabes?, lo importante es que te pude encontrar de nuevo, nunca imaginé una vida sin ti— besó sobre su cabellera.
Fueron separándose de a poco, hasta que pudieron verse frente a frente. Ambos tenían el rostro rojo, chapeado por las lágrimas, también por la felicidad de al fin reencontrarse.
—Eres tan hermosa— acarició la mejilla de Dagny.
—Tu eres aún más guapo que antes— colocó su mano, sobre la de Hope.
Dos enamorados bajo un cielo azul, en un reencuentro inimaginable, después de un tiempo, abriendo su corazón que aún late de amor. Hope y Dagny solo respiraron profundo y acostados de lado, mirando fijamente al otro, sonreían. Cada uno tuvo un final, aún así aquí podían tener un nuevo comienzo.
—¿Hace cuanto llegaste aquí?—
—Dos meses, ¿y tú?—
—Un mes, eso quiere decir que tú...— su corazón no podía soportar la idea de que su esposo hubiera muerto antes que ella.
—Está bien, no puedo pensar en el pasado como algo malo, después de todo, eso nos trajo hasta aquí— su sonrisa, irradiaba luz, hacía que Dagny se olvidara de todo.
—Si tú estás bien con eso, no volveré a retomar el tema. ¿Qué haremos ahora que los dos estamos aquí?— estaba segura de querer estar a lado de Hope, pero también sabía que sería algo complicado dada su situación.
—Es simple, pediré tu mano y nos casaremos de nuevo, esta vez será una vida más feliz— la tomó de la mano y le dio un beso en el dorso.
—También quiero eso, solo me preocupa la reacción de mis nuevos padres, ellos podrían no permitirlo tan fácil— se veía afligida.
—Soy poderoso en este mundo, así que no debes preocuparte por nada, a pesar de lo que puedas creer, la familia a la que pertenezco, es más poderosa que la familia real. Si no quieren que te cases conmigo, te robo y listo— una sonrisa, se veía en su rostro.
—¿Y si no pretendo alejarme de ellos?— su pregunta sorprendió mucho a Hope.
—Responderé cuando me respondas algo. ¿Acaso el príncipe te interesa de una manera diferente a la de hermandad?—
Su pregunta era aceptable, quizás ese era el destino de la persona que habitaba en el cuerpo donde ahora estaba su esposa, además por lo que había escuchado antes, pudo llegar a dudar un poco.
—No nos llevamos bien, pero intentaré hacerlo, ahora somos hermanos. Lo único que me importa es cuidar y estar bien con los reyes, ellos han sido tan buenos conmigo que no me gustaría decepcionarlos, he aprendido a querer a la reina— explicó
Hope soltó un largo suspiro. —Siendo así, tendré que ganarme el favor de los reyes, tal vez con el tiempo lleguen a entender que debemos estar juntos a pesar de las diferencias entre nosotros— estaba resignado. No obligaría a Dagny para que se aleje de sus personas importantes y mucho menos pensaba alejarse de ella, así que no quedaba opción, mas que intentar ganarse a los suegros.
—Espero que no tarde mucho, no soportaría estar alejada de ti, si pudiera, permanecería junto a ti desde ahora— se acercó lo suficiente para abrazarlo.
—Afrontemos lo que venga, juntos. Estoy seguro que ellos solo querrán la felicidad de su pequeña hija— correspondió al abrazo.
Todo parecía tan irreal, los dos recostados en el pasto, después de haber rodado por una pequeña ladera, ninguno se dio cuenta que no estaban solos desde ya hacia unos minutos.
—Deberían dejar esto para un momento y lugar más privados, ¿no creen?— Neferet fue avisada de la caída de ambos, por eso corrió a ver como se encontraban, encontrándose con esa escena. Afortunadamente los veía desde arriba y no pudo escuchar nada de lo que habían dicho los enamorados, sería un problema tener que darle explicaciones innecesarias, que al final podrían confundir su mente.
Se separaron de inmediato y con ayuda de algunos guardias, pudieron subir.
—»Debes ser discreta, aunque no lo creas, ahora eres una princesa de Athel, por lo que si hablan de ti, se verá afectada la familia real«— recomendó Perl, que había llegado después de ver el acumulamiento de gente en el lugar.
—»Me dejé llevar, lo lamento. Prometo que no volverá a suceder«— agachó la cabeza a manera de disculpas.
Era verdad que desde que fue nombrada primera princesa de Athel, ella no podía hacer lo que quisiera, pues se vería involucrado el apellido Tudor en cada una de las situaciones que la involucraran.
—Fue un accidente excelencia, me disculpo— hizo una reverencia ante Neferet.
La peli plateado se acercó lo suficiente a Dagny para susurrarle algo al oído. —No será fácil que se gane el corazón de mi hermano, incluso si él está enamorado, no permitiré que nadie se atreva a lastimarlo— después se alejó con una gran sonrisa en el rostro.
Ahora Dagny sabía que no solo Hope tenía que luchar por su amor, sino que también ella debía ganarse el favor de la gran sabia.
—«Jamás pensé en sentir esto»— se tocó la boca del estómago, sentía una ligera sensación de miedo por perder lo que más ama.
—Todo va a estar bien, te lo prometo— cuando pasó a su lado, Hope le susurró aquello y entró detrás de su hermana.
Lo que menos querían era causar problemas y conflictos innecesarios, sin embargo para eso era necesario contar toda la verdad, ¿y cómo hacerlo sin dañar a alguna persona?. Los dos sabían que era necesario decir algunas mentiras, combinadas con verdades para que así los puedan dejar ser felices.
—Se lo que piensas, pero no voy a permitir que te metas en la relación que podamos llegar a tener la princesa y yo— le reclamaba a su hermana.
—Lo entiendo, pero tú también debes entender que para alguien que te quiere sinceramente, será difícil verte sufrir, para mí alguien tendrá la culpa y esa persona tendrá por nombre Dagny Tudor, por haberse cruzado en tu camino—
Todo lo dicho, fue escuchado por Dagny, ya que entró casi detrás de ellos.
—Le prometo que aún si debo enfrentarme al mundo por él, jamás haré sufrir a su excelencia— intervino en la plática, dejando pasmados a los Stilletto, pero no por eso, dejaría que la princesa le hablara de esa manera tan segura
—Lo veremos alteza, ustedes pueden decir muchas cosas, sin embargo no es solo su decisión como cree, no tiene que ver solo con ustedes, es algo que influiría el rumbo de Athel—