Nuestro planeta, este hermoso nido donde vivimos parece no querernos aquí. es un planeta feroz, estamos a diario expuestos a todas sus infamias desde lluvia hasta volcanes, el mar que nos refresca nos da oxígeno y alimento y también se eleva, inmisericorde borra ciudades enteras de sus costas, tifones, terremotos. La tierra cuando así le provoca se hunde, se desliza sin importar cuantos de sus hijos queden tapiados Los seres humanos nos hemos abocado a socorrernos los unos a los otros, siempre nos sentimos inclinados a proteger al más débil. Desde tiempos inmemoriales nos hemos organizados para paliar embates de la madre gea. allí donde un accidente natural nos lesione estaremos prestos a ayudarle. en esto basamos nuestra existencia. Ustedes no están solos cuentan con nosotros. Estamos en el mismo barco tratando de mantener el rumbo. Aqui nacimos y moriremos. pero mientras tanto con ilusión y con esperanza parimos hijos, sembramos árboles y forjamos futuro para las nuevas generaciones.
NovelToon tiene autorización de Cristina para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAPITULO XXI
Realmente cambio el clima. La brisa se volvió
loca, va y se regresa, arrastra negros nubarrones que oscurecen la tarde y
amenazan descargarse. Hay tormentas en las montañas, en la avenida sorprende
una lluvia de grandes gotas, no es lluvia son pequeños cristales, se estrellan
contra los vidrios del auto y se derriten al contacto. Son gotas de hielo, es
granizo. Ante el asombro del raro fenómeno se detiene el tránsito. Vuelve la
brisa y todo cambia. Se forma una tormenta que baja de la montaña. Amaina la
tormenta, dejó lavado los árboles y sus ramas se inclinan cargadas de agua. No
hay buena señal de internet. Se fue la lluvia. La casa se ve silenciosa. Los
muchachos están inquietos y le aconsejan.
- Ve adentro\, cúbrete bien\, te esperamos. Si
todo está bien sales y nos avisa.
Corto la poca distancia, entre el portón y la
puerta abierta, Eduardo no estaba esperándola. Ely parada de espalda hablaba
con sus invitadas, logra oír:
- No tonta no es mi cumpleaños\, es tu fiesta
de bienvenida, como crees que podíamos pasar por alto la llegada de la
prometida de Eduardo. Vamos a sorprenderlo no sabe que la fiesta es por ti.
Esta en el patio, buscando señal que con el ventaron se calló el wifi. Y la
prometida vio a Maggie en la puerta.
La miro con rabia, parece que la conociera,
entra en cólera y lanza su veneno:
-Tú eres Maggie
verdad. Que si eres hermosa. Aprovecha tu infancia y tu belleza para engatusar
otro pendejo. Debería darte vergüenza, así te vistas de señorita se nota la
leche materna aun en tu boca. Todas las pelirrubias son puticas. Pero se fue la
presa.
Ely
se gira violentamente y trata de tomarle las manos y protegerla. La niña alza la
cara y la mano porque a ratos entraba señal y estaba grabando. mira
inexpresiva.
-Maggie,
que haces aquí, no te esperaba. Déjame explicarte
-No
tienes que explicarle nada a esa arribista, llego sin ser invitada – se le fue
encima, pero el portero vino en su defensa. la cubre con el abrigo y la saca de
la casa. Ely la persigue y la llama, pero las mujeres la retienen.
Marcos y Regina oyen y ven como el portero la
protege. Le abrieron la puerta del carro y arrancaron. No dijeron una palabra. El
silencio en el carro era tenso. A pesar de todo Maggie estaba controlada, el
teléfono comenzó a repicar. Lo revisa, es de la Academia.
-Margaret Gerazimov, en que puedo ayudar –
contesto.
-Señorita tenemos una alarma naranja en la
convención de Chara, fallaron los intérpretes portugueses para la comisión
brasileña. Usted es la única que reúne las condiciones y está a una hora en
avión. La necesitamos hoy a las ocho de la noche; en el aeropuerto hay una
tienda esperándole, vístase adecuadamente y se vienes lo más rápido que puedas
al Museo, la van a estar esperando y no te asustes que te van a escoltar la
policía de tránsito para que llegues a tiempo. Me da su clave por favor.
-Como decir que no. – se regocija la muchacha
- Justo lo que necesitaba\, trabajo que le ayude a olvidar el mal rato. No soltó
el teléfono le pasaron toda la información que necesito, no es su campo, es de
protección de instituciones artísticas y obras de arte. La convención de
desarrollarse, se considerará de aplicación sólo en los países que las han
ratificado y tienen la misma fuerza que los tratados sobre el tema en los
países latinoamericanos. Debe estar en la inauguración de la jornada en
representación de la Academia con el Gobernador del Departamento y por tres
días estar disponible en el museo. Pide que se comunicaran con Marian,
avisándole la novedad, no se preocupa por el abuelo y los discípulos sabe que están
detrás de esto, que la tienen monitoreada y le están
saboteando las vacaciones. Son ellos quienes la están espiando. -En el aeropuerto pese al mal tiempo salió
vuelo y una hora después siente el frio de Medellín como agujas que le pinchan
la cara. En la tienda solo pide una bufanda y medias de invierno y con veinte
minutos de anticipación llega al museo. Se presente ante las autoridades.
Gratamente sorprendido Monseñor la reconoce y la reclama a su lado. Quedando
como siempre bajo el cuidado de la iglesia.
-Después de todas las presentaciones,
comenzaron los exponentes brasileños. Dos horas de trabajo continuo. En la cena
pasó ratos agradables y compartió momentos bonitos con los invitados hasta que
se fueron a los brindis y sobremesas y allí no entran menores. Ya eran las once de la noche. Se terminaba el
domingo. solo llamó a Marian y al abuelo una vez. Esta exhausta la transportan
en bus hacia el convento. Cordiales las reciben las monjas. la acompañan al
baño, le dan camisón, la llevan a la celda alumbrada con una vela. le muestran su
catre y solicitas le dan una taza de té tibio y dulce.
-Oh Dios aquí hace frio – resiente Maggie -
La celda está congelada. Se mantuve caliente gracias al grueso cobertor que hay
en el cuarto. No provoca salir de la cama. Todo está oscuro sabe que está
amaneciendo porque se lo dice su reloj interno, arregle a duras penas la cama,
tocan la puerta, es raro las celadoras no tocan puertas, solo entran. Abre la
puerta.
- Buenos días Señorita Margareth\, somos la
hermana Juliana y Carla - ambas de mediana edad, regordetas, de buen semblante,
se veían animadas- venimos a llamarla y usted está casi lista. En esta bolsa
esta la ropa que va usar hoy en el Museo. Venimos a ayudarla. Cuando termine la
llevamos a ver la directora que quiere hablarle.
-Gracias hermanas -les agradeció- Esperen en
cinco minutos salgo. Suerte que me había lavado. Había ropa interior y una
hermosa sotana de novicia con el escudo de la Academia. --Mi abuelo metiche –
dedujo incómoda - Con eso les dice: trátenla bien es un alto miembro de la
Academia. Y así justo cuando sale casi le hicieron reverencia las dos buenas
hermanas. Desayuno Avena con Pan hecho en casa. La consintieron con mermelada y
jugo de naranja.
Agradeció las atenciones y la hermana Juliana,
le tomo las manos.
-Es
usted la heredera del maestro Vladimir, lo dice su ropa y estamos honrada de
atenderla. Usted ha sido muy generosa. Todas las colchas de las celdas son su
regalo de diciembre, junto con medias y gorros como los que uso anoche.
-Recordó ese diciembre estaba en el convento
de las Margaritas, estaba lloviendo y las monjitas se apretujaban juntas para
paliar el frio. Hicimos en el día un inventario de los conventos de los Andes
dependientes o no de la Academia y los surtimos de calentadores, edredones, gorros,
medias y saltos de cama para todo el personal de los conventos. Porque le ha
tocado vivir como ellas. Se por lo que pasan.
De regreso al museo, que también depende de
la Academia y presenta muchos problemas, por eso, mientras se desocupaba un
rato en la mañana como interprete, se aboca a supervisar los problemas que
aquejan este hermoso museo de Literatura Latinoamericana. Principalmente se
debía mejorar la tecnología nuevos equipos de última generación y capacitar el
personal que lo manejara. Eso resolvería el sesenta por ciento los problemas. Hace
un informe en dos días con la ayuda de todo el personal. Hasta la señora que limpia
ayudó con los inventarios. Y fortaleció las relaciones con ellos. Le sirvió de
ejemplo los fines de semana mientras este de vacaciones se va a otra
dependencia a revisar su funcionamiento. Se despide del museo, de los delegados
y de Medellín. Cae la noche del martes. No le avisa a nadie. Solo el equipo del
abuelo recibió copia del informe y sabiéndome cansada no hablo, solo me mando
un corazón grandote palpitando. Se siente solo mi anciano abuelo – deduce Maggie
- voy a pasar unos días con él. Talvez logremos limar asperezas y volvamos a
comer comida chatarra por las ardientes calles de Managua.
En casa la recibe Mariam, estaba molesta y
sin tregua la acusa:
-Huiste como una cobarde y no le diste tiempo
a nadie a explicarse - la dejó que hablara y cuando se le agotaron las quejas,
asombrada se le quedo mirando.
- ¿No vas a decir nada? – le miro iracunda-
- ¿Para qué? -le contesto dolida- si tú ya lo
sabes todo. ¿Será que me arrodillo y te pido perdón?
-No me hables así Maggie. Si vieras como anda
de preocupada Ely. En esa familia se armó un escándalo muy grande. Eduardo,
Ernesto y Ely no se hablan.
-Por lo menos déjame llegar. Cuando te calmes
hablamos. Voy a estar en mi oficina. Dame diez minutos.
-Perdona manita – casi llorando – es que
estoy tan preocupada por ti.
-Calma Marian. No pasa nada.