En un reino medieval fantástico sumido en la desestabilización mágica, un joven llamado Daniel se reencarna en el cuerpo de un humilde campesino en un mundo lleno de magia y aventura. Dotado con un sistema mágico que le permite avanzar rápidamente, Daniel se une al ejército del reino con el objetivo de convertirse en caballero y proteger el reino de las crecientes amenazas.
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La Sombra de la Traición
Capítulo 7: La Sombra de la Traición
La noche había caído sobre el castillo, y una neblina ligera se extendía sobre los jardines y patios, creando una atmósfera de misterio y quietud. Daniel se encontraba en su cabaña, repasando la información que había obtenido y preparando un plan para investigar más a fondo la amenaza que pesaba sobre la princesa Lyra.
A través de una pequeña ventana, observaba cómo las luces del castillo se reflejaban en la neblina, creando sombras danzantes en los muros. El silencio de la noche se rompió de vez en cuando por el susurro del viento y el lejano canto de las criaturas nocturnas.
De repente, un golpeteo suave en la puerta de su habitación interrumpió la tranquilidad. Daniel se levantó rápidamente y abrió la puerta para encontrarse con Eveline, quien entró con una expresión grave y preocupada.
—¿Qué pasa? —preguntó Daniel, notando la urgencia en su voz.
—He oído rumores inquietantes —dijo Eveline en voz baja, mirando alrededor para asegurarse de que no fueran escuchados—. Algunos de los sirvientes están hablando sobre una reunión secreta esta noche, en un lugar apartado del castillo. Parece que hay algo más en marcha, algo relacionado con la amenaza que mencionaste.
El corazón de Daniel se aceleró. Sabía que esta podría ser una oportunidad para obtener más información sobre el complot en curso y proteger a la princesa.
—¿Tienes alguna idea de dónde será la reunión? —preguntó Daniel.
—No exactamente, pero se rumorea que se llevará a cabo en los antiguos establos, cerca de los jardines del castillo. Es un lugar que rara vez se utiliza y ofrece bastante privacidad —respondió Eveline—. Creo que deberíamos ir allí y ver qué podemos descubrir.
Daniel asintió, consciente de que debían actuar con rapidez y discreción. Se prepararon para salir, tomando precauciones para no levantar sospechas. Eveline se aseguró de que sus pasos fueran silenciosos mientras se dirigían hacia los establos.
Al llegar, se dieron cuenta de que los establos estaban oscuros y en silencio, salvo por el ocasional crujido de las estructuras de madera. Daniel y Eveline se movieron con cautela, utilizando las sombras y el silencio como su protección. La puerta principal de los establos estaba cerrada, pero encontraron una entrada secundaria que se había dejado entreabierta.
Una vez dentro, los sonidos de murmullos y risas apagadas llegaban a sus oídos. Se acercaron sigilosamente a una esquina del edificio y se agacharon, espiando a través de una rendija. Lo que vieron les hizo fruncir el ceño.
Un grupo de figuras encapuchadas estaba reunido alrededor de una mesa, en la que había varios documentos y mapas extendidos. En el centro de la mesa, había un pergamino que parecía estar en proceso de ser firmado. La atmósfera estaba cargada de tensión y conspiración.
—Estamos en el momento decisivo —dijo una de las figuras con voz grave—. Si la alianza se concreta, perderemos la oportunidad de obtener lo que deseamos. Debemos actuar rápidamente para asegurarnos de que la princesa no interfiera.
Daniel y Eveline se miraron, comprendiendo que estaban presenciando una conspiración en acción. La presencia del pergamino y los comentarios sobre la princesa confirmaban que había un plan para sabotear la alianza y, posiblemente, hacerle daño a Lyra.
—Debemos encontrar una forma de alertar a la princesa sin que nos descubran —susurró Eveline—. No podemos permitir que esto continúe.
—De acuerdo —respondió Daniel—. Mantén la vigilancia aquí mientras yo busco una forma de comunicarnos con Lyra. Voy a intentar encontrar un medio para enviarle un mensaje antes de que sea demasiado tarde.
Con cuidado, Daniel salió de los establos y se dirigió de nuevo al castillo, utilizando los pasillos y corredores más oscuros para evitar ser visto. Sabía que debía encontrar una manera de contactar a Lyra sin despertar sospechas.
Mientras se dirigía a las habitaciones de la princesa, Daniel se encontró con una de las sirvientas que estaba haciendo su ronda nocturna. Aprovechando la oportunidad, se acercó a ella con una expresión preocupada.
—Disculpa, ¿has visto a la princesa Lyra? —preguntó Daniel—. Es urgente que le entregue un mensaje importante.
La sirvienta lo miró con sorpresa, pero al ver la seriedad en su rostro, asintió.
—Sí, la princesa está en sus habitaciones ahora mismo. Puedo avisarle que alguien necesita hablar con ella, pero debes ser rápido.
Daniel agradeció a la sirvienta y se apresuró hacia las habitaciones de la princesa. Al llegar, encontró a uno de los guardias de la puerta y le pidió que le permitiera entrar, explicando que tenía información urgente. El guardia, viendo la urgencia en su rostro, accedió y lo dejó pasar.
Dentro de la habitación de la princesa, Lyra estaba sentada en un sillón, revisando algunos documentos. Su rostro se iluminó con sorpresa y preocupación al ver a Daniel entrar.
—¿Qué ocurre? —preguntó Lyra, levantándose de su asiento—. ¿Por qué estás aquí a estas horas?
Daniel se acercó rápidamente y le explicó lo que había descubierto en los establos: la reunión secreta y la conspiración que había presenciado. Lyra escuchó atentamente, su rostro palideciendo a medida que la información se desarrollaba.
—Esto es más grave de lo que imaginaba —dijo Lyra—. Si hay una conspiración en marcha, debemos actuar con rapidez para desbaratarla y proteger la alianza.
—Exactamente —respondió Daniel—. Mi sugerencia es que tomemos medidas inmediatas para desbaratar la reunión. Si podemos atrapar a los conspiradores y asegurar el pergamino, podemos evitar que el plan avance.
Lyra asintió con determinación.
—Tienes razón. Pero debemos hacerlo con cautela. No podemos permitir que descubran nuestra intención antes de que sea demasiado tarde. Te daré acceso a algunos de mis guardias de confianza para que podamos llevar a cabo esta operación sin ser detectados.
Juntos, elaboraron un plan para intervenir en la reunión. Lyra convocó a unos pocos guardias leales y les explicó la situación. Daniel y el grupo se dirigieron de nuevo a los establos, preparados para confrontar a los conspiradores.
Al llegar, se encontraron con la sala aún ocupada por las figuras encapuchadas, que continuaban con sus discusiones y planes. Daniel y los guardias, utilizando la sorpresa como su aliada, irrumpieron en la sala con rapidez. Los conspiradores, sorprendidos por la repentina incursión, intentaron reaccionar, pero los guardias se movieron con eficiencia, capturando a los individuos y asegurando el pergamino.
El caos se desató por un momento, pero pronto la situación fue controlada. Los conspiradores fueron sometidos y asegurados, y el pergamino fue confiscado. Lyra, con un aire de determinación, revisó el pergamino y encontró evidencia clara de los intentos de sabotaje y los detalles del plan de traición.
—Hiciste bien al alertarme, Daniel —dijo Lyra con una mezcla de gratitud y respeto—. Sin tu valentía y dedicación, no hubiéramos descubierto esto a tiempo. Ahora, podemos tomar medidas para asegurar la alianza y proteger el reino.
Daniel sintió un alivio y satisfacción al ver cómo su esfuerzo había dado frutos. Aunque sabía que había más desafíos por delante, la intervención exitosa había demostrado que su misión era valiosa y que estaba dispuesto a enfrentar cualquier obstáculo para proteger a Lyra y al reino.
/Brokenheart/