No Te Perdonaré Hdp

Y fue así, en todo el camino de regreso me enseñó a montar bien el caballo, con un poco de dificultad lo logre, pues no estaba familiarizada con el caballito, en fin llegamos a la hacienda:

Yo: gracias por acompañarme de regreso, puedes irte.

Eduardo : (se quedo pensando)...... No sabes que, ve y cambiate de ropa, si tienes algo cómodo mejor, y alcanzame al terreno de atrás.

Antes de poder preguntar se fue.

Hice lo que me pidió, me puse un pans y un top, con una sudadera por encima, salí y me dirigí a donde me había dicho.

Al llegar, observe que tenía una pistola en sus manos, y con unas botellas de vidrio, estaba practicando su puntería.

( tiró casi todas las botellas)

Yo: eres realmente bueno.

Eduardo : ya estas aquí!!!, toma es tu turno (me da la pistola)

Yo: no!!!!, yo no la se usar, y no quiero aprender.

Eduardo : debes de hacerlo, es en tu defensa, si alguien te lastima tienes que defenderte

Yo: no, eso podría matar a una persona, y me educaron con valores y principios, no puedo dañar a alguien de esta manera.

Eduardo : pequeña tonta, no solo en este pueblo y no solo en la ciudad M existe gente maliciosa, en todo el mundo siempre te toparas con ellos, es mejor estar preparado y poder defenderte, o dime que prefieres, ¿que te ataquen como la última vez que fuiste secuestrada o poder dar un tiro y poder escapar?

En ese momento, recordé todo lo que había sufrido gracias al francés, y todo lo que me dijo, es claro que ya lo sabía Eduardo y cabía la posibilidad de que nos encontrará, así que quise intentarlo, podría irme de ahí y poderme defender, y quizás, defender a mi familia si algún día, podemos estar juntos nuevamente.

Trate una, dos veces, al tercer tiro, logré derribar una botella, me emocione grite y sin querer lo abrase.

Nos miramos por un momento directo a los ojos.

Eduardo : vez, si puedes, sigue prácticando, podrás con ella en poco tiempo

Yo: (esquivando su mirada) si, creí que era difícil, pero es algo emocionante.

Lo dejé de abrazar, y seguí prácticando, poco a poco mi puntería se iba perfeccionando, el me decía como tener un mejor agarre y como colocarla para poder tener mejor dirección, entonces lo logré, tuve la puntería perfecta, pude tirar todas las botellas, ningun intento fallido.

Entonces de una mochila saco otra arma, esta era más grande y se veía de gran potencia.

Eduardo : toma, intenta con esta.

Yo: no, esa se ve peligrosa, mira dejame explicarte, yo solo estoy prácticando para poder defenderme, no para convertirme en una matona.

Eduardo : se le llaman sicarios, pero no es para eso, en este punto quiero que puedas manejar todas las armas que tengo, por si alguna vez necesito de tu ayuda, o si algún enemigo entra a la hacienda. Es solo defensa, vez.

Yo: no, que de malo tiene esta pequeña.

Eduardo : nada es buena en su función, pero no te limites a ella, hay más y más eficaces para el trabajo, inténtalo no te pediré que mates a nadie, solo es defensa en cuestión.

Lo pensé por mucho tiempo, pero al final decidí que mientras más pudiera manejar otros tipos de armas, más podría estar sola y conocer el mundo, sin miedo a caer otra vez en la boca del lobo.

Intente toda la tarde con el, me enseñó con otras tres armas, poco a poco fui entendiendo una a una. Y logre al menos un tiro perfecto con cada una.

Estaba feliz y el estaba orgulloso de haberme enseñado bien.

Estábamos felices y riendo, pero Carmen nos vigilaba desde la puerta trasera de la casa, no nos dimos cuenta y no sabíamos que estaba ahí, entro furiosa, gritando y tirando todo de su cuarto, me maldijo y juro que me arrepentiría de haberme metido en su felicidad con Eduardo.

Mientras nosotros seguiamos afuera, levantando todo el desastre y guardando las armas.

Eduardo: hoy me sorprendiste, no solo aprendiste a montar bien un caballo que no te conocía, sino que con las armas también fuiste perfecta, ¿que más puedes hacer?

Yo: creí que sabía cocinar bien, pero Teresa, tiene un sazón exquisito, realmente estoy aprendiendo mucho con ella también.

Eduardo : mira si quieres ayudarla en la cocina esta bien, pero ten mucho cuidado de no haber "algún" accidente, con la condición de que sigas entrenando.

Entiendí, que no solo lo decía por si me llegara a quemar o romper algún trates, sino que también por si "alguien", trataba de haceme algún daño.

Eduardo : y que piensas del entrenamiento físico. ¿Te gustaría aprender defensa personal conmigo?

No supe que contestar, en seguida me puse roja, mi mente voló muy alto y nerviosa respondi

Yo:¿cómo?..... Explicate

Eduardo : (con una pequeña sonrisa) pues entrenar, golpes pues o si quieres...... podemos estrenar como tu gustes.

Me levante rápido y le dije.

Yo: no es necesario, aparte ya esta anocheciendo, ire a lavarme las manos y a ayudar a Teresita a hacer la cena, te veo para cenar.. Adiós

Él comenzó a reírse de forma de simulada, mientras yo me dirija hacia dentro de la casa, vi a doña Tere y entonces.

Yo: Buenas noches doña Tere, puedo ayudarle a preparar la cena?

Tere: y si el joven se molesta?

Yo: no doña Teresita, el no se enojara más...

En eso bajo Carmen me miró y dijo

Carmen : por que debemos de creerte,?¿realmente te sientes la dueña de aquí, solo por que Eduardo te hace un poco de caso?, eres una estúpida, que no sabes que solo está jugando contigo, por eres su novedad, cuando se aburra de ti, te irá a dejar en un burdel, que para eso sirves, solo para seducir hombres.

Estaba furiosa, me le acerque despacio y de frente a ella de un momento a otro le di una bofetada, y le dije.

Yo: ya me tienes harta, te aguante mucho la última vez, incluso trato de ignorarte todo el tiempo pero ya me cansaste, no eres nadie para humillarme e insultarme, no me quieras tratar como una zorra, pues aquí la única zorra eres tu.

Justo cuando dije eso último, Eduardo entró.