El Hombre Que Más Odio

*** Ximena ***

-¿estás loco? ¡Tus hombres son una bola de idiotas!- le grite con frustración que se creía para disponer de mi tiempo.

El me tomo del brazo y me acercó más a él y me dijo – ni me recuerdes que ya me di cuenta que son una bola de inútiles gracias a ti me quede sin escolta, pero no hablo de ellos habló del personal de mi confianza, así que alístate porque mañana nos vamos y no admito un no por respuesta- me di la vuelta lista para salir cuando escuche que me comentó –no creo que te tenga que recordar que debes actuar como una esposa sumisa y tierna frente al abuelo ¿verdad?-

Yo solo apreté los puños de frustración pero seguí mi camino si tenía claro ese detalle mañana empezaría mi verdadero infierno.

Muy temprano salimos en su jet privado no me interesaba para nada platicar con ese hombre así que dormí todo el camino no era la primera vez que viajaba en este avión ya que con el abuelo al principio cada año en vacaciones me sacaba algún lugar, hasta que el enfermo y le resultó complicado.

Al bajar del avión ya nos esperaba en una camioneta negra Tom, cuando lo vi no pude más que salir corriendo  y abrazarlo me dio tanto gusto verlo, él siempre me respondía con la misma efusividad pero en esta ocasión actuaba muy seco y solo me susurro al oído - mi niña, siempre fuiste una mujer casada desde que te conocí pero ahora vienes con tu marido y te debes de comportar ya no eres una chiquilla pero me alegro mucho de verte-  se acercó a Tomas y le indico –señor su abuelo lo espera por favor - abrió la puerta para que ingresara a la camioneta yo lo seguí no sin antes darle un fugaz beso en la mejilla a Tom.

Al llegar al departamento del abuelo por supuesto era un pent-house antes de cruzar cuando subíamos por el elevador el tomo mi mano sus dedos encajaron perfectamente en mi mano por un instante quise retirarlas pero el solo me miro y recordé tengo que comportarme así que me relaje y sin decir nada.

Al entrar por la casa el abuelo ya nos esperaba con los brazos abiertos yo solté la mano te Tomas y corrí con el abuelo como si fuera una chiquilla el beso mi mejilla y me indico - mi niña que gusto verte- después de que Tomas lo saludara con la misma efusividad pasamos al comedor él nos indicó que su recuperación iba muy bien comimos, charlamos pasamos una tarde muy amena con el abuelo y de pronto la pregunta incómoda surgió. –mi niños y ustedes como van ¿espero que se estén llevando muy bien? – Los dos no pusimos tensos pero el primero en reaccionar fue Tomas y le indico –abuelo vamos empezando pero créeme lo estamos intentando ¿verdad Amor?- comentó y yo intente sonar lo más entusiasmada posible y comente –si abuelo Tomas es muy lindo conmigo-

-me alegra muchachos bueno pero ya es tarde y estoy muy cansado, ustedes deben de estar muy cansados al igual el viaje fue largo porque no van a su cuarto y se duchan y descansan buenas noches- los dos asentimos y nos retiramos tomados de la mano.

En cuanto cruzamos el cuarto me solté de su agarre- me bañare primero- comente muy seca

-¿porque no nos duchamos juntos querida recuerda que somos una pareja de casados?-

-en tus sueños- grité y corrí al baño cerré con llave la puerta, solo grite para mis adentros no quiero dormir al lado de este hombre lujurioso.

Cuando salí del baño él estaba recostado en la cama, el entro a tomar un baño al salir solo llevaba una toalla enredada a la cintura solo cerré los ojos me sentí muy incómoda verlo así, pero no dije nada cuando volví abrir lo ojos él estaba por sentarse en la cama y se intentaba quitarse la toalla y yo le grite con frustración.

-no vas a dormir así- el me regalo una sonrisa y se quitó la toalla  quedando completamente desnudo yo me volteé inmediatamente –por favor vístete ten un poco de respeto-

-vamos querida como si fuera la primera vez que vez a un hombre desnudo ¿Qué? ¿acaso no te gusta lo que ves? –comento con aire de superioridad a lo que comente

-la verdad no he visto mejores cuerpos que el tuyo así que por favor no enseñes tus miserias y- el me tomo de la barbilla y me giro para que lo viera y me dijo – sabes tengo tanta curiosidad de saber que se siente el hacerlo contigo y mi  querida esposa hoy no te puedes negar a darme lo que quiero ya que nadie te vendrá a ayudar- comentó y me dio un beso muy profundo que efectivamente no tenía ni cómo negárselo así que solo cerré mis ojos y lágrimas empezaron a salir de ellos pensé que podría librarme pero era tan ingenua como ese hombre podría ser un caballero.

-vamos Ximena no es para tanto qué más da uno más a tu lista – dijo me siguió besando y agarró mi mano y la llevó a su mie***o al sentirlo me estremecí, aparte mi mano lo más pronto posible,  me puse colorada y solté un sollozo mayor  él me dijo con una voz muy sexy -para estar tan experimentada eres un tímida querida-

Yo no podía ni hablar y mis lágrimas no dejaban de salir de mis ojos, me miró fijamente y me dijo - Ximena creo que sabes que esto es inevitable, ¿porque no lo aceptas? y te relajas, recuerda no puedes gritar el abuelo creé que somos una pareja - yo solo trague saliva y le indique.

-podras tener mi cuerpo pero será solo una mujer inerte, si eso es lo que quieres adelante, como dices no es mi primera vez, la pasión la guardaré para mis verdaderos amantes a ti solo te puedo ofrecer el gran asco que tengo por ti - intenté estar lo más calmada posible e intenté sostener mis lágrimas pero las necias no dejaban de brotar.

-vaya Ximena creó que sabes jugar tus cartas muy bien- me dijo y me volvió a besar al separarnos el me miró con ira

- adelanté no gritaré ni me quejaré, pero te odiaré por el resto de mis días, porque no eres más que un cobarde-