Después de caer inconsciente Valeria, una exitosa cirujana de 34 años, despierta en el cuerpo de una joven noble llamada Mu Wanru, en una distancia ficticia inspirada en la antigua China. Mu Wanru ha sido envenenada por sus hermanastras.
Ahora atrapada en un cuerpo frágil y en una corte plagada de intrigas. Valeria deberá usar su mente moderna y sus conocimientos médicos, su carácter fuerte para sobrevivir. Sin intención de convertirse en la concubina de nadie y menos de un emperador cruel.
Pero un general frío y distante con oscuros secretos, se interpondra en su camino y en su corazón.
¿Qué hará Valeria para poder sobrevivir?
¿ Quién será ese General?
Te invito a leer esta increíble historia, llena de intriga, romance y pasión.
NovelToon tiene autorización de Claudia Reveca Díaz para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Un pasado que parecía olvidado
La noche había caído sobre la residencia Mu, envolviendo la mansión en una suave quietud. Desdecla ventana semicerrada de la habitación de Wanru, entraba la brisa nocturna perfumada por los cerezos en flor del jardín interior. Las luces de las lámparas de aceite titilaban suavemente, proyectando sombras alargadas sobre las paredes de papel de arroz
Después de una jornada agotadora y llena de emociones en el templo, Wanru se recostó en su lecho, los pensamientos aún enredados como madejadas de hilo sin resolver. Cerró los ojos lentamente, intentando calmarse su mente con respiraciones profundas. Pero no había descanso para quien carga secretos.
Y entonces, poco a poco el sueño la envolvió.
Soñaba, pero no con un nuevo mundo, sino con su antiguo yo.
Se veía adolescente, recostada en la biblioteca de su vieja casa en el siglo XXI, con un libro grueso entre las manos. El título estaba escrito en antiguos caracteres chinos, Crónicas de los héroes del norte.
Era una de sus lecturas favoritas, recordaba como, a pesar de su amor por la medicina, se sumergía en aquellas historias históricas. En especial, una figura le fascinaba desde siempre, el general Xie Liangchen.
Aparecía en las páginas como una sombra trágica, un joven destinado a la guerra, moldeado por la sangre y la traición.
En el sueño las palabras del libro resonaban con su yo adolescente.
"La señora Xie, hermana menor del Emperador Taizhong, fue desposa con el invencible general Xie del norte, en un matrimonio que buscaba consolidar la lealtad del ejército del norte con la corona imperial."
Las imágenes se formaban con nitidez.La señora Xie una mujer elegante, de carácter fuerte, madre devota y orgullosa. El general Xie alto y majestuoso, con una mirada que parecía ver más allá del campo de batalla.
Y luego, el niño Liangchen, ojos penetrantes, rostro sereno, una espada de madera en las manos mientras entrenaba junto a los soldados desde los cinco años.
Pero el emperador temeroso del creciente poder de la familia Xie, temido que su sobrino pudiera convertirse en un obstáculo para su propio hijo el príncipe heredero.
Las palabras se grababan como fuego en la mente de la joven Valeria de antaño y ahora, también en la de Wanru.
En secreto, planeo la caída del general, acusado de traición por informes falsos, el gran general Xie fue ejecutado en una emboscada lejos de la capital. Y así, a los trece años, su hijo Liangchen fue enviado al campo de batalla, en lo que todos pensaban sería una sentencia de muerte.
La imagen de un niño montado en un caballo blanco, con la armadura demasiado grande para su cuerpo, apareció ante sus ojos cerrados. La expresión de Xie Liangchen no era de miedo, sino determinación silenciosa.
Pero no murió, a los quince ya había recuperado tres ciudades, a los diecisiete venció a las tropas del reino vecino, a los veinte fue reconocido como el general más joven y temido del imperio.
Sin embargo, el destino le guardaba la mayor de las traiciones. Los celos, el poder y las intrigas de la corte lo rodeaban como serpientes en la hierba.
Wanru, aun en su sueño, sintió un nudo en el pecho.
Recordaba perfectamente como había llorado al leer sobre su muerte injusta. Un héroe caído, su nombre borrado de los anales oficiales por orden imperial. Solo siglos después fue reinvidicado.
Era demasiado noble para este mundo, decía su yo del pasado, admiraba al joven aún inocente.
Y ahora estaba aquí, en la época donde él aún vivía, donde su historia aún podía cambiar.
Wanru se removió en la cama, el rostro aún relajado, pero su ceño fruncido. Los recuerdos eran tan intensos que parecían superponerse con la realidad.
En el sueño, la escena cambió, se vio a sí misma en un campo de batalla, la sangre cubría la nieve, una figura caminaba entre los cuerpos caídos,era el Xie Liangchen.
Ahora ya no era un niño, era un joven de mirada afilada, envuelto en la capa negra con bordes dorados del ejército imperial. Llevaba la espada ensangrentada aún en la mano. Cuando alzó el rostro, sus ojos chocaron con los suyos.
La reconocía, como si supiera quien era.
----¿Me recuerdas doctora del futuro?,--- sus labios se movieron sin voz
Wanru abrió los ojos, despertando con un sobresalto.
El cielo aún estaba oscuro, pero una delgada línea gris anunciaba el alba.
Se llevó una mano al pecho, notando el ritmo acelerado de su corazón. Estaba empapada en sudor, pero más que miedo lo que sentía era urgencia.
Aún está vivo, puedo hacer algo por él, pensó Wanru.
Se levantó lentamente, caminando descalza hacia la ventana, El rocío cubría las hojas y en la distancia se podía sentir el canto de aves anunciando el nuevo día.
Y si este es mi propósito aquí, no solo sanar cuerpos, sino también salvar un alma que fue injustamente destruida por la ambición imperial.
Sabía que debía moverse con cautela, estaba en medio de una red de nobles, intereses y conspiraciones. Pero si la historia aún no estaba escrita, entonces ella sería quien sostuviera la pluma.
A la mañana su doncella la llama,--- señorita, , el ministro ordena que hoy desayune en el salón principal, ---
Wanru no dijo nada le pareció extraña la invitación de su padre.
Su Rong la observa entrar al salón y tomar asiento en la silla asignada para ella, se veía diferente como más madura.
--- ¿dormiste bien hija?,---- pregunto el ministro
---- si, padre, gracias, --- respondió Wanru
Quingyi estaba furiosa, su padre está demostrando cariño por esa simple bastarda.
---- padre pronto será el festival de otoño, deberíamos hacernos nuevos vestidos, --- dijo Zhenzhen
---- mmm, si, Su Rong, que la modista confeccione nuevos vestidos para Wanru, irá con nosotros al festival de otoño, --- dijo el ministro
--- pero,--- Qingyi fue interrumpida por su madre
--- esposo, deberías hablar con el emperador, esta muy mal visto que la hija menor se case primero que la hermana mayor, deberían cambiar a la novia, Quingyi es ideal para ser esposa del general Xie,--- dijo Su Rong, con una sonrisa fingida
--- El emperador fue quien secreto esa boda. ¿piensas que seré yo quien lo contradiga?, No te preocupes le escribí a mi madre y vendrá personalmente a encargarse de las bodas de nuestras hijas,--- dijo el ministro sin mirar a su esposa e hijas.
Wanru bajo la mirada ocultando la tormenta que surgía en su interior.
No permitiré qué esa víbora de Quingyi se acerque a él. Pensó Wanru