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Un Asunto De Estado Y Estilo

Un Asunto De Estado Y Estilo

Status: En proceso
Genre:Romance / Comedia / Amor prohibido / Cambio de Imagen / Polos opuestos enfrentados
Popularitas:6.1k
Nilai: 5
nombre de autor: @ngel@zul

Alejandro es un político cuya carrera va en ascenso, candidato a gobernador. Guapo, sexi, y también bastante recto y malhumorado.
Charlotte, la joven asistente de un afamado estilista, es auténtica, hermosa y sin pelos en la lengua.
Sus caminos se cruzaran por casualidad, y a partir de ese momento nada volverá a ser igual en sus vidas.

NovelToon tiene autorización de @ngel@zul para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

La excusa más tonta del mundo

Capítulo 2 — La excusa más tonta del mundo

El sonido insistente del teléfono retumbó en el despacho del candidato Alejandro Montalbán. Llevaba tres días sin dormir más de cinco horas, tres días de reuniones, entrevistas y sonrisas ensayadas. Pero nada de eso lo había irritado tanto como la imagen que se repetía en su cabeza: una pelirroja menuda, de genio rápido y manos firmes, que lo había desafiado en su propio espacio.

Y para su desgracia, no podía dejar de pensar en ella.

—¿Otra vez mirando al vacío, jefe? —preguntó su asistente, mientras entraba con un montón de carpetas.

—Estoy pensando —respondió Alejandro sin levantar la vista.

—Pensar con cara de quien acaba de perder un debate no suena muy prometedor. ¿Puedo sugerirle algo?

—Si es un café, adelante. Si es otra entrevista, no.

Matías dejó la taza sobre la mesa y, con una sonrisa pícara, comentó:

—Podría llamar a su estilista. Tal vez un nuevo corte o peinado ...

Alejandro alzó una ceja.

—Franco tuvo un accidente.

—Sí, pero su asistente está atendiendo clientes. La misma que lo peinó el sábado.

El político intentó mantener la compostura, pero el nombre se le escapó con un suspiro que delató más de lo que habría querido.

—Charlie...

—Exacto. Si me permite decirlo, lo dejó impecable. La prensa no ha parado de elogiar su imagen.

Alejandro fingió revisar unos papeles.

—No estuvo mal, pero el peinado se deshizo con la humedad.

—¿Está seguro que fue por humedad? —replicó Matteo.

Alejandro le lanzó una mirada que habría congelado a cualquiera, pero su asistente solo sonrió y salió del despacho. Un minuto después, el candidato tomó el teléfono.

—Bruno Styles, buenos días. Charlie al habla...

—Habla Alejandro Montalbán. Necesito un retoque urgente.

—Por supuesto, señor Montalbán —respondió la voz femenina —. Franco sigue en reposo, pero puedo atenderlo yo.

—¿Cuándo? —indagó él.

—En una hora, si le parece.

—En una hora está bien, señorita…

—Charlotte.

—Nos vemos en una hora, señorita Charlotte.

El salón estaba en una de las calles más pintorescas del centro de Roma, con grandes ventanales que dejaban entrar la luz del mediodía. Olía a perfume caro y a café recién hecho. Charlie se movía entre las clientas con la seguridad de quien domina su espacio: sonriente, rápida, con el cabello recogido en un moño improvisado del que escapaban algunos rizos pelirrojos.

Cuando Franco la vio preparar el puesto, se acercó a ella, con la curiosidad latente.

—¿Seguro que quieres volver a atender al político más serio de Italia?

—Lo haré por tí, no por él. —respondió ella —Además, tal vez no sea tan serio como parece...

—Solo digo que puede ser un buen cliente. O una buena fuente de dolores de cabeza.

Franco rió y se apartó, dejándola prepararse para el desafío. Alejandro era un excelente cliente, pero tal como le había dicho a Charlie era serio, demasiado serio, todo lo contrario a la joven pelirroja que irradiaba simpatía y frescura. Y Bruno temía que en algún momento esos dos fueran a tener un altercado.

Exatamente una hora después de la llamada, la puerta del salón se abrió y el aire pareció cambiar. Alejandro Montalbán entró con paso firme, impecablemente vestido, saludando a los presentes con una inclinación cortés. Varias clientas lo reconocieron y comenzaron a murmurar entre risas y suspiros.

Charlie respiró hondo y lo recibió con profesionalismo.

—Buenos días, señor Montalbán.

—Mi peinado del sábado no sobrevivió al domingo —contestó con una media sonrisa—. Supongo que la humedad de Roma fue más fuerte que su técnica.

—O quizá eso se debió a su ajetreada agenda —replicó ella, con sutileza.

Él arqueó una ceja.

Luego de saludar a Franco, y tras la indicación de la muchacha, Alejandro se sentó frente al espejo, observando su reflejo y el de ella. Charlie colocó la capa negra sobre sus hombros y comenzó a preparar sus herramientas. Su expresión concentrada contrastaba con la serenidad ensayada de él.

—¿Y qué desea hoy? —preguntó.

—Exactamente lo mismo, pero con menos… volumen.

—El volumen está en el cabello, señor. Es algo así como su personalidad...

—Perdón.

—No se preocupe —dijo Charlie—, lo importante es que el cabello no tenga más drama que su vida amorosa… aunque sospecho que igual va cargado. —replicó, mientras veía a las mujeres alrededor de ellos babeando por el candidato.

Una clienta soltó una carcajada y Charlie disimuló la sonrisa. Alejandro se limitó a ajustar la postura, sin dejar de observarla. Había algo en ella, en la forma despreocupada con la que hablaba, que lo descolocaba por completo.

Mientras el secador zumbaba, él rompió el silencio:

—¿Siempre es tan… directa con los clientes?

—Solo con los que creen tener siempre la razón.

—Eso me incluye.

—No lo dude.

La conversación fluyó entre ironías y silencios cargados. Por momentos, ella parecía olvidarse de quién era la persona que tenía enfrente, por otros, el título de “honorable Montalbán” le pesaba demasiado.

De pronto, una voz femenina interrumpió la escena.

—¡Charlie, cielo! —dijo una clienta mayor desde el fondo—. ¿Es el candidato Montalbán? ¡Qué guapo se ve en persona!

Alejandro sonrió con educación. Charlie rodó los ojos.

—Señora Paola, por favor, no interrumpa el proceso creativo —dijo ella con tono teatral.

Las risas se propagaron por el salón. Él la miró por el espejo.

—Diría que disfruta haciéndome quedar en ridículo.

—No, señor. Solo intento que relaje los hombros. El estrés se nota en el cuello.

—¿Y también en el carácter?

—En algunos casos, sí.

Sus miradas se cruzaron por el espejo. Él fue el primero en desviar la vista.

Cuando terminó, Charlie apagó el secador, se apartó y cruzó los brazos.

—Listo. Sin volumen, sin humedad, aunque con el mismo ego.

Alejandro se observó en el espejo. El resultado era impecable. Aunque lo último que quería era admitirlo.

—No está mal —dijo, intentando sonar indiferente.

—Tendré que conformarme con ese cumplido.

Él se levantó, tomó su chaqueta y se acercó al mostrador. Sacó la cartera y dejó varios billetes sobre la mesa.

—No necesito tanta propina —comentó Charlie, seria.

—No es una propina. Considérelo un adelanto, por si vuelvo a necesitar sus servicios.

—Entonces le aconsejo que no arruine su peinado tan pronto.

Él sonrió, esa sonrisa de quien rara vez se permite bajar la guardia.

—No haré promesas que no pueda cumplir, señorita Charlotte.

—Charlie —corrigió ella.

—Ok, Charlie —repitió, saboreando el nombre. Luego se despidió con una leve inclinación—. Que tenga un buen día.

Ella lo observó salir por la puerta, con ese aire de hombre que siempre sabe adónde va. Solo cuando el murmullo de las clientas la devolvió a la realidad, respiró hondo.

—¿Así que no le gusta, eh? —bromeó Paola desde su silla—. Te miraba como si fueras el único espejo que necesitara.

Charlie se encogió de hombros, fingiendo indiferencia.

—Los políticos miran así a todo el mundo. Es parte del entrenamiento.

Pero cuando se quedó sola, acomodando sus utensilios, no pudo evitar sonreír y recordarlo. Alejandro Montalbán era guapo de una manera que dolía, tenía hombros anchos que pedían a gritos ser abrazados, la mandíbula que parecía diseñada para morder manzanas… o labios distraídos, y una sonrisa tan confiada que hacía que hasta el café que servía pareciera más dulce. Y desde que lo vio la primera vez, Charlie se preguntaba cómo era posible que alguien pudiera ser tan sexy y… molesto al mismo tiempo. Y, por supuesto, cómo sobrevivir al encanto de un hombre que parecía haber firmado un contrato con el universo para arruinarle la concentración.

Y en algún lugar de la Via del Corso, Alejandro Montalbán sonreía también, sin saber que había tenido la excusa más tonta del mundo… y la más efectiva para volverá verla.

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Suleima Dominguez Guzman
gracias Angeluz un súper capítulo
Mine Romero
Excelente novela 👏👏, me encanta, por favor nos puedes regalar más capítulos, muchas gracias
Marshaan Sanchez: por favor ya una pequeña tregua y que muestre un pequeño avance de acercamiento entre ellos un 💋 por muero de ganas leer un capítulo entero de pasiot😜🥰🤭
total 1 replies
Suleima Dominguez Guzman
gracias angeluz por cada capítulo cada día es más interesante me encanta tu novela
Suleima Dominguez Guzman
excelente novela súper recomendada
Suleima Dominguez Guzman
gracias angeluz por cada capítulo excelente novela me encanta lo engancha de una te felicito
Suleima Dominguez Guzman
felicitaciones autora muy linda tu novela me encanta cada capítulo es única
Suleima Dominguez Guzman
gracias autora por cada capítulo excelente novela
Mine Romero
Muchas gracias por actualizar y regalarnos tú enorme talento 👏👏😊😊
Marshaan Sanchez
está novela para mí me tiene de emoción en emoción y deseando que la imaginación de la escrictora haga su magia por favor ya no más me tiene de muerte lenta
Carmen Palencia
más capitulos por favor que está novela está súper emocionante
Nairobis Cardozo Portillo
🤭🤭🤭🤭
Nairobis Cardozo Portillo
Celos celos 😍😍
Nairobis Cardozo Portillo
❤️❤️❤️
Carmen Palencia
gracias por actualizar me encanta esta novela
Marshaan Sanchez
sin duda está novela tiene todo los elementos que le dan al lector todo los matices para vivir como propia cada momento que viven los personajes y anhelos de cuando ellos tenga un roce que encienda lo que se espera magia polémica me tiene cautiva en tu novela mi querida escritora 🥰
Sorany Quintero Bernal
🥰 No lo quiere aceptar pero ya se enamoró de ella pero puede más su orgullo y la arrogancia que aceptar que le gusta ella que está enamorado hasta los huesos me gusta mucho esta novela cada capítulo que leo me meto más en ella
Mine Romero
Muchas gracias por actualizar. excelente novela me encanta, por favor nos puedes regalar más capítulos 😊😊👏👏
Nairobis Cardozo Portillo
Alejandro Charlie te gusta admitelo 😍❤️😍
Nairobis Cardozo Portillo
❤️❤️😍😍❤️
Mine Romero
Excelente novela me encanta muchas gracias por actualizar 👏👏por favor nos puedes regalar más capítulos
Marshaan Sanchez: de cuerdo y mucho mas👏para ella en cada capítulo no deja ver y leer el talento que tiene son novelas que no quiere dejar de leer y espera un gran final jajajaja a hasta con hijos 😜🤭😂
total 1 replies
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