BRUJA DE SANGRE

Dimitri: ¿lo has sentido? No puedes usar tu magia, has sido una completa ridícula, tu padre me entreno, he sido su fiel discípulo desde que pise el palacio, bajo su guía he entendido tantas cosas, incluso él supo de nuestro matrimonio a escondidas

Alondra: mentira... me estas mintiendo, tu dijiste que me amabas

Dimitri: amarte, claro que no, solo eres un medio para obtener lo que siempre he querido

Alondra: la corona, nunca la tendrás, no eres el legítimo heredero y aunque me mantengas cautiva, eso no cambiará

Dimitri: nuestro hijo viene en camino, me encargare de instruirlo justo como lo hizo tu padre, como sé que, si o si sacara tu descendencia, utilizare su magia para expandir mi imperio

Alondra: estás loco si piensas que aceptaré algo como eso

Dimitri: no tienes opción, no lo ves, estas acabada, estas en mis manos, sin tu magia no eres nadie y yo este tiempo me encargue de irla sellando poco a poco

Alondra: eres un malnacido, no te saldrás con la tuya

Dimitri: mira como lo hago, pasa cariño

Alondra: (entro esa mujer con la que se acaba de casar y lo peor de todo es que ese maldito me obligó a presenciar cómo se revolcaba con esa mujer, mis lágrimas en algún momento dejaron de salir, la furia e indignación que sentía querían salir de mi cuerpo y aunque trate de usar mi magia nunca me respondió, la sentía atada muy dentro de mí, y no se desde cuando fue sellada, por estar pendiente del imperio no volví a practicar y me descuide en ese aspecto, cuando ese malnacido se cansó de humillarme me dejo ir, totalmente herida volví a mi habitación, aunque el trate de tomar algo que no le pertenece no puedo permitirlo, apenas salí de esa habitación derribe a uno de los guardias y tome su espada, sabía que la corte estaría reunida temprano, es la costumbre, darle la bienvenida a la nueva esposa del emperador) malditos viejos decrépitos, ¿ustedes lo sabían? Sabían que él quiere arrebatarme lo que por derecho me pertenece

Viejo 1: majestad no se enoje, las mujeres no son requeridas en los asuntos del imperio

Viejo 2: dedíquese hacer fiestas de té y subastas

Viejo 3: para eso son muy buenas, supimos que está en la dulce espera

Viejo 4: procure que nuestro primer descendiente sea un varón

Alondra: todos son unos traidores, me vengare de cada uno de ustedes

Dimitri: lleven a la emperatriz a sus aposentos, ella no está en condiciones de estar en este lugar, guardias

Alondra: (desde ese día todos me dieron la espalda, por el pueblo y gente que luche todos miraron hacia otro lado cuando el maldito de Dimitri se autoproclamo emperador y nombro a esa mujer nefasta la emperatriz sustituta, el muy desgraciado dijo que mi embarazo no me permitía ejercer mis responsabilidades y aunque me veían en excelente estado se hicieron los de la vista gorda) ¿trajiste lo que te pedí?

Dalia: disculpe la presentación, pero era la única manera de traer todo lo que me pidió

Alondra: (mi nana es la única que no me ha dejado sola, ahora mismo me trajo unas yerbas curativas, las traía escondidas en sus partes, para poder sacar lo que sea que ese hombre me dio, debo esperar a que mi bebé nazca, y poder desintoxicarme por completo, no sé si funcione, pero ante la mínima posibilidad que exista lo haré, cree el antídoto y lo mantengo escondida esperando.

Estos meses fui expulsada de mi propio palacio, solo he estado al cuidado de mi fiel nana, en una choza muy alejada del palacio, eso sí, vivo rodeada todo el tiempo de guardias, cuando llegó la hora de mi labor de parto, solo estuve ella y yo, tuve una hermosa niña, de cabellera naranja, como la mía, debí esconder que ella es una niña, la nana me ayudo, le puse ropa de niño y gracias a que el maldito infeliz ese no se le dio por averiguar más, creyó el cuento de que es varón)

Dimitri: ¿qué nombre le pondrás?

Alondra: aun no lo decido, no he encontrado un nombre digno de él

Dimitri: cuando llegue el momento vendré por él, trata de no meterle ideas equivocadas en la cabeza o será peor para el

Dalia: la mentira no durará para siempre, debe buscar una solución pronto, el nacimiento del otro hijo de ese hombre también está próximo

Alondra: si llega a saber que no es niño, seguro querrá matar a mi bebita, no lo puedo permitir

Dalia: no solo eso, se aseguraría que usted le dé un hijo varón

Alondra: no, jamás dejaría que ese tipo me vuelva a poner un dedo encima

Dalia: sabe que por tradición los herederos comienzan a entrenarse a partir de los 5 años, tiene ese tiempo para encontrar una solución

Alondra: buscare una solución, también debo tener en mis manos el sello real

Dalia: es un anillo

Alondra: ¿qué?