Simón Calzone un joven menospreciado por sus pares, sufre continúas humillaciones y desprecios. Tiene un solo objetivo, ser millonario. Conoce a uno idéntico a él que posee todo lo que él anhela quien cansado por esa vida cambia de lugar con él. ¿Se arrepentirá Simón por su decisión?. Dejar a sus padres por ser rico. ¿Quién es ese joven que tanto se lo parece? ¿Qué le hizo desear ser alguien común?
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2- CONOCIENDONOS
SIMÓN CALZONE
Estoy nuevamente en clases, por alguna extraña razón siento que me vigilan, es como si me mirarán todo el tiempo, pero aquí hay miles de ojos, miro alrededor para detectar quien tiene sus ojos posados en mi y ahí está, ese chico del consultorio, sus ojos color miel son como navajas atravesando mi piel, me da escalofríos de como me observa, trato de ignorarlo por ahí solo son ideas mías. Usa ese cubrebocas oscuro ¿Será que es enfermo?, me preguntó.
"O nos ve como bacterias a todos, por la ropa de marca que usa, por más que sea deportiva se nota que no compro en la esquina de casa"
"No sabía que asistía a mi misma clase"
"La verdad que no presto mucha atención a eso"
Solo me limito a atender a las clases y así no perder nada para el examen. Tengo una meta y pienso alcanzarla a como de lugar, pero si el dinero llega antes no me quejare.
"Que locura quien olvidaría un maletín con millones en su interior justo ante mi".
Concluye la clase y salgo primero aliviado de que no me siga ese chico.
-Hola man. Me saluda Leo haciéndose presente.
-Te perdiste la clase. Le observo.
-Tuve que aguantar una reunión familiar. Me avisa torciendo la cara.
-¿De qué trato está vez?. Le pregunto.
- Al parecer Raúl no es adepto para casarse tampoco... Y quién va a quererlo como esposo al ser un vago que ni piensa en el futuro... Solo se pasa de joda en joda. Comenta chicleando la lengua.
-Eeeennntonces. Lo insisto a seguir.
-Al parecer voy a ser quien lleve esa carga. Larga suspirando pesado.
-¡¿Qué?!. Le pregunto.
-Ya tienen todo arreglado con quién va a ser la sociedad... Al parecer es la hija menor de un multimillonario que maneja medio mundo y a mis padres les conviene dicha sociedad para que su imperio no caiga... Y no importa si me opongo... Es mi obligación. Dice exhalando pesado.
-Y debes de olvidarte de enamorarte. Le agrego como para tirarlo más contra el piso.
-UNA BOMBA... ASI LA SENTI A LA NOTICIA... COMO UNA BOMBA... ¡PUM!. Hace el gesto con las manos como si todo estallará.
-Y ¿cuándo será el gran acontecimiento?. Le pregunto.
-Pues según me dijeron... Primero debo esperar a que termine sus compromisos... Tendremos una reunión entre las familias... Y ahí acordarán cuando harán el cierre... Mierda... Yo solo quiero conocer por mi cuenta a la mujer ideal... Pero mi padre dice que es una tontería... Que al ponerme a la mujer correcta ante mi... Lo demás llega después... Y si no pasa... El contrato tiene un periodo de duración... Así que de todos lados se gana. Concluye tirándose sobre la mesa en el bufet suspirando.
-Te mostraron alguna foto... Al menos se ve bien. Le pregunto.
-No... Nada. Responde con la voz ahogada.
-Estas muerto... Ya imagino que debe ser una que ni con un palo quieren tocar... Y te la meten a vos... Ja...Ja. Me rio por la ironía de las cosas.
-Que suerte tienes de ser pobre... Elegir con quién, como, y dónde ... En cambio yo debo ajustarme a los deseos de mi familia si no quiero terminar en la miseria... Sin un mango, sin un techo sobre mi cabeza... Sin posibilidad de trabajar al ser mi padre quien obligue que nadie me contraté. Expresa con pena.
"La verdad a la que quiero no me presta la atención que deseo", pienso.
-Ven a vivir conmigo. Le sugiero
-No los voy a arrastrar a que sufran la ira de mi padre. Me dice resignado Leo.
Siento la mirada nuevamente sobre mi espalda y miro sobre el hombro notando a ese joven a unos cinco metros hablando con el de traje que parece ser su guardaespaldas.
-¿Qué te pasa?. Me pregunta Leo.
-Al parecer no solo Raúl me tiene en la mira... El chico que cruzamos en el consultorio va a nuestra clase y no me quita la mirada de encima. Le comento a Leo señalando disimulado hacia atrás y él se fija hasta localizarlo.
-Debe ser que se te hace... Deja de sentirte perseguido. Me dice Leo al ver que hablan y miran a otro lado.
-Mira ahí está ella... Niki Alcaraz. Le digo señalando a la chica que me tiene dado vuelta peor que media.
Una chica de cabellos rubios largos, ojos azules, piel blanca y sonrisa deslumbrante.
-Ya te dije que la olvides... Es una interesada... Solo te hace caso para que le hagas la tarea... Te usa man... Solo te usa. Me dice Leo.
-Tu vez a todas como interesadas ... Así jamás encontrarás a tu media naranja... A me olvidaba... Ya la tienen para vos. Me burló de él.
En eso veo que se aproxima Niki al verme sentado ahí.
-Hola Simón. Me saluda con una voz dulce
-Niki. Apenas logro decir.
-Ya tienes lo que te pedí. Me dice torciendo la punta de su cabello y mirándome de manera intensa.
-Si pasas mañana. Le digo tragando saliva.
-Gracias... Sos un divino. Me dice rozándome la mano con la punta de sus dedos y se va.
-Cambia esa cara de gato herido... Solo te usa... Si no necesitará de ti no te buscaría. Me dice Leo tirándome de mi nube de sueños con Niki.
-Me debo ir... Tengo que trabajar. Le aviso mirando la hora.
-Bien nos vemos... Debo quedarme para la otra clase. Me avisa Leo.
Nos hacemos un saludo de manos despidiéndonos.
Nuevamente, estoy saliendo apresurado para ir al minisúper donde trabajo, estoy convencido que si sigo por este camino voy a lograr alcanzar mi deseo de ser millonario, estudio una carrera relacionada al comercio, es lo que quiero tener, mi propio negoció.
-MIRA NADA MAS... LA CUCARACHAS SALEN CUANDO LA LUZ SE APAGA. Escucho la burla de Raúl saliendo del minisúper con una bebida en la mano.
-APARTATE. Le digo molesto al ver que me tapa la entrada. Lanza su bebida contra mi rostro y siento el líquido helado empapando mi remera.
"JA, JA, JA". Se rien los dos que acompañan a Raúl, jamás lo agarro solo, siempre está con esos dos pegados a él.
La ira invade mi sistema, cierro los puños con fuerza. Conteniendome de no reaccionar.
Raul escupe un catarro que extrajo de lo más profundo de su garganta.
"AAAAGGGG... PUF". Dijo al largar esa bola verde sobre la punta de mi zapatilla blanca.
- SOLO ERES UNA CUCARACHA. Concluye alejándose.
Me atajo de reaccionar, se que si lo hago termino en el piso, como siempre, tirado por esos que lo siguen a todos lados y no puedo armar una pelea en el lugar de mi trabajo, no quiero perderlo al ser el único que conseguí sin tener un título.
"Solo aguanta un año más", me golpeó la cabeza contra el mostrador.
En eso escucho que ingresan y es ese chico de ojos color miel que posa un jugo y unas galletas ante mi en el mostrador.
-Hola... ¿Se te ofrece algo más?. Le pregunto y justo ingresa de nuevo Raúl diciendo.
-Se me olvidaba. Al lanzar del estante de arriba un frasco de mermelada estallando contra el piso y los vidrios se dispersan por todos lados.
"LIMPIEZA EN EL PASILLO DOS", dice riendo sus seguidores y salen muertos de risa.
-Disculpa. Le digo al chico que solo mira sin ninguna expresión como si eso no le sorprendiera. Me siento avergonzado sin saber dónde poner la cara.
Me pasa una tarjeta y le cobro lo que lleva.
Cuando se retira limpio el desastre que dejó Raúl maldiciendolo por dentro.
"Debo enfrentarlo, ya no puedo seguir así, aunque sea debo romperle la nariz aunque me rompa todos los huesos", me digo mientras junto los pedazos de vidrio y paso el trapo.
Cuando llegó a casa a la noche mi madre me espera con un plato de guiso que preparo o trajo del trabajo.
-Hola ma. La saludo.
-Hola tesoro... ¿Cómo te fue?. Me pregunta.
-Bien. Le respondo, ella se sienta a mi lado contemplando mientras como y al rato llega mi padre que se lavó las manos y veo que aún sus uñas tienen algo de rastro negro que al parecer le cuesta sacar esa grasa.
-Hoy me llegó un cliente importante... Pidió que yo le revise el auto... Y me pagó por sobre el valor... Por si había que comprar algún repuesto... Pero ese auto estaba impecable... Aunque aseguraba que hacía un ruido raro al andar... Cuando lo probé... Parecía que flotaba en el aire... Esos asientos tan cómodos... El aire en el interior... Parecía otro mundo... Tenía en el espejo una pantalla que mostraba la marcha trasera... Parecía una nave de otra dimensión. Cuenta mi padre.
-Que raro... Por lo general tienen su propio mecánico. Le comento.
-Es que llegaron del extranjero... Y le recomendaron el taller donde trabajo. Me respondió mi padre.
-Si siguen llegando clientes así... Pagaremos la renta este mes. Dice mi madre entusiasmada.
Terminamos de cenar y me retiro a mi cuarto, me pongo a revisar lo que me pidió Niki en una laptop que me regaló Leo para que estudie. Le hago el resumen como para que ella entienda y lo guardo en mi cuaderno emocionado de entregárselo mañana.
*AL DIA SIGUIENTE
Al salir de clase me dirijo al bufet emocionado por ver a Niki y entregarle el trabajo.
Pero parece que la mala suerte me persigue. Me cruzo de nuevo con el insufrible de Raúl, que carajos hace aquí me cacheteo mentalmente, trato de no mirarlo para que no me detecte, pero parece esos perros que olfatea a su presa.
-LEVANTA ESO. Me ordena al tirar su mochila ante mi.
-Tu la lánzate... Levantala. Le respondo.
Sus dos acompañantes me toman de los brazos y lucho por soltarme pero me arrastran hacia afuera a un costado de la sede.
"Nadie ve lo que me hacen"
"Nadie quiere meterse", me cacheteo mentalmente.
Raúl me propina piñas tras piñas en mi abdomen haciendo que me doble en dos sin poder respirar.
"JA...JA...JA"
"ERES UNA CUCARACHA"
"SIEMPRE LO SERAS"
Repite mientras me patea en el suelo tirado sin poder reaccionar.
Veo nuboso de los golpes y una figura de un joven de cabellos cortos oscuros y tes blanca, vestido de buzo se lanza contra los tres con patadas y piñas.
Miro sorprendido como les pega a los tres y hace que se golpeen entre ellos.
Los dejo tirados, se aproxima y me ayuda a levantarme lo veo de cerca y es el de ojos color miel, tiene su cubrebocas puesto.
¿ Cómo puede estar tan fresco después de lo que hizo?
Es delgado pero su contextura física es firme y maciza, tiene brazos fuertes.
Veo que aparece corriendo el que siempre lo acompaña con un sándwich en la mano, se ve que fue a comprar.
-¿Qué pasó?. Pregunto mirando hacia atrás y el joven lo mira sin decir nada.
Él lo ayuda a llevarme a su auto.
-¿Te duele algo?. Me pregunta el acompañante del joven y me pasa un analgésico y al joven también.
Pero no veo que se queje o diga "auch" en ningún momento.
-Estoy bien. Logro decir enderezando mi cuerpo después de tomar un poco de agua que me pasó en una botella.
-Te llevamos a tu casa. Me dice.
-Si... Estoy. Trato de conjugar las palabras pero me duele el costado.
-Pasame tu ubicación. Me dice entregándome su telefono y le escribo en su celular para que me lleve.
En el trayecto lo que me dió me hizo efecto, ya no siento dolor, es bueno lo que toman los ricos.
-Y tú nunca hablas. Le pregunto al joven que solo me mira fijo sentado a lado mío.
Llegamos a casa y ellos bajan conmigo.
-Hola ma. Saludo al escuchar que está en la cocina.
-Hijo... Viniste temprano... Le hago la comida a tu padre... Los Sánchez viajaron... Va a venir Leo. Me pregunta mi madre desde la cocina y los que me trajeron ingresaron conmigo mirando todo.
-Despues le pregunto. Le respondo y ella sale de la cocina.
-¿Quiénes son?. Me pregunta mi madre sonriendo amable.
-Es mi compañero... Haremos tarea. Le aviso.
-Un gusto. Le dice mi madre y el joven se inclina en señal de saludo tomando su mano.
-Que caballero. Dice ella colorada.
-Vino de intercambio... Aún no habla bien el idioma. Aclara el que le acompaña.
"Ahora entiendo porque casi no habla", pienso.