Fue traicionada y ejecutada por el reino que le servia.
Obtuvo una nueva oportunidad como Casey Freecs de 17 años, tenia una vida normal como estudiante de preparatoria hasta que un dia el mundo cambio...
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El nuevo comienzo
Cuando abrí mis ojos miré un techo blanco.
'¿Eh?'.
No pude evitar mirar fijamente a la mujer que tenia algo envuelto en su cara.
¿Donde estoy?.
Me sorprendi, pero eso no fue lo mas extraño.
Ella me cargaba con facilidad y dijo.
"Doctora".
Termine envuelta en una toalla, la doctora me dio una palmada que de repente me asusto en lo que estaba en shock.
'¡¿Qué alguien me explique?!'.
No pude evitar llorar, no era por el golpe o tal vez si y la palmada había sido lo suficiente para que saliera del trance de lo que estaba pasando.
'¡Ayuda!'.
Me sacudí mientras lloraba, lo entendí.
Ahora soy un bebé.
"Interesante".
Dijo la doctora al ver mis lágrimas estaba haciéndome bolita quejándome de mi desgracia.
"No lloro fuerte, ¿le doy otro?".
La doctora murmuro y eso hizo que me estremeciera y grite.
¡No!.
Quitenme a esta loca.
Ayudenme.
"Señora, le presento a su hija".
Dijo la otra doctora que estaba al lado del doctor quitandome de las manos de la vieja bruja que vestía de blanco.
"Ya paso".
Dijo abrazandome y llevandome a una mujer que estaba sobre una cama algo extraña.
"¿Hija?".
Pregunto la voz femenina y me miro.
Una mirada azul profundo y un cabello rubio que parecia que se hubiera puesto algo para que quedara asi.
"Despues de cuatro hijos, ¿tengo una niña?".
La mujer dijo sorprendida y me dieron a ella para ser abrazada por la mujer.
"Linda".
Dijo mirandome y sonriendo para decir.
"Casey, Casey Freecs".
Con eso lo entendi.
Era una bebe y al parecer esta mujer es mi madre.
Habia nacido en un lugar algo extraño.
....................................
17 años despues.
Mire el techo de mi habitacion despertando.
Suspire.
"Tarde".
Voltee a ver el pequeño reloj digital que decia 6:13 am.
Con algo de pesadez me levante, últimamente habia tenido sueños extraños.
Bueno, ¿es como nostalgia?.
Soñaba con las montañas del estado Drac.
Al principio miraba el paso del rio para cruzarlo pero no lo cruzaba solo me quede mirando.
Pero hoy habia sido diferente.
Habia cruzado por la ruta que siempre seguía con los caballeros del marquesado, pero estaba sola.
Caminaba por esas montañas, sin dudarlo hasta que llegue al limite.
Ese limite donde no avanzaba mas.
Despues de eso se escucharon gruñidos de monstruos que no reconocí y tambien gritos de personas en algun lado.
Eran gritos humanos que estaban en la desesperacion, como si los estuvieran matando.
Al final desperte con un sentimiento extraño.
¿Por qué?.
Crei haber superado mi vida pasada.
Después de 17 años en este nuevo lugar, en este nuevo mundo, es un lugar donde puedo iniciar nuevamente desde el principio y eso es lo que se supone que estoy haciendo.
Pronto me arregle para ir a la escuela.
Mi entrada es a las siete de la mañana y mi trayecto es de media hora asi que tenia que darme prisa.
Al bajar las escaleras me encontre con mi cuarto hermano, Zed.
"Tarde, muy tarde".
Dijo negando con la cabeza y señalo frente a mi donde había un vaso de leche con un sandwich.
"Come rapido o se te hará más tarde".
Dijo mirando la hora de su telefono movil, las 6:24 am.
"Si, gracias hermano".
Dije acercandome a la mesa y tomando el vaso de leche.
"¿No es temprano para que vayas a la universidad?".
Pregunte mirandolo, mis hermanos eran similares en rasgos de cabello y de ojos.
Los ojos azules como el cielo y un cabello negro puro.
"Entro a las 10, solo me levante temprano".
Dijo Zed como si no fuera nada.
"Ya veo, me tengo que ir".
Me tome el vaso de leche y tome el sandwich para comerlo en bocados grandes y sonreir.
"Duerme mas, es temprano para ti".
Dije, el hermano Zed siempre fue dificil de levantar para ir a la escuela asi que era extraño verlo despierto temprano, pero a veces solia hacerlo.
El asintio mirándome de reojo y hablo.
"Ve con cuidado, ten cuidado".
Dijo y con eso sali cerrando la puerta.
"Raro".
Voltee a la puerta de la casa ya cerrada mirando que dijo algo raro.
No le tome importancia, habia tenido un sueño complicado y se me hacia tarde.
"En la tarde le preguntare".
Murmure caminando rapido a la estacion del metro.
Tenia que apurarme ya que la primera clase era complicada.
Subi al metro corriendo y empujando para poder entrar, aunque la escuela no esta lejos de mi hogar aun estaba a 30 minutos de trayecto.
Aun tenia la sensacion extraña de ese sueño.
¿Por que me siento ansiosa de algo que ya no esta en mi control?.
"Casey".
Escuche la voz de un hombre que hablo en algun lugar dentro del lleno vagon del metro.
Voltee a ver por instinto y mire el cabello conocido de mi amigo de la infancia Ernesto.
"Apenas te ves".
Dije, no se veia por los brazos de tres hombres que parecian hacer demasiado gym, esos brazos literalmente tapaban la cabeza del chico de piel blanca con el cabello castaño claro y sus ojos avellana.
Se escucho la leve risa de Ernesto entendiendo lo que pasaba y empezo a pasar como pudo de la ola de gente para llegar a mi lado.
"Bueno, subiste antes que cerraran las puertas y todo se llenara en segundos".
Dijo haciendo referencia que por esa razon termino siendo llevado por todas las personas y mas por los tres hombres que estaban a lado de él.
"Veo".
Respondi, ingresar al metro en la mañana es solo un reto de supervivencia del dia a dia.
"¿Paso algo?".
Pregunto Ernesto despues de verme, frunci levemente el ceño.
"No".
Respondi mirandolo, es como si este hombre percibiera mi estado de animo.
"Ya veo, me alegra que estes bien".
Dijo mientras las puertas de la entrada se abrian y gente intento entrar donde apenas se podia entrar.
Me sujete como pude del tubo de apoyo y casi se sentia que iba a ser llevada por la gente que entraba a la fuerza.
Ernesto me jalo para poder mantenerme en el espacio que habia tomado.
Por suerte pronto llegamos a la estacion donde teniamos que bajar.
"Solo medio año".
Dije recordando que solo faltaba un semestre para acabar con la preparatoria y pronto ser una estudiante universitaria.
Ernesto asintio estando de acuerdo y viendo tambien la hora por el reloj dentro del metro.
"Vamos o no llegaremos".
Dijo Ernesto, vamos en la misma clase.
Desde que lo conoci en el jardin de niños siempre hemos ido en el mismo grado.
la historia fantástica!
espero la próxima temporada!!!