Dos corazones y una historia
La felicidad siempre incomoda a quienes son infelices. Un gran amor es interrumpido por la envidia y las intrigas. Ayla guarda secretos del pasado; su corazón insiste en proteger un amor que resiste al tiempo. Yuri, un atleta famoso y riquísimo, no entrega su corazón a ninguna mujer. Ambos se reencuentran años después, pero el orgullo, el dolor, los secretos y los resentimientos... causados por la supuesta traición e injusticia, ¿lograrán superar el amor? Ven conmigo, descubrámoslo juntos.
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Capítulo 16
empezando la semana
lunes
Ayla
¡Empezando la semana, y esta semana será terrible!
Sí, en el trabajo doña Mara y don Celso siguen de viaje, ¡Bruno tuvo que ir a unas reuniones en Milán y regresa recién el jueves! Lo bueno es que Marcella se fue con él.
Y para ayudar a que la semana sea más interesante, mañana es el evento de la escuela de fútbol de Ryan.
¡Y mi amor quiere ir sí o sí! ¡Aunque sabe que no podrá participar en gran parte del evento!
Sé que llegará triste, porque todos los amigos llevan a su papá y él nunca lo lleva, siempre va solo.
¡Al menos eso terminará pronto, espero!
El sábado por la mañana, quiero ver si puedo hacer una cita en un café, para hablar con Yuri, voy a intentar hablar con él. Necesito contarle, no hay forma de escapar toda la vida.
Solo que después de que Bruno regrese, porque la empresa será una locura.
Y aún necesitaré la ayuda de Constança para conseguir el número de teléfono de Yuri. Mejor pensar en eso después.
¡Despierto a mi amor, lo beso mucho! Aplasto a mi niño, desayunamos y lo dejo en la escuela.
Para mi sorpresa, Ryan vuelve a hablar del evento de mañana y me veo obligada a decirle que puede ir, sé que por la noche estará con la carita triste y que me dolerá más a mí que a él. Está bien.
Vamos, rezaré hasta llegar a la empresa. ¡Dios es el único que puede ayudarme y siempre me ayuda! Nunca me abandona. En cuanto a mi ángel, qué mierda...
Yuri
El domingo me quedé en casa con mis padres, vinieron mis amigos y nos pasamos el día bebiendo y jugando.
Me despierto temprano, voy a la empresa con mis padres, todavía es extraño, pronto me acostumbraré.
Ayla permaneció en mis pensamientos todo el domingo y me sentí feliz de que no tuviera a nadie, aunque por lo que percibí, ni siquiera quiere ser mi amiga.
Una cosa a la vez, necesito descubrir la verdad del pasado, lo que realmente sucedió. Mejor trabajar...
martes
Ayla
¡Llevo en la empresa desde que dejé a Ryan en la escuela y todavía no he podido parar a tomar un café!
¡Es una locura! ¡Imagínate sin Bruno, sin sus padres e incluso la arrogante de Marcella hace falta!
¡Constança y yo estamos haciendo de mil! Para poder con todo.
¡Menos mal que Livia va a llevar a Ryan al fútbol, porque no voy a poder salir a tiempo y él me mataría si llegara tarde!
Le encanta jugar, debería haber salido tanto a Yuri. ¡Mierda! Y todavía tengo que decírselo...
Mejor vuelvo a concentrarme en el trabajo.
Yuri
Hoy saldré más temprano de la empresa, le prometí a Damiano que iría a ver jugar a los niños, hay unos grupos que tendrán la participación de los padres, Damiano sorteará una camiseta mía autografiada. Y me tomaré fotos con los niños. Y claro, seré la sorpresa, los niños ni se imaginan que iré.
Por supuesto que Rinaldo y Fausto irán conmigo, se invitaron solos...
- ¿saldrás más temprano hoy hijo? Vi que cerraste el portátil – pregunta Laura.
- sí, voy a ver a dos grupos de fútbol, de la escuela de Damiano – responde Yuri.
- ¿No fue la semana pasada? – pregunta Silvio.
- sí, pero eran otros grupos, hoy son dos. Y será sorpresa, los niños ni se lo imaginan – dice Yuri.
- ¡qué bueno! Me encanta cuando haces eso, veo alegría en los ojos de los niños e incluso de los adultos – dice Laura sonriendo.
- también me gusta mucho hacerlo mamá, es muy gratificante – dice Yuri.
- Es importante prestarles atención, eres el ídolo de estos niños – dice Silvio.
- sí, he separado algunas camisetas, balones para ellos – dice Yuri.
Hablan un rato más.
Yuri
Aparecen mis amigos y nos vamos, habíamos quedado en ir juntos y luego saldremos a beber y a jugar a la charla.