Atrapado En Una Novela Cliché

-Gracias Ana -al menos tenía un hogar y no estaba atrapado en una historia más horrible, como las versiones bl que si hermana leía. Esas cosas eran lacrimogenas con el pasivo siendo pisoteado por el activo que le era infiel y lo usaba como sustituto del amor de su vida dejándolo en cuanto el otro regresaba, recordaba que su hermana sufría y lloraba con esas novelas estúpidas , al menos no estoy en esas agradeció mientras se dirigia al cuarto de bañó pidió asearse solo, no quería que nadie viera que tenía pn.

-Su ropa señorita -Ana dijo atrás de la cortina.

-Gracias -vestirse con los grandes y vaporosos vestidos estilo victoriano era un infierno y cuando al fin lo logró noto que este era el vestido que estaba usando la prota cuando el rey la pide cómo prometida de su hijo.

-Dese prisa señorita, su madre la espera -rayos, había olvidado que para joder más las cosas tenía el cliché de la madrastra y hermastras malas porque su padre había muerto poco después de casarse otra vez.

-Si ya voy -el vestido de Aran era de un rosa pálido con muchos volantes y pocas joyas mientras que su madrastra y hermastras llevaban colores vivos y deslumbrantes además de todas las joyas posibles-. Querida madre ¿Porque no van solas tu y mis adoradas hermanas al bailé?.

-Por que la invitación es para la marquesa y familia, no podemos ir solas -la fea mujer la miro con desprecio, el título nobiliario solo heredaba por sangre por lo que ella nunca sería más que la viuda de un marqués. La mujer la empujó al carruaje a la fuerza y con violencia, ese cuerpo era una basura de lo débil que era en todo el camino Eran de debatió que hacer, ni de chiste iba a casarse con ese príncipe idiota y soportar toda esa mierda en nombre de "amor".

A pesar de todo Eran tenía que admitir que el lugar era impresionante, era totalmente hermoso y deslumbrante y después de sus presentaciones notó que su vestido y peinado eran los más aburridos aún así a él no le importaba mucho por lo que se quedó en un rincón esperando no ser visto por el rey que iba a elegirla precisamente por ser "recatada y humilde" en su vestuario.

-Ojala no sea verdad -2 mujeres charlaban cerca.

-Si, espero que no sea cierto, el gran duque es un monstruo nunca le daría a una de mis hijas como esposa.

-Yo tampoco, dicen que está desfigurado y se está convirtiendo en una de las bestias mostruosas con las que pelea -la otra se burlo, Eran recordaba ligeramente a este tipo del que solo se hacía mención en 2 o 3 ocasiones en la novela pero que nunca apareció más que en el bailé.

-Si, solo pensar en como le iría a una joven dama al lado de semejante salvaje me asusta, porque se sabe que es violento en exceso, por algo lo confinaron en lo más alejado del imperio -las 2 siguieron chismeando, Eran se movió un poco intentando no ser vista cuando alguien se la paso llevando tirandola al piso de forma dramática.

-Lo siento -la mujer se burlo y aquí está Samantha pensó Eran, la mujer era realmente hermosa, de larga cabellera roja y un cuerpo escultural, además de un rostro precioso.

-No está bien... -Eran se puso de pie.

-¿Eres Aran cierto? -Samantha tenía una copa de vino en la mano que claramente iba a lansarse encima pará hacerse la víctima frente al príncipe que Aran sabía iba a aparecer pronto por lo que la tomo de la mano y la detuvo.

-Para -le quito la copa y la detuvo antes de que se lanzará al piso diciendo que el la había empujado y sip, justamente en ese momento el principe estúpido apareció.

-¡Sueltala! -empujo a Eran y tomo en sus brazos a Samantha que sollozó sobre el hombro de tipo de cabello rubio (para variar) y ojos azules y de aspecto celestial.

-No tienes que hacer esto Samantha -Eran sabía que lo mejor era quitarse del camino de esos 2.

-¿De que...de que estás hablando? -Samantha parecía nerviosa.

-No tienes que empezar a intentar arruinarme porque...

-¡No le hables así a Samantha! -el principe Liones le gritó.

-Silencio majestad, esto también es conveniente para usted -Eran sonrió.

-¡Aran! -la madrastra también apareció junto al emperador mientras se formaba un ligero bullicio de susurros mencionando lo desvergonzada que era Samantha por aparecer mientras el rey buscaba una digna esposa para su hijo.

-¿Si madre? -Eran intento ser educado por su bienestar.

-Su majestad... -Parecia que la mujer tenía que mascar sus palabras porque ella esperaba casar con buenos partidos a sus 2 hijas no al estorbó de Aran-. Su majestad te a elegido... -lo dijo con odio venenoso, celosa de la suerte de Aran.

-Lo agradezco enormemente -hizi una reverencia-. Es un gran honor majestad pero justamente le decía a su alteza real el principe que no me voy a casar con el porque ya estoy comprometida con alguien más -los sonifis de asombro y los cuchicheos llenaron el lugar.

-¡¡¿Cómo te atreves?!! -su madrastra la golpeó en el rostro-. ¡¡¿Cómo te atreves a mentirle a su majestad?!!.

-Es suficiente -el emperador ordenó detener a la mujer mayor-. ¿Puedo saber con quién estás comprometida?.

-¡Con el! -era genial haber leído esa estupidez de novela porque sabía exactamente a qué hora aparecía cada personaje.

-¡Que!? -los ojos de todos los presentes se dirigieron al enorme tipo que entraba envuelto en una especie de bruma negra-. El archi duque -alguien susurro-. La bestia maldita -alguien más dijo.

-Estoy... comprometida con el -Eran miro con terror al tipo de cabello negro atado en una coleta;ojos grises frios con una mirada dura y aspera. Iba vestido con una armadura negra que aún tenía sangre, en lugar de traje como la mayoría. El tipo no solo era enorme, fuerte y musculosos si no que a diferencia de los demás que parecían ser lindo suaves y delicados este parecía un demonio fornido y por eso lo eligió aqui todo saldría bien y este sujeto solo tenía que decir que no y Eran podría volver a casa con la "vergüenza" de ser rechazado sobre su cabeza y no tendría que volver a estás cosas para poder dedicarse a cumplir lo que la deidad idiota le había dicho en paz, pero...