Reencarne en una princesa, pero no es un cuento de hadas...
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Maser 2
Cuando Jhon despertó estaba atado en la parte de atrás de un carruaje.
[¡Maldición! Tiana, debo salir de aquí]
Con algo de esfuerzo Jhon desato las cuerdas de sus pies y contra el filo del borde de una caja, cortó su cuerda… espero que el carruaje se detuviera y cuando abrieron, él pateo al primer hombre y ya solo le quedaba uno, que golpeó con los puños. Luego, los amarró con las mismas cuerdas que él tenía.
[Bien, me iré en el caballo hasta mis hombres que me siguieron afuera de este maldito pueblo y volveré por Tiana]
Uno de los hombres que había llevado a Jhon, mientras estaba atado, vio como él se iba del pueblo. Y después de unas horas le avisaron a Maser, de que el capitán había huido.
Maser: Son unos incompetentes… unos idiotas, ¡que maten a los hombres que custodiaban al capitán! y que nadie se entere de que él arrancó… jajaja un cobarde jajaja pensé que pelearía por ella, o que por lo menos, lo intentaría jajaja, bueno que se puede esperar de un hombre, que no funciona… pensando en eso… si la princesa vivió en el castillo toda su vida, y ese hombre no funciona, jajaja entonces mi futura esposa es virgen.
Guardia: Señor, con todo respeto ¿y su mujer que tiene en la casa del sur?
Maser: ¿Qué pasa con ella?
Guardia: ¿La va a dejar por la princesa?
Maser: No, ¿Por qué?, la princesa será mi esposa legal. No tiene porque enterarse de todo y si lo hace, no tiene nada que reclamar. Ella será la madre de mis hijos… mis hijos serán príncipes y si me lo propongo, podría hacerlos reyes, jajajaja, bien volveré mañana por la noche.
Maser salió de la casa y no apareció por ahí, en todo el día siguiente.
Mientras tanto, Jhon ya había ubicado a sus hombres.
Marinero: Señor ¿Qué paso? Necesita atención médica.
Jhon: Dame un papel primero, necesito enviarle una carta a mi hermano.
Marinero: ¿A su hermano? ¿Se comunicará con el palacio? Recuerdo que había dicho que no hablaría con ellos.
Jhon: Así es, eso dije y ahora le escribiré para pedirle ayuda.
Marinero: ¿Está seguro señor?
Jhon: Si, ella vale mas que mi maldito orgullo.
Jhon escribió una carta a su hermano, que, gracias a las aves mensajeras, James recibió en un par de horas y respondió de inmediato.
Para el amanecer, Jhon ya sabia que su hermano enviaría hombres de la flota que tenía cerca, de su ubicación.
Jhon: Bien, los hombres que mandó mi hermano estarán aquí en algunas horas, uno se quedará para dar las indicaciones de donde que el pueblo. El resto vendrá conmigo a rescatar a mi mujer.
Marinero: Señor con todo respeto, ¿no será mejor esperar a los refuerzos? Estamos casi en la frontera del ducado Blanch, no se tardarán mucho.
Jhon: No, voy a ir ahora, ¡Con o sin ustedes! ¡Ella esta en ese maldito pueblo!
Marinero: Si capitán. Haremos lo que usted diga.
A Jhon le curaron lo mejor que pudieron las heridas y salieron camino al pueblo.