Estefanía es una chica de 21 años la cual pierde la memoria, será el culpable de su perdida de memoria el chico que no sale de su cabeza.
Estefanía está cansada de soñar con escenas eróticas y al final descubre que eran ciertas así como también eran ciertos los sueños donde sus padres la maltrataban.
¿seran ciertos los sueños de Estefanía o solo está viviendo una realidad alterna?
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¿Yo estoy casada?
Después de una larga hora Estefanía se siente fatigada de estar encerrada en esas cuatro paredes y cuando decide salir de la avitación escucha al doctor decirle a sus padres que a recibido un fuerte golpe en la cabeza el cual a borrado parte de mi vida de mis recuerdos y si no está mal, tomando en cuenta que recuerdo de los 20 años para atrás eso da a entender que he eliminado de mis recuerdos este último año de mi vida, Pero siquiera cabe la posibilidad de recordar algunas cosas, aunque eso no está dentro de las mayores posibilidades.
Mi mamá notó mi presencia y me consoló casi de inmediato mientras caían lágrimas de tristeza por sus mejillas, luego se unió mi papá y yo sin entender lo que estaba pasando empecé a llorar también.
Lucien: Lo lamento mucho señorita Estefanía, pero usted tiene mucha suerte de tener el apoyo de sus padres en este momento tan difícil para usted.
El doctor Lucien nos indicó una serie de procedimientos para evitar cualquier tipo de golpes en la cabeza y nos aconsejo que viviéramos algunas cosas de él último año para estimular mi cerebro, a lo cual mis padres se negaron excusándose con que el último año había tomado decisiones erróneas y que esta sería una oportunidad para iniciar desde cero.
A mí me duele algo la cabeza así que no renegué nada y al llegar a casa les hable de lo que yo discutía con ellos, para mí hace unas horas
Estefanía: ¿Qué pasará con mi herencia, mamá?
Marta Rodríguez: Estás cansada hija y esa discusión ya la tuvimos hace un año.
Estefanía: Para mi esa discusión la tuvimos hace unas horas.
Marta Rodríguez: Lo entiendo hija, pero tienes que entender tu también..
Pablo Daurella: Podrás manejarlas cuando tú lo desees hija.
Marta Rodríguez: Qué dices Pablo.
Pablo Daurella: Estefanía manejara su herencia de la manera que lo decida, Pero no podrás invertir en nuestra empresa y tendrás que tomar en cuenta nuestra opinión o al menos así será hasta que el doctor diga que estás del todo recuperada.
Estefanía: Gracias padre, ahora iré a descansar un poco, mañana tengo muchas cosas que hacer.
Mientras intentaba dormir escuchaba a mis padres discutir en la sala, no puedo escuchar claramente lo que dicen, pero trato de concentrarme y tratar de analizar la situación, mi propia situación.
Estefanía: mañana iré a un terapeuta, ya acepte que perdí un año de mi vida y si mi mamá dice que fue un año que no valió la pena no tengo intención de recuperarlo, pero si tengo intención de recuperarme, necesito aceptar que ahora tengo 21 años.
A las 6 de la mañana siento un ligero dolor de cabeza que no me deja estar cómodamente en mi cama por lo cual decido ducharme y salir a trotar un poco.
De camino a casa paso por la oficina de mi amiga Amanda, ella me recibe sorprendida y me abraza.
Amanda: ¡Amiga! Cuánto tiempo, supongo que Marcos te mantenía con la agenda ocupada, que lastima que mi amiga no me haya contado nada y me haya tenido que enterar por sus padres.
Estefanía: ¿De quién me estás hablando? ¿Por qué todo el mundo me habla de ese tal Marcos? ¿Tanto daño me hizo en un año?.
Amanda: ¿Daño? Más bien diría que estas embobada con el.
Estefanía: No sé de quién me estás hablando amiga.
Amanda: me estás diciendo que te has olvidado por completo de tu esposo.
Estefanía: ¿Yo estoy casada?
