La Amante Del CEO

Maldita sea, todo se había ido al demonio. Después de haber luchado tanto por ganar un lugar en el directorio de Corporación Park, ahora me veía obligado a aceptar una oferta que me repugnaba.

Observé con rabia e impotencia cómo Chen y esa maldita empleada llamada Sol Park se regodeaban de su supuesta victoria. Parecían tan felices y confiados, como si creyeran que se habían librado de mí para siempre.

Pero lo que ellos no sabían es que yo nunca me rindo tan fácilmente. Apreté los puños con fuerza, sintiendo que la ira me consumía por dentro.

Mientras firmaba los documentos que sellaban mi salida del directorio, mi mente trabajaba a toda velocidad, buscando una forma de vengarme. No iba a permitir que esos dos me humillaran de esta manera.

Una vez que hube terminado con los trámites, me apresuré a salir de la empresa. Necesitaba pensar con claridad y trazar un plan que me permitiera recuperar el control de la situación.

Al llegar a mi apartamento, me serví un vaso de whisky y me hundí en el sillón, tratando de procesar todo lo que había sucedido.

¿Cómo se habían atrevido a ofrecerme ese maldito puesto de CEO adjunto? ¿Acaso creían que podían comprarme con un montón de dinero? Esos dos imbéciles no tenían idea de lo que eran capaces de hacer para conseguir lo que quiero.

Bebí un largo trago, sintiendo que el ardor del alcohol me quemaba la garganta. Pero no me importaba. En ese momento, lo único que importaba era encontrar la manera de vengarme de Chen y esa zorra de Sol Park.

Después de todo, yo tenía en mi poder un secreto que les podría costar muy caro. Y estaba dispuesto a usarlo sin ningún tipo de remordimiento.

Comencé a repasar mentalmente todo lo que había descubierto sobre la supuesta relación entre Chen y Sol. Las pruebas que había logrado obtener eran contundentes, y sabía que si las revelaba, su mundo se vendría abajo.

Una sonrisa maliciosa se dibujó en mis labios. Sí, eso era lo que haría. Les demostraría quién era el verdadero poder detrás de Corporación Park.

Me levanté del sillón y empecé a caminar de un lado a otro, sintiendo cómo la adrenalina recorría mi cuerpo. Tenía que mover los hilos correctamente, sin dejar ningún cabo suelto.

Primero, tendría que asegurarme de que ese maldito puesto de CEO adjunto fuera realmente tentador para Chen y Sol. Nada de escatimar en recursos o beneficios. Tenía que hacer que se sintieran seguros y confiados.

Luego, en el momento más oportuno, revelaría la verdad sobre su relación. Imagino la cara de Chen cuando su supuesta sucesora, la gran CEO de Corporación Park, fuera expuesta como la amante del anterior CEO.

Sería un espectáculo digno de verse. Y por supuesto, yo me encargaría de que todo el mundo se enterara. Especialmente los miembros del directorio y los principales accionistas.

Esos dos imbéciles habían conseguido engañarme una vez, pero no volverían a hacerlo. Esta vez, la victoria sería mía.

Decidido, me senté frente a mi computadora y comencé a trazar mi plan. Iba a necesitar varios contactos y una cantidad considerable de dinero, pero nada de eso me importaba. Estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para destruir a Chen y a esa asquerosa traidora.

Nadie se burlaría de Jang Tae-eun y saldría ileso. Me encargaría personalmente de que ambos pagaran por haberme humillado de esa manera.

Mientras tecleaba furiosamente en mi computadora, sentía que la ira me quemaba por dentro. Esos dos me las iban a pagar, cueste lo que cueste.