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EL DESTINO LA HACE DE CUPIDO

EL DESTINO LA HACE DE CUPIDO

Status: En proceso
Genre:Aventura de una noche / Madre soltera / Dominación / Embarazo no planeado
Popularitas:46.3k
Nilai: 5
nombre de autor: ANIRAK

5 familias, un amor inesperado y la traición present, hacen de este amor una tragedia.

ahora Melinda no sabe que hacer, el misterioso hombre con el que estuvo una noche está frente a ella, pidiéndole saber el nombre de sus hijos.

2 familias poderosas tendrán que unirse para mantener el orden la paz de una traición, un amor en la tragedia va surgir, el recuentro de un padre con sus hijos, los secretos salen a la luz y la tragedia se hace present.

te animas a leerla, el destino siempre hace de las suyas y nada lo hace fácil.

te invito a conocer la historia de amor de Melinda, en un mundo alterno.

NovelToon tiene autorización de ANIRAK para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPITULO 2, una venganza, un castigo. (+18 capitulo para adulto)

Nadie sospechó nada, tomaron sus copas, brindaron y todos se lo tomaron de un trago al igual que ella; después de unos minutos, el afrodisíaco empezó a hacer efecto. Todos se empezaron a sentir extraños, Melinda cuando los miró que todo empezaba, fingió que iba al baño, tardó bastante tiempo; cuando salió miró como dos de los hombres se iban al cuarto con una de las chicas, se empezaron a emparejar, pero el chico que quedó solo se le acercó a Didier, que estaba tan fuera de sí que se dejó llevar por él, lo empezó a besar y acariciar, Didier siguió sus caricias dejándose tocar y siguiendo el beso.

Melinda tomó su teléfono y empezó a tomar fotos, ellos no reaccionaron, la droga era tan fuerte que no tenían más en su mente que la pasión que sentían, fue al cuarto y tomó fotos de lo que pasaba, tomó el celular de Didier, no fue difícil desbloquearlo tomó la mano de Didier y lo desbloqueó; tomó unas fotos de él, de lo apasionado que estaba con su amigo, mandó las fotos a todos los contactos de su celular, también los publicó en las redes sociales, haciendo que sus caras se vieran bien y lo que hacían.

Una vez que terminó, tomó el efectivo que todos traían, pensó: “a lo menos tienen que darme para festejar mi cumpleaños, después del mal rato que me hicieron pasar” una vez que tomo todo el efectivo da una ultima mirada y se da media vuelta para salir.

Salió de la habitacion, se fue directo al bar del hotel, pidió una copa de vino, estaba sentada en la barra, cuando mira a lo lejos una mesa con varios hombres y mujeres muy divertidos, menos uno de ellos que le llamó la atención.

El hombre estaba serio, tenía mala cara, una de las mujeres muy guapa y seductora, con muy buen cuerpo estaba tratando de seducirlo y se le acercaba, le acariciaba la pierna, tocaba su hombro, pero él más que disfrutar de la compañía se miraba molesto, más de una vez vio como el quitó sus manos y se hizo a un lado alejándose de ella.

Melinda estaba muy entretenida mirándolo, era un hombre de cabello negro, peinado muy elegante, traía una camisa blanca, un pantalón negro de vestir, se miraba de buen cuerpo y alto, el hombre perfecto físicamente, a lo menos era lo que ella miraba desde la distancia.

El hombre se levantó, lo siguió con la mirada, vio cómo se dirigía a los baños del lugar, siguió observando a los de la mesa y vio como la mujer le echaba algo a la bebida que el hombre estaba tomando.

Melinda sintió coraje, como era posible que cosas así pasaran, pensó: “sería bueno si lo ayudo o lo dejo así, no es mi problema” pero al final decidió ayudarlo; se levantó y fue a la parte de los baños a esperar que el hombre saliera para decirle lo que vio.

Cuando vio salir al hombre se le acerca, lo toma de la mano y lo jala a donde no pudieran verlos, a un lado de los baños que estaba medio oscuro.

El hombre no reacciona; solo se dejó llevar por el jalón, dieron varios pasos cuando él se para en seco y bruscamente quita su mano del agarre de ella, la mira fijamente.

El hombre con una voz ronca y muy serio le dice – ¡Señorita! ¿Qué le pasa? ¿Por qué me jala de esta manera? Es usted muy grosera.

Melinda voltea para verlo y mira su cara muy molesta, le dice con tranquilidad. – ¡Discúlpeme! pero quisiera decirle algo, si me permitiera unas palabras, tenga por seguro que es por su bien.

El hombre la mira de pies a cabeza muy curioso; le dice con tranquilidad. – Señorita si quería hablar conmigo solo debió pedírmelo, no jalarme de esta manera.

El hombre la mira muy atento de pies a cabeza, no pierde de vista ninguno de sus movimientos; Melinda sintió incómoda su mirada, aunque era un hombre muy bien parecido, atractivo y su voz gruesa tan varonil, esa mirada tan profunda la hacía sentir insegura, tragó saliva, nerviosa le dice. - Disculpé la agresividad con la que lo traje aquí; pero algo que no me gustan son las trampas y los abusos.

El hombre curioso le dice. – ¡Señorita! ¿Me dirá lo que quiere decirme? O ¿Me seguirá viendo de esa manera?

Melinda con algo de inseguridad le dice. – no es lo que está pensando, solo quería decirle, que esa mujer que está a su lado le puso algo a su bebida; usted sabe si me cree o cae en su trampa.

El hombre la mira algo curioso, no entendía por qué le decía eso, con una voz sería y ronca le dice. – ¡Gracias, señorita! lo tendré en cuenta.

Melinda después de escuchar sus palabras iba a pasar de largo y regresar a donde estaba sentada; al pasar por su lado, él la tomo del brazo, con su voz seria le dice – ¡Señorita! si lo que me dice es verdad, creo que le deberé una y no me gusta deberle nada a nadie; ¿Me podría decir su nombre? Para saber a quién buscar y pagarle este favor.

Melinda lo mira a sus ojos, por la oscuridad no logró ver su color, solo esa mirada intensa que la puso tan nerviosa, le dice. – mi nombre es Melinda y no me debe nada, solo que no me gusta ver ese tipo de artimañas, si me podría soltar, me gustaría regresar a mi lugar.

El hombre la solto, tranquilo le dice. – discúlpeme por tomarla así del brazo, pero usted se iba a ir y quería saber su nombre por lo menos.

Después de escuchar lo que el hombre le decía ella agachó su mirada sonrojada, se retiró a su lugar; pidió otra copa de vino, discretamente miraba hacia donde el hombre estaba con los demás.

El hombre al llegar se sentó, miró el vaso donde tenía su bebida, curioso por lo que Melinda le había dicho, miró a todos lo atento que estaban sobre él; la mujer tomó el vaso y se lo dio muy insistente en que lo tomara.

El hombre tomó el vaso, la mira con frialdad y un rostro aterrador, la mujer se puso muy nerviosa, su cuerpo empezó a temblar, estaba muy asustada.

El hombre le dio el vaso con la bebida y con una voz imponente le dice - ¿Por qué no la tomas? La bebida es buena, pruébala.

La mujer se le queda mirando insegura, todos los que estaban a su alrededor se empezaron a burlar entre ellos, se escuchaban que le decían “vamos bébela”, las carcajadas se hacían más intensas.

El hombre prácticamente con su mirada la obligaba a tomarse la bebida, ella con su mano muy nerviosa e insegura extiende la mano para tomar la bebida de una manera tan lenta e insegura.

Cuando el hombre le grita con su voz ronca y molesto – ¡TÓMALA! Me estás haciendo perder el tiempo, ¿Quiero ver como lo tomas?, vamos hazlo por tu voluntad o si no yo te obligaré y será peor para ti.

La mujer lo mira con los ojos muy abiertos sin saber qué hacer, no podía tomarse esa bebida, todos a su alrededor que sabían lo que había hecho, la incitaban a que lo tomara y se carcajeaban.

El hombre se acerca a ella, a su oído y le dice de manera amenazante – sé lo que le echaste a la bebida y quiero que la tomes para que sepas qué se siente; te doy la oportunidad de que tú escojas quien de ellos quieres que te atienda.

Lo tomas o prefieres ir a la cárcel y ten por seguro que te haré que la pases muy mal, te tendré ahí tanto como yo lo quiera, viviendo las peores cosas; Dime ¿Qué prefieres?

La mujer lo miraba con miedo, sabía que las amenazas de ese hombre no eran solo palabras, estaba temblando, toma el vaso con esfuerzo, lo lleva a su boca y le da un pequeño trago; el hombre con su voz amenazante le dice – tómalo todo de un trago, antes que yo tome la segunda opción por ti.

La mujer, sin pensarlo más, se toma la bebida de un trago, se levanta para irse, pero el hombre la toma del brazo y le dice con su voz gruesa y amenazante. – siéntate, te doy la oportunidad de que escojas a quien de estos prefieres, para que te atienda ese malestar, que en pocos minutos empezarás sentir o acaso ¿los quieres a todos?

Uno de los hombres inseguro le dice – ya déjala, yo me hago cargo; creo que ya te desquitaste lo suficiente con ella, no lo crees.

El hombre lo mira molesto y con su voz seria e indiferente le dice. – haz lo que quieras.

El hombre observa a su alrededor buscando a Melinda, la mira sentada en la barra sola y mira como ella los miraba; sus miradas se cruzaron, después de unos segundos de mirarse tan intensamente, Melinda reacciona, desvía su mirada a su copa, la toma, la lleva a su boca y le da un trago largo.

El hombre se levanta, ignorando lo que todos le decían, se va directo a donde ella estaba, al llegar a su lado toma una de las sillas, se sienta; le dice al barman que le dé un vaso de whisky y otra copa para ella.

Melinda lo mira muy atenta sin decir nada, esperando que él empezara a hablar, el barman le acercó la copa de vino que el hombre le pidió; ella no le despega la mirada esperando que hablara, él no decía nada, tomó su bebida y dio un largo trago, sentía su mirada tan intensa, voltea y la mira, le da una gran sonrisa seductora y vuelve a tomar de su bebida.

Melinda se estaba desesperando, no soportaba ese silencio, esa mirada tan intensa y esa sonrisa tan seductora, se sentía incómoda, no soportaba ese silencio, le dice molesta. – ¿Qué quiere?

El hombre sonríe aún más seductor, la mira intensamente y con su voz tan varonil le dice. – solo quiero agradecerte el favor, no me gusta deberle nada a nadie.

Melinda indiferente le dice. – no hace falta agradecer nada, ¿podría dejarme sola?

El hombre la sentía atractiva, su reacción y su indiferencia la sentía tan divertida; con su voz seductora le dice. – no estés a la defensiva, no quiero molestarte, solo esperaba poder agradecerte y claro si me permites poder conversar contigo.

Esta noche yo hubiera caído en una trampa y tú me salvaste; dime señorita, ¿qué de malo tiene que quiere conversar y regresarle el favor?

Melinda muy seria y molesta le dice. – yo quiero estar sola, no hace falta nada de agradecimiento y de hablar.

El hombre inquieto le dice. – tengo curiosidad, no sé por qué una mujer tan hermosa y joven quiere estar tan sola, ¿me explicas?

Melinda con ironía le dice. – no quisiera ser grosera, pero me haría el favor de dejarme sola.

El hombre con su voz imponente le dice. – ¿sabes qué? No quiero dejarla sola. Vamos Melinda, permítame acompañarla, además no es bueno que una dama esté sola y después del mal rato que pasé no tengo ganas de estar solo, me gustaría estar en buena compañía ¿Qué dices?

Melinda lo mira algo curiosa y tranquila le dice. - dígame ¿a usted quien le dijo que yo era buena compañía?

El hombre no la dejaba de ver y con una tranquilidad le dice – ¡Bueno! A lo menos conmigo lo fuiste y eso es suficiente para mí. ¿Aceptas mi compañía?

Melinda indiferente le dice. – como usted quiera.

Toma la copa que le pidió y la toma, él la mira muy curioso, era una chica guapa, se sentía atraído por ella.

Los dos empezaron a platicar; ella le dijo que estudia repostería y hablaron de cosas sin importancias del lugar, lugares que ella había visitado, de bebidas, pero no hablaron de cosas personales.

Los dos se fueron tomando confianza, disfrutando de su compañía, en eso llegó una mujer muy guapa y seductora con un gran escote, que dejaba ver su gran busto, muy corto dejando ver sus largas y lindas piernas, se acerca a él, seductora le dice. – Hola, ¿Cómo estás? Tienes mucho que no me hablas, te extraño.

El hombre la mira con cara de disgusto y con una seriedad le dice. – ¡Hola! He estado ocupado y como verás estoy ocupado, será en otra ocasión.

La mujer persistente le dice. – porque no te desocupas y pasamos una gran noche; vamos, deja esta niña y pasa un gran rato conmigo.

El hombre con su voz seria y molesta le dice. – te retiras, estoy ocupado o prefieres que le hable a seguridad para que te saquen.

La mujer se le acerca más, acaricia su rostro, trata de sentarse en sus piernas, cuando Melinda la toma del brazo y con su voz amenazante le dice. - ¿Qué no escuchó que se retirara o acaso está sorda? ¿Qué no ve que está ocupado? O aparte de sorda ¿Estás ciega?

La mujer la mira con furia, bruscamente zafa su brazo del agarre, levanta la mano para darle una bofetada, pero Melinda toma su mano y le da una cachetada tirándola al suelo; con su voz seria le dice. – en tu vida vuelvas a tratar de ponerme una mano encima o esta cachetada no será nada con lo que te puedo hacer ¿Entiendes mujer? No seas tan rogona, las mujeres debemos respetarnos, por mujeres como tú los hombres nos consideran tan fáciles y nos faltan el respeto; qué asco me dan las mujeres como tú.

Mira con furia al hombre, lo fulmina con su mirada y lo que más le molesta es la cara de él, tan divertido que estaba por ver la escena que se había dado entre las dos; se sintió tan molesta y furiosa con su voz llena de ira le dice. – mejor me voy, en mi vida había pasado tal escándalo y señor aprenda a respetar a personas como yo.

Que usted esté acostumbrado a tratar con ciertas personas tan ordinarias y no pueda dar el respeto a sus invitados es ofensivo, ¡que pase buenas noches!

Melinda se da la vuelta para retirarse, cuando él toma su mano tiernamente deteniéndola; le dice seductoramente . – ¡Cálmate, Melinda! Me disculpo por el mal rato que pasaste por mi culpa, ¿Me permite recompensarla? No se vaya así.

Melinda lo mira, era tan seductor y guapo; ese hombre era un encanto y sobre todo lo bien que se la estaba pasando.

Traga saliva para tratar de tranquilizar, le dice. – este tipo de espectáculos no me gustan, será mejor que me vaya y usted pueda arreglar sus asuntos con la señorita.

El hombre con su voz calmada le dice. – no tengo nada que arreglar con ella ¿Me permitiría invitarla a otro lugar? Para borrar este mal rato.

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1
MARIA LUISA CAMACHO ANGULO
muy buena novela
MARIA LUISA CAMACHO ANGULO
muy buena historia, felicidades escritora 👍
Maria Eugenia Romero Viñoles🤡
Neymar como que sabe cómo baila el trompo carratatero 🤭
Maria Eugenia Romero Viñoles🤡
Qué suplico astharoth estar tan cerca y a la vez tan lejos
Maria Eugenia Romero Viñoles🤡
Dios Neymar quedó patitieso y catatonico 😆😆😆😆😆 Astaroth quedó mudo y la muy pila mujer toda una guerrera dando clases de moral y valores antes que le pongan los platos en la cabeza 😆😆😆😆😆😆😆 esta parte me gusto demasiado
Matilde Monjaras
Excelente
MARIA LUISA CAMACHO ANGULO
es el superior, el hermano de Antony el papá de Vladimir
MARIA LUISA CAMACHO ANGULO
la sangre del padre, reflejada perfectamente en Sara
*@Maria*
Excelente
Ester Ayala
espero que actualice pronto, esta muy muy interesante 👏👏👏👏👏
Ester Ayala
es maravillosa la historia.....
Ester Ayala
a ver si es verdad que Melina le pide matrimonio.....😀😀😀😀
Ester Ayala
directa y sin filtros......🤣🤣🤣🤣
Ester Ayala
que pena me da que hayan pasado los años y Astaroth y Melinda no se hayan visto
Ester Ayala
vayaaaa, Sara es tremenda.....
Graciela Reyes
Excelente
Ester Ayala
así se habla🤣🤣🤣🤣🤣🤣
Jesus Lopez
Excelente
Jesus Lopez
Normal
MARIA LUISA CAMACHO ANGULO
es bonito leer e imaginar imágenes de personas y paisajes, pero también me gusta cuando ponen fotos de ellos
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