Esta es una historia sobre un joven Omega llamado Kalet de campo que conoció a un Joven Alfa llamado Asher que era famoso por los alrededores por ser el hijo de uno de los hombres más ricos
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Una noche mágica
La feria estaba en pleno apogeo, con luces y sonidos que llenaban el aire. Asher y yo caminábamos entre los puestos, riendo y disfrutando de la noche.
Asher me miraba con frecuencia, sonriendo, y yo me sentía nervioso bajo su atención. No podía creer que alguien como él, tan poderoso y seguro de sí mismo, se interesara en mí.
"Kalet, ¿quieres probar este juego?", preguntó Asher, señalando un stand de tiro al blanco.
"Claro", respondí, sonriendo.
Asher se acercó a mí y puso su mano en mi hombro. "Vamos a ver quién gana", dijo, con una mirada juguetona.
Me sentí electrizado por su contacto y su cercanía. No podía concentrarme en el juego, pero Asher parecía disfrutar de mi distracción.
Ganamos varios premios y Asher me los regaló con una sonrisa. "Para ti, Kalet. Por ser un compañero de juego tan divertido."
La noche avanzaba y la feria se cerraba. Asher y yo nos sentamos en un banco, mirando las luces que se apagaban.
"Gracias por esta noche, Kalet", dijo Asher, su voz baja y seria. "Ha sido una de las mejores noches de mi vida."
Me sentí conmovido por sus palabras y miré hacia él. Sus ojos brillaban en la oscuridad, llenos de sinceridad.
"Lo mismo digo, Asher", respondí, mi voz apenas audible.
Asher se acercó a mí, su rostro cerca del mío. "Kalet...", susurró.
Mi corazón latía con fuerza. ¿Qué iba a pasar ahora?
Juegos de seducción
Asher parecía haber notado mi interés hacia él y se divertía jugando con mis emociones. Me rozaba la mano, tocaba mi cara o me sonreía de manera pícara, haciéndome sentir nervioso.
Me esforzaba por disimular mi reacción, pero Asher era demasiado perceptivo. Sabía exactamente cómo hacerme sentir.
"Kalet, ¿estás bien?", preguntaba, su voz baja y sensual, mientras me acariciaba la mejilla.
"Sí, estoy bien", respondía, intentando sonar tranquilo, pero mi voz temblaba ligeramente.
Asher se reía y me miraba con ojos brillantes. "No te creo", decía, su sonrisa pícara.
Me sentía atrapado en su juego de seducción, pero no quería escapar. Quería saber adónde nos llevaría esta conexión.
Un día, mientras caminábamos por la feria, Asher se detuvo frente a un espejo de feria y me miró con intensidad.
"Kalet, ¿sabes qué ves cuando te miras?", preguntó, su voz baja y misteriosa.
Me encogí de hombros. "No sé. ¿Qué debería ver?"
Asher sonrió y se acercó a mí. "Deberías ver a alguien que es visto por mí", dijo, su aliento cálido en mi oído.
Me estremecí. ¿Qué significaba eso? ¿Qué sentimientos tenía Asher hacia mí?
Mi corazón latía con fuerza mientras esperaba su próxima movimiento.
La separación
Asher se detuvo y uno de sus acompañantes se acercó a él, susurrándole algo en el oído. Asher asintió y se volvió hacia mí.
"Kalet, ya es hora de que me vaya", dijo, su voz ligeramente apenada.
Me sentí decepcionado, pero intenté sonreír. "Claro, Asher. Ha sido un placer pasar tiempo contigo."
Asher sonrió y se acercó a mí. "Lo mismo digo, Kalet. Espero verte pronto."
Su proximidad me hizo sentir nervioso y emocionado. Quería que se quedara, pero sabía que no podía.
Asher se giró y se alejó, desapareciendo en la multitud. Lo vi irse, sintiendo una mezcla de emociones.
¿Qué hubiera pasado si Asher hubiera seguido tentándome? ¿Hubiera cedido a sus avances?
Me gustaba Asher, pero apenas lo conocía. ¿Era prudente dejar que mis sentimientos crecieran?
Mi mente estaba llena de preguntas y dudas. Pero una cosa era segura: quería volver a ver a Asher pronto.