Club Blue Moon: El Precio De La Inocencia

Se paró de la silla, dio una vuelta por la habitación, lo seguí con mis ojos, ¿cuándo se piensa ir?, ¿por qué no se va?, ¡maldito!, cuando este contrato termine y yo puede irme con mi abuela a otra ciudad, nunca más volveré aquí.

Sé dé tuvo, y comenzó a mirar por la ventana, ¿no tenía ventanas en su casa?, ¿qué tienes que estar mirando por la ventana aquí?, ¡vete!, ¡no vueltas más!, como me gustaría gritarle, se dio la vuelta, y me miró, era como si supiera que le gritaba que se fuera a sus espaldas.

Se acercó a mí, y con su enorme mano, me apretó el cuello, y tenía los ojos encendidos en rabia, ¿qué le paso ahora?

— Yo te salve la vida, a cambio, termine detenido, y tú solo puedes tener esa mala actitud conmigo, deberías ser más agradecida.

— ¿Qué hay para agradecer, si fue usted qué me hizo daño?

Me quedé mirándolo sin miedo, no voy a dejar que me intimide tanto, si soy débil, este loco me terminara matando, realmente no entiendo por qué su ira desmedida contra mí.

Me soltó el cuello, comencé a toser, era inevitable, me había apretado fuerte.

— No estás así por mí, es por ti misma, si no insistes en desobedecerme, y simplemente te tomas la copa de vino, no me hubiera enojado tanto, pero no te preocupes, la próxima vez, seré más amable.

Dicho eso bajo la cabeza, abrí la boca y paso su lengua por mis labios, eso fue escalofriante y asqueroso, después se puso derecho, camino hacia la puerta, se giró a mirar un segundo, abrió la puerta y se fue, cuando la puerta se cerró pude volver a respirar.

Sabía que está iba a hacer una experiencia dura para mí, pero solo ahora puedo realmente ver cuando dura es, lo único que me mantiene firme es saber, que todo esto tiene un propósito, si no ya me hubiera derrumbado, cualquiera que ve a ese hombre no se puede imaginar a simple vista que es un monstruo despreciable.

Me gustaría llorar ahora que estoy sola, pero ni en soledad ya me puedo dar ese lujo, pocos días atrás, carecía de comida, ropa y dinero, ahora estoy careciendo de libertad, es terrible soportar todo esto consiente de todo, es ridículo, que ahora empiezo a entender por qué mi madre vivía alcoholizada o drogada, sin embargo, escapar de la realidad no va a hacer que cambie.

Me moví y me dolió todo el cuerpo, al parecer el efecto de los analgésicos estaba pasando, poco después entro la enfermera con la misma bandeja de antes, la puso sobre una mesa, y vio el puro todavía húmedo sobre un cenicero.

— ¿Estás sola?, me preguntó.

Era obvio, pero quizás ella pregunta por si, en el baño hay una persona.

— Sí. Le respondí.

Ella fue y abrió la puerta del baño, y se aseguró que no había nadie, entonces se sentó en la silla frente a mi cama, y comenzó hablar.

— Estaba a fuera, y escuché parte de lo que ese tipo te dijo, eres una chica muy joven, no debes dejarte consumir por un hombre así, ¿quieres escaparte?

¡Si quiero!, pero no puedo, jamás dejaré a mi abuela, y en pocos días es la cirugía, ¿qué día es hoy?

— ¿Qué día es hoy?, le pregunté, ella puso cara de preocupación.

— Es sábado por la noche.

Solo faltan cuatro días para la cirugía, ni siquiera he podido llamar a mi abuela para saber cómo ha estado, tengo que llamarla mañana.

— No puedo escapar, tengo a alguien que depende de mí, si me escapara esa persona podrida ser lastimada, y es una persona indefensa y enferma.

La mujer se compadecio de mí, en su rostro podía ver la lástima que me tenía, era verdad, en estos momentos soy una persona lamentable, sin embargo, no voy a dejar que eso me derrumbe, no importa que voy a seguir adelante, por qué es lo único que puedo hacer luchar.

— ¿Puedo hacer algo por ti?, me preguntó mientras se levantaba, tomaba la bandeja de las inyecciones, y elegida la que me iba a inyectar primero.

— Podía ayudar mañana, a llamar a mi abuela, ella es la persona de la cual le hablo, está enferma y tengo varios días que no sé dé ella, podría traer su celular y dejarme hacerle una llamada.

— Claro, mañana te ayudaré a que puedas hablar con tu abuela. Me dijo ella mientras comenzaba a poner una inyección atrás de la vía intravenosa.

Después de que me puso todas las inyecciones, comencé a sentirme con sueño, era obvio, ya que había un somnífero entre los medicamentos, ella me pasó la mano por la frente cariñosamente, tomo la bandeja, y salió de la habitación sin decir nada más.

En todas partes hay buenas personas, no todos en el mundo son malos, quizás se hubiera conocido buenas personas antes, pudo todo esto ser diferente, ya no me puedo ni arrepentir.

El sueño comenzó apoderarse de mí, y mil pensamientos llegaban a mi mente, como ese día cuando mi madre borracha me golpeó varias veces para desahogar su rabia sobre mí, de lo que un hombre le había hecho, lo recuerdo muy vívidamente, por qué me dijo unas palabras que nunca se me van a olvidar.

“Eres un error en mi vida, ¿sabes por qué?, por qué te tuve por qué tu padre fue el único hombre que yo amaba, pero él sabes lo que me dijo cuando yo le dije que estaba embarazada, te lo voy a decir, me dijo con cara de asco, como voy a tener un hijo con una mujer sucia como tú”

En eso mismo me convertí en una mujer sucia, aún solo he estado con este hombre me siento así, sucia, sin embargo, no me voy a hundir en la depresión por esto, ni voy a pensar que mi vida se ha acabado, por qué para mí, mi vida va a comenzar después de estos tres meses, el final llevaba a un nuevo comienzo, ya no podía mantenerme despierta, me acomode, moví la almohada y me rendí al sueño.