Una Noche Con Un Mafioso

A César no le bastó verme arrodillado delante de él, ver todo el dolor que estaba causando con todo lo que me estaba diciendo.

Al bajar mis manos y tenerlas sobre el piso, César colocó su pie sobre ellas; y sin ninguna piedad las comenzó aplastar con fuerza...

Era tanto el dolor que Cesar está ocasionando en mis manos que no pude evitar gritar...

___¡¡Ayyyyy!!!..

Al escuchar mi grito, César se inclinó agarrándome del cuello. Me obligó a verlo a los ojos, para después continuar humillándome …

___ ¿Te duele?... ___ Me preguntó César sonriendo con burla.

Solo puede mover la cabeza de un lado para otro con desesperación, sentía que en cualquier momento César iba a romper los huesos de mis dedos... Quizás hasta ya lo había hecho, y más porque traía el anillo de compromiso en mi mano, el maldito anillo se clavó en mi dedo con todas sus fuerzas...

__ No me importa cuánto te duela, en más llores más placer voy a sentir en lastimarte... ___ Dijo César apretando con fuerza mi cuello...

Muerdo fuertemente el labio inferior, para evitar seguir derramando lágrimas, al parecer entre más lloré más me va a humillar…

Al verme contener mis lágrimas, César apretó con más fuerza mis manos. Para causar mucho más dolor en ellas, sin embargo, la sangre comenzó a salir de las heridas que César está causando en mis dedos.

Mis manos quedaron entumidas por el dolor al igual que mis rodillas, cuando pensé que me desmayaría por el dolor, la puerta de la habitación se abrió para que mi tortura continuará.

Susana entró a mi habitación cómo si fuera la señora de la casa, bueno ahora ya lo es por mi estupidez de haber confiado en ellos...

Ella se quedó parada en la mitad de la puerta; mirando a César torturarme, enseguida se dibujó una sonrisa siniestra en sus labios...

__ Cariño, por lo que veo ya le has contado todo" ... __ Dijo Susana caminando lentamente a donde estaba César y yo.

César dio un paso hacia atrás, alejando su pie de mis manos, enseguida las aleje del suelo y las lleve a mi pecho para evitar que él o Susana las volverán a lastimar...

Susana se acercó a César colocando sus manos en su cuello, para después besar apasionadamente a César frente a mí...

Me sentí como la mujer más estúpida que pudiera haber existido en este mundo, todos estos años estuve ciega al no ver lo que estuvo sucediendo en mi cara...

Ahora comprendo todas esas noches que vi a César salir de la casa de Susana, para mí era lo más normal, ya que siempre pensé que ellos se miraban como hermanos.

Todas esas mañanas dónde el teléfono de César sonaba y él sonreía sin ningún motivo... Ahora comprendo lo idiota que he sido al haber confiado en estas dos ratas.

__ Ese mismo sentimiento es el mismo que yo he sentido cada vez que besabas a César delante de mí. Cada vez que lo acariciabas, me tenía que tragar todo mis celos, odiaba con todas mis fuerzas ver cuando él tenía que besar tus horribles labios... __ Me dijo Susana, con odio...

__¡Me acusas cómo si yo fuera la que me hubiera metido en tu relación!... ¡Cuándo fuiste tú la zorra que se está cogiendo a mi prometido!!...

Antes de que terminara de hablar una fuerte bofetada me dejó caer al suelo, César se había atrevido a golpearme solo para defender a su amante...

__ ¡Quién te crees para hablarle de esta manera a mi mujer!!... __ Gritó César enfurecido...

Era tanta la decepción que estaba sintiendo al ver al hombre que amé con toda mi alma defendiendo como una fiera a su amante, a la mujer que ama. Ahora puede decir que todo el amor qué hace un momento sentí por él sea convertido en el odio más profundo...

César me levantó del suelo y me empujó con fuerza sobre mi sofá rosa que estaba detrás de mí, enseguida su mano se colocó sobre mi cabello, obligándome a verlo a los ojos...

__ ¿Quieres ver cómo amo a Susana?... __ Me preguntó César sin soltar sus manos de mi cabello.

César era un hijo de puta al que nunca le importe, lamentablemente me di cuenta muy tarde...

Susana se acercó a nosotros traía en sus manos dos cinturones, con los que comenzó amarrar mis manos... Tenía mucho miedo de lo que me pudieran hacer, mi cuerpo comenzó a temblar mucho...

Al terminar de amarrar mis manos, continuaron con mis pies, y después colocaron un pañuelo en mi boca para que no pudiera gritar... Al tenerme sometida al sofá, César y Susana se colocaron delante de mí…

Los dos se comenzaron a besar con mucho amor, sin embargo, su segundo movimiento me dejó atónita, ya que delante de mí se dio una escena porno.

Susana se puso de rodillas frente a César bajando su pantalón, su boca se tragó todo aquello que él tenía entre sus piernas... Por mucho tiempo me obligaron a ver cómo tenían sexo, en todo ese tiempo no puede evitar que mis lágrimas cayeran con desesperación de mis ojos...

Aunque muchas veces intente cerrarlos, no pude los gemidos de César de Susana eran demasiado fuertes, que torturaron sin piedad mis oídos...

Al terminar de tener sexo, César me soltó para sacarme a patadas de la casa que había sido de mis padres, ahora con el dolor atravesando cada parte de mi cuerpo caminé por mucho tiempo sin saber a dónde ir...

Mientras caminaba por las calles, muchas personas voltean a mirarme, sus caras de confusión se podían notar con claridad…

Para ellos solo soy una loca que camina por las calles, con un vestido blanco de novia...