Vivió su vida llena de mucha adrenalina, cuando renació en su nueva vida no fue diferente, las primeras horas de su vida tuvo que luchar para sobrevivir
¿que pasara cuando encuentre nuevos seres, o descubra que en este nuevo mundo la magia no es una simple fantasía?
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ÚLTIMA MISIÓN
La lluvia caía como metralleta sobre el asfalto, las luces rojas y azules se mezclaban en la distancia, y el corazón de Arianna Collins, agente de la CIA, golpeaba con fuerza contra su pecho, había fallado: el maletín con información clasificada estaba en manos enemigas, y ella sangraba por una herida en el abdomen.
Arianna: No puedo dejar que esto termine así…
La persecución se tornó un caos, un helicóptero rugía sobre su cabeza, los reflectores buscaban su figura entre las sombras, Arianna disparó su última bala y, aunque el mundo parecía derrumbarse a su alrededor, sonrió con ironía: al menos no se rendiría sin luchar.
Un rugido ensordecedor, una explosión, y de pronto… oscuridad.
Creí haber muerto, sentí el silencio, el vacío absoluto, pero algo extraño ocurrió: un segundo después, frío, agua salada, gritos ahogados, mis ojos se abrieron de golpe y el aire llenó mis pulmones con violencia, no estaba en el campo de batalla… estaba en medio del océano.
Mi cuerpo, pequeño y frágil, luchaba por mantenerse a flote entre restos de madera y cofres partidos, brazos delgados, manos diminutas, el reflejo de una niña de diez años atrapada en un naufragio.
Jeinnys: (¿Qué demonios…?”, pensé, ahogándome en medio de pánico, la mente de una mujer adulta en un cuerpo infantil, el instinto de espía me gritaba que sobreviviera, pero el mar no daba tregua.
Una ola gigante me arrastró bajo el agua, el silencio volvió, más pesado, más absoluto, justo cuando creí que moriría otra vez, mis manos tocaron un tablón, con la poca fuerza que me quedaba, me aferre y emergí a la superficie, jadeando) casi que no la libro, ¿Dónde rayos estoy y que es todo esto?
El mundo se redujo al vaivén del mar y al cielo nublado, no había nadie más, bueno eso es lo que logro percibir, solo arena, agua salada, en realidad mucha agua salada, y restos de cosas de un posible naufragio, solo restos flotando, nadie para salvarme, nadie para escuchar mi grito de loca desesperada.
Las lágrimas se mezclaron con el agua salada mientras el recuerdo de mi muerte pasada me golpeaba como una sentencia, había vuelto a nacer, pero… ¿para qué?
Con el cuerpo temblando, cerré los ojos y apreté los labios
Jeinnys: Sobreviviré… aunque el mundo quiera que muera no le daré el gusto, solo denme unas horitas para asimilar esto tan extraño que me acaba de pasar, si ya sé que estoy sola, no hay quien me escuche, pero si no hablo me volveré más loca de lo que estoy
El viento respondió con un rugido, el océano me había arrastrado hacia una isla desconocida
El mar me escupió contra la arena como si fuese un desecho, como vomito de perro, que humillante, hasta el mar está en mi contra hoy, tosí, escupí agua salada y rodé de lado, con el cuerpo temblando y la garganta ardiendo, cada músculo en mi frágil cuerpo infantil se negaba a moverse, como si me hubiera atravesado una corriente eléctrica que no me soltaba.
Jeinnys: Arianna Collins, la mujer que había enfrentado a terroristas, mafias y espías, se encuentra atrapada en la piel de una niña de diez años… y ahora estaba sola, más sola que los solos, sola, solita, solin
El sol del mediodía caía a plomo, abrasador, quemándome mi delicadísima piel húmeda, la arena se pegó a mi rostro como una segunda piel, a mis brazos, a mis piernas desnudas, me incorpore con dificultad y mire alrededor: una isla enorme, cubierta de vegetación densa, palmera tras palmera, árboles que no conocía, y un silencio inquietante interrumpido solo por el rugido del mar.
No había más supervivientes, no había voces, no había esperanza
El instinto me empujó a moverme, primero, agua, recordaba perfectamente las reglas de supervivencia: tres minutos sin aire, tres días sin agua, tres semanas sin comida, mi cuerpo era más débil que nunca, pero mi mente se aferraba a esa disciplina de hierro que me había convertido en una agente de élite, aparte de que aquí aplica muy bien el dicho, de soy muy joven para morir
Tropecé varias veces, me arañé con ramas, hasta que encontré un arroyo que descendía desde el interior de la isla, me lancé de rodillas y bebí como un animal sediento, sin importarme la suciedad
El agua sin duda alguna es vida
Luego vino el hambre, escarbe entre arbustos, encontré frutos verdes que parecían comestibles y los devore con desesperación, el alivio duró minutos: pronto, un dolor agudo me atravesó el estómago, el vómito me subió por la garganta y me desplome, retorciéndome, para mi estupenda vida recién adquirida, creo que acabo de envenenarme con algún tipo de baya venenosa.
Pase la primera noche tiritando bajo un árbol, abrazando mis rodillas, llorando en silencio, si no crean también lloro, la mente adulta me decía que debía resistir; la niña que ahora era, gritaba en su interior pidiendo a gritos a sus padres, aunque ni siquiera supiera cuáles son en esta vida.
Y tu Jei deja de ser impulsiva y mantén distancia con ese William!
Ta buena esa