NovelToon NovelToon
Dime Que Me Odias

Dime Que Me Odias

Status: En proceso
Genre:Romance / Posesivo / Amor-odio / Triángulo amoroso / Enfermizo
Popularitas:1.2k
Nilai: 5
nombre de autor: Miguel Antonio Alba La O(bluelight)

Dany es un adolescente nerd con una vida común. Lo único que desea en esta vida es lo que todo ser humano normal aspira y estima: paz.
Pero pareciera que nunca la tendría con Marcos dando vueltas: despiado, altivo, arrogante...
Porque Marcos era el típico macho de la escuela que jugaba fútbol. Ese tipo de chico que miraba a las personas como Dany como insectos.
No había manera de escapar de lo que se le venía encima o acaso si podría domar a la bestia.

NovelToon tiene autorización de Miguel Antonio Alba La O(bluelight) para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Marcas que no se borran

El sonido de mi respiración es lo único que escucho mientras camino hacia el casillero. No me vean, no me vean, no me vean. La vieja técnica mental nunca funciona, pero sigo intentándolo.

Mis nudillos se ponen blancos de tanto apretar la mochila. Sé lo que viene. Siempre es lo mismo.

—¡Oye, López! ¿Otra vez con esa cara de perrito abandonado?

La voz de Marcos Rojas me corta el aire antes de que pueda girar la combinación de mi casillero. No necesito mirarlo para saber que está sonriendo. Esa sonrisa que no llega a los ojos. Detrás de él, Javi y Rafa ya están riéndose, como si esto fuera el preludio de su show favorito.

—Déjame adivinar —Marcos apoya un brazo sobre mi casillero, demasiado cerca—. ¿Soñaste que alguien en esta escuela te quería?

Javi le arrebata mi cuaderno de bocetos antes de que pueda reaccionar.

—¡Uy, mira esto! —abre las páginas con dramatismo—. ¿Dibujando otra vez a tus "príncipes azules", Danny?

Mis dibujos de figuras mitológicas (sí, a veces con torsos demasiado perfectos) se exhiben como trofeos. Siento el calor subiéndome por el cuello.

—Devuélvemelo —digo, pero suena a súplica.

Marcos arranca una hoja lentamente. El sonido del papel desgarrándose me hace cerrar los ojos un segundo.

—¿Qué pasa? ¿Te duele? —susurra él. Cuando abro los ojos, su mirada me clava. Es extraño: parece... decepcionado. Como si esperara que hiciera algo más que aguantar.

Pero entonces Vale aparece como un huracán con piercings.

—¿En serio no se les ocurre nada mejor, Rojas? —le arrebata el cuaderno a Javi de un manotazo—. Maduren.

Marcos se ríe, pero su mandíbula está tensa.

—Siempre tienes que venir a salvarlo, ¿eh, Mendoza?

—Alguien tiene que hacerlo —responde Vale, arrastrándome lejos.

No miro atrás, pero siento los ojos de Marcos quemándome la espalda.

Me escondo en las gradas del estadio, fingiendo un dolor de estómago. Desde aquí veo a Marcos en la cancha: sudado, imparable, el rey de su propio universo. Javi le choca los cinco después de anotar, y por un segundo, me imagino cómo sería estar en ese círculo.

Patético.

—¿Otro día esquivando balonazos?

Casi me caigo de las gradas. Marcos está frente a mí, con una botella de agua a medio tomar. Su camiseta pegada al torso muestra más de lo que mi cerebro debería notar.

—No... no me gusta el fútbol —tartamudeo.

—Ya sé. Te gustan los libros y los dibujitos —dice, pero hoy no suena burlón. Se sienta a mi lado, dejando medio metro de distancia sagrada—. ¿Por qué nunca te defiendes?

La pregunta me deja sin aire.

—¿Y qué cambiaría? —contesto al fin—. ¿Un golpe? ¿Un grito? Ustedes siempre ganan.

Él mira hacia la cancha. Javi nos está mirando, ceño fruncido.

—No todos queremos ganar —murmura Marcos, tan bajo que casi creo haberlo imaginado.

Luego se levanta y se va, dejando su botella de agua a mi lado.

Tardo tres minutos en darme cuenta de que no la tiró. La dejó para mí.

Me lavo la cara, intentando borrar el día. Cuando levanto la vista al espejo, Javi y Rafa están detrás de mí.

—¿Qué haces, López? ¿Practicando caras de sufrimiento? —Javi empuja mi hombro contra el lavamanos.

—Deja de arrastrar a Marcos a tus mierdas raras —gruñe Rafa.

Entonces lo entiendo: vieron lo de las gradas.

El primer chorro de agua fría me golpea el pecho. El segundo, la cara. Me ahogo, pero lo peor no es el agua. Es escuchar a Marcos entrar y decir:

—¿Qué diablos hacen?

Silencio.

—Era solo un juego —dice Javi, pero su voz suena falsa.

Marcos los mira a ellos, luego a mí, empapado y temblando. Algo se quiebra en su expresión.

—Lárguense.

Cuando nos quedamos solos, Marcos saca su hoodie del mochilón y me lo tira.

—Ponte esto.

—¿Por qué...?

—Porque estás temblando, idiota —resopla, pero no me mira a los ojos.

Mientras me cambio, noto que él se ha parado frente a la puerta, como si... como si estuviera protegiéndome.

El hoodie huele a su colonia barata y a sudor. Huele a él. Y eso debería darme asco.

Pero no lo hace.

1
Maru Sevilla
Un capítulo interesante, engancha para seguir leyendo /Ok/
Blue Light: 😊😁✒️Me alegra que le guste la novela.
total 1 replies
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play