En un futuro dominado por la tecnología y robots personalizados, la vida de Aria Steele se desmorona cuando su novio, Alex, la traiciona con otra mujer. Buscando un nuevo comienzo, Aria se adentra en RoboTech, una empresa de tecnología que promete el amor perfecto a través de robots personalizados.
¿Qué pasaría si pudieras elegir al amor de tu vida? Piénsalo, un hombre hecho a tu medida cuerpo escultural, ojos que te enamoran, que te amará como nadie, un amor eterno. Evita un corazon roto y haz tu compra en RoboTech.
Releí el anuncio un millón veces, sintiendo la duda crecer en mi mente, no podía creer que iba a hacer esto pero llámalo estupidez o lo que sea.
Un pie hizo un movimiento y luego el otro, parecía que mi cabeza o más bien corazón, tomó la decisión. Entré en RoboTech y me preparé para cambiar mi destino.
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Capítulo 1 —La Traición de Alex
Aria:
Aria caminaba por las concurridas calles de NeoTech City, rodeada por la interminable procesión de robots y luces parpadeantes que definían su entorno. Aunque el sol brillaba sobre los rascacielos de cristal, haciendo ver el entorno hermoso y optimista, un peso desconocido oprimía su pecho. La jornada laboral en la Corporación Global TechCare había concluido, pero algo en el aire sugería que su vida estaba a punto de cambiar.
...Neo Tech City...
Aria se acomodó su cabello castaño ondulado para que cayese delicadamente sobre sus hombros y así aliviar la tensión que tenía su cuerpo. Sus ojos color avellana se vieron reflejados en el vidrio de la puerta de entrada del edificio donde vivía. Estos reflejaban una mezcla de determinación y dulzura.
Aún así se podía ver la sombra del miedo en esas hermosas cristalinas. Aria lo sabía, Alex habia estado muy extraño en las últimas semanas, ya casi no hablaba con ella y se texteaba con alguien.
Como sea, Aria entró en el edificio y se armó de valor, ella amaba Alex y haría lo que sea para cerrar la brecha que se estaba abriendo entre ellos.
Al llegar a su apartamento, encontró a su novio en la sala. Parecía absorto en su terminal de comunicación, pero al levantar la mirada, sus ojos se encontraron con los de ella y una sombra fugaz cruzó su rostro.
—¿Todo bien, cariño? —Preguntó Aria, tratando de ignorar la incomodidad que empezaba a crecer en su interior.
Alex suspiró y guardó la terminal. Se habían reemplazado los celulares hace mucho por ultradelgadas tabletas de cristal llamadas "terminales". Además de ser ligeras y cómodas para llevar, las terminales se utilizaban como ordenador y como comunicador móvil a la vez, así que hacia el trabajo más sencillo.
—Necesitamos hablar, Aria. Hay algo que debes saber. —Inmediatamente, el corazón de Aria se aceleró.
—¿Qué sucede, Alex? ¿Hay algún problema?
Él la miró fijamente, como si buscara las palabras adecuadas. —He estado pensando mucho en nosotros, en nuestra relación y creó que necesitamos un cambio.
Un escalofrío recorrió la espalda de Aria. —¿Un cambio? ¿A qué te refieres? —Pregunta ella, aunque por su expresión, no quería escucharlo, sabía lo que venía.
Alex se puso de pie y caminó hacia ella, tomando sus manos entre las suyas. —Aria, he conocido a alguien más. Alguien que me comprende de una manera que tú no puedes. No quiero herirte, pero creo que es lo mejor para ambos.
Las palabras de Alex golpearon a Aria como un puñetazo en el estómago.
Ella no supo que decir por un momento. ¿Otra mujer?. Ella creyó que se debía a algo más pero esto era..., inaceptable.
—¿Alguien más? ¿Cómo pudiste, Alex? Pensé que éramos felices juntos.
Él evitó su mirada. —Lo siento, Aria. Las cosas han cambiado. No podemos seguir así.
Ella se liberó de sus manos con rabia y decepción.
—No puedo creer que hayas hecho esto, Alex. Pensé que éramos diferentes, que nuestro amor sería para siempre...
Ella no pudo terminar estuvo apunto de llorar allí mismo, pero se negó a hacerlo no le daría la satisfacción a ese idiota.
Alex la miró con pesar. —No es personal, es solo que he encontrado algo más, algo que realmente me llena.
Aria se alejó de él, sintiendo una mezcla de dolor y enojo. "¿Acaso no era suficiente?", se preguntó ella en sus adentros, pero se negó a responder, no se haría daño en su cabeza por este hombre sin sentimientos.
—No mereces nada de mí, Alex. Creí en nosotros, en un amor que iba más allá de las máquinas y ahora, lo has destrozado.
Mientras Alex intentaba justificar sus acciones, Aria se retiró a su habitación. La traición resonaba en su mente, y las lágrimas empezaron a caer. En el silencio de su apartamento, enfrentó la realidad de que el amor humano estaba siendo reemplazado por conexiones más artificiales.
Aria se prometió a sí misma que no permitiría que esta traición definiera su destino. Con determinación, se limpió las lágrimas y se preguntó si la respuesta a su búsqueda de amor eterno podría encontrarse en los robots personalizados de RoboTech, la empresa que la bombardeaba con anuncios todos los días.
Decidida a tomar las riendas de su vida, Aria salió de su apartamento en busca de una nueva esperanza entre los engranajes y circuitos de NeoTech City. La traición de Alex se convertiría en el catalizador que la llevaría hacia un destino donde la conexión humana y la tecnología se entrelazaban de maneras inesperadas.
...Aria Steele ...