Anuncio de compromiso

Por sugerencia de Luciana, Xander y ella dejaron de bailar para atender a sus invitados. Como se le enseñó, el anfitrión habló brevemente con sus invitados y los invitó a charlas a futuras. Luciana fue presentada a mucha gente, y todos la alabaron por su belleza deslumbrante y su amabilidad.

Terminada la quinta pieza de baile, Xander solicitó la palabra para poder dirigirse a todos en el salón desde la mitad de las escaleras, con Luciana a su lado.

- "Buenas noches, estimadas damas y caballeros, espero esta pequeña recepción sea de su agrado. El motivo principal de esta fiesta era darme la bienvenida luego de estar tres años fuera de la ciudad por mis obligaciones como general en la frontera de nuestro Reino. Muchos de ustedes conocen sobre la reputación de la que gozo, y por mucho tiempo, me había resignado a vivir en soledad por el resto de mis días. Pero no hace mucho tiempo, una hermosa joven se cruzó en mi camino, o para ser más específico, ella se cayó luego de golpear mi espalda -todos en la sala rieron levemente por la anécdota, y Luciana enrojeció-. Nunca creí que algo como el amor a primera vista pudiera existir, pero en cuanto la vi, supe que no existía un ser más hermoso en todo el mundo, ni el ángel más bello podría equiparar su belleza. Por increíble que pareciera, y con todas las posibilidades en mi contra, ella también se fijó en mi, a su manera única y especial vio en mí algo digno de ser amado. Mis días llenos de oscuridad vieron su fin cuando una sola sonrisa suya iluminó mi vida e hizo sentir cálido a mi corazón antes frío y duro por las experiencias de mi vida. Cuando confesé mis sentimientos, ella me correspondió contándome sobre los suyos, y nunca antes fui más feliz que ese día. Querida mía, mi dulce Luciana Martell, el día de hoy quiero anunciar formalmente nuestra unión en matrimonio, espero que nuestro tiempo juntos sea eterno y lleno de felicidad y dicha. Frente a todas estas honorables personas, te hago una promesa: te amaré, cuidare y velaré por tu felicidad, así sea que se me vaya la vida en ello. -Xander sacó de una caja de terciopelo negro, un anillo de diamante con forma de corazón, y con pequeños diamantes cubriendo la mitad de la circunferencia del anillo- Con este anillo, sello mi promesa, y te pido que seas mía."

Los asistentes a la fiesta estallaron en aplausos, mientras Xander tomaba la mano izquierda de Luciana, donde puso el anillo de compromiso en su dedo anular, llevando después su mano a sus labios y depositando un suave beso. Luciana abrazo a su prometido, y luego le dio un suave beso en sus labios4261. Los presentes habían disfrutado del emotivo discurso del general para declarar su amor, y se percataron que esos sentimientos parecían ser reales y eran correspondidos por su ahora prometida.

El resto de la noche, la pasaron bailando y recibiendo las felicitaciones por su reciente compromiso. Muchas damas hicieron clara su intención de entablar una amistad con ella, y quedaron de invitarla a sus fiestas de té y otros eventos. La mayoría de los invitados preguntaban por la fecha de la boda, y les dijeron que aún estaban aclarando esos detalles, pero que por su puesto, todos los presentes en la propuesta serían invitados a la boda también.

Al rededor de las dos de la mañana, los invitados comenzaron a irse, y una hora después el salón estuvo completamente vacío. Una doncella que Xander le había puesto a Luciana la desvistió y la dejó solamente con un camisón para dormir. Los minutos pasaban, y Luciana temía que el no llegara esa noche como le había prometido, pero un ruido desde la ventana llamó su atención. Xander se acercó lentamente a ella, y tomó su nuca para besarla con suavidad.

- Temía que no llegaras.

- Yo nunca te dejaría esperando.

Luciana se acercó a Xander para besarlo nuevamente. Amaba su calor envolviendola, era la sensación más reconfortante que había sentido nunca. Bajó la mano y pudo sentir su torso desnudo, por primera vez estaba tocando su cuerpo, y la calidez de su bajo vientre volvió, y más intensa que antes.

- Luciana, amor mío, no toques de más, oh estaré en serios problemas.

- ¿No te gusta?

- Me gusta demasiado, pero estamos en una situación comprometedora.

- Está bien, te entiendo -Luciana estaba triste, de algún modo se sentía rechazada.

- No, no me entiendes. Sentir tus manos en mi cuerpo es la sensación más deliciosa que he conocido, y necesito todas mis fuerzas para pedirte que pares. No te quiero hacer daño de ninguna forma, y eso incluye no tomar nada de ti hasta después de casarnos.

- Pero yo lo quiero Xander -el aludido abrió los ojos con sorpresa-, siento un calor que me cosquillea por todo el cuerpo cuando me tocas, y eso me consume, no me deja pensar. Por eso te pedí que vinieras esta noche. Ayúdame con lo que siento.

- Pequeña Luciérnaga, yo siento ese mismo calor que tu, significa -Xander besó el cuello de la joven, haciéndola estremecer- que nuestros cuerpos quieren ser uno sólo -el hombre vio el sonrojo de esa hermosa mujer y se sintió dichoso al saber que era capaz de provocarle lo mismo el sentía-. Significa también que te gusta mi presencia y mis caricias. Significa que disfrutarás mucho siendo mi esposa.

Luciana se dirigió a la boca de Xander, a probar sus besos nuevamente, pero había algo que la molestaba.

- Xander, quítate tu máscara, me gusta más besarte sin ella.

- Está bien, pero sin tocar.

- ¿Hasta cuando? Necesito conocer esa parte de ti también, yo ya te amo, y sentir tu piel no cambiará eso. O ¿piensas nunca quitarte la máscara cuando estemos casados y hagamos el amor?, y cuando pueda ver ¿seguirás sin quitarte esa máscara?

- Esta máscara me protege del mundo -el temor aún dominaba a Xander.

- No necesitas protegerte de mi. Yo te amo, y estoy dispuesta a entregarme a ti por completo: mi alma, mi corazón y mi cuerpo son tuyos para siempre. ¿Tu estas dispuesto a entregarte a mi de la misma manera en la que yo lo haré?

- Claro que estoy dispuesto mi amor.

- Yo soy vulnerable a ti, y no es malo, me amas, me cuidas y me proteges. Se vulnerable conmigo también, te amaré, te cuidaré y te protegeré. Mi amor no es menos que el tuyo, y así como esa noche derramaste sangre por mi, juro por los dioses que yo nunca dudaría en defenderte.

- Está bien -Xander estaba conmovido por las palabras de su amada, y decidió quitarse la máscara ante ella. Con temor, llevó su suave mano a la parte izquierda de su rostro-. Puedes ver esta parte de mi también.

Con sus manos Luciana recorrió esa parte de su rostro, llena de irregularidades: habían protuberancias y depresiones extrañas, había una parte en la que podía sentir el hueso casi debajo de la piel, como si no hubiera carne, lo que debería ser su mejilla era tan solo una extraña piel gruesa sin rastro de carne ni grasa. Sus ojos eran lo único que parecían conservar su forma normal. Luciana quería llorar ¿cuanto dolor le tuvo que causar eso?

- ¿Como te hiciste esta cicatriz?

- Es una quemadura -Xander hablaba con un susurro, sentía temblar a Luciana ¿ahora ya le tenía miedo como los demás?

- ¿Como te hiciste esta cicatriz? -repitió la joven.

- Mi padre, el lo hizo.

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