Cita en la ciudad

Xander había llegado en persona a la mansión del Duque Martell por Luciana, lo recibieron bastante bien, y lo llevaron a una pequeña sala de estar cerca del cuarto de la joven, cuando pasó por ahí, pudo ver que Marie estaba peinando a Luciana mientras charlaban sobre su último libro leído, y se detuvo para ver lo hermosa que estaba su prometida.

- Oh, señorita Luciana, me gustaría vivir un romance como el de Lady Bradwood con el pirata Smith, es tan romántico que un hombre cambie por ti y sea capaz de dar su vida por su amada.

- A mi me gustó más el almirante Maddox. Tenía mejores motivaciones personales.

- Ha usted siempre le gustan más los villanos, no la entiendo ¿no le gusta que los protagonistas tengan un final feliz?

- Claro que me gusta. Pero creo que los villanos también merecen ser felices. El almirante sufrió mucho toda su vida. No se merecía la muerte sólo por estar del bando equivocado, además siempre amó a Lady Bradwood y dio todo por el bienestar de ella, pero ella nunca se enteró, lo cual es injusto. Me hubiera gustado más que la protagonista eligiera al villano. Nunca se dio la oportunidad de conocerlo, y sólo lo juzgó por hacer las cosas a las que se dedicaba.

- Yo no lo creo. Además, en mi imaginación el pirata Smith es más guapo.

- Siempre hablas de belleza física. El almirante Maddox siempre será mejor para mí que el pirata Smith.

- Ya está lista señorita, su peinado le quedó maravilloso. Sin duda el general quedará impresionado, se ve radiante el día de hoy, el amarillo combina muy bien con su cabello.

- Espero que todo salga bien hoy con Xander.

- Señorita, ¿el general le gusta?

Ante esta pregunta, Xander contuvo la respiración, quería saber la respuesta de Luciana.

- Sí, me gusta, es muy amable, y el dice que tiene la intención de cortejarme, por lo que creo que también le gusto.

- El me recuerda a esos villanos que tanto le gustan. Ya sabe, mala reputación, no tan bien parecido, incluso tiene esa presencia que da miedo.

- El no da miedo. Quizá crees eso porque siempre piensas en los chismes de él y recuerdas la cicatriz que tanto te asustó. Pero no deberías pensar cosas tan malas de él. Te haré unas preguntas, y responde sinceramente. ¿Quién me ha tratado mejor, Xander o Ramona?

- El general, por su puesto.

- Con quien me ves más a gusto. Xander o mi padre.

- Con el general -Marie parecía estar comprendiendo el punto al que quería llegar Luciana.

- Quién ha mostrado su interés por mi abiertamente, Xander o Gabriel.

- El general. Pero su alteza también la pasa mal.

- Creo que podemos concluir en que Xander se ha portado excelente conmigo. No hay motivo para que creas que es aterrador cuando me trata como un caballero, además cuando el sea mi esposo, tu irás a vivir con nosotros, por lo que no me gustaría que pensaras mal de él.

- ¿Señorita, enserio no me dejará?

- Claro que no te dejaré, eres mi única y mejor amiga, además no creo que Xander se niegue a que lleve a mi doncella conmigo, el está haciendo mucho por mi.

- Gracias señorita, le prometo que veré con mejores ojos al general y no pondré trabas en su amor.

- Oh, ya cállate -Luciana y Marie reían juntas.

Xander estába emocionado, ahora estaba seguro que Luciana no lo aborrecía, y podía dar los siguientes pasos en su intento de conquistarla. Se acomodó el saco y tocó la puerta. Le abrió Marie, y esta vez ella le sonrió amablemente.

- Señorita, el general ha llegado.

- Buen día señorita Marie, buen día señorita Luciana -se acercó y beso suavemente sus dedos-. El día de hoy se ve completamente encantadora.

- Gracias Xander -se acercó y tocó suavemente su ropa, pasando su mano por un pañuelo de seda-. Tu también estás muy bien arreglado.

- ¿Ya están listas? O si no lo están puedo esperar a fuera -Xander no sabia como reaccionar a los acercamientos de la joven, sabía que era su forma de "ver", pero se sentía muy nervioso por su cercanía.

- Ya estamos listas.

El camino a la ciudad fue muy ameno. Xander preguntó que tal le había ido el día anterior, y escuchó cómo habían terminado de leer un libro del que ambas mujeres tenían impresiones diferentes. Xander les recomendó un libro de misterio que leyó cuando era niño y que le había causado varias pesadillas. Le gustaba mucho escuchar a Luciana hablar tan animosamente con él, sentía que a ese paso, muy pronto ella podría aceptarlo en su corazón.

- Señorita, este color rojo le sienta muy bien a su piel. Sólo habría que hacer unos ajustes en la cintura y el busto para que le amolde perfectamente el cuerpo -la modista halagaba a Luciana

- ¿Qué opinas, Marie?

- Me gusta mucho el rojo, le va bien. Pero tendríamos que comprar alguna joya que quedara al estilo de este vestido.

- No se preocupe por eso Marie, más tarde iremos a la joyería -le respondió Xander-, lo importante es que Luciana apruebe las compras.

- ¿A ti te gusta el vestido Xander? -preguntó nerviosa Luciana.

- Es un lindo vestido, pero se ve precioso cuando tu lo vistes. Y Marie y la modista tienen razón, el color te va muy bien -Xander sonreía al ver el sonrojo de la joven.

Luciana regresó a que le cambiaran el vestido y le terminaran de tomar medidas. Así que Xander aprovecho para hablar con Marie, pues Simon decía que para gustarle más a una joven, uno debe agradarle a sus amistades también.

- Marie, tu que conoces el estilo de la señorita, encarga al menos cinco vestidos de fiesta para Luciana, y otros diez de uso diario, no te fijes por el precio. También deberías encargar un vestido para la fiesta de compromiso, y escoge otros tantos para tu uso personal.

- General, no es necesario que me compré nada. Yo solo vine de compañía para la señorita -la joven incluso parecía un poco asustada.

- Es mi forma de agradecerte. Creo que eres probablemente la persona más cercana a Luciana, y en la mansión del Duque estoy seguro que eres la persona que ella más quiere.

- No tiene nada que agradecer, la señorita es una persona maravillosa que merece todo el cariño del mundo. Y yo me la paso muy bien con ella.

- Lo sé, pero creo que no todos se dan cuenta de eso. Si te soy sincero, me hubiera gustado conocer a Luci desde antes. Así podría haberla sacado de casa de su padre antes. Por favor, acepta mis regalos como agradecimiento por cuidar de la mujer que será mi esposa, estoy seguro que a Luciana le gustará la idea de que tengas nuevos vestidos.

- Está bien. Aceptaré su regalo porque creo que es amable de todo corazón con mi señorita.

Cuando Luciana salió del probador, se sentó junto a Xander, y este no desaprovechó el momento para tomar su mano y besar sus dedos con suavidad, después de eso ya no soltó su mano, y se dedico a hacer círculos con su pulgar en el dorso de la mano de la joven. Luciana ya se estaba acostumbrado a esas muestras de cariño por parte del hombre, pero para la gente era extraño ver al Lobo Sangriento comportarse tan íntimamente con alguien.

- Le he pedido a Marie que escoja un vestido de baile para nuestro compromiso. Espero no te moleste que la esperemos un momento.

- Oh, Xander, muchas gracias por tener ese detalle con ella. Marie es muy terca y no deja casi nunca que yo le haga obsequios.

Marie escogió un vestido azul oscuro, que le quedaba bastante bien y la hacía lucir muy elegante y sofisticada. La modista se quedó perpleja cuando Xander le dijo que quería al menos, treinta vestidos en total, así como otras piezas como ropa interior, batas para dormir, medias y botas según las medidas de las damas. Los dos vestidos de gala que habían escogido primero los quería urgentemente, y pido que los mandaran a la mansión del Duque. Marie y Luciana protestaron ante la cantidad exorbitante de ropa que quería comprar Xander, pero el no dio su brazo a torcer.

- Todo será mandado a mi mansión cuando esté listo. Así que cuando nos casemos no tendrás necesidad de llevar nada más que aquello que tu creas que es de valor para ti. Soy un hombre rico, y me puedo permitir el lujo de comprar toda la tienda para que tu y Marie estrenen ropa todos los días.

- No, no. No hagas eso Xander, sería incómodo.

- Entonces no te niegues a que te compre unos cuantos vestidos. Marie también tomará algunos, y si necesitan más, sólo lo tienes que pedir. Ahora, vamos a la joyería. Quiero saber si hay alguna gema que sea digna de tu belleza.

Luciana se sonrojaba ante las palabras de Xander, el siempre la llenaba de halagos y le decía palabras dulces, por lo que estaba muy contenta con su prometido, y no dudaba de que muy pronto estaría enamorada de él.

Ahora que Marie había prometido no tener prejuicios contra el general, podía ver cariño y mimos en las miradas que le dirigía a su señorita, al parecer el hombre estaba enamorado de ella,y esperaba que Luciana pudiera ser feliz en su matrimonio con el general.

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