Lo amargó lo recibió el ángel

Comenzábamos con Arte de las armas, una asignatura que enseña a dominar el equilibrio con la espada.

—¡Aprendan con gracia y muévanse con elegancia!— Lema del profesor Vesta. Uno de los más guapos, según la gente, y jefe de la casa Hidra. —Damiselas y caballeros, saquen una espada. La acción hace a la experiencia— Lanzó un verso.

Todas las espadas eran iguales, largas y finas de esgrima. —Respiremos hondo. Mantener la postura. Movamonos como el viento sereno— Seguiamos su danza.

—¡Y en guardia! Crean que atacan a algo— Fingió que pinchaba a alguien. —¡Dejad lleno de hoyos!— Exclamó. —No dejen ninguna abertura— Era difícil seguirle el paso.

—¡Paciencia, que es una virtud! Lo hacen bien ¡Ahora, respiren! Alcen la punta, como si triunfaran y limpien la espada que usaron— ¿Era esto teatro?

—¡Lo haces muy bien, Mabel!— Halagó al chico que acompañaba a Melody. —¡Como esperaba de un chico de mi casa! ¡Miren, el aprendió del arte!—Los profesores conspiran contra las otras casas. No hay cuando, no eleven los humos del mejor de su casa.

—¡De nuevo! ¡Uno, dos tres y cuatro! ¡Son ligeros, moverse como el viento!— Soran accidentalmente tropezó.

—¡Ahaja! ¿Qué haces, payaso?— Se reía Franny.

—¡Mal, mal, mal! ¡Las aves no chocan con sus propias alas!— Lo regañó el profesor. —Si no puedes imaginarlo ¡Eres un rayo! ¡Y el rayo desvía los obstáculos! ¡No se enreda!— Él asintió y volvió a la formación.

El calentamiento del maestro Vesta es difícil.

En el recreo me acerqué a mi amigo. —¿Estás bien?— Me senté en una de las bancas del patio junto a él. —Arte de las armas no es una clase agradable—

—Estoy bien, no soy frágil— Me sonrió. —Aunque aún no entiendo bien lo del equilibrio—

—Es complicado ¿Era tu primera vez con una espada?— Él asintió.

—Tienes que pensar que la espada es más que una herramienta, que es parte de tu brazo e imaginar, pero no tan exagerado como el profesor— Él se rió y le dí una mordida a mi emparedado.

—Gracias, siempre estás ayudándome—

—Creo que es mutuo—

—Sí, eres un buen amigo— Y me acaba de dejar en la friendzone. Me robó lo que quedaba de mi pan. —Nos vemos luego— Se despidió dejándome con las manos vacías.

En teoría de la magia, uno probaba los más raros artilugios. Nos pasaban diapositivas, señalando las propiedades de las distintas piedras y minerales. —Cada piedra preciosa contiene un poder único, el día de hoy les traje muestras de varitas. Son copias de las originales, así que solo tienen el mínimo de magia.— Mi papá abrió una puerta detrás de él. —Pasen de a cinco, la bodega es estrecha— Mi grupo decidió esperar, ya que todos querían una varita, y tenían el desmadre con los turnos.

—¿Alguno ha probado una varita?—

—Mi mamá tiene una, cuando era niño la tomé sin permiso, pero me regañaron— Compartió Astolfo su anécdota.

—No, la primera vez que vi una fue en las tiendas— Dijo Franny.

—Es su turno— Nos escoltó mi papá. Adentro de la bodega habían estantes con distintas varitas, cada una con un número. —Tomen la que más les atraiga, y la varita dirá su compatibilidad— De a poco me fijé en las varitas y avancé hasta chocar con Soran.

—¡Lo siento!— No lo había visto, en comparación soy más alto.

—Ahaja, eres muy alto, Kentin...— Rió nervioso. Aunque él no era bajo para ser un omega, creo que medía alrededor de un 1.72 ya que yo estoy alcanzando el 1.80 cm.

Tomé una varita cualquiera y la punta sacó diminutos fuegos artificiales. Miré la barra de compatibilidad. —¡90%!— Él me imitó, pero la suya lanzó una explosión, dejándonos llenos de cenizas. Reímos al vernos.

Le limpié delicadamente la ceniza de su mejilla y noté un rubor en su piel levemente tostada.

—¡Oigan! ¿Qué esperan?— Nos llamó Franny.

Pero ni eso me sacó de la cabeza a Soran. De camino a nuestro puesto, intercambiamos miradas. Soran me sonrió coqueto, sentí aquello como una invitación. Nuestra química creció considerablemente en esos segundos.

—Todos a sus bancos— Nos sentamos. —Haremos hechizos básicos. Vayan a la página 15. Emitir luz, lanzar una cantidad pequeña de su elemento, flotar... Pueden hacerlo sin una varita, pero para mayor control e ir ganando confianza, pueden utilizar una. ¡Les daré a cada grupo una tarea diferente!— Se acercó a dictarla —Hagan ondulaciones o torbellinos con su elemento—. Enseguida lo escuchamos nos pusimos manos a la obra. Leímos el libro, destacamos y dimos nuestra opinión.

—Intenten por su cuenta y luego vemos que hacer para mostrarle a mi padre— Dirigí y todos asintieron.

Franny hacía ondulaciones con bruma, Cyara transfería su luz a un tornado lento, Astolfo hizo un torbellino diminuto y Soran las mismas ondulaciones que Franny, pero con electricidad.

—¡Hey, no me imites!—

—Ni siquiera he planeado imitarte— Se defendió el cuernudo. —¿No serás tú la copiona?— Sonrió triunfante, lo que solo irritó más a la pelinegra.

En conjunto, le presentamos a mi padre nuestro avance, y unimos los torbellinos y ondulaciones en uno. Había salido perfecto, pero un chorro de agua apagó nuestro trabajo. Observamos al culpable, y no era de adivinar, el grupo de Melody.

—¿Ondulaciones unidas? Seguro no era su tarea, y aún así mostraron su actividad poco profesional— Insultó.

—¡¿Qué te importa?!— Le gruñó Franny. Mi papá, en vez de parar el conflicto, se apartó divertido tomando notas.

—Franny, Melody solo es una perra celosa— La tranquilicé y por mi ofensa, Mabel, el amigo de melody, tiró un hechizo contra mí. Pero, milagrosamente, mi padre anuló el ataque.

—¡Si quieren pelear, pidan un duelo formal!— Con un movimiento de varita, nos quitó las nuestras.

La campana sonó para ir a almorzar. Como de costumbre, nos sentamos sin Soran, ya que al pertenecer a los Grifos lo obligan a comer con ellos. Por esa razón, es que los almuerzos son más aburridos, él es parte de la chispa del grupo.

—¡Atención, quiero dar un anuncio!— El director se paró de su asiento. —Los Grifos pondrán en el tablero de anuncios las clases extras. Les recomiendo tomar alguna, ya que al menos la clase de Baile es primordial.—

Su magia ilusoria nos dió a conocer los eventos de los bailes de emparejamiento. —Bailes de apareamiento. Hace 100 años atrás nadie sabía como controlar su escencia, entonces el reino de Edela formó una alianza con los reinos del mar y las islas más allá de nuestro continente, informandose sobre este sistema. Danzas que les permite, no solo encontrar pareja para reproducirse entre la misma especie. También detiene el celo. La mayoría habrá experimentado su semana de celo, y muchos la habrán sabido conllevar gracias a los bailes de apareamiento de sus naciones. Cada año, celebramos en primavera estos bailes, sin importar la parte amorosa y sexual. Es solo una conmemoración y práctica de coqueteo. No se les debe ir de las manos, tendrán sus guías, para informarles las diversas restricciones. Les recuerdo, que esta conmemoración es con fines educativos. No se les suba a la cabeza, ya saben la sanción por obligar a alguien a convertirse en compañeros de vida. Si veo una sola marca en el cuello de un alumno, tenga por hecho que se irá expulsado.—

El baile de apareamiento, me lo enseñaron mis padres desde pequeño. Esta es una grandiosa oportunidad para pedirle a alguien ser mi pareja. No marcarla como pareja de vida, obviamente. Si no, al menos crear la abertura perfecta para confesar mis sentimientos. Mis ojos se dirigieron a la mesa del grifo.

—¿Te unirás a las clases extras? Te ves emocionado— Dijo Franny en un tono aburrido, seguro porque no está Soran para molestar.

—Sí, respeto mucho a mi raza, conservaré mi honor y asistiré. Además, nos obligaran a participar del evento igualmente. ¿Y tú, participarás?—

—Sí... ¿Por qué no?— Divagó y luego se animó al ver a Cyara. —¿Cyara, irás?—

—Eh... Sí, iré—.

—¿Nos van a separar en alphas y omegas?— Preguntó Astolfo.

—Seguramente— Respondió la de pelo corto.

Al terminar de comer, fuimos a inscribirnos. En el patio habían largas filas de espera. Los Grifos hacían el papeleo. Para nuestra sorpresa, Soran nos atendió.

—¡Clases de baile, estupendo! ¿Qué horarios van a querer?— Preguntó al grupo para ir avanzando más rápido.

—Quiero todos los horarios que pueda conseguir— Afirmé asombrando al equipo.

—¡Me gusta tu mirada decisiva!— Soran me inscribió los tres días de la semana disponibles. Los otros me siguieron, y al final, tomamos los mismos horarios de la semana. —Ya estamos. La primera clase será hoy, pero es solo de reconocimiento, se les dará los materiales y manuales.— Dijo firmando los papeles. Pasaba desapercibido el que era la primera vez que hacía el papeleo. Soran continuó hablando con las masas. Tenía madera de líder, definitivamente es un grifo.

Comenzó la hora de clases individuales. Una asignatura única dependiendo de tu elemento. La magia oscura era exclusiva para los sombra. Era extraño ser menos de 20 en un salón con mi madre.

—Practicarán conmigo la magia negra. Sé que suena atemorizante, pero los maleficios no es su única función. También es primordial aprender lo básico de ella para hacer un pacto, o como prefieren decirle los hechiceros de luz; Un contrato— Hizo una seña, para acercarnos a la bola de cristal que lleva consigo.

—A lo largo de la historia... Pueden observar a diversas razas, personas, leyendas, levantando una espada y apropiandose de su espíritu. En cada creación queda la huella de su usuario. En simples artefactos como las varitas, baculos y cetros queda la mágica energía de su creador. Por eso, todos los artilugios escogen a sus amos. Buscan las similitudes de su creador en los demás.— Vimos imágenes del famoso Rey Arturo con la Excalibur, su sucesor con la Calibur. Silvara con la Colmillo de Nieve. Leviatán con la Enlance de Fuego. La Reina de Edela con la Warrior. El Rey Maximus con la Calibur. Infinitos usuarios que dejan su energía en lo que tocan.

Mi madre al dar por terminada la clase nos llevó a la clase de baile. Seguimos el camino hasta el Campo de entrenamiento. Ella se despidió dirigiéndose con los omegas. En mi caso, fui al lado de Franny. El profesor Takumi de Telekinesis, mi papá, y el profesor Vesta, de Arte de las armas, aguardaban por nosotros.

—¡Van a sudar mucho hoy!— Decretó.

—Todos vienen de distintas partes de Eldona, por lo que no tienen la misma cultura, ni bailes de apareamientos. Sin embargo, los queremos motivar a incluir a sus mentes toda clase de baile. ¿Por qué? La respuesta es clara, mientras mayor conocimiento, más dominarán los movimientos de la persona que desean conquistar. ¿Qué pasa si su amada es una sirena y tú un centauro? ¡Será un mar de tierra y confusión! ¡Acabará pesimo! ¡En un enredo de pasos y emociones! Para prevenir tal desastre es que entrelazaremos naciones. Así podrán usar movimientos que están más allá de lo que son. ¿Quieren conocer el otro lado de la costa? ¡Vinieron al lugar correcto!— Incentivó mi padre.

—¡¿Llevan su uniforme de deporte listo?!—

—¡Sí!— Respondimos.

—¿Y qué esperan para formarse? ¡Dos hileras!— Nos formó el maestro Takumi, tenía una mirada atemorizante.

—Sobre la organización, de el día del festival primaveral. Presentarán dos bailes grupales. El primero será mixto, el segundo lo presentarán solo los omegas, y ustedes el tercero. Luego, será el desfile. Irán en fila mostrándole sus pasos al público. Con algo de suerte conseguirán alguna pareja antes de que acabe la noche— Nos pasaron un manual. —Vayan a cambiarse— Para bailar más cómodos, nos dieron una polera y calzas cortas. —No se acostumbren a esa teñida tan cómoda, pronto se les asignará sus trajes de baile—

—Antes de empezar, quiero que me digan ¿Qué representa el alpha en el baile?— Preguntó el profesor Takumi.

—Se supone que representa la fuerza, la protección y la valentía— Levantó la mano un estudiante.

—¡Exacto! ¿Y qué más?—

—Agilidad y audacia— Respondió otro alumno.

—Pero, falta lo más importante... Cuando te ves bailando algo desconocido, hacemos lo posible por seguir el ritmo, sin embargo eso no es suficiente. ¿Qué es lo que le falta a un verdadero conquistador?—

—Creatividad— Dije.

—¡Sí! Perfecto, a ustedes tres, los espero en primera fila— Señaló a los que respondimos correctamente.

—Cada profesor les enseñará distintos métodos y danzas de diferentes naciones. En mi caso, me enfocaré en los bailes del Sur.—

Los movimientos que nos hizo hacer el maestro Takumi, eran similares a las artes marciales. Al ser la fuente de los bailes del Sur la fortaleza, estos eran más enérgicos y toscos. También, incluyó los gritos, las palmadas en las piernas y pecho, creando ruidos violentos. Una danza intimidante y caótica.

Los de Austro son en el fondo verdaderos guerreros, es algo que llevan en su naturaleza. A pesar de ello, no veía a Soran como un chico tosco, pero si lo miras bien, te das cuenta que tiene una gran influencia del pueblo del que nació. Su instinto de romper el silencio, y no temer a enfrentarse a las injusticias, lo demostraba. Tenía que aprender el ritmo que él utilizaba, nuestros bailes eran completamente distintos.

Quedamos tirados sobre el pasto al finalizar la clase. Los omegas también habían terminado y muchos se acercaron a los alphas para darles de beber.

Cyara y Soran me mostraron sus contenedores de agua al mismo tiempo e incluso dijeron a la vez —¡Toma!— Ambos se miraron extrañados.

—Lamento el inconveniente, Soran— Le sonrió.

—Pero como su prometida es correcto que yo tenga el papel de darle de beber— Me asombró que le hubiera dicho eso y él se descolocó también.

—Claro, lo siento, solo quería ayudar a mi amigo, Cyara— Respondió presionando la botella de madera y se fue rápidamente.

—¿Por qué le dijiste?—

—Es la verdad, no veo porque no decirle— Le eché un ojo que la aterró completamente. Retrocedió asustada por mi escencia maligna y probablemente hasta Leviatán se atrevió a echarle también.

Corrí en dirección al rubio, por suerte no había avanzado muy lejos. —¡Soran!— Él se detuvo.

—¿Qué pasa?—

—Hey, no tengo idea porque Cyara dijo eso... No tienes que tomar en cuenta el compromiso, nuestros padres son los que decidieron por nosotros.—

—¿Por qué me das explicaciones?— Cortó mis palabras.

—No quiero que te hagas una idea equivocada—

—Es cierto, no debo hacermela, Cyara me lo dejó en claro— Él continuó caminando.

—¡No! No la escuches— Lo alcancé. —¡Ella no me agrada! No pienso casarme con ella—

—Pero es tu deber, Kentin... No puedes solo decir que no te casarás con ella—

—¡ESCÚCHAME!— Grité sacando a la luz mi demonio interior, haciendo oír mi autoridad como alpha. Cometí el peor error con él. —Y-yo no quise gritarte...— Nervioso me alejé. —Perdón— Entré en pánico por lo que era, tenía miedo que él descubriera el terrible ser que llevaba escondiendo.

—Kentin...— Salí huyendo, mientras él exclamaba mi nombre.

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