Más problemas

Eran las 1 de la madrugada cuando, con cautela, abrí la puerta de casa. Mi cara mostraba el evidente golpe, más notorio ahora que al principio. No quería que Cesar empezara a hacer preguntas incómodas.

Me dirigía sigilosamente hacia la habitación de invitados cuando la voz de Cesar me detuvo en seco. —Puedo escucharte, Hal—, advirtió desde la oscuridad, con los brazos cruzados.

No dije una palabra y continué mi camino, pero cuando me di cuenta, Cesar estaba parado en el pasillo, mirándome fijamente. Me volví hacia donde el golpe no era visible y lo ignoré, pero Cesar no tardó en comenzar con las preguntas.

—¿Por qué no llegaste a la cena, Hal?— preguntó, su tono ya cargado de reproche.

Puse una excusa, —Se cruzó algo en mi camino, Cesar. No pude llegar.—

La discusión se desató de inmediato. —No puedes llegar a estas horas de la noche sin avisar, Hal. ¿Qué diablos te pasa?— espetó Cesar con intensidad.

—Estoy cansado, Cesar, cansado de que todos intenten decirme qué demonios tengo que hacer—, grité, la frustración tintando cada palabra.

Cesar, notando el golpe en mi rostro, intentó acercarse para preguntar, pero me aparté rápidamente. —¿Qué pasó en tu cara?— preguntó con preocupación.

Me alejé de él y entré rápidamente en la habitación a la que me dirigía. Cerré la puerta con fuerza, ignorando las súplicas de Cesar para hablar.

"Tal vez debería desaparecer, desaparecer de esta maldita vida", pensé mientras me tumbaba en la cama y las lágrimas comenzaban a fluir en silencio. La frustración, la impotencia y el deseo de escapar se enredaban en mi mente, creando un torbellino de pensamientos oscuros. Ignorando a Cesar, dejé que la angustia se apoderara de mí mientras la oscuridad de la habitación reflejaba el caos interno que sentía.

Después de unos diez minutos, el silencio se apoderó del otro lado de la puerta. Escuché cómo Cesar dejaba de llamar, como si un velo de tranquilidad descendiera sobre la habitación. Lentamente, volvió a ser el mismo de siempre, pero esta vez su tono era diferente.

—Recuerdo cuando eras solo un niño, Hal. Eras dulce, lleno de vida. Eras mi favorito, siempre inteligente y optimista—, sus palabras, aunque amables, tenían un matiz frío que se interponía en cualquier rastro de calidez.

Seguía llorando en silencio, incapaz de articular una palabra. Cesar continuó, recordando el tiempo en que cuidaba de mí como padrastro. —Siempre prometí cuidarte, estar para ti. Incluso cuando tu madre decidió divorciarse de mí, yo estaba allí para ti—, dijo con una mezcla de ternura y distancia.

Sus palabras eran dulces, pero la frialdad que las acompañaba creaba una extraña atmósfera. Cesar intentaba conectarse conmigo, pero la barrera entre nosotros parecía insuperable.

—Siempre he querido lo mejor para ti, Hal. Aunque nuestra relación haya cambiado, no olvido esos momentos en los que éramos una familia. Te vi crecer, y siempre quise que alcanzaras tu máximo potencial. Pero algo se torció en el camino.—

—Me duele verte así, Hal. Has tomado caminos peligrosos y no puedo simplemente quedarme de brazos cruzados. No quiero que te hagas daño a ti mismo. Tienes que entender que, aunque hayas tomado decisiones difíciles, aún me importas.—

—Puede que no siempre esté de acuerdo con tus elecciones, pero quiero ayudarte a salir de este agujero en el que te encuentras. Necesitas dejar de huir y enfrentar la realidad. Estoy aquí para ti, como siempre lo he estado. Solo tienes que permitirme ayudarte, Hal.—

Aunque Cesar intentara arreglar las cosas con sus palabras, mi mente seguía dividida. Por un lado, recordaba esos momentos de mi infancia, los buenos recuerdos con él. Pero por otro, la frialdad actual de Cesar me hacía dudar de su sinceridad.

"Maldito hipócrita", pensé mientras escuchaba sus palabras, un amargo cóctel de resentimiento y nostalgia mezclándose en mi interior. Las palabras de Cesar eran como dagas que buscaban abrir antiguas heridas.

Decidí no darle el gusto de una respuesta y, en su lugar, me dirigí a la ventana. Escapar era la única opción en mi mente en ese momento. Quité disimuladamente el seguro de la puerta, asegurándome de no hacer ruido.

Miré por última vez hacia donde supuestamente estaba Cesar. "Que te jodan. No necesito tus malditas promesas vacías", murmuré en voz baja, la rabia resonando en mis palabras. Salté por la ventana y me alejé, dejando atrás el tumulto emocional que había en esa casa.

Mientras escapaba por la oscura noche, una mezcla de emociones revolvía mi mente. Aunque Cesar intentara reconciliar el pasado, la amargura persistía. "Volveré cuando este maldito drama termine", juré para mis adentros, convenciéndome de que algún día encontraría la paz en ese lugar que solía llamar hogar.

Mis pasos me llevaron a un lugar jodido, un rincón sombrío donde las luces parpadeaban como susurros de un pasado olvidado. Recordaba las palabras de Cesar, resonando en mi cabeza como un eco persistente. "Deberías enfrentar la realidad", pensé, pero el miedo y la confusión me empujaban a evadir, a refugiarme en las sombras de este lugar desgastado.

A pesar de la distancia física, llevaba conmigo la carga emocional de esa noche. Mientras caminaba por las calles polvorientas, me preguntaba si alguna vez encontraría el sentido de todo esto. "Mierda", murmuré, deseando que las respuestas se manifestaran en algún lugar de este laberinto caótico.

Más populares

Comments

Flor Romero

Flor Romero

pobre Hal sufre mucho

2024-03-07

3

🏳️‍🌈Evelyn Velasco

🏳️‍🌈Evelyn Velasco

Esta tensión entre ambos creo que me matará!!!!

2024-02-27

1

Total
Capítulos

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play