Regreso

...𝐍𝐎𝐓𝐀...

...Últimamente he visto los comentarios de mi última novela y eso me hace pensar en lo mucho que a la gente no le gustan los finales malos, yo entiendo, pero amo los finales trágicos e incomprensibles, y como escritora casi primeriza creo que mi primera novela no la trate con el cuidado que se merecía; sin embargo, eso es algo que se tiene que saber sobre mis trabajos, yo adoro la cruda realidad y los desenlaces jodidos, para mí los finales felices son mera fantasía, y aunque puedo dar uno simplemente en mi estilo de escritura sé que voy a agregarle mil quinientos traumas a mis personajes y me gusta hacerles pasar un muy mal rato....

...©AuraScript...

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La noche siguiente, estoy en la barra, tomando unos tragos antes de que comience la locura. Como uno de los escorts más populares del lugar, sé que no tardarán en llamarme. Y, como si la misma oscura premonición se hiciera realidad, me llaman.

Camino hacia el Área VIP, y allí está Declan, con su mirada helada que me perfora. A su lado, un tipo gordo, pero con la billetera rebosante de billetes. Declan me lanza una mirada y después dirige su atención al adinerado cabrón a su lado.

—Disfruta de Hal—, le dice Declan, con una sonrisa forzada. —Es el mejor en el negocio, te hará sentir cosas que ni siquiera sabías que querías.—

Revuelvo los ojos ante la farsa mientras Declan me da órdenes de ser un buen chico. —Hazlo bien esta vez, Hal. Y asegúrate de que nuestro generoso cliente se sienta como un rey.—

Acepto con un asentimiento, lanzando una mirada desafiante a Declan. No me gusta que me vendan como un objeto y al final eso es lo que soy, pero aquí estoy, obedeciendo las órdenes en este perverso juego. La noche apenas comienza.

Me acerco al hombre con una sonrisa socarrona, presentándome de una manera coqueta y provocativa. —Hola, cariño. Soy Hal, y estoy aquí para hacerte compañía está noche, gracias por elegirme.—

El hombre, encantado por mi actitud, sonríe y responde, —Encantado, Hal. Soy Richard. ¿Qué ofreces?—

Le guiño un ojo y le digo en un tono pegajoso, —Ofrezco todo lo que puedas desear. ¿Quieres experimentar el placer como nunca antes? Estás en buenas manos.—

Mientras caminamos hacia afuera del club, seguimos con una charla casual y coqueta. —Entonces, Richard, ¿a dónde quieres que te lleve esta noche? Estoy aquí para hacerte olvidar todo lo demás—, le susurro, manteniendo mi actitud provocativa.

Él ríe y responde, —Sorpréndeme, Hal. ¿Cuál es tu lugar favorito para pasar la noche?—

La conversación se vuelve más íntima mientras exploramos posibilidades. Estoy vendiendo una fantasía, y Richard parece estar más que dispuesto a comprarla. La noche promete ser interesante mientras nos perdemos en el juego de seducción y deseo en las oscuras calles de la ciudad

El cambio de escena es instantáneo. Salgo del oscuro club y me encuentro dentro de una lujosa limusina, rodeado de gente con más dinero del que podrían gastar en varias vidas. La música retumba, el alcohol fluye y yo soy el entretenimiento temporal de mi cliente adinerado.

Con una sonrisa coqueta, prendo el ambiente en la limusina. —¡Vamos, chicos! ¡Hagamos que esta noche valga la pena!—, exclamo, levantando mi copa de champán. La risa y los vítores llenan el lujoso vehículo mientras todos disfrutan del espectáculo que ofrezco.

Consiento a mi cliente, hago lo que sea necesario para no aburrirlo. —¿Qué tal si subimos la temperatura un poco más?—, sugiero de manera sugerente, desatando risas y aplausos.

La limusina avanza por las calles, llevándonos a una reunión de la élite. Mi papel es simple: ser bonito, ser entretenido y no ser olvidado. La noche apenas comienza, y estoy listo para sumergirme en el juego de luces brillantes, risas fingidas y placer temporal que este mundo me ofrece.

Después de una hora de lujos y excesos en la limusina, finalmente llegamos a nuestro destino: una hermosa hacienda que se destacaba en medio de la noche. Al bajar, mis ojos se pierden en el paisaje impresionante que se despliega ante mí. Richard, mi cliente adinerado, observa mi reacción y pregunta con una sonrisa, —¿Te gusta, Hal?—

Mientras halago el lugar con adulaciones y cumplidos, agarro su brazo con una mezcla de encanto y sumisión. —¡Es simplemente impresionante, Richard! No tenía idea de que esta noche sería tan especial—, respondo, realzando la escena a nuestro alrededor.

Richard parece complacido con mi actitud y camina con orgullo, llevando a un bonito chico a su lado. La noche promete más experiencias extravagantes mientras nos adentramos en la hacienda, sumidos en el lujo y la exclusividad de este mundo de élite.

Avanzamos juntos por la lujosa reunión, y mi mirada se cruza con personas vestidas con elegancia y opulencia. Agradezco mentalmente estar vestido para la ocasión, aunque mi ropa es solo una fachada en este mundo de excesos.

Richard me susurra, —Disfruta de lo que puedas, Hal. Más tarde nos divertiremos de manera más... intima—. Siento un asco interno ante la sugerencia, pero rápidamente lo oculto tras una sonrisa seductora. —Por supuesto, cariño. Estoy aquí para hacerte disfrutar al máximo—, respondo con una actitud coqueta.

La hipocresía se vuelve una danza sutil mientras juego el juego de la seducción y la simulación de placer. A medida que nos sumergimos en la reunión de lujo, mi mente está alerta y mi cuerpo listo para lo que sea necesario para mantener las apariencias en este juego de apariencias y deseos ocultos.

Richard me agarra por la cintura, susurra insinuaciones a mi oído mientras nos mezclamos con la élite en la reunión. Aunque me siento vacío por dentro, respondo con una actitud coqueta y provocativa. —Sabes, Hal, eres una joya en medio de este montón de gente aburrida—, murmura Richard, mientras yo le respondo con una sonrisa juguetona. —Oh, cariño, no sabes cuánto agradezco que lo notes. No sabes lo guapo que te vez cuando coqueteas conmigo—.

La farsa de ser lindo continúa, mientras mi mente divaga entre la realidad de mi situación y la actuación que debo mantener. Estoy atrapado en un juego donde las apariencias son más importantes que la verdad, y cada gesto y palabra deben ser cuidadosamente calculados para mantener el encanto efímero de esta noche.

Pero como odio que este hijo de puta horrible me toque de esta manera.

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