capítulo 18

Emile, a pesar de tener algunas restricciones para entrar a la casa, lo hizo, especialmente cuando Felipe le dijo que era más peligroso afuera. Además, quería calmarse; sabía que estaba dejándose llevar por los nervios. Una vez dentro, se dio cuenta de que la casa no lucía mejor. Al contrario, podía oler a humedad y las paredes y el piso tenían un aspecto muy tétrico.

 

-Entiendo que puedas tener una mala impresión, pero esta casa tiene mucho potencial- dijo Felipe. No sabía por qué sentía la necesidad de dar explicaciones, sobre todo, no era como si quisiera impresionarla, pero tampoco quería que ella pensara que simplemente la estaba colocando en una situación difícil para burlarse de ella de algún modo.

Emile solo soltó un fuerte suspiro; realmente nunca entendería a los hombres, o más bien, nunca entendería a Felipe. En ese momento, no le importaba si la casa tenía potencial, solo quería descansar y darse una buena ducha. Miró a su derecha y vio un mueble que, a pesar de tener un aspecto algo descuidado, le serviría para descansar, ya que desde que bajó del carro de Lucas solo había estado caminando.

 

Felipe se volteó cuando escuchó un fuerte estruendo y se mordió los labios. -Juro que si te ríes te mato-dijo Emile al ver cómo se caía al suelo al sentarse en el mueble, que cedió debido a su mal estado

Felipe se acercó para ayudarla, pero ella lo detuvo. -No des ni un paso más- dijo Emile con rabia. -Le prometí a Rose que trataría de no discutir contigo y de tener una especie de tregua, pero no me lo estás poniendo fácil, Felipe- añadió mientras se levantaba y se sacudía un poco.

 

-Vine aquí por el error que cometimos. No me interesan tus proyectos ni lo que quieras hacer, solo quiero pasar los tres meses tranquilos aquí, trabajar en los diseños que tengo en mente para poder implementarlos- dijo Emile con desesperación. Al ver cómo Felipe bajaba la mirada, se arrepintió de las palabras que había dicho, pero luego miró hacia un lado y soltó una risa. Nunca le importó cómo se sentía, porque ella debería hacerlo.

-Mira, solo quiero darme un baño, quitarme todo el barro que ahora tiene mi cuerpo y descansar, eso es todo. Mañana, si quieres, te ayudo en la construcción-dijo Emile después de ceder al leve remordimiento que le dio.

 

Felipe reprimió la risa con las palabras de Emile y decir que no le dolió sería mentirse. Podía sentir cómo su corazón se contraía, pero todo eso se olvidó con la última petición que hizo Emile: -Baño- volvió a preguntar.

Emile había puesto una maleta como asiento en la que se había sentado mientras se quitaba los tacones y veía cómo sus pies estaban un poco enrojecidos por el maltrato. -Sí, baño, solo indícame e iré- comentó Emile al levantar las manos y ver cómo Felipe se rascaba la cabeza, indicando que estaba nervioso. Pero nervioso de qué, ella solo pidió un baño.

 

-¿Con agua caliente?- preguntó Felipe al recordar que no tenía gas ni agua en la casa.

Y con jabón y champú también —dijo Emile desesperada por la actitud de Felipe—. Dime qué pasa —comentó, pero Felipe no le dio la cara al comentario, hablaba entre dientes.

— No escucho lo que dices, te conozco, estás ocultando algo —dijo Emile al ponerse de pie.

— No tenemos gas —comentó luego Felipe.

— Bueno, sobre viviré si me baño con agua helada —dijo Emile encogiéndose de hombros y abriendo su maleta para sacar su toalla y su pijama, ya que, por el tiempo, pronto sería hora de dormir—. De paso me dices dónde dormiré.

Felipe apretó los labios nuevamente, pero esta vez no era para reírse, sino porque sabía que lo que diría no le gustaría a Emile.

 

— Esta casa es antigua —dijo Felipe, y Emile lo miró como si esas palabras debieran significar mucho, pero ella no entendía.

— Sabes que antiguamente las casas tenían sus baños afuera —dijo y Emile abrió la boca al entender.

 

— Pero eso eran los retretes —respondió Emile.

— Sí, esta casa es muy antigua, por eso el deterioro —comentó Felipe caminando por la habitación—. Lo poco que he remodelado es la cocina.

 

Emile abrió los ojos varias veces.

 

— Pero, ¿por qué la cocina? Tú ni siquiera sabes cocinar. Quemaste tu apartamento solo intentando hacer una torta-

— Eso fue un accidente doméstico, yo no quemé mi departamento —dijo Felipe sintiendo algo de vergüenza por lo que dijo Emile.

 

— Además, quien empieza por la cocina en un arreglo, siempre es el baño, luego los cuartos, seguido de la cocina y la sala —dijo Emile pasando sus manos por el cabello—. Mira, no importa si me baño afuera con agua helada —ella trataba de llevar las cosas en paz.

 — Afuera quiere decir muy lejos de la casa y con agua, es con el agua del pantano —comentó Felipe cerrando un poco sus ojos esperando la reacción.

— ¡Me estás diciendo que me debo bañar con las ranas y los cocodrilos! ¿Esto es la versión cómica de Tarzán en el pantano? —dijo Emile.

— En este pantano no hay cocodrilos, solo anguilas —aclaró Felipe.

— Uy, no, pues gracias, ya me siento aliviada —dijo Emile con sarcasmo, a lo que Felipe torció la boca.

— Me dijiste que esto tenía un retrete o algo así —dijo Emile a Felipe.

— Sí, pero está diseñado solo para hacer las necesidades —Emile hizo un puchero al escucharlo.

— Tú eres el dueño de esto, se supone que debes resolver las dificultades que tenga tu visita y yo soy tu visita —dijo Emile acercándose a Felipe, el cual dio unos pasos hacia atrás sabiendo de primera fila lo impulsiva que es.

Felipe la miró y levantó una mano, tengo una idea.

Emile miró a su alrededor mientras, con una taza, tomaba el agua que Felipe le había traído del lago. La miró y vio que era marrón oscuro. Cuando la vertió en su cuerpo, sintió un leve escalofrío, ya que él la había calentado con leña y al estar al descubierto, el aire que pasaba era frío y hacía que su cuerpo se erizara con cada taza.

¿Estás bien? -preguntó Felipe.

Si volteas, te mato -dijo Emile, tiritando con los dientes. Lo había obligado a que él hiciera guardia mientras ella se bañaba afuera de la casa en la parte de atrás, ya que ni loca iría al pantano. Por eso se bañaba teniéndolo a él de frente, así si miraba, ella se daría cuenta.

-¡Ay! -exclamó cuando vio cómo un pequeño insecto se le posó en el brazo.

 

-¡Estás bien! -Felipe medio se olvidó cuando sintió cómo una taza salía volando en su dirección, lo que lo hizo volver a colocar la cabeza hacia adelante- ¡Estás loca! Casi me pegas en la cabeza -gritó a Emile.

-¡Te dije que no voltearas! -contestó Emile mientras tomaba la toalla y empezaba a secarse, pero al mismo tiempo tenía la mirada alrededor. Había decidido no lavarse el cabello, ya que no quería que algunas criaturas nocturnas le atacaran mientras ella estaba desnuda. Así que un baño rápido era mejor.

 

Eso me pasa por preocuparme -dijo Felipe, cruzando los brazos al frente.

 

-Sí, metido -dijo Emile, lo que ocasionó que Felipe abriera la boca indignado- Vamos a ver quién te trae mañana el agua.

 

Emile ya estaba lista. Se puso una sudadera y un buzo de pijama. Cuando se acercó a Felipe, le dio un pequeño golpe en la cabeza- ¿Dónde duermo? -Felipe desvió la mirada, lo que ocasionó otra sospecha por parte de Emile.

... Hola mis amores espero que les gusten este capítulo ☺️🤭🤗no olviden comentar y darle like 🤭...

 

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Comments

Eleonor Baker

Eleonor Baker

Uh no yo primero habitaciones, 🛏️🪞Luego el baño 🚿🛁🧻🚽 sigue al mismo tiempo, cocina🧺 y Sala 🛋️

2024-05-01

2

Ester Ayala

Ester Ayala

esto va de mal en peor🤣🤣🤣🤣🤣🤣🤣

2024-05-10

0

Tina Cachi

Tina Cachi

Esto es un desastre total, Felipe no pensó que no podía llevar a una mujer a in lugar inevitable 😡 es tontos o se hace 😡

2024-04-29

0

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