Mentirme a mí mismo

Desde que vino Josh me sentía particularmente mal, aunque tal vez era una coincidencia, mi cuerpo se sentía distinto como nunca antes lo habia sentido, me cansaba con mayor facilidad, me mareaba muy seguido y me había vuelto mucho más quisquilloso con la comida. Para mi suerte aunque habían pasado varias semanas Josh no se volvió a aparecer, pensaba que tal vez estaba muerto o de vuelta en prisión.

Mientras trabajaba mi jefe se me acercó y puso su mano sobre mi hombro.

-¿Cómo te sientes, Sam? Te ves agotado.-

-Ah, sí, un poco...-

-¿Quieres beber después del trabajo? Iremos con Kyle.

-Ah, sí pudiera iría, pero debo pasar por mi hermana al jardín y luego a casa a cuidarla.-

-Uhm, lástima, hubiera estado bien que vinieras.-

-Bueno sí... Igual he estado tan ocupado que ni he tenido tiempo de pensar en tomar o fumar.- Reí nervioso.

-Bueno, entonces para qué te quitaré tus buenas costumbres.-

-Supongo que lo son, aunque sin quererlo.-

-Tal vez te hizo bien salir con ese alfa que me habías dicho.-

-Ah, sí, tal vez...- Aparté la mirada, no sabía que decirle a Ashton, había olvidado contarle que terminé con Egan.

-¿Qué?¿Por qué actuas así?¿Acaso terminaron?- Dijo bromeando, pero al notar mi reacción se dio cuenta de que de verdad habíamos terminado. -¿De verdad terminaron? Vaya... Perdón.-

-Está bien, yo le terminé, no tienes que decir perdón.-

-Ay Sam, nunca te voy a entender.- Negó con la cabeza.

Me alcé de hombros y dejé pasar eso, aunque durante el resto de la jornada parecía que Ashton moría por preguntarme más sobre lo que había pasado.

Llegue a casa después de ir a buscar a Lilah y tomé una ducha de agua tibia, mientras lo hacía miré hacia abajo y noté algo extraño, mi vientre se veía y sentía distinto, parecía ligeramente abultado, pasaron muchas ideas por mi cabeza pero ninguna se quedó demasiado ahí como para considerarla, nada de lo que pensaba podría ser real, o eventualmente desaparecería.

Cuando llegó el fin de semana decidí ir con Lilah a visitar a Abel, ya que desde la vez anterior habíamos recuperado contacto pensaba que era bueno mantenerlo y así mi hermana podría jugar con el bebé.

Cuando llegamos Neal salió a recibirnos.

-Hola Samuel, Abel está con el bebé en la cocina.- Sonrió el alfa, siempre parecía tímido, de verdad no entendía que le vió Abel a él pero igual me caía bien, aunque hizo un gesto extraño de cubrirse su nariz.

-Buenas, voy para allá.- Sonreí tranquilo y fui a la cocina, a lo que Abel se acercó a saludarme, aunque él también se apartó un poco extrañado.

-Sam, ¿has estado bien?- Preguntó mientras saludaba a Lilah.

-Sí, bastante... normal.- Mientras nos sentábamos a hablar como dos señoras chismosas, Neal se llevó a los niños, de verdad parecía un padre que disfrutaba de pasar tiempo así.

-Sam... ¿Le estás coqueteando a Neal?- Abel me miró serio, a lo que yo me sorprendí.

-¿Qué? No, ¿por qué le coquetearía a tu novio?-

-Entonces porqué estas produciendo feromonas tan dulces... En serio, para.-

Me avergoncé y agaché la cabeza, no estaba consciente de que estaba por ahí esparciendo feromonas dulces. -Lo siento, yo... no me di cuenta.- Al menos ahora que era consciente podría controlarlo mejor.

-¿De verdad no lo notaste? Dejarás toda mi casa oliendo a ti.- Abel rió.

-No... Últimamente todo ha sido muy extraño.-

Abel suspiró y tomó mi mano llevándome a su habitación y después a su baño. -Toma, en serio revisa.- Me entregó lo que parecía una prueba de embarazó.

Estaba tan avergonzado, pero asentí, estuve todas esas semanas negando en mi cabeza que podría ser un embarazo porque de verdad me traía malos recuerdos.

Esperé a que Abel saliera e hice la prueba, esperé loa cinco minutos que decía el empaque y cómo no, el resultado era positivo, de nuevo sentía como si quisiera morir. Salí del baño sin darme cuenta que estaba con los ojos llorosos y le mostré la prueba de embarazo a Abel.

-Bueno, eso explica todo, ¿te acostaste con alguien? O sea obvio te acistaate con alguien pero tu eres algo mojigato.- Abel sonrió.

-Uh... No, o sea, con Egan antes de terminar.-

-Uh mierda... Bueno, si tienes al bebé tal vez su madre deje de decirte tanta mierda.-

-Pero... Probablemente pierda a este bebé, lo sabes.-

-Hay que ser positivos, a menos que quieras ya sabes, acabar con el embarazo.-

-Ya sé que no soy capaz de eso...-

-Entonces lo primero sería ir al médico.-

-Tal vez vaya mañana.-

-Vamos mañana juntos, yo paso por ti.-

-¿De verdad? Gracias.- Supiré con alivio.

-¿Y piensas decirle a Egan?-

-¿Ah? No... No puedo, no hasta tener a este bebé vivo en mis brazos, la vez pasada él estaba destrozado.- Agaché la cabeza afligido.

-Todavía te preocupas por él.-

-¿Qué? No.-

-Cómo digas Sam, eres pésimo mintiendo.- Abel sonrió cómo si se estuviera burlando de mí a lo que le empujé suavemente.

Al día siguiente Abel cómo prometió me llevó al médico y dejamos a Lilah con Neal. Llegamos al médico y me hizo los exámenes correspondientes y esperamos los resultado que no tardaron en llegar, y si fue algo obvio que corroborara que estaba embarazado lo que me sorprendió es que fueran casi quince semanas de embarazo, y si sacaba cuentas eso daba cerca del día en el que lo hice en el auto con Egan.

Cubrí mi rostro avergonzado, no podía creer que llevara tanto tiempo embarazado, aunque también me sentía feliz y asustado, sentía una pizca de orgullo y esperanza, orgullo porque si lograba tener al bebé podría restregarle a mi ex suegro en la cara que perfectamente podía tener un bebé, miedo de poder perderlo y esperanza debido a que hasta ese momento todo iba tan bien con mi embarazo.

Tomé todas las recomendaciones que me entregó mi médico, pero traté de mantenerlo en secreto, aunque tampoco era tan difícil ya que a penas hablaba con gente en general, y hasta el momento sólo lo sabía Abel.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***