El hombre que arruinó mi vida

Semanas pasaron desde la última vez que Egan se pasó por mi casa, como había dicho, no se metería en mi vida, o al menos eso creía yo, ya que no recordaba aquella vez que vino a verme cuando yo estaba en celo. Aunque no pasaba directamente a mi casa, si logré reconocer su auto que pasaba fuera de mi casa, aunque no con la frecuencia que acostumbraba a penas nos conocimos.

Era de noche y escuché a alguien tocar la puerta, había bajado a la cocina pero cambié mi destino para abrir la puerta principal, lo que fue error ya que en un pensamiento inocente creí que se trataba de Egan, pero no podía estar más equivocado.

-Samuel, hijo, ha pasado tiempo- Intenté cerrar la puerta con todas mis fuerzas, en un acto desesperado pero mi padre al otro lado me lo impidió, poniendo su pie. -Solo quiero hablar hijo, no hagas las cosas más difíciles.- Dijo mi padre, entrando y empujándome con fuerza.

-¡No!¡Vete! Mamá no está, ¡maldito hijo de puta!- Me abalancé sobre mi padre para impedir que este viera a mi madre y a mi hermana, estaba desesperado, pero esto fue en vano ya que mi papá era mucho mas fuerte y mi madre ya estaba bajando las escaleras para ver que estaba pasando.

-¡Bernard, aléjate de Sammy!- Mi madre intentó interponerse entre mi padre y yo, ganándose un empujón que la hizo caer, yo había intentado sujetarla pero no lo logré.

-Tú, estúpida zorra, me las vas a pagar, ¿qué mierda estuviste diciéndole a la policía?¡¿Sabes que ahora me están buscando por tu culpa?!-

-¡Déja a mi mamá en paz!- Golpée con fuerza a mi padre pero solo terminé consiguiendo patadas y golpes de vuelta. Ya estando en el suelo pude ver a mi hermana aterrorizada en la escalera, ella veía la situación con angustia, así que corrí hasta ella para protegerla.

-Cuando esta mierda pasé volveré por ustedes y los alejaré de esta perra malnacida- Dijo mi padre enfurecido, su voz era amenazante y fuerte y sus feromonas solo imponían miedo. Mi madre terminó siendo golpeada hasta quedar inconsciente y con ello Bernard escapó, no era alguien particularmente inteligente, ni siquiera entendí porqué se expondría así, pero probablemente en su ataque de ira solo pudo pensar en desquitarse con mi madre.

Miré la escena devastado y llevé a mi hermana a la habitación, encerrándonos y llamando desde ahí a una ambulancia y a la policía, pero parecía ser tarde, mi padre ya no estaba y yo sabía que era escurridizo. Aunque los minutos pasaban yo seguía aterrado, no podía quedarme ahí, tenía miedo de que mi padre volviera y nos hiciera más daño, así que solo podía pensar en proteger a mi hermanita.

A los minutos llegó la policía junto a una ambulancia y se llevaron a mi madre, mi hermana y yo fuimos llevados a la estación de policía. Ya en la estación nos quedamos esperando a que terminara el papeleo de la denuncia que acababa de hacer contra mi padre, en ello, mi mirada se topó con la de Egan, no pensé que él estaría ahí, y tampoco quería que estuviera ahí y me viera en esta situación pero él se dio cuenta rápidamente de que la situación estaba mal, sino porqué otra razon aparecería golpeado con mi hernanita en la estación.

-¡Sam!¿Qué fue lo que sucedió?¿Te peleaste de nuevo?- Egan parecía preocupado, y yo sentía cierto alivio al saber que al menos seguía existiendo alguien que se preocupara por mi, pero seguía angustiado y desesperado porque no sabía que hacer.

-Mi... Mi padre intento matar a mamá, ¡ese maldito la intentó matar! No me importa que me lleve a mi, pero no puedo dejar que Lilah caiga en manos de él... ¿Qué debo hacer? Estoy jodido... No tengo a dónde ir, él va a volver.- Estaba a punto de llorar, abrazaba a mi hermana con fuerza, pero debía mantenerme fuerte por ella y por mi madre, yo debía proteger a ambas.

Egan no sabía qué decir, era obvio, su expresión me decía todo, así nos ofreció llevarnos al hospital donde se encontraba mi madre.

Pasaron varías horas, Lilah se habia dormido en el asiento de la sala de espera junto a mí, y Egan se encontraba en el asiento frente a ambos. Un médico se acercó y dio las malas noticias, mi madre estaba en coma y no sabían cuando podía despertar, tenía el rostro desfigurado y sería sometida a cirugía. Yo sólo me pude sentir cada vez mas angustiado y devastado, no tenía dinero para poder quedarme en algún lugar, no tenía seguro médico ni de ningún tipo y menos dinero para pagar los gastos médicos, sólo podía pensar en como mi vida se había jodido en tan poco tiempo, desde que su padre se volvió un alcohólico, infiel y desempleado hasta el día de hoy, todo iba mal.

-Sam, Samuel...- Egan intentó sacarme de mis pensamientos. -Quédate conmigo hasta que atrapemos a tu padre o hasta que tu madre se recupere.-

-¿Qué? No, no podría... Ni siquiera sé que haces aquí de nuevo.-

-Piénsalo bien, tu hermana y tú estarán seguros, prometo que no deberás preocuparte por los gastos, considéralo siquiera, por tu hermana.-

Me mostré pensativo, pero sabía que Egan tenía razón, al menos estar en la casa de ese alfa policía me aseguraría que Lilah no sería lastimada por mi padre. -Está bien... Conseguiré un trabajo para poder pagártelo.- Dije resignado, no tenía una mejor opción en ese momento, y si lo analizaba mejor, era una muy buena opción.

Egan sonrió aliviado. -No es necesario, no tendrás que preocuparte por eso, de hecho tal vez es una buena oportunidad para que apliques para estudiar en la Universidad o algún instituto técnico, considéralo.- No entendía por qué Egan era tan amable con nosotros.

Pasamos el rato en el hospital para ver si había alguna otra noticia sobre mi madre hasta que nos fuimos, Egan nos llevo a Lilah y a mí a buscar algo de ropa a casa para despues poder ir a su apartamento.

El apartamento tenía una sala de estar amplia y la cocina también, era estilo americano, tenía dos habitaciones, la principal y una de invitados, dos baños y una oficina. A comparación de nuestra casa, incluso siendo un apartamento, seguía pareciendo mucho mas grande por lo que estabamos muy fascinados, aunque la más fascinada era Lilah.

-¡Sammy, la casa del detective es como en las películas!- Dijo mi hermanita, emocionada.

-Sí, lo es, mañana podrás recorrerla mejor, ahora debes dormir para que podamos ver a mamá mañana.- Llevé a mi hermanita a la habitación de invitados que Egan me había indicado y le puse su pijama para poder dejarla durmiendo.

-Sammy... ¿Mamá se mejorará?¿Papá no vendrá por nosotros?- Dijo Lilah, angustiada.

-Aquí estaremos seguros Lilah, y mamá se recuperará, ella es fuerte, nunca se enferma, por ahora debemos dejarla descansar.- Lilah asintió así que le di un beso en la mejilla, arropándola para dejarla dormir.

Me fui a la sala de estar para poder descansar de todo aunque fuera un momento, pero me encontré con el dueño de casa.

-Gracias...- Dije agachando la cabeza.

-No te preocupes Sam, es lo mínimo que puedo hacer.-

-Lo único malo es que esta casa apesta a ti... Estaré apestado a alfa.- Sonreí ligeramente, no quería seguir con ese ambiente deprimente y tampoco quería admitir o reconocer que el aroma de Egan comenzaba a parecerme agradable e incluso acogedor.

-Bueno, trataré de no dejar "apestado".- Egan sonrió aliviado de ver mi sonrisa y me indicó que me sentará a su lado. -Este apartamento está algo vacío ya que hace poco me mudé... Así que perdón por eso, pero si necesitas algo solo dime.-

-Está bien, con esto basta, a partir de mañana saldré a buscar trabajo nuevamente... No soportaría deberte tanto.-

-Ya te dije que no es necesario pero bueno... Hacerte cambiar de opinión es casi imposible.-

Golpée ligeramente el brazo de Egan. -Me iré a duchar y a dormir...-

-Ah si claro, puedes usar el baño de mi habitación, ahí hay una bata extra.-

Me fui a duchar y a los pocos minutos salí en bata. Egan me vio y se notaba que intentaba no ser obvio pero parecía fascinado con mi cuerpo cubierto solo por una bata entreabierta en el pecho y mi cabello húmedo al igual que mi piel pálida. Yo no intentaba seducirlo, de hecho pensaba que daría igual incluso si saliera desnudo pero Egan parecía no pensar eso.

-Buenas noches...- Dije algo cortante y me fui a la habitación donde se encontraba mi hermana para intentar dormir.

Lo que yo no sabía era que Egan comenzaba a sentir calor por todo su cuerpo y que se había ido rápidamente a encerrarse en su habitación.

Más populares

Comments

Bella Maldonado Beltran

Bella Maldonado Beltran

viejo desgraciado que se pudrá en la carcel pero antes que los reos se lo hagan chupete ,es lo que merece el infeliz

2025-02-28

0

Giss

Giss

pero que ma*** es el padre de Sam espero que pague por todo el mal que hizo

2024-06-09

8

Anonymous

Anonymous

que no lo lastime por favor😫🙏🙏💓

2023-12-30

2

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play