Este problema

Desde que me enteré de la noticia empecé a ahorrar para poder pagar el aborto, solo había pasado una semana pero el estrés y la presión de todo lo hacían sentir como si hubiera pasado mucho más tiempo.

Mientras estaba barriendo la tienda mi jefe se me acercó.

-Sam, te estás exigiendo mucho, ¿es por lo del otro día?- Me preguntó con una voz tranquila, su voz me calmaba demasiado, era acogedor.

-No... Yo solo estoy ahorrando porque tengo unos problemas en casa.-

-Mentiroso, dime que pasa.-

-Ashton... Lo juro.-

-Sé cuando mientes, no puedes mirar a la cara, eres muy obvio, así que dime, déjame ayudarte.-

-Necesito... Estoy embarazado, no puedo tener a este bebé...- Dije en voz baja.

-¿Piensas abortarlo?- No entendía como Ashton podía seguir tan calmado después de lo que le había dicho, parecía que nada perturbaba a ese hombre.

-Debo hacerlo, pero no tengo el dinero, por eso le he pedido horas extras...-

-Yo te prestaré el dinero, no te preocupes.-

-¿Qué? No, no podría aceptarlo, es mucho dinero.-

-Es solo dinero prestado, ya me podrás pagar después.-

Sonreí aliviado y asentí. -Gracias.-

-¿El padre sabe de esto?-

-No... No puede saberlo, nadie puede, así que por favor no digas nada.-

Ashton asintió y la jornada siguió con normalidad, realmente agradecía que alguien como él apareciera en mi vida.

Luego del trabajo fui a buscar a mi hermana al jardín y nos fuimos a casa de Egan, mi hermana que parecía ansiosa se fue al cuarto a jugar mientras yo comenzaba a cocinar y en ello escuchó a alguien salir de la pieza de Egan.

-Lo siento, me estaba duchando por eso no saludé.- Dijo Egan secando su cabello.

-Llegaste temprano.-

-Bueno sí, quería cumplir mi capricho de verte cocinar... Te ves bien haciéndolo.- Egan sonrió y se acercó apoyando su mano en la encimera.

-Sólo es cocinar...-

-Pero el que cocina eres tú, eso lo hace especial.- No entendía por qué de repente Egan se comportaba así.

-No digas tonterías... Sólo cocino porque es lo mínimo que puedo hacer por ti.-

-Me gusta que lo hagas, hace mucho no comía bien, desde que llegaste a mi casa se siente todo... mejor.- Egan se acercó a mi poniéndose en frente, inclinándose hacia mí.

-¿Qué... qué haces?-

-Solo te molesto, me gusta cuando te pones gruñón, es adorable, así es como te conocí.-

-Idiota, estás hablando más estupideces de lo normal, ¿es porque llegaste temprano? Siempre llegas tan cansado que comes y te vas enseguida a tu cuarto.-

-Sí, me empezaba a sentir culpable por eso, y quería pasar mas tiempo contigo, no sé, es solo una sensación, ¿sabes?-

-Ni que fuera interesante.-

-Lo eres y mucho... eres todo un enigma.-

-Si vas a hablar tonterías mejor ayúdame a cocinar.- Dije frunciendo el ceño avergonzado, mi rostro se sentía caliente y probablemente ya estaba rojo, era extraño volver a tener la atención de Egan de nuevo, ya que parecía bastante ocupado las semanas anteriores que pensé que había perdido el interés en mí.

-Mañana vayamos a algún lado con Lilah, tal vez al cine sea divertido, podemos pasar al centro comercial.-

-No tengo dinero para eso.-

-Yo invito, como agradecimiento por cocinarme todos estos días.- Egan se puso un delantal de cocina para comenzar a ayudarme.

Después de eso cenamos junto a Lilah, fue una cena bastante animada ya que mi hermana estaba feliz de que al día siguiente iríamos al cine.

Al dia siguiente como Egan lo habia prometido fuimos al cine, obviamente elegimos una película que mi hermanita pudiera ver, a mí no me molestaba ver películas infantiles pero pensé que tal vez Egan se aburriría. Ya en las butacas, me senté entre Egan y mi hermanita, teníamos palomitas, unas bebidas para nosotros y un jugo para mi hermana.

A medida que pasaba la película, no sabía si yo estaba muy sensible o la película era muy buena, probablemente era lo primero porque comencé a llorar, despació obviamente sin que nadie lo notara, o eso creí hasta que Egan tomó mi mano y me susurró en el oído.

-Puedes apoyarte en mi Sam...-

Sentí un cosquilleo por todo el cuerpo al escuchar eso y me encogí de hombros y sin soltar su mano apoyé mi cabeza en su hombro, al estar tan cerca de él podía sentir su aroma, aunque fuera de alfa era muy reconfortante, me gustaba y ya no podía negarlo, quería mas de él pero debía guardar eso sólo para mí ya que pronto no tendríamos nada que ver el uno con el otro.

El resto de la película sentía como muy frecuentemente Egan volteaba a verme y acariciaba mi mano con suavidad, sentía que me estaba consolando y trataba de sacarme de mis pensamientos para que le prestara atención a él.

Cuando terminó la película y se encendieron las luces, me aparté rápidamente de Egan y fingí que nada había pasado.

-¿Viste eso Sammy? La princesa era muy linda, quiero ser como ella.- Lilah hizo un puchero y comenzamos a salir de la sala.

-Pero si ya eres una princesa, boba.- Sonreí y tomé su mano.

-¡Pero no tengo poderes!-

-¿Entonces debería comprarte un bastón mágico como el de la princesa?-

-¡Sí!- Lilah saltó emocionada, Egan nos miraba con una sonrisa y yo me sentía después de mucho como si estuviera en familia.

Lilah no paró de hablar de la película en todo el camino a casa, y de un momento a otro convenció a Egan que la llevara a caballito, no podía evitar sentir ternura y a la vez mucha felicidad, realmente deseaba que las cosas pudieran seguir así por mucho tiempo pero sabía que no sería así.

-Egan, debo hablar contigo.- Dije una vez llegamos a casa y lo llevé a su habitación.-

-No pensé que tomarías la iniciativa.- Bromeó Egan y se acercó a mi abrazándome por la cintura. -Me costó resistir besarte frente a Lilah.-

-No bromees... Yo me iré.-

-¿Qué?-

-Me iré con Lilah a casa de un amigo.-

-Debes estar bromeando, ¿por qué? Sabes que no me molesta tenerte aquí.-

-No es eso, agradezco tu hospitalidad y te pagaré, lo prometo, pero ya llevo demasiado aquí, no me gusta la idea de deberte tanto.-

Egan suspiró, parecía molesto. -Sabes que no tienes que pagarme nada Samuel, te lo he dicho mil veces.-

-Y yo te he dicho mil veces que te pagaré de todas maneras.-

-No tienes qué...- Suspiró frustrado y me besó. -Entonces págame.- Me empujó contra la cama.

Yo asentí resignado, parecía que Egan quería desquitar su molestia en mí. -Está bien.- Yo quería que Egan me tomara pero no estaba seguro si de esta manera.

Egan me desnudó y asímismo también, me puso boca abajo contra la cama y ni siquiera me preparó, yo no me quejé, sentía que lo merecía, merecía que Egan no fuera gentil conmigo porque ya todo empezaba a dar igual.

Después de hacerlo con él me fui a duchar y luego al cuarto con mi hermana, me sentía deprimido como no me había sentido en varias semanas.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***