Mi nombre es Samuel Lorenz, aunque me suelen decir Sam o Sammy, soy un sigma de diecinueve años, mido aproximadamente un metro y ochenta centímetros, si me tuviera que describir más a fondo diría que soy delgado, mis ojos son verdes y mi cabello prácticamente blanco al igual que mi piel, si hay algo que detesto en mí es mi cintura, es muy delgada para mi gusto y podria hacerme parecer un omega, a pesar de mi altura, por eso suelo usar ropa holgada, porque odio ese rasgo de mí, odio parecer débil o ser asimilado a un omega por cualquier motivo.
Todo empezó un día normal cuando salí de casa y fui a una plaza cercana para poder fumar tranquilo, había estado intentando evitar fumar cerca de mi casa desde que echaron a mi padre, más que nada por el bien de mi madre y de mi hermana menor, pero a veces simplemente no podía y necesitaba fumar, así que por eso mismo trataba de alejarme, lo que menos quería era empeorar la situación de mi casa.
Estaba muy tranquilo con mi cigarrillo en una banca, hasta que sentí un aroma desagradable acercarse a mí, podría reconocer ese aroma de mierda hasta dormido.
-Sam, ya hablamos que a la próxima debes invitarnos a un cigarrillo a nosotros también, supongo que tendrás uno para cada uno.- Dijo Josh de manera burlona, era un alfa del barrio, rubio y de ojos grises, que solía estar con su grupito de amigos buenos para nada, definitivamente nunca nos llevamos bien.
-No estoy de humor Josh, vete a joder a otro lado.- Respondí molesto, frunciendo el ceño y apagando mi cigarrillo en la banca en la que estaba sentado.
Josh se me acercó y me levantó tomándome por el cuello, mirándome con desprecio. -Puto omega de mierda, ya te he dado suficientes oportunidades y aún no conoces tu lugar.- Dijo Josh molesto, lanzándome contra la banca en la que estaba sentado hace un momento.
-Ya te he dicho que no soy un jodido omega.- Respondí incluso más molesto, arreglando mi camiseta negra, sentía asco de solo verlo.
-¿Y qué? Si te follara aquí mismo saldrías preñado igual que uno, como una pequeña zorra, ¿o no? Tal vez debería intentarlo después de todo no estás tan mal.- Josh comenzó a liberar feromonas con la intención de intimidarme y someterme, por un momento sentí miedo, pensé "Este tipo realmente piensa violarme" pero no me dejé llevar por esos pensamientos, aunque sabía que era capaz de hacer eso, incluso había escuchado en ese tiempo que había dejado a un omega embarazado y lo había obligado a abortar.
Me levanté tratando de imponerme con mis propias feromonas. -No uses tus putas feromonas asquerosas, pedazo de mierda.- Sin pensarlo dos veces, le di un puñetazo en la cara a Josh, los otros dos su grupito se interpusieron y empezaron a insultarme, pero solo eran unos betas que fácilmente les podría ganar en una pelea.
-Estás jodido...- Respondió Josh lanzándose a golpearme de vuelta.
En solo unos segundos, ambos nos estabamos peleando, aunque a simple vista se podía ver que estabamos a la par, el que estaba siendo más lastimado era yo, pero por mi orgullo no podía dejar ganarme, no por alguien tan repulsivo como Josh. Estaba tan enfocado en la pelea y no dejarme vencer por ese idiota que no noté que de pronto un auto se detuvo frente a la plaza donde estabamos, de este salió un hombre de unos veintisiete años años, que media al rededor de un metro y noventa centímetros, de verdad era muy alto, de cabello negro, corto y ondulado vestido con traje, y con él las feromonas de un alfa dominante se hacían presentes, lo primero que pensé era que estaba jodido, igual que Josh y su grupito pero al fin y al cabo jodido, podía reconocer que era un alfa dominante y para peor, un policía.
-¡Detenganse, los llevaré a todos a comisaría!- El alfa dominante se acercó y Josh con su grupito de amigos salieron conrriendo, cosa que no me sorprendió, siempre habían sido unos cobardes, pero apartes de cobardes eran unas ratas huidizas, así que lograron escapar. Yo por mi lado estaba tirado en el piso, con moretones, el labio roto y mi nariz sangrando, no era la primera vez que estaba así pero si era la primera vez que un policía me atrapaba en esas condiciones. El hombre me llevó a su auto. Su auto apestaba a sus feromonas de alfa, y para peor alfa dominante así que no pude evitar sentirme asqueado.
-Esos tipos me empezaron a molestar primero, no volverá a suceder, solo déjame ir a casa.- Dije adolorido, y preocupado ya que no quería preocupar o causarle mas problemas a mi madre, solo quería defenderme y salir de ahí lo antes posible.
-Me temo que no puedo hacer eso.- El alfa buscó un botiquín en la guantera del auto con el que empezó a limpiar y curar mis heridas, dolía como el infierno, no era alguien particularmente gentil al momento de tratarme, mas bien parecía torpe, incluso se me hizo tierno que un alfa dominante de su edad fuera torpe en algo así, aunque fue un pensamiento rápido y que olvidé al instante ya que estaba mas concentrado en querer irme y mi disgusto general por la situación.
Solté un pequeño quejido cuando limpió la herida de mi labio. -Nunca lo había visto antes... Se nota que no eres de aquí, señor policía.- Quería burlarme de él por su torpeza, pero pensé que eso podría empeorar las cosas.
-Supongo que debes conocer a los policías de este sector, pero tienes razón, soy Egan Hoffmann, detective, y soy parte de la investigación de un asesinato ocurrido en el sector.- Egan sonrió con amabilidad, no entendía porqué me sonreía así, realmente quería golopearlo con su estúpida amabilidad falsa. Cuando terminó con las heridas, comenzó a conducir a la comisaría. Ya en la comisaría Egan bajó y me llevó dentro. -Dame tu nombre, llamaré a quién este a cargo de ti para que venga a buscarte.- Me dijo con mas seriedad.
-¡No! No soy menor de edad, puedo irme solo a casa.- Reclamé, odiaba que me trataran como si fuera un niño indefenso.
-Aunque no lo seas debo asegurarme que irás a casa y no te meterás en problemas de nuevo, así que debo llamar a alguien para que venga a buscarte.- Respondió Egan con seriedad.
-Soy Sam, pero no llames a nadie, prefiero quedarme aquí hasta que te aburras a que llames a alguien para buscarme.-
Egan suspiró y se cruzó de brazos. -Bien, supongo que te llevaré a casa, Sam.-
Estaba confundido, no me esperaba esa respuesta, pero prefería llegar a casa lo más rápido posible para tener tiempo de cubrir mis heridas antes de que mi madre llegara a casa.
Egan me terminó llevando a casa. -Promete que no te meteras en problemas, estaré al pendiente de ti, niño.- Dijo ese alfa con una ligera sonrisa, una sonrisa que me hacía enfadar.
Bajé del auto molesto y le levanté el dedo del medio a Egan antes de entrar a mi casa, él solo me sonrió como si yo fuera algo adorable y yo sólo podia pensar que ahora estaba jodido porque estaba en la mira de un detective.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 21 Episodes
Comments