Capitulo 4: Escalera Real

"La rivalidad debilita, pero la colaboración fortalece." - Matshona Dhliwayo

Son casi las ocho de la noche, y la oscuridad ha caído sobre la ciudad. Al final no fuí con Yan durante el día. Por otro lado, me pregunto si mi familia ya cenó. Tal vez debería ir a sus habitaciones para preguntarles.

Caminé por el pasillo, saliendo de mi habitación y dirigiéndome al cuarto de mis padres, que se encuentra justo al lado del mío.

—Oh, Nerlin, ¿Sucede algo?

—Lamento interrumpir, pero me preguntaba si ya habían cenado.

—De hecho, justo estábamos discutiendo eso. ¿Qué te parece si invitas a tus hermanos y nosotros los alcanzamos en el comedor?

—Por supuesto.

Mi madre es terrible mintiendo, si estaban ocupados, podría haberme ignorado o simplemente hablar a través de la puerta. En cualquier caso, haré lo que dijo y buscaré a mis hermanos.

Afortunadamente, su habitación está justo al lado de la de mis padres, por lo que no tuve que recorrer una gran distancia.

—¿Qué quieres?

—No seas grosero. Madre dijo que vamos a cenar todos juntos. Dense prisa, los esperaré cerca del elevador.

—¡Espera un momento! Yo no tengo hambre.

—No me importa, todos los demás sí. Solo date prisa.

Terminé la conversación con mi hermano, evitando que se quejara o buscara excusas para no venir. Conociéndolo, si seguía hablando con él, eso es lo que haría.

Esperé en el elevador durante aproximadamente 7 minutos hasta que aparecieron mis hermanos. Dado el lapso de tiempo, pensé que mis padres también se unirían, pero no fue el caso.

—Se tardaron demasiado.

—Si quieres quejarte con alguien, hazlo con ella, Bro.

—Eres un cínico si le atribuyes toda la culpa, ambos se tardaron.

—¡Dejen de pelear! No recuperaremos el tiempo perdido así.

No estaba "discutiendo", simplemente disfruto provocar su enojo, aunque de todas formas tiene razón.

Entramos en el elevador, que también funcionaba con el lector de NFC de los anillos. Estaba considerando dejarlo en mi habitación, pero afortunadamente lo traje conmigo en el último momento.

—¡Aquí, aquí!

Apenas se abrieron las puertas del ascensor, mi hermana corrió para elegir una mesa por su cuenta.

—Buenas noches, ¿me permite escanear su anillo, por favor?

—Aquí tiene.

Le ofrecí mi mano y ella acercó un lector a mi dedo; al parecer, muchas cosas aquí funcionan con los anillos, lo mejor será llevarlo conmigo en todo momento.

—Oh, son ustedes, en un momento les traigo el menú.

—Seremos 5 en total.

—Entendido.

¿Son ustedes? Hmph, es probable que Yan les haya hablado de nosotros a los trabajadores del hotel; personalmente, me incomoda un poco tanta atención.

Esperamos pacientemente al mesero hasta que finalmente nos trajo el menú, el cual presentaba una selección de platillos de alta calidad, pero lo que me llamó la atención no eran los platillos, era el hecho de que no se mencionaban los precios de las comidas.

—Oh, este es el menú especialmente diseñado para ustedes.

El mesero notó mi expresión confundida y respondió. Yan había mencionado que las comidas serían gratuitas, así que así es como funciona.

—¿Ya ordenaron algo?

La voz detrás de mí pertenecía a mi madre; finalmente, mis padres habían llegado.

—Todavía estamos revisando el menú.

Mi teléfono vibró en mi bolsillo, así que lo saqué y revisé las notificaciones, notando que tenía un mensaje de Yan.

[¿Estás ocupado? Me gustaría tener algo de tu tiempo ahora mismo.]

—No en absoluto, ¿Dónde nos encontramos?

[En tu habitación, estoy cerca del hotel.]

—Está bien, te espero allí.

Al final, no tuve oportunidad de ordenar nada del menú. Podría haberle avisado a Yan que ya estaba cenando y que viniera más tarde o incluso al día siguiente, pero sinceramente, también deseaba tener una conversación con ella.

—Lo siento, tengo que irme, disfruten la comida.

—¡¿Eh?! ¡¿Por qué?! ¡¿Paso algo?!

—Nada importante, solo son asuntos escolares, o algo así...

Me dirigí rápidamente a mi habitación, debía limpiarla un poco antes de la llegada de Yan.

—¿Por dónde empiezo? Creo que por la cama.

Arreglé mi cama, a pesar de que ya era de noche, había pasado todo el día descansando desde que llegamos al hotel por la tarde.

Lentamente, procedí a limpiar lo que consideraba necesario, transformando mi habitación en un lugar más agradable a la vista.

Justo cuando había terminado de limpiar mi habitación, escuché un golpe en la puerta.

Miré a través de la perilla de la puerta y vi a Yan con una expresión algo tímida. Me sorprende su cambio de actitud; esta mañana, ordenó a sus empleados apuntabar sus armas directamente a mi cabeza, y ahora está aquí, temblando como un pequeño perrito chihuahua.

Decidí abrir la puerta, sin intención de hacerla esperar mucho tiempo más.

—Buenas noches. Gracias por recibirme.

Me sorprendió ver que hizo una reverencia Saikeirei, un gesto de respeto que nunca esperé, especialmente viniendo de ella.

—Pasa, ¿Te gustaría algo de beber?

—Té, por favor.

Su cortesía me hace sentir incómodo, como si estuviera fuera de lugar.

—Puedes tomar asiento en cualquier lugar.

—En ese caso, elegiré un lugar afuera.

Mi habitación tiene una amplia terraza con un jacuzzi, asientos y mesas, así como una parrilla, y, por supuesto, unas impresionantes vistas de la ciudad.

Preparé dos tazas de té negro, no estaba seguro de qué variedad prefería Yan, ya que no le había preguntado. Espero que le guste.

—Aquí tienes.

—Se lo agradezco.

Ahora me doy cuenta de que no solo es respetuosa, sino también algo sumisa; sus gestos y tono de voz lo revelan.

—Y bien, ¿sobre qué querías hablar?

—Oh, sí... Quería saber qué haremos mañana.

Si solo quisiera saber eso, me lo habría preguntado por teléfono; estoy seguro de que quiere hablar de algo más.

—Si deseas saber eso, simplemente deberías revisar tu agenda; me adaptaré a ella.

—Me refería a cómo planea ayudarme.

—Yo me encargaré de eso.

—Está bien, no insistiré.

Hmph, siendo honesto, creí que insistiría un poco más, pero se rindió de inmediato.

—Yan, no es necesario que sigas con esto, se siente antinatural.

—¿Eh? ¿A qué se refiere?

—Tu actitud, no es necesario que seas tan formal conmigo, solo sé tú misma.

—Pero si soy yo misma...

—No me molestaré. Te dije que te devolvería tus pertenencias cuando terminemos, eso será sin importar qué, así que no te preocupes.

Yan relajó su expresión y soltó un suspiro, como si hubiera liberado una gran tensión.

Se puso de pie y se apoyó en el barandal de cristal de la terraza, contemplando la ciudad ante sus ojos.

—Tu deberías hacer lo mismo.

Me puse de pie y me uní a ella, situándome a su lado.

—¿A qué te refieres?

—Finges ser alguien que no eres, ¿Me equivoco?

—No, estás en lo correcto.

—¿Por qué?

No estoy obligado a responder sus preguntas, y podría mentir si quisiera. Sin embargo, decidí ser sincero.

—La gente a menudo se asusta, como tú esta mañana. Es mejor que no sepan nada de lo que suelo hacer; si no saben que fui yo, no me culparán.

—No entiendo tu motivación. ¿Podría saber cuál es?

—Honestamente, lo hago por simple aburrimiento. ¿Y en tu caso?

—Por papá.

¿Actúa de esa manera por su padre? No estoy seguro de qué tipo de padre podría aprobar el comportamiento de Yan. No, su padre no estaría orgulloso de la actitud de Yan, ni de la reputación que ha ganado. Estoy seguro de que ella está desesperada por ganarse su aprobación.

—Quiero más té, ve a servirme.

Su tono reflejó una orden, al parecer, está volviendo a ser ella misma poco a poco. Aún así, ese comportamiento tampoco me gusta.

—Sírvete tú.

—¡¿Eh? Deberías tratar bien a tus invitados, ¿no crees?!

—¡Y un invitado también debería ofrecer respeto al estar en un lugar ajeno, ¿verdad?!

Decidí responder en el mismo tono con el que ella me gritó, pensando que esto podría hacerle notar lo absurdo de su actitud.

—¡Ahh! ¡Eres lo peor!

—¿¡Solo viniste a mi habitación a quejarte!?

—¡Cómo sea, mejor me voy!

Tomé la mano de Yan y la atraje hacia mí, envolviéndola en un abrazo, tratando de retenerla para que no se vaya.

—¡Sueltame, escoria!

Me propinó un golpe inesperado en el estómago, lo que provocó que me doblara de dolor y terminara en el suelo. Sin mostrar el menor signo de remordimiento, Yan se encaminó hacia la salida sin mirar atrás.

—¡Espera! ¿Querías saber qué haríamos mañana? Pues bien, te lo diré.

Caminó de regreso hacia mí, se detuvo y me miró con desdén desde su posición elevada, sin ofrecerme ayuda para levantarme. Sus ojos penetrantes esperaban una respuesta.

—Mañana gastaré todo lo que obtuve de ti.

—¡Idiota!

Agarré su tobillo, consciente de que podría patearme o pisotearme en su intento de escapar, pero en el suelo, eso era lo único que me quedaba.

La jalé con decisión, haciendo que cayera sobre mí, no, no fue un momento romántico, en realidad, usó su rodilla para golpearme de nuevo en el estómago.

—¿¡Por qué me detienes!?

—No hemos terminado de hablar.

—¡Yo si, déjame ir!

—Hiroshi Murakami.

—¡ !

Al escuchar el nombre de su padre, Yan se paralizó, sus ojos mostraban sorpresa. Dejó de forcejear para liberarse de mi agarre y, en su lugar, se levantó con un gesto algo dubitativo. Lentamente, volvió a caminar hacia el balcón, como si esa mención hubiera evocado pensamientos y emociones que la habían dejado inmovilizada por un instante.

Con esfuerzo, me levanté, aún sintiendo el dolor en mi estómago por los golpes anteriores. Con paso lento pero decidido, me acerqué y me recargué en el balcón, justo a su lado, como si estuviera dispuesto a escucharla y entender lo que la había perturbado tanto.

—¿Quieres impresionarlo o algo así?

—Ahh... Antes de responderte, ¿puedo contarte una historia?

—Hmph, claro.

Yan comenzó a compartir conmigo la historia de su familia, así como la suya propia. Me explicó cómo, al ser una prodigio, no solo tenía la presión de ser exitosa, sino también la de superar a sus antepasados. Sus palabras revelaron un lado de ella que rara vez mostraba, una vulnerabilidad que la hacía más humana.

—Eso último fue hace aproximadamente 2 o 3 años, ¿cierto? Tienes un pasado interesante.

—Sí, en Japón serías mi kouhai y deberías ofrecerme respeto.

—No debería hablar de respeto alguien que no respeta a nadie.

—Hu Hu, supongo que tienes razón.

Supongo que Yan compartió su pasado con tanta confianza porque realmente está desesperada por enorgullecer a su padre. Está dispuesta a hacer cualquier cosa, incluso aceptar mi ayuda sin conocerme. Esta situación, en realidad, es beneficiosa para mí. Podría ganarme su confianza con más facilidad, y tal vez, con el tiempo, deje de ser tan reticente.

—Siento algo de culpa por gritarle y comportarme como una completa idiota antes de irme de casa...

La última vez que Yan vio a su padre, era una niña malcriada, atravesando la etapa de rebeldía adolescente.

Lamentablemente para ella, creo que a su padre le importa poco eso. Por lo que me ha contado, puedo deducir que su padre nunca estará satisfecho con ella, siempre le exigirá más y más, y Yan aún no se ha dado cuenta de ello.

—No te puedo prometer que, con mi ayuda, enorgullecerás a tu padre. Simplemente te ayudaré a ser la mejor de tu linaje; todo lo demás dependerá de ti y, por supuesto, de tu padre.

—Aún así, será una ayuda muy grande, Nerlin. Gracias.

—No es necesario que me agradezcas.

—Es tarde, supongo que me iré ahora.

—Hasta mañana.

Esta vez no la detuve; obtuve la información que deseaba saber de ella. Ahora podré elaborar un plan más completo.

Yan se detuvo en el marco de la puerta y giró levemente su cabeza, lanzándome una mirada espeluznante de reojo.

—Espero sinceramente que me ayudes, Nerlin, y que no estés mintiéndome.

Después de pronunciar esas palabras, Yan se alejó de mi habitación. Su expresión y sus palabras me hicieron pensar que quizás pudo ver a través de mi.

1

Hoy es mi primer día ayudando a Yan, y mis emociones fluctúan constantemente entre la emoción y los nervios. Me siento incómodo con mi vestimenta, ya que Yan me hizo vestir un traje formal que no concuerda con mi estilo. Además, llegué temprano, lo que ha dejado espacio para un tiempo muerto que aumenta mis nervios, ya que me encuentro completamente solo con mis pensamientos.

—Oh, llegaste temprano.

—Buenos días, Yan.

Finalmente, ha llegado. Antes de comenzar con la práctica real, me gustaría impartirle algunas lecciones y ofrecerle algunas recomendaciones.

—Bien, ¿Qué haremos hoy?

—Como mencioné ayer, seguiremos el plan de tu agenda.

—Hmph, aún no veo cómo eso me ayudará a mejorar.

—Muy bien, empecemos con la primera lección: control. Sueltes perder el control con demasiada facilidad. Por ejemplo, en nuestra reunión cuando desvelé tu plan, lo aceptaste fácilmente. En situaciones como esa, cuando alguien más te acuse de algo, debes negarlo una y otra vez. Si una persona se acerca a ti y comienza a culparte de algo, la negación constante podría incluso hacer que se sienta mal por pensar mal de ti en primer lugar.

Es algo muy básico, pero debe convertirse en una de las bases fundamentales para Yan de aquí en adelante; no puede permitirse perder la calma en situaciones complicadas.

—Segunda lección: Piensa, ¿Qué pasó con la Yan que resolvía problemas de psicología, física, historia, etc.? Tu personalidad te lleva a creer que eres superior a los demás, y por eso tiendes a subestimarlos. Nunca debes subestimar a nadie, incluso si se trata de un niño de cinco años.

La personalidad altanera de Yan es un gran problema; ella debe enfrentar a sus oponentes con determinación, sin importar quiénes sean.

Continué señalando los errores que Yan cometió en nuestra reunión. También la hice tomar notas para que pueda revisarlas en cualquier momento.

—Oh, cierto, casi lo olvido. ¿Podrías firmar esto, por favor?

Yan sacó un contrato y lo colocó sobre la mesa. Esto me recordó al día de ayer, cuando intentó estafarme. Sin embargo, hoy no siento ningún peligro.

Tomé el contrato y comencé a leerlo.

—Serás mi empleado. No te preocupes, el contrato establece que solo será por dos meses. No serás como los otros. Si te lo preguntas, hago esto para que sea más fácil presentarte a los demás sin tener que mentir.

En realidad, es una gran idea. De esa forma, podemos evitar malentendidos en el futuro. Sin embargo, lo que más me llamó la atención fue el sueldo que agregó.

—¿60,000 al mes? Pudiste simplemente darme el salario mínimo, te dije que no quería nada de ti.

—Considera esto un regalo.

No era realmente un regalo, ya que sería mi salario a cambio de trabajar para ella. Aun así, era excesivamente alto.

—Bueno, supongo que será bueno para mi currículum.

—Bien, es hora de abrir las puertas de este pequeño local.

Aun me costaba asimilar el hecho de que mi salario es más alto que el de mi padre, a pesar de hacer menos trabajo que él. No considero esto como un trabajo propiamente dicho.

—Por cierto, me gustaría encargarme de los clientes de hoy.

—¿Eh? ¿Y yo qué haré?

—Observar y tomar notas.

La forma de actuar de Yan es acertada, aunque el problema radica en sus contratos. Los clientes suelen darse cuenta de que han sido estafados rápidamente. Necesita mantenerlos dentro de la misma mentira que ofrece en sus reuniones.

El primer cliente llegó, y lo atendí con éxito. Llegó el momento de crear su contrato y le pedí a Yan que me acompañara afuera de la sala.

—Baja la tasa de interés inicial.

—¿Eh? Si hago eso, no ganaré nada.

—Solo hazlo, él está esperando allá dentro. Te lo explicaré luego.

Una vez que el contrato estuvo hecho, me dirigí rápidamente hacia el cliente.

—Solo firme aquí.

—Está bien.

El cliente finalmente firmó el contrato y se marchó. Ahora llega el momento del paso dos. Dado que es mi primera vez haciendo esto, no puedo evitar sentirme nervioso.

—Ahh... esto fue una mala idea.

—No te preocupes, lo siguiente será asegurarnos de que no pueda pagar a tiempo. Si no logra pagarte debido a circunstancias externas, no podrá culparte de nada.

—¿Qué tienes en mente?

—He pensado en diferentes formas de lograrlo. Dado que es la primera vez que hago esto, podríamos empezar con algo simple, como un asalto. El contrato establece que el dinero se le entregará en efectivo, por lo que podría llevarse a cabo perfectamente. Además, será un suceso aislado, no lo haremos con nadie más para evitar sospechas.

También debemos asegurarnos de que algunos clientes tengan una buena experiencia para que no todos los acontecimientos estén relacionados con nosotros. Además, creo que sería una buena idea intervenir con otros prestamistas para que no seamos los únicos relacionados con la "mala suerte".

—Lo interesante en esto será la creatividad. Puedes poner en práctica cualquier idea que se te ocurra.

Seguí atendiendo a algunos clientes más hasta que llegó la hora de la comida. Yan me llevó a un restaurante a las afueras de la ciudad.

—Creí que comeríamos en algún lugar tuyo.

—He comido en mis restaurantes tantas veces que estoy harta de esa comida. Además, este lugar está cerca de nuestro próximo destino.

—¿El cuál es...?

—Un casino.

Me pregunto qué tan importante es este casino si requiere la presencia de Yan cuatro veces a la semana, según su agenda.

—Es importante supervisar el trabajo de mis empleados, sin importar el tipo de negocio que sea. Si pudiera estar siempre presente en cada empresa y negocio que tengo, lo haría, pero no soy omnipresente.

Ella respondió como si hubiera leído mi mente. Realmente pienso que es muy intuitiva, y eso podría servirle en el futuro.

—¿Puedo preguntarte algo, Nerlin?

—Por supuesto, adelante.

—Dime, ¿por qué me estás ayudando? Quiero una respuesta sincera.

No tenía intención de mentir, pero su tono parecía enfatizar la necesidad de la sinceridad.

—¿Alguna vez has visto a alguien cometiendo un error tan evidente que sientes la necesidad de intervenir porque sabes cómo solucionarlo? Eso es lo que me ocurre contigo.

—¿Estás seguro de que no tienes segundas intenciones, ya sea con mi dinero o mi cuerpo?

Yan, siendo una chica hermosa y rica, probablemente ha experimentado el interés de personas que solo buscan aprovecharse de su posición, lo que explica su desconfianza.

—No tienes de qué preocuparte, una vez que haya cumplido mi cometido, desapareceré de tu vida.

Continuamos conversando mientras disfrutábamos de la comida. Poco a poco, Yan dejó de tratarme como si estuviera por encima o por debajo de ella y comenzó a verme como un igual.

Una vez que llegamos al casino, Yan comenzó a realizar sus tareas habituales, que incluían supervisar y recopilar informes del gerente del casino para asegurarse de que todo estuviera en orden.

—¿Eh? ¿Eres idiota? Hazlo de nuevo si no quieres que te despida.

—Yan, ¿puedo hablar contigo un momento?

—Estoy ocupada.

—Es importante.

La conduje a un lugar donde nadie pudiera escucharnos, permitiendo una conversación más privada y sin restricciones en la forma en que nos expresábamos.

—¿Qué quieres?

—No deberías tratar a tus empleados de esa manera.

—No me digas cómo debo ser una jefa.

Su terquedad le impide ver las cosas de manera objetiva, y esto a menudo la llevaba a situaciones tensas con sus empleados.

—En muchas ocasiones, incluso si el salario es bajo, los empleados pueden trabajar con entusiasmo cuando el ambiente laboral es agradable. Si deseas aprovecharte de ellos, podrías hacerlo, pero deberías hacerlo con engaños. Por ejemplo, podrías ofrecerles promesas falsas de posibles ascensos u organizar actividades en el trabajo para que disfruten y tengan la oportunidad de ganar premios.

—¿Por qué haría eso con mis mascotas?

—Solo inténtalo. Muchas empresas utilizan estas prácticas para mantener a su personal motivado y comprometido.

El hecho de que muchas personas sigan una práctica no implica necesariamente que debas probar algo nuevo. Si algo funciona, entonces podría ser una opción que vale la pena considerar e implementar.

—Está bien, supongo que podría intentarlo, pero solo por un mes.

Yan volvió a su trabajo, mientras tanto, yo me limité a observarla atentamente, listo para intervenir si veía que estaba a punto de cometer un error.

—Es hora de irnos.

—Antes, ¿podrías explicarme cómo ganas dinero con esto?

—¿Los juegos? Todas las máquinas y juegos están diseñados para que raramente se gane.

—Hmm, pero yo podría ganar siempre en cualquier juego.

—¿Eh? Ni siquiera conoces cómo funcionan.

—No es necesario, creo que podría ganar.

En ese momento, quizás ella piensa que solo estoy alardeando, pero estoy dispuesto a demostrar lo contrario.

—Para demostrarlo, ¿qué te parece si hacemos una apuesta? Elije el juego que prefieras.

—Hu Hu, de acuerdo, acepto, pero yo estableceré las reglas. Si yo gano, me devolverás mis cosas, y si tú ganas, te deberé un favor, podrás pedirme lo que desees.

—Trato hecho, adelante, elige el juego.

Los juegos están diseñados para ser ventajosos para el casino y Yan conoce los juegos perfectamente, acepté el desafío a pesar de estar en una clara desventaja.

—En este momento deberíamos estar trabajando, así que pensé en una versión simplificada de blackjack. ¿Qué te parece?

—No sé jugar blackjack, explícame las reglas.

—¿Eh? Si no sabes jugar, podríamos elegir otro juego. Estarás en una desventaja aún mayor.

—No te preocupes, solo necesito conocer las reglas básicas para derrotarte.

—Si tú lo dices... Bien, solo tienes que lograr que las cartas que te toquen sumen 21 puntos. Las cartas con figuras, como reyes, reinas y sotas, valen 10 puntos, y el as valdrá 11 puntos. Ganará el jugador que sume exactamente 21 puntos o se acerque más a esa cifra, pero perderá inmediatamente si supera los 21 puntos. Ahora, simplificaremos las reglas para jugar de la siguiente manera:

*El crupier repartirá dos cartas a cada uno de nosotros y dividirá el mazo de cartas restante en dos partes en la mesa.

*Nosotros decidiremos de cuál de las dos mitades del mazo tomaremos cartas en caso de que queramos pedir más.

*Las cartas joker valdrán 22 puntos, lo que significa que si a alguno de nosotros nos toca esa carta, perderemos automáticamente.

—Entiendo, pero ¿podríamos jugar una partida de prueba para comprenderlo mejor?

—Por supuesto, empecemos.

Yan llamó a uno de sus empleados para que actuara como crupier en el juego. Luego, sacó un mazo de cartas nuevo y lo abrió ante nosotros, mostrando que estaba sin manipular, y nos entregó las cartas para que pudiéramos revisarlas y asegurarnos de que no estuvieran trucadas.

Después, colocó las cartas en una máquina automática diseñada para barajarlas de forma imparcial. Esto se hizo para garantizar que el crupier no pudiera manipular la mezcla de cartas de manera fraudulenta.

Cuando la máquina terminó de barajar las cartas, el crupier las tomó y repartió dos cartas a cada uno de nosotros. Luego, dividió el mazo por la mitad y colocó ambas mitades en la mesa.

En ese momento, ninguno de los dos sabía si la carta en la mesa tenía un valor alto o bajo, lo que hacía que pedir más cartas fuera una decisión arriesgada.

—Me gustaría pedir una carta más.

—Yo también.

En este primer juego, mi enfoque principal es comprender las reglas y los riesgos involucrados. A pesar del riesgo de perder, estoy decidido a aprender y, si es posible, ganar.

En este punto, tengo 3 cartas en mis manos: un Rey de Corazones, un Dos y un Tres de Diamantes, lo que suma un total de 15 puntos.

—Me gustaría pedir una carta más.

—Yo me quedaré con las cartas que tengo.

Luego, opté por la otra mitad del mazo para agregar algo de variedad. Volteé la carta que me dieron y, para mi sorpresa, era un 5 de Tréboles. Ahora tenía 20 puntos en total. Solo me faltaba un punto para llegar a 21 y ganar la partida, pero también sabía que podía arriesgarme y perder.

—Me quedaré con estas cartas.

—En ese caso, si ninguno de los dos decide tomar más cartas, debemos revelarlas.

Confíaba en que ganaría con mis 20 puntos, pero al revelar las cartas...

—Gana Yan con 21 puntos.

—Hu Hu, creí que dijiste que ganarías sin importar qué.

—También te mencioné que esta primera ronda era solo una práctica. No te preocupes, la siguiente la ganaré.

—Lo dudo.

El crupier nos devolvió el mazo para que lo revisáramos una vez más, y después de verificarlo, se lo entregamos. Luego, volvió a insertar el mazo en la máquina, que comenzó a mezclar las cartas nuevamente. Mientras tanto, esperamos pacientemente.

—¿Qué te parece si agregamos una nueva regla, Yan?

—Oh, ¿cuál sería?

—En esta ronda, jugaremos sin ver nuestras propias cartas. De esa manera, no tendremos forma de saber cuántos puntos tenemos.

—Suena interesante, acepto.

Una vez que las cartas terminaron de mezclarse, el crupier nos repartió dos cartas a cada uno, decidimos mantenerlas boca abajo para que no pudiéramos verlas.

—Dime algo, Yan, ¿te gustan las estrellas?

—¿Eh? ¿Por qué la pregunta?

—Por ninguna razón en particular. Algún día te llevaré a verlas.

Esperé con paciencia para ver si Yan planeaba pedir más cartas o quedarse con las que tenía.

—Me gustaría pedir más cartas.

—Yo me quedaré con las que tengo.

—¿Tienes miedo de que tus puntos superen los 21?

—Vaya, supiste leerme muy bien.

Dije mientras me rascaba la cabeza, sin conocer las cartas que tenía, era imposible formular una estrategia en este momento.

—Me gustaría quedarme con las cartas que tengo.

Ya que ambos decidimos mantener las cartas que nos dieron, era el momento de revelarlas.

—Yan, antes de revelar nuestros puntos, me gustaría explicarte cómo gané.

—¿Eh? ¿Estás seguro de que ganaste?

—Estoy completamente seguro de que gané. Te diré cuál fue mi estrategia, incluso sin conocer mis puntos:

Las cartas estaban claramente manipuladas, eso era evidente. El dilema residía en descubrir de qué manera estaban trucadas. Después de recibir nuestras cartas, me enfoqué discretamente en buscar algún patrón. Pronto, no solo noté su existencia, sino también que cada carta tenía una marca específica, dependiendo de su valor. Identificar el patrón resultó complicado, pero finalmente me percaté de que, cuando las cartas tenían números, las marcas en la parte trasera representaban de forma sutil constelaciones zodiacales. En cambio, cuando las cartas eran de figuras, el patrón trasero se correspondía con una constelación septentrional.

Quedaba pendiente descifrar el misterio del joker. Sin embargo, dado que solo había dos cartas comodín, arriesgué una suposición: carecían de patrón. Es por eso que, al recibir las cartas al final de la primera ronda, discretamente coloqué un punto en mi dedo con un marcador y dibujé una constelación en el joker sin que te dieras cuenta.

Inicialmente, había considerado la posibilidad de que el crupier te favoreciera de alguna manera. Pero cuando introdujo las cartas en esa máquina, descarté la idea de que hubiera trampa en ese aspecto. Entonces, ¿cómo podrías ganar siempre? La respuesta era simple: la máquina estaba programada para detectar el patrón de las constelaciones. Razón por la que decidí marcar el comodín con una constelación en primer lugar.

—¡¿Memorizaste todas las constelaciones en tan poco tiempo?!

—Así es.

—Pero, ¿por qué dibujaste una constelación en el joker?

—Para que pierdas. Tú tienes el joker.

—¡¿En serio?!

—Sí, míralo por ti misma.

Ambos volteamos nuestras cartas, y tal como lo predije, los resultados fueron los siguientes:

Yan tenía un joker, un rey de tréboles y un 7 de diamantes, lo que sumaba un total de 39 puntos.

Mientras que yo tenía un as y un rey de corazones, lo que sumaba un total de 21 puntos.

—¡Eres asombroso!

Esperaba una respuesta sarcástica o que se molestara, pero en su lugar, recibí un elogio genuino.

—Gané nuestra apuesta, no lo olvides.

—¡Claro que no!

Su entusiasmo me sorprendió; parecía estar realmente emocionada por mi victoria, no, estoy seguro de que su emoción se debe a mis habilidades.

Salimos del casino y nos dirigimos hacia nuestro próximo destino, una lujosa cadena de spas que ofrecía tratamientos de bienestar y relajación de alta calidad. Sin embargo, justo cuando dejamos el casino...

—¡Señorita Murakami, necesito su ayuda, por favor!

Un hombre se arrodilló frente a Yan, suplicando entre lágrimas que lo ayudara. Me preguntaba si esta situación conmovería a Yan o si seguiría con su actitud habitual.

—Lo siento, he concluido mis asuntos financieros por hoy. Pero si es importante, puedes visitar mi oficina mañana.

—¡No, no entiende! La he estado buscando todo el día porque esto es crucial, ¡crucial para mí!

—Está bien... Supongo que puedo hacer una excepción, pero debes ir a mi oficina de inmediato.

—¡De acuerdo, iré ahora mismo!

—Perfecto, nos vemos allí.

Parece que hemos cambiado nuestros planes y nos dirigimos de nuevo a la oficina de Yan. Personalmente, habría preferido ir al spa, ya que he estado bastante estresado estos días.

Subimos al auto y Yan le indicó al chófer el nuevo destino.

—¿Vas a seguir con tu rutina habitual? ¿Vas a estafarlo?

—Por supuesto, ¿Por qué no lo haría? Si mencionas que me suplicó entre lágrimas, significa que aún no estás familiarizado con este negocio. No sabes cuántas personas me han rogado de la misma manera para que les dé dinero, y a todos los he estafado.

La rutina ha endurecido su sensibilidad ante estas situaciones. Aunque, recordando su pasado, es posible que siempre haya sido así.

Una vez que llegamos al edificio, el hombre ya estaba esperando a Yan en la sala de recepción.

—Acompáñame.

El hombre se levantó y nos dirigimos directamente a la sala de juntas.

Tan pronto como llegamos, el hombre se arrodilló nuevamente y suplicó a Yan una vez más.

—Por favor, dame más tiempo para pagar.

—¿Eh? ¿Quién eres?

—Draven, Draven Donner.

—Nerlin, trae su expediente.

—Enseguida, Murakami-sama.

¿Quién se cree para darme órdenes? Bueno, pensándolo mejor, estamos completamente solos con este hombre en este momento, así que soy la única ayuda que tiene.

Regresé a la sala de juntas con el archivo de Draven en mano.

—Aquí lo tiene.

—Vamos a ver...

Ella comenzó a revisar el archivo. Supongo que, con tantos clientes al día, es natural que a veces olvide quiénes son.

—Oh, sí, ahora recuerdo quién eres.

—Entonces, ¿me ayudará? Solo necesito más tiempo para pagar sin que los intereses aumenten.

El hombre aún estaba en el suelo, suplicándole, juntando las manos como si estuviera rezando a Yan, como si eso pudiera ayudar en algo.

—No. Te ofrecí la oportunidad de trabajar para mí para pagar tu deuda, y no aceptaste. Si hubieras aceptado, esto no habría sucedido. No puedo darte más beneficios que a mis otros clientes.

—¡Por favor, le suplico!

Yan está siendo muy grosera con este hombre, pero no puedo intervenir, es algo de su pasado, y yo solo la ayudaré con su futuro, ella también debe entender eso si no está usando los consejos que le di.

Viéndola mejor, ella no solo es hábil con las palabras, sino que también sabe cómo utilizar la ley a su favor. Los empleados de Yan ganan significativamente menos que el salario mínimo, pero el gobierno no puede hacer nada al respecto. Según lo declarado, sus ingresos pueden llegar a los 50,000, ella utiliza brecha legal muy interesante.

El método de Yan opera de la siguiente manera: si una persona tiene un buen salario, la ley no interviene, ya que supera el mínimo requerido. Por otro lado, si esa persona contrae deudas debido a compras o servicios, la ley tampoco interviene, incluso si su ingreso real es menor que el salario mínimo, ya que se considera que están utilizando su salario para pagar sus deudas.

Con Yan, se crea un círculo en el que el dinero gira en torno a ella. Presta dinero a personas que no pueden pagarlo, y estas personas trabajan para ella para saldar sus deudas, percibiendo un salario mucho menor que el mínimo legal, también está el factor de que realmente nunca terminarán de pagar sus deudas, ya que estas mismas aumentan en todo momento. Este vacío legal es fascinante y beneficioso para Yan.

—No puedo hacer nada por ti, necesito que te vayas.

—Por favor, se lo ruego de corazón. Tengo una hija a la que alimentar.

—Te brindé una oportunidad, y la desaprovechaste. Tu hija pagará las consecuencias de tus errores.

—No puedo abandonar mi trabajo en el ejército. Sería considerado un desertor.

—No me importa. Ahora, vete de aquí.

Draven permaneció inmóvil en el suelo, sollozando en silencio.

—Si no te vas, me iré yo.

Yan tomó mi mano y me condujo hacia la salida, dejando atrás a Draven.

—Sube al auto.

—Pero...

—Sube ahora. Si no nos apresuramos, es posible que regrese.

—Yan, no debes evadir tus problemas. Evitarlos no los resolverá.

—Es un buen consejo, lo consideraré para el futuro. Pero ahora, de verdad necesito que subas al maldito auto.

Subí al auto según las indicaciones de Yan, y nos alejamos rápidamente del lugar. Para ser honesto, hoy ha sido un día sumamente curioso.

—¿Estuvo bien dejarlo solo en tu oficina?

—No tengo nada importante allí. No te preocupes, incluso si destruye o roba algo, solo se perjudicará más a sí mismo. Estoy segura de que él lo sabe.

—Está bien.

Yan me agarró de los hombros y me sacudió suavemente, mientras me miraba con una expresión llena de energía.

—¡Hoy fue un día muy divertido! ¿No lo crees?

—La verdad, sí.

Más que divertido, yo describiría este día como sumamente interesante. Espero aprender mucho más de Yan en los siguientes días.

2

—Aquí tiene lo que me pidió, Murakami-sama.

Hace poco, solicité a uno de mis empleados que investigara a fondo sobre el individuo conocido como Nerlin. Me intriga profundamente cómo una persona como él ha logrado superarme en todos los aspectos hasta el momento. Es inconcebible que sea un individuo común y corriente. Yo, que he sido entrenada desde temprana edad por los mejores maestros de Japón en diversas áreas, me veo eclipsada por un joven de 18 años que tira de las puertas con letreros que dicen "empuje". Deben existir registros que documenten su excelencia.

—Bien, veamos...

...Información Personal...

...-Nombre: Nerlin [DATOS ELIMINADOS]...

...-Fecha de Nacimiento: [DATOS ELIMINADOS]...

...-Edad:18 años...

...-Tipo de Sangre: O-...

...Perfil Académico...

...-Historial Escolar: Asistió a escuelas regulares hasta la Universidad de U.M.E.E....

...-Calificaciones: Mantuvo calificaciones promedio a lo largo de su escolaridad....

...Perfil Médico...

...-Registros Médicos: No hay registros médicos importantes....

...-Alergias: No se reportan alergias conocidas....

...Intereses y Gustos...

...-Intereses: Nerlin tiene un interés inusual en imágenes de dodos vestidos de bomberos y pandas gordos....

...-Aficiones: Participa en actividades deportivas y sociales típicas para su edad....

...-Experiencia Laboral: Ha tenido trabajos de medio tiempo en empresas locales....

...Antecedentes Sociales...

...-Afiliación a Grupos: No hay indicios de afiliación a grupos o movimientos inusuales....

—En general, no encuentro nada fuera de lo común. No hay registros de pruebas de coeficiente intelectual ni nada que destaque. Todo esto resulta sumamente extraño.

Quizás sea algún tipo de estafador utilizando un nombre falso.

—Pero si ese fuera el caso...

Si realmente fuera un estafador, buscaría algo de mí, y según sus propias palabras, su único objetivo es que me convierta en la mejor de mi linaje. Esta situación me desconcierta.

—¿Sucede algo, Murakami-sama?

—No, solo estoy reflexionando. Puedes retirarte.

Lo único que sé de él, y que nadie más conoce, es que tiene dos facetas. Actúa como una persona amable y sociable en público, pero parece disfrutar perjudicando a los demás en su propio beneficio. Entonces, ¿por qué me está ayudando? ¿Debería confiar en sus palabras? ¿Realmente solo busca ayudarme?

Creo que lo más sensato sería preparar un plan de contingencia por si llegara a necesitarlo. Pero, ¿cuáles son sus debilidades? Supongo que podría vencerlo fácilmente en una pelea, aunque no estoy segura. Es posible que aún no haya revelado todo su potencial.

—Yan, ¿qué estás haciendo?

—¡Oh! Nerlin, pensé que hoy tenías el día libre.

Su presencia me desconcertó. Estaba segura de que le había concedido el día libre, así que no debería estar aquí.

—Sí, es mi día libre, pero no puedo pasar un solo día sin verte.

—¡ !

¿Qué está insinuando? No sé hasta qué punto puedo confiar en sus palabras. Tal vez me ha estado mintiendo todo este tiempo.

—Dime, Nerlin, te he contado sobre mi pasado, has conocido mis habilidades, entonces, ¿por qué carajos eres mejor que yo? ¡No encontré nada significativo en la investigación que hice sobre ti!

¡Mierda! Acabo de revelarle a Nerlin justo lo que intentaba ocultarle.

Nerlin me ofreció una sonrisa, aunque no sé si era sincera o perturbadora.

—Oh, Yan, pensé que estarías contenta por mí. Te conozco desde que era un niño, soy tu mayor admirador. He estudiado y entrenado incansablemente con la esperanza de hacerte la chica más feliz del mundo. Es triste que no reconozcas mis esfuerzos.

—¡ !

Él tomó mis manos y las unió mientras se aproximaba a mí con un brillo de emoción en los ojos. Sentí un escalofrío que me hizo retroceder involuntariamente. A pesar de sus palabras amables, percibía su enojo por haberlo investigado, incluso si lo ocultaba bajo su fachada amigable.

—Debes estar agotada por tanto trabajo. ¿Qué te parece si te sientas y te relajas mientras te doy un masaje en los hombros?

Me obligó a sentarme, quedé paralizada, incapaz de articular palabra. Solo podía temblar de nervios.

—Estás muy tensa. Deberías tomarte descansos más seguido.

Él estaba detrás de mí, y aunque tenía la opción de pelear o huir, mi cuerpo parecía rechazar ambas alternativas.

En ese momento, con él a mis espaldas, podría aprovechar la situación de cualquier manera contra mi, pero en lugar de eso, optó por ofrecerme un abrazo.

—Estoy decepcionado, princesa.

—¿P-Por qué?

—Porque no confías en mí. Yo confiaría mi vida en tus manos, y sería un honor que tú hicieras lo mismo.

Ahora mismo tenía el control, no solo sobre mi trabajo, sino también sobre mi persona.

—Si solo querías saber algo sobre mí, podrías haberme preguntado directamente. Yo habría respondido con gusto.

—L-Lo lamento, pero no te creo.

—¿Eh? Solo quiero hacerte feliz, estaré dispuesto a hacer lo que sea.

—E-Entonces, devuélveme mis cosas.

Esta sería la prueba definitiva. Si él se niega o da alguna excusa, significa que está mintiendo. Si acepta, no sabré qué pensar de él.

—Claro, encantado.

Él me dio un beso en la mejilla y luego se colocó frente a mí, acariciando mi cabeza.

—Haría lo que sea por ti, princesa.

—¿P-Por qué aceptaste fácilmente?

—Creo que te lo mereces. Estos últimos días has estado esforzándote mucho, la verdad estoy muy orgulloso de ti.

—¡ !

Me regaló una sonrisa, aunque me dejó en duda si era genuina o simplemente otro de sus engaños característicos. Luego, se sentó a mi lado y me abrazó, posando su mano sobre mi hombro.

—Me has investigado, si tienes dudas sobre mí, puedes preguntarme lo que quieras.

—Entonces, ¿Dónde has aprendido lo que sabes?

—Fue una educación autodidacta. Cuando encontraba algún tema interesante o necesario para mi futuro, investigaba a fondo hasta dominarlo.

Sé que existen personas así, pero para superarme, él también tendría que ser un prodigio, sobre todo si lo hizo sin ayuda. Debo preguntar eso también.

—Bien, tú me hiciste una pregunta, ahora es mi turno.

—E-Está bien.

—¿Qué tipo de chicos te gustan?

—¡ !

¿Por qué querría saber algo así? No entiendo sus intenciones ni puedo leerlo en este momento.

—M-Me gustan los chicos que sean mejores que yo.

Respondí tímidamente, y mis mejillas se colorearon de un suave rubor. Era la primera vez que me veía enfrentada a responder ese tipo de preguntas.

—¡¿Entonces tengo una oportunidad?!

—Y-Yo nunca dije eso. Además, era mi turno de preguntar.

—¿Ehh? Bueno, supongo que no hay otra opción.

Debo pensar en una pregunta que responda a todas mis dudas. No quiero ahuyentarlo ahora que está dispuesto a contestar.

—Una persona como tú es difícil de encontrar. Es probable que tengas un coeficiente intelectual más alto que el mío, el cual es de 182. Me gustaría saber el tuyo.

Esta pregunta podría resolver la mayoría de mis dudas. Si él también es un genio, eso explicaría muchas cosas.

—Lamentablemente, nunca he realizado algún examen para conocer mi IQ, así que no puedo responder eso.

—¿Eh? ¿Hablas en serio?

—Totalmente. Pero si quieres, podría hacer uno para aclarar tus dudas. Haría lo que sea por ti, princesa.

—No, está bien. Te creo. Aún así, no descarto la idea de hacerte una prueba en el futuro.

—Claro, ahora es mi turno. ¿Tengo alguna oportunidad de salir contigo?

¿Por qué hace ese tipo de preguntas? Ayer se comportaba de manera normal. Su comportamiento anormal me hace creer que tiene otras intenciones.

—N-No, no lo sé...

Nerlin es un chico atractivo. Además, mencioné que me atraían los chicos superiores a mí. Él cumple con los requisitos. Sin embargo, no lo veo como una pareja romántica en este momento.

—Bien, supongo que me voy, tengo otras cosas que hacer

dijo mientras se ponía de pie, me besó suavemente en la frente. Luego, con pasos lentos pero decididos, avanzó hacia la salida. Sin embargo, antes de cruzar el umbral, se volvió hacia mí, su rostro iluminado por una sonrisa parecía más inquietante que amigable.

—Casi lo olvido, si vuelves a enviar a alguno de tus empleados para investigarme a mí o a mi familia, te sacaré los órganos con los sais que escondes en tus piernas.

Dijo mientras me mostraba los sais que me había arrebatado sigilosamente. Luego, los dejó caer al suelo como si fueran insignificantes.

Oír eso me heló la sangre, porque de entre toda la conversación que tuvimos, esa fue la única vez que pude ver a través de él, y supe que no estaba mintiendo.

3

—¡Es hoy, es hoy!

El día de hoy, aunque tengo que trabajar, no se siente como un día cualquiera. Yan y yo asistiremos a un brunch donde se reunirán destacadas personalidades del mundo empresarial. Aunque es mi primera vez en este tipo de eventos, poco a poco me voy acostumbrando a este fascinante mundo.

Llegué temprano al lugar donde sabía que Yan estaría presente. Lamentablemente, no hemos hablado desde ayer, así que supongo que sus sentimientos podrían estar un poco heridos por mis palabras. Sin embargo, estoy seguro de que ella comprende que no debe permitir que esto la afecte, especialmente hoy. Este evento representa una oportunidad invaluable para fortalecer su reputación y establecer nuevas conexiones.

—¡Hey!

Me acerqué por detrás de Yan y le toqué el hombro suavemente para llamar su atención. Su reacción me tomó por sorpresa, se sobresaltó y retrocedió, pero no emitió palabra alguna, manteniendo el silencio.

—Lo siento...

La reacción exagerada de Yan no era su estilo, lo que me hizo pensar que algo profundo la había afectado, no solo fueron mis palabras. Era crucial resolver esto antes del importante evento de hoy.

—Elegí las palabras equivocadas ayer. Estaba furioso porque investigaste a mi familia, pero lo que dije era cierto. Haría cualquier cosa por ti, Yan.

—...

—Si existe alguna forma en que pueda remediarlo y ganar tu perdón, por favor, dimelo. Estoy dispuesto a hacer lo que sea.

—Ya dijiste eso ayer y aún no me has devuelto mis pertenencias.

—Es cierto que mencioné eso, pero la verdad es que nunca tomé tus cosas, Yan. Fue solo un engaño para persuadirte a permitir que te ayude.

—Entonces, solo déjame sola...

Creo que fue un error revelarle eso; sus pertenencias eran el único vínculo que nos unía, y sin ellas, era evidente que Yan se distanciaría de mí.

—Pero...

—Vete.

Lo mejor será darle espacio por ahora, aunque eso significaría que fracasará en el brunch dentro de unas horas, y no puedo permitir que eso ocurra.

3.5

¡Ese maldito hijo de perra me mintió todo este tiempo! Está claro que no permitiré que las cosas se queden así, se lamentará por haberme mentido. Sin embargo, eso será en otro momento, ahora necesito enfocarme en los asuntos que tengo frente a mí.

Subí al auto y pedí a mi chófer que me llevara al club de golf donde se llevaría a cabo el brunch. Normalmente, el club estaba abierto al público, pero hoy lo habían reservado exclusivamente para este evento. No tenía ni idea de quién había hecho esa reserva ni cuán influyente debía ser esa persona para que el club, que normalmente no permitía tales reservas, lo hubiera aceptado. Recuerdo que en el pasado intenté reservarlo sin éxito, así que el organizador debía ser alguien extremadamente importante.

Una vez llegué al lugar, recordé que no tenía un acompañante. Originalmente, se suponía que Nerlin ocuparía ese papel, pero lo alejé de mí recientemente. Ahora, era inevitable que las personas en el evento comenzaran a hacerme preguntas sobre su ausencia.

—Bienvenida, Murakami-sama.

El organizador del evento me saludó con una reverencia cortés.

—Vaya, creí que habías mencionado que tenías algún novio o algo así, ¿te abandonó?~

Sabía que esto pasaría, pero no esperaba que las preguntas comenzaran desde el momento en que puse un pie aquí.

—Lo siento, Beatriz, no hablo español, no soy tercermundista.

Conteste con un acento fingido.

—He He, como digas.

Beatriz es la fundadora de una compañía de productos de belleza, ella y yo solíamos ser socias en el pasado. Sin embargo, nos distanciamos debido a algunas diferencias entre nosotras.

Una vez que logré separarme de ella, me enfoqué en retomar mi objetivo principal, al igual que el de todos los presentes aquí: establecer relaciones laborales sólidas y productivas.

Me acerqué a Maxwell Sinclair, otra figura importante dedicada principalmente a los servicios financieros, al igual que yo. A pesar de que estaba ocupado conversando con otras personas, no podía permitir que la vergüenza me dominara. Necesitaba mejorar mi reputación, incluso si eso implicaba entablar conversaciones con personas que son inferiores a mí.

—Hey.

—Oh, eres Yan Murakami, ¿verdad?

—Sí, me preguntaba si podríamos hablar un momento.

—Lo siento, estoy ocupado.

Él y las otras personas con las que estaba conversando se alejaron hacia otro lugar. No puedo darme el lujo de perseguirlos; eso daría la impresión de que los necesito.

La segunda persona a la que me acerqué fue Arabella Wainwright, CEO de una empresa de bienes raíces e inmobiliarias, un sector que a decir verdad, me interesa.

—Arabella, creí que no vendrías.

—...

Se retiró sin dirigirme una palabra, lo que refuerza mi preferencia por evitar relaciones con mujeres.

Lentamente, me acerqué a la mayoría de los invitados en el evento, pero todos compartían una similitud: se negaban a hablar conmigo.

No puedo evitar sentir frustración, vine aquí solo para ser humillada. No sé por qué pensé que sería una buena idea en primer lugar.

Caminaba hacia la salida cuando escuché una gran multitud riendo y conversando. Era un gran círculo que seguramente se disolvería si me acercaba, así que no le di importancia.

Antes de salir, giré por curiosidad. Fue entonces cuando noté que la atención se centraba en dos personas: Nerlin y Mayer Vanderbilt. Me impresionó que Nerlin pudiera mantener una conversación con ese hombre, a quien apostaría es el organizador del evento.

Nerlin y yo intercambiamos miradas, y las demás personas también volvieron su atención hacia mí.

—Oh, ahí estás, Yan. Ven aquí.

Lo dijo con entusiasmo, como si me hubiera estado esperando todo este tiempo.

Me acerqué a ellos, después de todo, no tenía nada que perder.

—Murakami, ¿Es cierto que usted está detrás de todo?

—E-Eh, yo...

Me quedé sin palabras, no sabía qué responder. Esta situación me tomó por sorpresa, y dado el contexto con Nerlin, no podía estar segura de cómo manejarla.

—Ella me llevó a lo más alto, realmente estoy muy agradecido, lamento llegar tarde.

—¿A qué te refieres?

—Oh, es cierto, Beatriz, no lo había mencionado, pero yo soy el acompañante de Yan. Lamentablemente, se me hizo un poco tarde.

—¿Tú eres su acompañante? ¿De ella?

—Claro, es lo mínimo que puedo hacer después de todo lo que ha hecho por mí.

Mayer me miró con curiosidad, no pude evitar sentirme incómoda por la conversación.

—Murakami, ¿Podríamos hablar un momento?

Me sorprendió su solicitud. ¿Qué carajos había dicho Nerlin sobre mí para que Mayer estuviera interesado en conversar?

—Seré directo ya que sé que usted es una mujer ocupada. Me gustaría colaborar con usted.

—¿Eh? ¿De qué forma?

—¿Realmente importa? Lo que quiero es a usted como socia. Nos beneficiaría a ambos.

No, si colaboramos los beneficios recaeran sobre mi. No sabía qué había dicho Nerlin sobre mí, pero aparentemente, tenía una buena reputación entre estas figuras importantes. Comenzaba a lamentar haberme distanciado de él.

—Está bien, procedamos.

—Nerlin tiene mi número, no duden en llamarme.

—De acuerdo.

Regresé junto a Nerlin, necesitaba respuestas para poder mantener su mentira de ser necesario.

—Nerlin, ¿podemos hablar?

—Por supuesto.

Buscamos un rincón apartado, lejos de miradas y oídos curiosos, aún así trataré de mantener al margen mis palabras.

—¿Qué has hecho?

—¿Eh? ¿A qué te refieres? Solo compartí mi opinión sincera sobre ti.

—¡No mientas! Cuando llegué, todos me ignoraron y me evitaron.

—Yan, no estás siendo muy amable.

Su respuesta me desconcertó. ¿Quería que le agradeciera? ¿Que me disculpara? ¿Que le devolviera su trabajo?

—Está bien, dime qué deseas.

—Ya que insistes.

Extendió su mano hacia mí y me atrajo con suavidad hacia sí, ofreciéndome un abrazo cálido y reconfortante.

—Lo único que quiero es estar a tu lado.

—¡ !

Mi sorpresa fue inmediata, una reacción natural ante sus palabras inesperadas. Sin embargo, tras unos segundos de reflexión, entendí que si su presencia pudiera ser beneficiosa para mí, no tenía sentido rechazarla.

Finalmente, cedí.

—Está bien, está bien, suéltame ahora.

Pero Nerlin parecía decidido a mantener su abrazo y replicó:

—No, realmente te extrañé.

Sus manos acariciaban mi cabeza mientras continuaba abrazándome. La situación era inusual, y no pude evitar preocuparme por lo que pensarían los demás si nos veían de esa manera.

—¿Qué dirían los demás si nos ven aquí?

pregunté con un tono de preocupación.

Nerlin, sin embargo, respondió con una sonrisa juguetona:

—Dirían que hacemos una bonita pareja.

Mis pensamientos se volvieron más oscuros mientras me preocupaba por el destino de los demás. Le exigí:

—No digas estupideces, mejor dime qué hiciste con ellos.

Nerlin se alejó de mí ligeramente y acercó su boca a mi oído, susurrando:

—Es un secreto.

Su sonrisa misteriosa me intrigó aún más. Luego, tomó mi mano y me instó a regresar al evento, por un momento, olvidé que me había amenazado el día anterior. Si bien se que su compañía podría ser beneficiosa para mí, también comprendo que tenerlo como enemigo es algo que no deseo.

4

—Detén el auto.

ordené de manera repentina.

Nerlin parecía sorprendido por mi solicitud y preguntó:

—¿Eh? ¿Pasa algo, princesa?

Sin embargo, mi decisión estaba tomada, y exclamé con firmeza:

—Bájate.

Nerlin me miró con una mezcla de confusión y preocupación.

—Pero...

—¡Bájate!

Repetí con más vehemencia.

Mientras regresábamos del brunch en el auto, le pedí al chófer que detuviera el vehículo en medio de la carretera. Luego, me dirigí a Nerlin con un tono de voz enfadado y le exigí que descendiera del auto. Mi objetivo era tomar una pequeña venganza contra él, ya que yo también me disponía a salir del vehículo.

—¿Por qué nos detenemos? Estamos en las afueras de la ciudad.

Nerlin preguntó con desconcierto.

—¿Quieres caminar de regreso?~

Era una pregunta retórica, como si estuviera considerando dejar a Nerlin en medio de la nada para que caminara los largos 10 kilómetros de regreso a su hotel.

—¡Espera!

Nerlin exclamó, evidentemente preocupado por la perspectiva.

Sin embargo, aclaré mi intención:

—Es una broma, quería vengarme un poco.

Nerlin, aún confundido, respondió:

—¿Vengarte? No te he hecho nada malo.

¿No me ha hecho nada malo? Sus palabras me hicieron reflexionar sobre todo lo que Nerlin había hecho y dicho en el pasado, y me di cuenta de que mi afirmación era más cierta de lo que él podía comprender en este momento.

—Como sea, ¿caminamos un poco?

Propuse mientras nos alejábamos del auto y nos dirigíamos hacia un puente. Necesitaba hablar con Nerlin en privado, lejos de miradas y oídos indiscretos, pero no podía esperar a llegar a la ciudad.

—Seré clara, Nerlin, necesitamos hablar sobre nuestra relación.

Mi tono era firme, intentando transmitir la seriedad de la situación.

—Lo dices como si fuéramos una pareja.~

—¡Estoy hablando en serio! Necesitamos aclarar las cosas para que esto funcione.

A pesar de mis dudas sobre si podría tener una conversación significativa con Nerlin, sabía que debíamos aclarar las cosas lo antes posible.

—Bien, necesito saber qué piensas sobre mí y cuáles son tus intenciones conmigo.

Mi voz reflejaba mi anhelo de entender sus motivaciones.

Nerlin respondió con simplicidad:

—¿Qué pienso sobre ti? Um, no te preocupes, solo quiero llevarte a lo más alto.

Sus palabras me dejaron perpleja. ¿Podía confiar en una respuesta tan aparentemente superficial?

—Pero ¿por qué?

Insistí, buscando una respuesta más profunda.

Nerlin mantuvo su enfoque en lo superficial:

—Porque eres una chica linda, no hay nada más que pueda decir.

La simplicidad de su respuesta me desconcertó. ¿Realmente era tan superficial como parecía, o había algo más detrás de sus palabras?

—¡Te dije que no mientas!

Exclamé con frustración, incapaz de aceptar su respuesta tan simplista.

Nerlin parecía tranquilo ante mi reacción.

—No estoy mintiendo, prometí que respondería tus preguntas.

—E-Entonces, ¿solo me ayudas porque soy linda...?

Nerlin asintió con sinceridad.

—Exacto.

Sus palabras me llevaron a una conclusión que no me agradaba: parecía que su motivación principal era salir conmigo. Necesitaba ser clara con él.

—No te preocupes, una vez que te ayude, no volveré a hablarte.

Nerlin respondió como si hubiera anticipado mi pensamiento.

—También quiero saber sobre ti. ¿Cómo es que eres mejor que yo?

—Eso es muy narcisista. A veces, aunque te esfuerces, habrá alguien que te supere poniendo menos empeño.

Explicó, tratando de darme una perspectiva más realista.

—¿Estás diciendo que a ti no te costó trabajo llegar hasta donde estás?

—Es una manera de decirlo.

No pude evitar sentir que Nerlin era una persona increíble, un verdadero enigma que ocultaba habilidades excepcionales, un verdadero monstruo.

—Yo también necesito decir algo importante.

—¿Eh? Está bien, adelante.

—Para resolver nuestras diferencias, necesitas preguntarme directamente si tienes dudas sobre mí. Por favor, evita investigar en secreto o involucrar a mi familia en esto.

—Está bien, te lo prometo.

Admito que estuvo mal investigar a Nerlin sin antes tratar de preguntarle directamente. Mis acciones me pesaban en cierta medida la conciencia mientras reflexionaba sobre el error cometido.

—Además, necesito que te cases conmigo.

—¿¡Eh!?

—Es crucial para el siguiente paso.

—¿Y-Y cuál es ese siguiente paso?

—Formar una bonita familia y tener hijos juntos.

Su tono serio ocultaba la broma implícita en sus palabras.

—Por favor, toma esto en serio.

—Lo que usted diga, princesa.

Mi frustración crecía a medida que parecía no estar tomando en serio mis palabras. No sabía si estaba bromeando o si simplemente estaba tratando de evadir la conversación.

—De ahora en adelante, debemos aprender a confiar plenamente el uno en el otro.

—Desde el principio, confié en ti por completo. Te mencioné que incluso estaría dispuesto a confiarte mi vida, y si alguna vez fuera necesario darla, lo haría con entusiasmo si se tratara de ti.

—¡ !

La idea de que estaría dispuesto a dar su vida por mí me dejó perpleja. Siempre he creído que aquellos en posiciones superiores no deberían preocuparse por sus subordinados. Sin embargo, él, alguien que es infinitamente superior a mí, está aquí, apoyándome. Si la situación fuera al revés, yo no perdería el tiempo con alguien como… Bueno, como yo.

—Lo siento, Nerlin. Prometo esforzarme más a partir de ahora para ser merecedora de tu ayuda.

—No hace falta que te muestres tan formal. La Yan que siempre has sido es la que más me gusta.

—¡ !

Me gustaría hacerle una última pregunta antes de volver al auto.

—Oye, Nerlin... ¿T-Tú... sientes algo por mí?

No pude evitar tartamudear y sentir un rubor en mis mejillas al formular esa pregunta. Nunca fue mi estilo hablar de temas románticos, y esta interrogante me hacía sentir vulnerable.

—Bueno, me refería a que aprecio tu personalidad y, en general, eres una chica hermosa. Sin embargo, si te refieres a un sentimiento romántico, lamentablemente no lo siento.

Nuestras opiniones mutuas parecían coincidir. Al menos ahora tenía una mejor comprensión de los sentimientos de Nerlin al respecto.

—No tengo más preguntas, pero si tienes algo que te gustaría saber de mí, responderé sinceramente.

—Me gustaría conocer más sobre ti en general, tus gustos e intereses.

—Eso es irrelevante.

—No lo es si se trata de conocerte mejor.

—B-Bueno, entonces, los descubrirás con el tiempo, poco a poco.

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play