"La verdadera confianza nace en los momentos de adversidad. Aprender a confiar en otros y compartir nuestras cargas nos muestra que juntos somos más fuertes, y que el apoyo mutuo es la llave para superar cualquier obstáculo en nuestro camino." - Aristotle
—Esa será toda la clase por hoy.
Los estudiantes comenzaron a recoger sus pertenencias y levantarse de sus asientos, listos para abandonar el aula.
—Esperen un momento, no he dado permiso para irse. Regresen a sus asientos —intervino el asesor.
—¿ ?
Todos mostramos confusión ante la repentina orden.
—Muy bien. Como todos saben, el primer año escolar está llegando a su fin y pronto pasarán a ser estudiantes de tercer semestre. Esto también significa que habrá nuevos alumnos ingresando a nuestra amada UME. Hace algún tiempo, estos estudiantes realizaron el examen de admisión y hace unos días se publicaron los resultados. Pronto, vendrán a conocer nuestras instalaciones y necesito a un guía. Quiero que sepan que el estudiante seleccionado como guía recibirá 40,000 créditos y disfrutará de privilegios en la fiesta de fin de año escolar —explicó el asesor de la clase.
—¡ !
Con gritos de emoción y gestos de asombro, todos manifestaron su entusiasmo ante lo que parecía ser una auténtica campaña electoral en miniatura.
—Los beneficios son realmente tentadores, incluyendo acceso a un automóvil durante 3 días para aquellos que cuenten con licencia de conducir, una mesa exclusiva reservada en la fiesta, un elegante traje o vestido para la ocasión, entre otros privilegios. Ahora bien, solo una persona será seleccionada como guía, y la forma de elegir al afortunado o afortunada será la siguiente:
Los estudiantes de cada clase tendrán la tarea de seleccionar a un posible guía entre sus compañeros. Una vez que todas las clases hayan elegido a un alumno, se llevará a cabo una votación en toda la universidad para determinar al guía definitivo.
Sin embargo, hay una regla importante: los estudiantes no podrán votar por el candidato de su propia clase. Deberán elegir a un candidato de otra clase.
La votación se realizará a través de la aplicación UME, en la sección de encuestas, para asegurar un proceso transparente y justo.
Una vez que se haya seleccionado al guía, se le explicarán sus responsabilidades. Aunque no puedo revelar todos los detalles, una de ellas es la creación de un guion para orientar a los estudiantes de nuevo ingreso sobre qué decir y qué no decir.
¡Y eso es todo! Ahora, ¿alguien tiene algún candidato en mente o alguien en quien confíen para desempeñar este importante papel?
—Yo pienso que Lily sería un buen guía, es responsable y la mejor de la clase.
Los demás estudiantes y el asesor fijaron sus ojos en Lily, esperando ansiosos su respuesta.
—¿E-Eh? ¿Y-Yo? L-Lo siento, pero no quiero... —Lily respondió con timidez y nerviosismo.
—¿Eh? ¿Por qué? Siempre estás interesada en este tipo de cosas y responsabilidades escolares.
—B-Bueno... Eso... —Titubeó, buscando una justificación.
El campus universitario de UME era vasto y mostrar cada rincón a los estudiantes de nuevo ingreso llevaría al menos dos horas. Algo que Lily simplemente no se podía permitir.
Con esa preocupación en mente, decidí enviar un mensaje de texto a una persona en particular.
—Tiene razón, yo pienso que harías un buen trabajo, Lily. ¿Alguien tiene algo más que decir? —El asesor preguntó, buscando la opinión de los demás.
—Para ser un buen guía, no solo se necesita responsabilidad, sino también carisma. Debes ser capaz de despertar las emociones de los estudiantes en su primer día de clases, algo que no muchas personas pueden lograr. —Axel agregó, destacando la importancia del carisma en el papel de guía.
—Entonces, ¿qué propones, Axel? —El asesor inquirió, curioso por escuchar su propuesta.
—¿No es obvio? —Axel lanzó una pregunta retórica, mientras su mirada se dirigía hacia mí.
—¿Yo?
—Claro, pienso que Nerlin haría un mejor trabajo como guía. Su energía positiva es contagiosa y podría transmitir entusiasmo a los estudiantes. —Axel expresó su opinión con convicción.
—¿Qué opinan los demás? —El asesor dirigió la pregunta a la clase.
Un silencio llenó el aula, dejando en claro que nadie se oponía a la recomendación de Axel. Parecía que sería yo quien asumiría el importante rol de guía para los estudiantes de nuevo ingreso.
—Bien entonces... Eso fue rápido. Creí que tardarían más en escoger a alguien. Pueden irse. —El asesor dio por concluida la discusión y permitió que los estudiantes se retiraran de la clase.
Salí apresuradamente, con la intención de evitar cualquier pregunta relacionada con mi designación como posible guía. No tenía una opinión formada sobre el tema y prefería mantenerme al margen.
—¡Espera! —Axel me llamó, deteniéndome en mi camino.
—¿Qué sucede? —Le pregunté, tratando de aparentar calma.
—¿Que quisiste decir con tu mensaje? —Axel me cuestionó, dejando claro que no dejaría el tema de lado.
—¿Mensaje? No tengo idea de a qué te refieres. Debe ser un malentendido.
Traté de desviar la atención, sabiendo que mi intento no tendría éxito.
—"¿Quieres ayudar a tu novia? Dí que yo soy una mejor opción." Solo te hice caso porque noté que Lily se sentía incómoda al ser seleccionada. —Axel me confrontó, tratando de buscar una explicación.
—Ahí tienes tu respuesta. También noté su incomodidad, simplemente quise ayudar. Ciao. —Respondí, intentando poner fin a la conversación y continuar con mis asuntos.
—¡Espera! —Axel me llamó nuevamente, tratando de detenerme.
—Lo siento, no puedo quedarme. Tengo 6 fiestas a las que asistir. —Le dije, sabiendo que mis palabras sonaban poco creíbles.
—¡Eso obviamente es mentira!
Decidí no responder y dejé que sus palabras quedaran flotando en el aire. No podía explicarle la condición de Lily ni quería entrar en detalles sobre mi papel como guía. Aunque aparento ser una persona extrovertida, la verdad es que me pongo nervioso cuando tengo que interactuar con nuevas personas, especialmente en grupos. Prefiero abordar a cada persona de manera individual.
Cómo sea, hoy me iré temprano a casa. Simplemente quiero llegar y disfrutar del merecido descanso.
Durante la noche, justo antes de dormir, mi atención fue captada por una notificación en mi teléfono. Al revisarlo, me di cuenta de que la encuesta para elegir al guía definitivo había sido publicada en la app UME. Aunque estaba agotado, decidí tomarme un momento para votar. Elegí al azar a un estudiante, sabiendo que, en última instancia, el ganador sería yo. Puede sonar egocéntrico, pero confiaba en que mi carisma y popularidad me destacarían por encima de los demás.
No soy un fanático del sueño, sinceramente no comprendo cómo tanta gente disfruta de ello. Supongo que el placer radica en el hecho de tener sueño y simplemente recostarse en una cama, pero el acto de dormir en sí no parece ser algo placentero. Después de todo, durante el sueño, uno está inconsciente y no es consciente de su propia existencia. Me resulta difícil entender cómo alguien puede estar feliz por pasar ocho horas en un estado de inconsciencia. Personalmente, creo que podría aprovechar esas ocho horas para hacer cosas productivas o simplemente disfrutar de mi tiempo de ocio. El cuerpo tiene sus necesidades básicas: higiene, alimentación, hidratación y, por supuesto, el sueño. Aunque no sea un gran fanático del sueño, cierro los ojos en mi cama y, cuando menos lo espero, ya es otro día.
Al despertarme, lo primero que hago es revisar las notificaciones en mi teléfono. No me equivoqué al decir que ganaría la encuesta. Con un abrumador 87% de los votos a mi favor, ahora soy oficialmente el guía de los alumnos de nuevo ingreso. Además, tengo un mensaje de la universidad que me informa que después de clases debo reunirme con el asesor de mi clase para recibir toda la información necesaria para asumir esta responsabilidad.
1
—Lo primero que debes saber es sobre lo que NO puedes hacer, necesito que te quede claro ¿Entiendes? —dijo el asesor con un tono serio y directo.
—¡¿Eh?! ¿Por qué eres tan agresivo?
—Porque es importante. NO debes mencionar la forma en la cual funciona la escuela, los eventos, los créditos, la app UME, nada —continuó el asesor enfatizando cada palabra—. Y sobre todo, NO debes contarles nada sobre Mastermind.
Mis ojos se abrieron un poco más al escuchar sus palabras. Era la primera vez que un miembro del personal de la universidad mencionaba directamente a Mastermind. Esto significaba que estaban completamente conscientes de su existencia, aunque, en realidad, era algo obvio.
—No debes mencionar cómo funciona la escuela, los eventos, los créditos, la app UME, nada de eso —continuó el asesor. Su tono de voz dejaba en claro que era un tema delicado.
Asentí con entendimiento mientras él continuaba explicándome las restricciones.
—Tampoco debes mencionar la rigurosidad de las clases ni las expulsiones. Es importante mantener una buena impresión de la universidad en los nuevos alumnos.
Entiendo, entiendo. No debo decir nada que pueda dar una mala impresión de la universidad.
—Puedes hablar sobre la historia de UME, la cantidad de clubes y la variedad de carreras universitarias que ofrecemos, destacando las oportunidades que los nuevos estudiantes tendrán para explorar sus intereses y desarrollar sus talentos. También puedes resaltar aspectos positivos de la institución, como el ambiente inclusivo y la calidad de los profesores.
—Tengo cierta inquietud acerca de contar la historia de la escuela. Me preocupa que pueda parecer forzado o poco auténtico, como si estuviera obligado a hacerlo. ¿Habría alguna forma de transmitir la historia de manera más orgánica y significativa durante el recorrido por el campus?
El asesor reflexionó por un momento y luego asintió comprensivamente.
—Entiendo tu preocupación. Podemos buscar una forma más fluida de compartir la historia de la escuela, tal vez a través de anécdotas interesantes o momentos destacados que hayan ocurrido a lo largo de los años. De esta manera, los estudiantes podrán disfrutar del recorrido como un viaje turístico y, al mismo tiempo, obtener información valiosa sobre nuestra institución. También necesitamos que crees un guión sobre todo lo que vayas a decir —agregó el asesor con firmeza—. Una vez que lo tengas listo, me lo enviarás por mensaje de texto y yo lo revisaré para aprobarlo o indicarte cualquier cambio que debas hacer. Asegúrate de enviarme el guión con tres días de anticipación antes de la llegada de los nuevos estudiantes.
—Entiendo. ¿Qué día llegarán los estudiantes de nuevo ingreso? —pregunté al asesor, sintiendo un ligero nerviosismo en mi voz.
—Llegarán este lunes —respondió el asesor de manera tranquila.
—¡¿Ah?! ¡Pero hoy es jueves! ¡Eso significa que debo tener el guión listo para mañana! —exclamé con sorpresa, sintiendo la presión del tiempo sobre mis hombros.
—Así es —confirmó con calma.
—¡Debieron haber planeado esto mejor! —protesté, dejando escapar mi frustración ante la situación.
—No te quejarás cuando obtengas los privilegios para la fiesta de fin de año.
Tenía que admitir que los privilegios y la oportunidad de destacarme en la fiesta de fin de año eran atractivos, pero eso no quitaba la presión de tener que preparar el guión en un tiempo tan limitado.
—... En ese caso, ¿podría irme ya? Necesito trabajar en el guión lo antes posible si quiero tenerlo listo para mañana.
—Está bien, puedes retirarte —concedió el asesor, dándome permiso para marcharme.
¡Ahh! ¿Qué voy a hacer? ¡Un momento! Se a quién puedo recurrir en busca de ayuda. Rápidamente, saqué mi teléfono y envié un mensaje de texto a esa persona especializada en este tipo de tareas.
—¡Hola! ¿Podríamos reunirnos hoy si tienes tiempo? —envié el mensaje con una mezcla de emoción y anticipación.
Listo, ahora solo tenía que esperar su respuesta.
*Bzzt Bzzt*
El sonido de la notificación en mi teléfono resonó en mis oídos. Parecía que había recibido una respuesta rápida.
『¡Hola! Claro, ¿a qué hora aproximadamente?』
—De ser posible, lo más pronto que puedas.
『Tengo algo de tiempo ahora mismo, ¿está bien?』
—¡Sí! ¿Podemos reunirnos en la cafetería de la escuela? —propuse, esperando que aceptara mi propuesta.
『Bien, iré ahora mismo』
Genial, había logrado concertar una reunión. Aunque el hecho de que hubiera aceptado encontrarnos no garantizaba que aceptara mi propuesta, sabía que tendría que usar mis asombrosas habilidades de persuasión para convencerla. Ahora solo tenía que salir de aquí y dirigirme a la cafetería.
Salí del edificio 0, donde se encuentran las oficinas escolares y se llevan a cabo las reuniones de los profesores. Incluso cuenta con salas de descanso donde los profesores pueden tomar siestas cuando tienen algo de tiempo libre y están cansados. Por lo general, los alumnos no tienen permitido entrar en este edificio, así que fue una gran oportunidad poder echar un vistazo, aunque solo fuera una vez.
Una vez fuera, me puse en marcha hacia la cafetería escolar, con el tiempo en mente y cada minuto perfectamente planeado.
—¡Nerlin!
Mierda, tenía cada minuto contado y esta inesperada conversación podría desequilibrar todo. Dependiendo de cuánto tiempo dure esta charla, tendré que correr si quiero llegar a tiempo a la cafetería.
—¡Hola!
—¡Cuéntanos todo! —exclamó Lily, visiblemente emocionada.
—¿Eh? No dijeron nada relevante.
—¿Y tú? ¿Qué planeas hacer? —preguntó Axel, con una mirada expectante.
—¿A qué se refieren? —inquirí, sin entender a qué se referían.
—Sobre Mastermind, supongo que te prohibieron hablar sobre él. —explicó Atticus.
—Bueno... Sí.
—¿Entonces, qué harás? Quiero decir, ¿Vas a mentir a los nuevos estudiantes y les dirás que todo está bien? ¿O les dirás la verdad? —interrogó Rylan, planteando un dilema complicado.
—Me pones en una situación difícil y ¡Me haces quedar como el malo! Aunque me gustaría decirles la verdad, si lo hago me enfrentaría al riesgo de ser expulsado. Fin de la discusión. —respondí, dejando en claro mi postura.
—Bueno... Sí, tienes razón.
—Bueno chicos, tengo cosas que hacer, adiós. —me despedí de mis amigos, agradeciendo que la conversación no se prolongara demasiado.
Con un poco más de tranquilidad, continué mi camino hacia la cafetería. Aunque llegué cinco minutos antes de lo acordado, ella ya se encontraba allí, esperando pacientemente.
—¿Qué tal?
—¡Nerlin! No te había visto desde aquella vez que comimos junto a Nila y Leah —respondió mostrando alegría en su rostro.
—Así es, Faitth, ha pasado un tiempo. Me sorprendió que aceptaras mi invitación rápidamente —comenté, agradecido por su pronta respuesta.
—Bueno... Se trata de ti, jeje —dijo Faitth, con una mirada divertida.
—¿Cómo has estado? ¿Has mejorado en el jazz? —pregunté, recordando su pasión por la música.
—Me sorprende que recuerdes que practico jazz —respondió, mostrando sorpresa en su expresión.
Es obvio que lo recuerdo, tengo una memoria impresionante.
—Sí, he mejorado. Deberías venir a verme tocar algún día en el club —propuso.
—Dalo por hecho, solo envíame un mensaje —respondí, emocionado por la idea de escuchar su música en vivo.
—¿Y bien? Estoy segura de que no me llamaste solo para conversar sobre mí —dijo Faitth, mostrando una expresión intrigada.
—Tienes razón. La verdad es que necesito tu ayuda. Probablemente ya lo sepas, pero fui elegido como guía para los estudiantes de nuevo ingreso. El asesor de mi clase me pidió que elaborara un guion sobre lo que hablaré con ellos. El problema es que me dio un plazo corto de tiempo, solo tres días. Me preguntaba si podrías ayudarme. A cambio, estaré en deuda contigo.
—Un favor de Nerlin, ¿Eh? La verdad es que iba a aceptar ayudarte sin ningún beneficio, pero ahora has despertado aún más mi interés. ¡Bien! ¡Déjamelo a mí! Mañana tendré listo tu guión —respondió con entusiasmo.
En realidad, solo esperaba un poco de su ayuda, no esperaba que se ofreciera a hacer todo el trabajo sola. Aun así, no voy a desaprovechar esta oportunidad. Estoy agradecido de contar con su apoyo.
—Gracias por tu ayuda, Faitth. Estoy muy agradecido.
—Ya estoy pensando qué puedo pedirte a cambio~ jeje —respondió, colocando su dedo en su labio y mostrando una mirada traviesa.
Quería específicamente la ayuda de Faitth, ya que Nila me mencionó una vez que era excelente en este tipo de cosas. Aunque no me dio detalles exactos de cómo la había ayudado a ella, dejó en claro que cuando se trata de reportes, investigación, planificación, entre otros, Faitth es la persona indicada.
Con esto, oficialmente estoy libre de responsabilidades, pero no puedo confiarme por completo. Aunque Faitth parece ser capaz, aún no la conozco lo suficiente como para estar seguro de que hará un buen trabajo. Por precaución, crearé un borrador de guión que podría servirme en caso de necesitarlo. Nunca está de más estar preparado.
2
Durante la mañana, justo antes de ir a clases, recibí un mensaje de Faitth con un archivo adjunto.
"No dormí en toda la noche, pero valió la pena. Con este guion, apuesto a que los nuevos estudiantes estarán ansiosos por su primer día de clases"
GuionDeFaitthMeDebesUnFavorNoLoOlvides.PDF
Decidí detenerme en una papelería en mi camino a la escuela para imprimir el guion de Faitth. Aproveché la oportunidad y también imprimí mi propio borrador de guion. Quería tenerlo como respaldo en caso de necesitarlo.
Una vez tuve todo listo, tomé un taxi para dirigirme a la universidad. El trayecto fue rápido y pronto llegué a UME.
Las clases transcurrieron como siempre, sin nada destacable en particular. Me concentré en seguir con mis tareas académicas mientras esperaba el momento de poner a prueba el guion de Faitth.
—Pueden retirarse.
Otro día más de clases en UME, pero para mí, cada día es una oportunidad para hacer algo diferente. Creo firmemente que cuando caemos en una rutina monótona, tendemos a olvidar los detalles distintivos de cada día. Es difícil recordar qué sucedió en un día específico si todos los días son iguales. En cambio, cuando buscamos agregar variedad a nuestra rutina diaria, se vuelven más memorables.
Recuerdo claramente las ocasiones en las que he hecho algo fuera de lo común. Por ejemplo, si alguien me pregunta: "¿Recuerdas lo que te dije cuando hablamos por teléfono aquella noche?", puedo relacionarlo fácilmente con el día en que comencé a practicar piano. Incluso después de semanas, ese recuerdo se mantiene vívido en mi mente. En contraste, si me preguntaran: "¿Qué comiste hace ocho días?", es probable que no recuerde con precisión, ya que la comida es algo que hacemos todos los días.
Últimamente, he estado buscando hacer cosas diferentes, romper la monotonía y agregar diversidad a mi semana. Esto hace que los días parezcan más largos y llenos de experiencias. No me molesta en absoluto, simplemente es un pequeño detalle que he observado.
—¡Asesor!
Me levanté rápidamente de mi asiento para alcanzar al asesor antes de que abandonara la clase.
—¡Tengo algo importante! —exclamé, tratando de captar su atención.
—¿ ?
—Ya he terminado de elaborar el guion para los estudiantes de nuevo ingreso. Me gustaría que lo revisara y me diera su opinión al respecto.
Apresuradamente, saqué una carpeta de mi mochila y se la entregué al asesor, quien asintió y tomó el documento.
—Muy bien, lo revisaré ahora mismo. Te enviaré un mensaje de texto para confirmar si es adecuado o si necesita algunas modificaciones.
¿Lo revisará ahora mismo? supongo que la visita de los estudiantes de nuevo ingreso es un asunto importante y urgente, por lo que es comprensible que de prioridad a ello.
Decidí darme un merecido premio y dirigirme a la cafetería para disfrutar de un refrescante smoothie.
Al salir del salón de clases, escuché un pequeño golpe en el suelo. Al mirar hacia abajo, me di cuenta de que era un lápiz que había caído de mi mochila. Al parecer no cerré correctamente las cremalleras de mi mochila después de entregarle la carpeta con el guion al asesor.
—¡Oh! ¿Qué es esto? ¿El guion de Faitth?
¡¿Eh?! Si yo tengo el guion de Faitth, eso significa que el asesor debe tener el borrador de mi guion. Debo decirle que hubo un error, pero no puedo ingresar al edificio 0 sin permiso. La única opción que me queda es esperar a que el asesor salga del edificio. ¡Eso es! No importa cuánto tiempo tome, estaré aquí esperando hasta que el asesor ponga un pie fuera.
Tuve que esperar durante dos largas horas. ¡Dos malditas horas! Bueno supongo que me lo merezco por ser tan descuidado.
—¡Asesor! —exclamé mientras corria hacia él.
—¡Oh! Nerlin, estaba a punto de llamarte —dijo el asesor, sorprendido por mi llegada—. Quería hablarte sobre tu guion.
—Esto... Bueno... Sobre eso... —titubeé, buscando las palabras adecuadas.
—Está bien, no necesita ningún cambio —respondió, asintiendo con la cabeza.
—¿Eh? —exclamé, confundido por su respuesta.
—No puedo decir que es el mejor guion, pero cumple con lo necesario —explicó, evaluando mi trabajo.
—Bueno... Okey —respondí, todavía sorprendido por su aprobación.
¿Qué? ¿Mi guion está bien? Bueno, no es de extrañar. Mis habilidades literarias siempre dan en el clavo. Soy todo un genio creativo, después de todo.
—¡Nerlin! —exclamó Faitth, apareciendo frente a mí.
—¡Faitth! —respondí, sorprendido por su repentina aparición.
—¡¿Cómo te fue?! ¡¿Aprobaron el guion?! —preguntó con entusiasmo.
Decidí ser honesto y contarle la verdad.
—Bueno... Verás... No entregué tu guion. Por error, di el borrador de mi propio guion y lo aceptaron. Pero no te preocupes, aún así te debo ese favor.
Faitth parecía frustrada y decepcionada.
—Pero yo... No dormí... Nada... Mierda.
—Bueno, en cualquier caso, gracias por ofrecerte a ayudarme. Te lo agradezco. ¡Adiós! —me despedí, dándole una sonrisa y alejándome rápidamente.
Ahora solo queda esperar el gran día, con la esperanza de no arruinarlo con mi infortunio característico. Cambiando de tema, me intriga saber qué tipo de alumnos serán los nuevos ingresantes. Nila, la Reina de Hielo, Yan, la Condesa de UME, Bragi, el Bardo, y, por supuesto, yo. Fuimos los alumnos más destacados en primer año y ahora nos convertiremos en estudiantes de tercer semestre. Tenemos el mismo estatus que Sonic, Anshar, Airón y otros destacados de la institución. Los nuevos alumnos deberán buscar su lugar en esta escuela si desean tener una experiencia universitaria excepcional, o simplemente pasar desapercibidos si prefieren una estancia más tranquila y normal. ¡Ahh! ¡Ya estoy ansioso por conocerlos! Sé que como su guía no podré interactuar demasiado, pero una vez que comience el segundo año, podré acercarme a ellos de manera adecuada y construir relaciones sólidas.
¡Bueno, bueno! Sin duda me merezco un buen premio ahora. He estado deseando ese smoothie desde hace horas. Pensaba en llamar a mis amigos, pero de vez en cuando es bueno pasar un tiempo a solas, sumergirme en mis propios pensamientos y disfrutar de la tranquilidad. Aunque, debo admitirlo, a mí me gusta un estilo de vida dinámico y lleno de energía.
Una vez llegué al restaurante y realicé mi pedido, me acomodé en mi asiento con paciencia mientras esperaba a que prepararan mi comida. Lo maravilloso de este lugar es que las mesas están ubicadas alrededor de la cocina, lo cual permite ver cómo se preparan los alimentos de forma transparente. Es una forma ingeniosa de mostrar a los clientes que no habrá problemas con sus pedidos y que todo se realiza de manera cuidadosa. Sin embargo, también reconozco que esta disposición tiene sus desventajas, como el hecho de que la cocina debe ser más pequeña para poder ubicarse en el centro, lo que limita el número de pedidos que pueden atender al mismo tiempo.
Mientras esperaba, observé con curiosidad cómo el barista preparaba mi smoothie. Mis ojos se fijaron en cada detalle, capturando los gestos precisos y la destreza con la que seleccionaba los ingredientes frescos.
El barista tomó una jugosa piña y la cortó con maestría, sacando cuidadosamente la pulpa dorada y dulce. Luego, añadió un puñado de frutas mixtas, seleccionando cuidadosamente las más jugosas y maduras. Sin perder tiempo, vertió una generosa cantidad de yogur natural, seguido de un chorrito de miel dorada para darle un toque de dulzura.
Seguí con atención cada movimiento, fascinado por la precisión con la que el barista combinaba los ingredientes. Luego, con un rápido movimiento de muñeca, añadió cubitos de hielo y colocó todo en la licuadora. Con un estruendoso zumbido, los ingredientes se mezclaron en una danza líquida, creando una textura suave y cremosa.
Finalmente, el barista vertió el smoothie en un vaso alto y lo adornó con una rodaja de piña fresca en el borde. Quedé maravillado ante la presentación final, un colorido y apetitoso elixir de sabores.
Con una sonrisa en mi rostro, decidí probar aquel smoothie que tanto había cautivado mi atención. Al dar el primer sorbo, el dulzor de las frutas y la frescura del yogur invadieron mi paladar, provocando una explosión de sabores en mi boca. Era refrescante y delicioso, perfecto para calmar mi sed y deleitar mis sentidos.
Definitivamente es una excelente forma de terminar mi día.
3
¡Hoy es el día! Estoy a punto de convertirme en el guía de los estudiantes de nuevo ingreso por las instalaciones de la universidad. No puedo negar que siento un nudo en el estómago debido a los nervios, pero también hay una emoción palpable en el aire. Además, tengo la ventaja de poder saltarme las clases de la tarde, lo cual es un beneficio adicional.
Agarré rápidamente mis cosas y llamé a un taxi para asegurarme de que llegaría a tiempo. Al llegar al campus de UME, me encontré con una multitud de personas aglomeradas en la entrada. ¡Wow, son muchísimas! No puedo contarlas exactamente, pero estoy seguro de que superan las dos personas, sin lugar a dudas.
Una vez el taxi me dejó dentro del campus, caminé de regreso a la entrada. No necesito ninguna preparación adicional, ya que la noche anterior elegí cuidadosamente mi mejor atuendo y estudié de pies a cabeza mi guion. Estoy completamente listo y mentalizado para este momento. ¡Muy bien, es hora de empezar!
—¡Hola, chicos! ¿Cómo están? Es una pregunta retórica, no es necesario que respondan, ya sé que están emocionados por estar aquí. En fin, hoy están aquí para explorar y conocer todas las maravillosas instalaciones que ofrece UME. Si están aquí, es porque han aprobado el riguroso examen de admisión y han sido seleccionados entre una gran cantidad de estudiantes talentosos, no se cuál fue la cantidad pero tal vez fueron cientos de miles las personas que aplicaron el examen. A partir de este momento, son oficialmente alumnos de UME y forman parte de nuestra comunidad académica.
Justo en el momento en que estaba entregando mi hermosa introducción, un alumno levantó la mano para hacer una pregunta.
—¿Si?
—¿Tu también eres estudiante de UME?
—Sí, así es, soy estudiante de UME.
El estudiante nuevo parecía intrigado y continuó con su pregunta.
—Siendo considerada la mejor universidad en esta área geográfica, ¿por qué han elegido a un simple alumno como guía?
Tuve que contener mi impulso de responder de manera sarcástica y opté por una respuesta más diplomática.
—Bueno, aunque pueda parecer sorprendente, fui seleccionado como guía a través de un proceso de elección en UME. Participé en una encuesta en la que los estudiantes votaron, y tuve la suerte de obtener cerca del 90% de los votos a mi favor. Creo que valoraron mis habilidades y mi compromiso con la universidad.
Traté de responder de manera concisa sin entrar en demasiados detalles sobre el proceso de selección.
—Yo tengo una pregunta.
Que incordio, estoy ansioso por empezar de una vez. Honestamente, esperaba que todos los estudiantes fueran más tímidos y, en el peor de los casos, simplemente me ignoraran. Me había preparado mentalmente para decir cosas como "¿CÓMO ESTÁN, CHICOS?" y que nadie me respondiera. No esperaba este tipo de situaciones.
—¿Sí?
—¿Cuándo comienzan las clases? —preguntó el estudiante.
—Eso es algo que desconozco en este momento. Es probable que la universidad les envíe un correo electrónico confirmando la fecha exacta de inicio. Mi rol como guía se limita a mostrarles las instalaciones del campus y brindarles información general sobre UME.
Maldición, esto no será tan fácil y tranquilo como lo imaginé.
—¡Muy bien! Si no tienen más preguntas, vamos a comenzar. Síganme.
Ahora es el momento de poner en práctica todo lo que estudié anoche. Es curioso, ni siquiera a los exámenes les pongo tanto empeño como a este recorrido.
—UME cuenta con un extenso campus de aproximadamente 869 mil metros cuadrados, en el cual se encuentran 11 edificios principales. Cada edificio alberga las aulas correspondientes a las diferentes carreras universitarias. Supongo que ya han revisado la oferta educativa antes de inscribirse aquí, por lo que no es necesario que mencione todas y cada una de las carreras, ¿verdad? Así es. Ahora, vamos a visitar el edificio 1.
Cada uno de los edificios es prácticamente idéntico entre sí, con algunas pequeñas diferencias en detalles como la orientación de las escaleras o la ubicación de los puntos de carga para teléfonos. No hay nada en particular que resalte.
Una vez que terminamos de recorrer todos los edificios, excepto el edificio 0 por razones obvias, llegamos a la parte más interesante de todas.
—Ahora es el momento perfecto para adentrarnos en el fascinante mundo de los clubes estudiantiles. Y esta vez, les daré la oportunidad de escoger. ¡Tú! No tengas miedo y dime el nombre de algún club que se te ocurra.
—¿Eh? ¿Yo? ¿Cualquiera? —El estudiante se sorprendió al ser elegido de forma inesperada.
—Exactamente, cualquier club que se te pase por la cabeza.
—Hmm, ¿Club de natación? —Propuso tímidamente.
—Vamos, vamos, sé más original, sorpréndeme.
—¿Eh? O-Okey, club de sumo. —Ofreció su elección con cierta timidez.
—¡Eso es! Tenemos un ganador. ¡Muy bien! Nuestro primer destino será el ilustre club de sumo.
El club de sumo, uno de los más arraigados y tradicionales de la universidad, sería el primer lugar que visitaríamos.
Al llegar al recinto del club de sumo, quedé impresionado por su imponente presencia, también era la primera vez que estaba aquí. El edificio de estilo japonés se erguía majestuosamente, con su techo de tejas oscuras y sus paredes de madera pulida. Un suave olor a incienso y aceite de camphor flotaba en el aire, creando una atmósfera serena y llena de historia.
Al adentrarnos en el club, fuimos recibidos por el amplio tatami que cubría el suelo, listo para recibir a los luchadores con su firmeza y suavidad. Los cojines y almohadas dispuestas alrededor del tatami parecían esperar ansiosamente la llegada de los practicantes, como si estuvieran deseosos de ser testigos de los poderosos movimientos y la gracia de los luchadores.
Las paredes del recinto estaban adornadas con fotografías y pósters de los campeones de sumo más destacados, cuyas miradas serias y determinadas inspiraban respeto y admiración. Las marcas de los combates pasados se hacían notar en el tatami, como cicatrices que contaban las historias de las batallas y el esfuerzo entregado por los luchadores.
Aunque en ese momento el club de sumo se encontraba vacío, se podía sentir la energía y el espíritu de quienes lo habitaban. Era un lugar donde la disciplina y la tradición se unían, donde los jóvenes luchadores se desafiaban a sí mismos y se entregaban por completo al arte del sumo.
—¿Que les parece?
—¡WOOW!
Todos los clubes de UME están muy excelentemente equipados para sea cual sea el deporte o actividad que se vaya a practicar dentro, además de estar bien decorados, resaltando la apariencia e individualidad de cada uno de los clubes.
Las rampas y paredes del club de skate tienen grafitis por todos lados, El ambiente parecía transportar a los barrios urbanos de cualquier ciudad latinoamericana. Quizás esa atmósfera tan auténtica era la razón por la que el club era el menos popular entre los estudiantes.
Una vez terminé de impartirles todas las instrucciones necesarias sobre el arte del sumo y cómo podrían adaptarse y entrenarlo dentro de los muros de UME, nos disponíamos a pasar al siguiente punto de nuestra travesía.
—Ahora, tú. Dame el nombre de algún club —dije, con una sonrisa en los labios.
—¿Eh? ¿Y-yo? Um... Club de bolos, supongo —respondió el estudiante, algo nervioso.
Fruncí el ceño ligeramente, evaluando su elección.
—Hmm, los bolos más bien se consideran una actividad de ocio que un deporte, así que no tenemos un club dedicado a ello. Sin embargo, contamos con instalaciones donde pueden disfrutar de una partida en el campus. ¿Alguna otra sugerencia? —pregunté, buscando una opción más apropiada.
—¡Club de equitación! —exclamó otro estudiante, con entusiasmo.
—¡Excelente elección! ¡Tenemos un magnífico club de equitación en nuestra institución! —respondí, complacido por su propuesta.
El siguiente club en ser visitado, uno de los lugares más destacados, el club de equitación, un rincón mágico donde la elegancia y la pasión por los caballos se unían en armonía.
Al llegar al club de equitación, los alumnos de nuevo ingreso quedaron maravillados por la belleza del recinto. Un amplio establo se alzaba frente a nosotros, con sus puertas de madera maciza que invitaban a adentrarse en un mundo lleno de gracia y libertad. El aroma a heno fresco y cuero envolvía el ambiente, transportándonos a un lugar donde el espíritu ecuestre reinaba.
Dentro del establo, los caballos majestuosos y vigorosos esperaban pacientemente en sus pesebres. Su pelaje lustroso y sus ojos inteligentes reflejaban la conexión especial que habían establecido con los jinetes que los montaban. Sus relinchos suaves resonaban en el aire, como una melodía que llamaba a la aventura y a la exploración.
El sonido rítmico de los cascos contra el suelo de cemento se hacía presente mientras se observaba a los cuidadores preparando a los caballos para las actividades del día. Cepillaban sus crines con delicadeza, ajustaban las sillas de montar con precisión y les daban su merecido descanso antes de embarcarse en una nueva jornada de entrenamiento y competición.
Las paredes del establo estaban decoradas con fotografías y trofeos que atestiguaban los logros y la dedicación de los jinetes del club de equitación. Las imágenes capturaban momentos de gracia y habilidad, revelando la estrecha relación entre los jinetes y sus nobles compañeros de cuatro patas. Cada foto contaba una historia de valentía, perseverancia y trabajo en equipo.
Una de las chicas se acercó con entusiasmo hacia un majestuoso caballo blanco que se encontraba allí.
—¡Ahh, es tan hermoso! ¿Puedo acariciarlo? —exclamó, emocionada.
Sonreí ante su emoción y le respondí:
—Claro, pero asegúrate de pedir permiso a los cuidadores primero.
Los amables cuidadores asintieron con una sonrisa y le dieron permiso para acariciar la suave y larga melena blanca del caballo.
Otra chica se acercó a mí con una expresión curiosa en su rostro, lista para hacerme una pregunta.
—¿Yo también puedo acariciarlo? —preguntó, con los ojos brillantes de emoción.
No pude resistirme a esa mirada entusiasta, así que respondí.
—Por supuesto.
Sin embargo, en lugar de dirigirse hacia los caballos, la chica extendió su mano y comenzó a acariciar mi cabello.
—¿E-Eh?
Quedé atónito por su inesperado gesto y balbuceé:
—Lo siento, tienes un cabello muy bonito, no pude resistirme.
¡Maldita sea! ¡Despeinó mi cabello! Mi cabello es mi santuario, mi mayor orgullo y fuente de mi autoestima.
Tratando de mantener la compostura, le agradecí.
—Gracias. Por cierto, ¿Qué otro club les gustaría visitar?
Un chico respondió entusiasmado:
—¡¿Cuentan con algún club de música?!
Sonreí y asentí.
—Por supuesto, vamos allá.
Por suerte, el club de música se encontraba cerca del club de equitación, por lo que no nos tomó mucho tiempo llegar allí.
El club estaba diseñado como un santuario para los amantes de la música, un refugio donde las notas cobraban vida y los corazones resonaban al compás de los acordes.
La sala principal del club estaba meticulosamente decorada, con instrumentos de todas las formas y tamaños cuidadosamente exhibidos en estanterías y colgados en las paredes. Las guitarras eléctricas relucían bajo las luces, mientras que los pianos de cola invitaban a ser acariciados por manos talentosas. Había una amplia variedad de instrumentos de viento, cuerdas y percusión, cada uno esperando ser tocado por manos hábiles y apasionadas.
El ambiente en el club de música era cálido y acogedor. Los muebles cómodos y los tapices en las paredes creaban un ambiente íntimo, ideal para la práctica y la creación musical. Había estanterías llenas de partituras y libros de música, ofreciendo un tesoro de conocimiento y creatividad para aquellos que buscaban expandir sus horizontes musicales.
A lo largo de la sala, había pequeñas áreas designadas para la improvisación y la experimentación. Cada rincón estaba lleno de equipos de grabación y mezcla, donde los estudiantes podían dar vida a sus composiciones y explorar nuevos géneros musicales.
El club de música también contaba con una sala de ensayos, donde se realizaban prácticas individuales y grupales. Los músicos se sumergían en sus interpretaciones, perfeccionando cada nota y buscando la armonía perfecta.
Las paredes del club estaban adornadas con pósteres de conciertos pasados y fotografías de momentos memorables. Cada imagen contaba una historia de música en vivo, de emociones compartidas entre los artistas y el público. Era evidente que el club de música era un lugar donde los sueños se hacían realidad y los talentos florecían.
El chico se acercó a la pared cubierta de fotografías de los miembros del club de música de los años anteriores. Examinó cuidadosamente cada imagen antes de hablar.
—¡¿Eh?! ¿¡El chico de esta foto es Yei Dei?!
No es sorprendente que alguien tenga una reacción tan emocionada al descubrir que su ídolo estudió en la misma universidad. Algunos artistas talentosos han pasado por UME.
Decidí avivar aún más las llamas de su emoción.
—Sí, él estudió aquí. Si miras por aquel lugar, verás su antigua guitarra en la vitrina.
Señalé hacia una vitrina donde se exhibían los antiguos instrumentos de Yei Dei y su banda.
—¡Ahh! ¡Esto es increíble! A partir de ahora, me uniré al club de música.
—Genial, es posible que te lleves bien con Bragi, es la persona más talentosa del club.
*Bzzt Bzzt*
Recibí un mensaje en mi teléfono, aunque mi instinto me incitaba a responder de inmediato como suelo hacerlo, esta vez me recordé a mí mismo que estaba en plena responsabilidad de ser guía. Sería descortés y poco profesional sacar mi teléfono en medio de mis deberes. Resolví ignorar el mensaje por ahora y dedicarme por completo a la tarea que tenía entre manos.
*Bzzt Bzzt*
—¡Bueno! Ahora que club quieren vis...
*Ring Ring*
Que incordio, supongo que no puedo ignorarlo, espero que sea importante.
—Disculpen, debo responder.
Saqué mi teléfono de mi bolsillo y respondí la llamada.
—Nerlin, soy tu asesor —dijo con seriedad—. Hemos estado siguiendo el tiempo que llevas como guía y calculamos que no tendrán tiempo de visitar todos los clubes. Es por eso que te enviaré un archivo con diapositivas y videos sobre todos los clubes. Descarga el archivo en tu teléfono y dirige a los estudiantes a la sala de audiovisuales. Ahí podrás presentarles los clubes restantes y resolver sus dudas.
—Supongo que no hay de otra, ¿verdad? —respondí resignado.
—Así es. Nos vemos —concluyó antes de finalizar la llamada.
Al instante, recibí el mensaje con el archivo adjunto que incluía los videos y diapositivas. Sin perder tiempo, procedí a descargar el archivo en mi teléfono.
—Chicos, cambio de planes —anuncié con determinación—. Vamos a dirigirnos a la sala de audiovisuales. Allí les explicaré el resto de los clubes y lo que aún falta por mostrar de la universidad. De esta manera, podremos aprovechar mejor el tiempo que tenemos.
Una expresión de decepción se reflejó en los rostros de los estudiantes. Los entendía perfectamente, ya que yo mismo habría deseado visitar todos los clubes, despues de todo yo tampoco he visitado todos. Desafortunadamente, no estaba en mis manos cumplir con todas sus expectativas.
—Comprendo que quizás había algún club en particular que esperaban visitar —continué, buscando aliviar su desilusión—. Lamentablemente, las circunstancias no lo permiten en este momento. Sin embargo, no se preocupen. Una vez que sean estudiantes de UME, tendrán todo el tiempo del mundo para explorar y unirse a los clubes que deseen.
Iniciar con las malas noticias y concluir con un mensaje positivo siempre es una buena estrategia para elevar el ánimo de las personas. Esta lección puede aplicarse en diversos contextos.
Se le conoce como el método del 10%, también conocido como el "efecto de los últimos momentos". Este enfoque se basa en presentar primero una parte negativa o incómoda, seguida inmediatamente por una parte positiva o menos desagradable.
Un estudio interesante que ilustra este efecto se realizó con respecto a la colonoscopia. A un grupo de personas se les hizo el procedimiento completo y, como era de esperar, la mayoría lo calificó como una experiencia desagradable. Sin embargo, en otro grupo, se dejó el tubo dentro sin hacer movimientos durante los últimos 10 minutos. Sorprendentemente, cerca del 87% de los participantes de este grupo comentaron que la experiencia no fue tan desagradable a pesar de ser el mismo procedimiento que los del primer grupo.
Este fenómeno se atribuye a la forma en que recordamos y evaluamos las experiencias. Nuestros cerebros tienden a dar mayor peso a los momentos finales de un evento al formar nuestra opinión general sobre él. Si se logra proporcionar una conclusión más agradable o menos incómoda, es posible influir en la forma en que recordamos y evaluamos la experiencia en su totalidad.
Ahora empiezo a divagar, lo mejor es darnos prisa o si no tampoco tendré tiempo de realizar la presentación de las diapositivas.
Una vez llegamos al salón de audiovisuales, organicé a los estudiantes afuera del aula para asegurarme de tener suficiente espacio. Conecté mi teléfono a los proyectores y abrí el archivo con las diapositivas. A su vez traté de despejar el aula lo mejor que pude, era importante tener un ambiente cómodo para poder brindarles la información adecuadamente. Dado el gran número de estudiantes, era inevitable que estuvieran un poco apretados, lo cual no dejaba una buena impresión de UME.
—Listo, pueden pasar —anuncié, permitiendo que los estudiantes ingresaran al salón.
Apenas lograron entrar todos, noté lo ajustado que estaba el espacio entre ellos. Parecían estar amontonados y con poco espacio para moverse. Era una situación incómoda, pero no había más opción dada la cantidad de estudiantes presentes.
—Continuaremos con la explicación de los clubes —proseguí, tratando de mantener un tono optimista a pesar de las circunstancias.
Comencé a explicarles sobre los clubes utilizando las diapositivas. Aunque debía admitir que esta forma de presentación era más rápida que visitar cada club individualmente, no podía evitar sentir que se perdía parte de la experiencia de conocerlos en persona.
Después de aproximadamente media hora, finalicé la presentación. Sentí una sensación de satisfacción al haber concluido todo el proceso.
—Eso es todo, ahora bien, ¿Qué preguntas tienen? —pregunté, esperando escuchar las inquietudes de los estudiantes.
De repente, una voz se alzó entre la multitud de estudiantes.
—¡Yo tengo varias! —exclamó una estudiante, aunque su identidad se perdía entre la aglomeración de personas.
Inmediatamente, mi atención se dirigió hacia la dirección de la voz. Aunque no podía distinguir claramente quién era, tenía la impresión de que se trataba de una chica. La multitud compacta dificultaba la identificación de los individuos.
—Adelante, dime tus preguntas —respondí, animándola a que planteara sus inquietudes.
—¿Que ocurre si alguien descubre algo negativo sobre un miembro de algún club?
¿Algo negativo? No entiendo que quiere decir, aún así, no puedo revelar demasiada información.
—En general, se espera que los miembros de los clubes sean respetuosos y mantengan una buena reputación.
—¿Los clubes desaparecen con el tiempo?
—En realidad, los clubes son bastante estables y continúan funcionando año tras año.
—¿Se ha expulsado a algún estudiante destacado de los clubes?
—Hmm, no lo sé con seguridad, lo único que se es que si no asistes con regularidad al club al que perteneces pueden expulsarte del mismo.
—¿Qué pasa si alguien quiere abandonar un club?
—Por lo general, los estudiantes son libres de dejar un club si así lo desean.
La estudiante desconocida continuó lanzándome una serie de preguntas intrigantes. En mi mente, comenzó a formarse la imagen de Mastermind, si, lo sé, se que soy lento. La mención de este nombre me hizo dudar. ¿Cómo era posible que una estudiante de nuevo ingreso estuviera al tanto de algo tan confidencial? Era sabido que no se podía hablar libremente sobre los detalles internos de la escuela con familiares o amigos, y menos aún revelar información sobre Mastermind. Si se descubría tal indiscreción, las consecuencias podrían ser graves.
Sin embargo, no podía permitir que estas dudas quedaran en un limbo. Sabía que había una persona capaz de resolver estos interrogantes, pero por ahora, debía mantenerme concentrado en el desarrollo de este día y en brindar las respuestas adecuadas a los estudiantes.
—¿Alguien más tiene alguna pregunta?
—...
—Si nadie más tiene preguntas, entonces eso sería todo. Les guiaré hacia la salida. Espero que estén ansiosos por su primer día y que en un futuro podamos conocernos mejor.
Concluyó así mi labor en este día, y debo admitir que resultó bastante interesante, especialmente la parte final.
Una vez que despedí a los estudiantes de nuevo ingreso, me dirigí de nuevo al campus. Aunque tenía el derecho de no asistir a clases por el resto del día e incluso irme a casa, decidí que era mejor abordar cierto tema con una persona en particular.
4
—No hace falta que digas nada, lo escuché todo. —dijo Atticus, interrumpiéndome.
—¿Eh? Oh, cierto, lo había olvidado. —respondí mientras sacaba lentamente un pequeño micrófono de mi camisa junto con un grabador de voz. Desde que se confirmó que sería el guía de los alumnos de nuevo ingreso, Atticus me había pedido que llevara esa pequeña grabadora conmigo. En ese momento, no tenía ni idea de por qué Atticus me había solicitado llevar algo así. Después de todo, los estudiantes de nuevo ingreso no deberían tener conocimiento sobre el funcionamiento de la universidad ni sobre Mastermind. Sin embargo, las preguntas de esa chica anónima ahora me hacen pensar en algo diferente.
—¿Qué piensas, Nerlin? —preguntó Atticus.
—¿Eh? ¿Yo? ¿No eres tú el inteligente? —respondí con sorpresa.
—Me gustaría conocer tu opinión. —insistió.
—Ehh, bueno... No logro pensar en una forma en que los estudiantes filtren información hacia el exterior.
—Tienes razón, no la hay. —asintió Atticus.
Jeje, soy muy listo, jeje.
—¿No la hay? —pregunté, confundido.
—¿A qué te refieres? —inquirió.
—Creí que mencionarías alguna forma en la que sí se pueda filtrar información —respondí, esperando una solución.
—No, no la hay —afirmó Atticus, con cierta frustración.
—Entonces, ¿qué hay de la chica?
Los alumnos que dejan UME voluntariamente tampoco pueden reingresar, así que el hecho de que ella quiera retomar sus estudios en esta universidad no es factible.
—Sé que no me creerás si te digo que es una coincidencia, Nerlin, pero la verdad es que sí existe una forma de filtrar información —dijo Atticus, revelando un secreto.
—¡¿En serio?! ¡¿Cuál?! —exclamé emocionado, ansioso por conocer la respuesta.
—Prométeme que no se lo dirás a los demás —solicitó, con un tono serio.
—¿Eh? ¿Por qué? —pregunté, un tanto desconcertado.
—Solo hazlo —insistió Atticus.
—E-Está bien... Lo prometo —respondí, aceptando su petición con cierta intriga.
La duda ya se había apoderado de mí por completo. Mi curiosidad fluía a través de mis venas, si los chismes y los rumores fueran créditos, yo ya me habría graduado hace tiempo.
—Un estudiante graduado puede compartir información con un estudiante de UME —explicó, tratando de aclarar mis dudas.
—Pero... en ese contexto, no se estaría filtrando información —respondí, tratando de analizar la situación.
Si el estudiante graduado comparte información con el estudiante de UME, la información estaría fluyendo desde fuera hacia dentro, y no al revés.
—Imagina esto, Nerlin: si un familiar graduado de UME tiene un hijo que acaba de aprobar el examen de admisión de UME, en ese momento, el hijo se convierte automáticamente en un estudiante oficial de UME, y el padre podrá transmitirle información sobre el funcionamiento de la universidad —explicó, tratando de ilustrar su punto de vista.
Pero eso no resolvía todas mis dudas. Los estudiantes graduados de UME no deberían tener información sobre Mastermind y sus actividades.
—¡ATTICUS!
—¡¿E-EH?! —respondió, sorprendido por mi grito.
—¡Tengo una duda! —exclamé, tratando de contener mi emoción.
—Está bien, pero no grites, ¡me asustaste! —replicó, con un tono de voz más calmado.
—Si los estudiantes de UME pueden compartir información de la escuela entre sí y no pueden filtrarla mientras estén estudiando... ¡PERO!...
—¡NO GRITES, MALDITA SEA! —interrumpió Atticus, visiblemente irritado.
Mientras estábamos en plena conversación, un grupo de chicas pasó cerca de nosotros y, al reconocerme, se acercaron a saludar.
—Me sorprende tu humildad, Nerlin —dijo una de las chicas con admiración.
—¿Eh? ¿Por qué? —pregunté, curioso por su comentario.
—Alimentas a personas sin hogar, eres taaan bondadoso. Por eso me gustas. Bye bye~ —respondió ella, despidiéndose con entusiasmo.
—Eso fue... humillante... En fin, ¿cuál es tu duda? —preguntó Atticus, tratando de mantener el enfoque en nuestra conversación.
—Los estudiantes graduados ya no deberían tener que seguir esta regla, ¿cierto? —le pregunté, esperando aclarar ese punto.
—Si, deben seguirla. Cuando recién fuimos admitidos, nos hicieron firmar un contrato, ¿recuerdas? En ese contrato se menciona que, al hablar sobre UME una vez que eres egresado, en lugar de ser expulsado, puedes enfrentar cargos legales e incluso pueden anular tu título universitario. —explicó.
—Ehh, no lo sabía... —respondí, un tanto avergonzado.
—¡¿No leíste el contrato?! —preguntó, con sorpresa en su voz.
La verdad es que simplemente firmé y firmé papeles sin parar. Estaba tan emocionado por haber sido aceptado que no le presté mucha atención a los detalles.
—Claro que lo leí —respondí, tratando de ocultar mi falta de atención hacia el contrato.
—Como sea, dejaré el tema de la filtración de información para una investigación aparte. Por hoy, eso sería toda la ayuda que necesito de ti —dijo Atticus, pareciendo haber concluido nuestra discusión.
—Está bien, me iré ahora —respondí, preparándome para marcharme.
—¡Chicos! ¡¿Qué están haciendo?! —exclamó Lily, sorprendiéndonos a todos.
—¡ !
Lily llegó por detrás de Atticus y le tocó los hombros mientras gritaba.
—Voy a morir... Voy a morir un día... Por su culpa... —murmuró Atticus, claramente asustado.
—Es raro verlos a ustedes dos solos. ¿Qué estaban haciendo? —preguntó Axel, uniéndose a la conversación.
—Estábamos planeando nuestro patrullaje nocturno. Somos como Batman y Robin —respondí.
—Qué bueno que estamos todos juntos. Quería hablar con ustedes.
comentó Atticus, apoyando sus codos en la mesa.
—Ya tengo al primer sospechoso —anunció, captando nuestra atención.
—¡¿EHH?! —exclamamos todos, sorprendidos por su afirmación.
—¡ME VAN A MATAR SI SIGUEN GRITANDO! —gritó Atticus, frustrado por nuestros excesivos decibeles.
—Lo sentimos... —dijimos en coro, disculpándonos por nuestro alboroto.
—Antes de mencionar el nombre del primer sospechoso, necesito que conozcan toda la información, de esa forma no quedarán dudas —explicó Atticus, preparándonos para revelar detalles importantes.
¿Por qué menciona esto? La Cipher Squad me ha enseñado a ser objetivo y no dejar que mis sentimientos interfieran con la investigación.
—He estado investigando a esta persona durante un tiempo. Es una estudiante que tiene calificaciones excelentes. Generalmente, los estudiantes que obtienen buenas notas suelen cometer algunos errores en los exámenes, pero no es el caso de ella. Siempre obtiene el primer lugar en todo —continuó Atticus, revelando pistas importantes sobre el sospechoso.
—¿Y bien? ¿Quién es la chica? —preguntó Rylan, ansioso por conocer la identidad del sospechoso.
—Rivet.
¿Eh? No la conozco. Es extraño, porque no es por ser presumido, pero conozco prácticamente a todos los estudiantes de UME. No necesariamente son mis amigos, pero al menos los reconozco de vista. Sin embargo, el nombre de Rivet no me suena en absoluto.
—Nerlin, me gustaría que investigaras a Rivet por tu cuenta —dijo Atticus, dirigiéndose específicamente a mí.
—¿Eh? ¿Por qué yo? Y ¿por qué en solitario? —pregunté, sintiéndome un tanto confundido.
—Si bien no eres la persona más ingenua del grupo, ese título se lo lleva Jhon, por cierto, la verdad es que tienes el mismo potencial que Axel, pero no lo aprovechas —explicó, mientras Axel asentía en acuerdo.
—Exacto.
—Pero no conozco a Rivet... —respondí, mostrando mi preocupación.
—No te preocupes, sé muchas cosas sobre Rivet desde que la investigué. Te enviaré todos los detalles que conozco sobre ella por mensaje de texto —aseguró.
—¡Acosador!
exclamó Lily, provocando que algunas personas nos miraran. La apariencia y vestimenta de Atticus no le ayudaban, lo cual atrajo aún más atención sobre el.
—Esto es humillante... de nuevo —suspiró Atticus, sintiéndose incómodo ante las miradas curiosas.
—Bueno, me voy ahora. Tengo que investigar todo lo que pueda sobre Rivet si quiero confirmar o descartar su identidad como Mastermind —anuncié, preparándome para partir.
—Adiós, Nerlin —despidieron todos a coro.
Me levanté del banco y salí de la universidad. Planeaba investigar durante el resto del día. Rivet era una sospechosa y me habían confiado la responsabilidad de descubrir la verdad.
5
Hace unos meses que tengo amigos por primera vez en mucho tiempo. No había experimentado tener conversaciones que no estuvieran relacionadas con la clase desde la primaria. La Cipher Squad es un grupo de estudiantes con intereses similares, a pesar de nuestras diferencias. Compartimos un mismo interés en el misterio y la investigación. Son las primeras personas en mucho tiempo a las que puedo llamar amigos.
Lily es la más extrovertida del grupo. A primera vista, uno podría pensar que Nerlin es la persona más dinámica, pero no es así. Lily siempre está llena de ideas: planes para ir al karaoke, descubrir nuevos restaurantes, realizar actividades juntos y mucho más. Al principio, no podía seguir su ritmo. Siempre he sido una persona muy sedentaria. Sin embargo, con el paso del tiempo, me he ido acostumbrando. La verdad es que ahora disfruto verme contagiado por su actitud tan dinámica.
Rylan es el miembro del grupo con el que tengo una relación más complicada, o al menos eso creía. Siempre me ha tratado mal, incluso antes de unirme a la Cipher Squad. Pensaba que se debía a que no quería tener a alguien que considerara un advenedizo en el grupo. Sin embargo, esos pensamientos cambiaron en un instante.
Sucedió cuando un grupo de chicos decidió meterse conmigo. Estaba a punto de entregarles el dinero que tenía para comida, lo cual me habría dejado sin nada para toda una semana. Justo cuando estaba a punto de ceder, Rylan apareció de la nada. Se interpuso entre los chicos y yo, bloqueando cualquier intento de que se acercaran.
Con su imponente apariencia y su condición de miembro del club de boxeo, Rylan les dejó en claro que no iba a permitir que me arrebataran mis pertenencias. Los otros estudiantes no tuvieron más opción que desistir y abstenerse de cualquier intento adicional. En ese momento, mi percepción sobre Rylan cambió por completo. Comprendí que, detrás de su actitud ruda, había una verdadera preocupación y protección hacia sus compañeros de la Cipher Squad.
No he tenido muchas interacciones con el novio de Lily, Axel. Él es una persona reservada, especialmente con aquellos que no conoce. No inicia conversaciones con personas desconocidas y no busca activamente conocer gente nueva. Simplemente deja que las cosas fluyan y si surge la oportunidad de hacer amigos, la aprovecha. Sin embargo, debido a mi naturaleza tímida, no he tenido muchas oportunidades de tener una conversación profunda con él.
Cuando nos encontramos a solas, Axel intenta generar un poco de conversación formulando preguntas. Lamentablemente, mi mente se queda en blanco y no logro responder de manera adecuada. A pesar de eso, siento que Axel es una gran persona que se preocupa por los miembros de la Cipher Squad. A través de su actitud tranquila y observadora, puedo percibir su genuino interés por el bienestar de todos nosotros. Aunque nuestras interacciones han sido limitadas, tengo la impresión de que Axel es alguien en quien puedo confiar y que está dispuesto a brindar apoyo cuando sea necesario.
Jhon es... Diferente. Tiene cierto parecido con Lily en su extroversión y también comparte ciertas características de carisma con Nerlin. Es el tipo de persona que dice lo primero que le viene a la mente, lo cual puede resultar en situaciones incómodas de vez en cuando. He tenido la oportunidad de pasar tiempo a solas con él y descubrí que es una persona realmente divertida.
Jhon tiene la habilidad de adaptarse a cualquier conversación. Tiene conocimientos superficiales sobre diversos temas, lo cual le permite tener cierta noción de muchos asuntos. Cuando encuentra un tema que desconoce en profundidad, muestra un genuino interés y hace preguntas para enriquecer su conocimiento. Me he pasado largos ratos hablando con él debido a esta curiosidad constante.
Aunque Jhon puede ser un tanto impulsivo con sus comentarios, aprecio su actitud abierta y su disposición para aprender. Su entusiasmo por descubrir nuevos temas y su capacidad para mantener una conversación animada lo convierten en una presencia alegre y entretenida en nuestro grupo.
Y finalmente, está la persona a la que más admiro en la Cipher Squad. Al principio, no entendía por qué sentía esa admiración hacia él, pero con el tiempo lo comprendí. Él encarna el tipo de persona en quien aspiro convertirme. No tiene problemas para entablar conversaciones con extraños, se adapta fácilmente a diferentes personalidades y logra que los demás se sientan cómodos en su presencia. Además, obtiene buenas calificaciones y tiene una excelente condición física. En resumen, es todo lo que yo deseo ser.
Pienso que está desperdiciando su potencial. Tal vez los demás no se den cuenta, pero yo sí. En muchas ocasiones, parece querer compartir su opinión durante nuestras discusiones sobre las investigaciones, pero se queda callado. Quizás sea el miedo a equivocarse o el temor a ser objeto de burlas, al igual que Jhon. A pesar de eso, sé que si nunca se atreve a intentarlo, nunca podrá avanzar.
Espero que algún día Nerlin pueda darse cuenta de su propio valor y confianza. Creo firmemente en su potencial y sé que sería un activo valioso para el equipo si se animara a compartir su perspectiva.
He estado pensando mucho en ellos últimamente. Parece que todo está llegando a su fin, no solo el año escolar, sino también nuestra investigación. Me pregunto si seguiremos saliendo juntos una vez que descubramos la identidad de Mastermind. Ese es un tema aparte que me inquieta.
En realidad, les he enviado a cada uno a investigar posibles sospechosos, pero lo que no saben es que esas personas no existen. Tengo un motivo detrás de esta estrategia. Quiero protegerlos. Si todo sale mal, quiero que yo sea la única persona afectada. Dentro de UME, tengo a un posible sospechoso en mente. Esta persona tiene una escalofriante probabilidad de ser Mastermind. Conocía a todas las víctimas o, al menos, había interactuado con ellas. Además, posee una inteligencia superior a la mía.
Si todo sale mal, quiero que sea solo a mí a quien expulsen. He llevado a cabo una investigación en secreto. Le he planteado diversas situaciones y las ha resuelto con gran facilidad. También he puesto a prueba su empatía, tanto en público como en privado. Los resultados han sido los que esperaba. Cuando está rodeado de gente, se comporta de cierta manera, pero cuando está completamente a solas, se revela una faceta completamente diferente. Por supuesto, he mantenido todas estas pruebas ocultas, y "Z", como he decidido llamar a esta persona por ahora, aún no ha descubierto la naturaleza de estas pruebas.
Hoy es el día en el que llevaré a cabo la prueba definitiva para determinar si Z es realmente Mastermind o si todo ha sido un malentendido. No quiero sonar arrogante, pero estoy aproximadamente un 92% seguro de que Z es el responsable. Normalmente no suelo equivocarme en mis estimaciones de probabilidad. Hoy tomaré una decisión final y, si resulta ser culpable, no mostraré piedad hacia alguien que no la tuvo con los estudiantes. Z hizo sufrir a mis amigos, expulsó a personas que ellos querían, y una persona así no puede existir en nuestra sociedad.
Debo mantener la calma y estar sereno para no cometer ninguna imprudencia. Aunque por fuera aparente ser una persona tranquila, la verdad es que alguien como Mastermind despierta en mí un impulso de actuar de forma impulsiva. Pero quedándome aquí no conseguiré nada.
Es hora.
6
Ha pasado una hora desde que he estado siguiendo a Z. Me esfuerzo por mantener una distancia considerable entre nosotros para que no sospeche que estoy siguiéndole, aunque en realidad, eso es exactamente lo que estoy haciendo.
Al parecer, Z está conversando con algunos amigos suyos. En esos momentos, o cuando dobla una esquina, acelero el paso para asegurarme de no perderle de vista.
—¿Tienes planes hoy? Hoy iremos al cine, sería genial que vengas con nosotros.
—Lo siento, hoy tengo que visitar a mi abuela en el hospital, probablemente no pase de esta noche.
—Es la décima vez que dices eso.
—Simplemente no tengo tiempo, pero tengo disponible el fin de semana, si quieren hacer planes esos días, pueden contar conmigo.
Es una conversación casual, pero debo estar atento a cada detalle. Cada palabra pronunciada podría ser clave para confirmar o descartar su identidad. No puedo permitirme perder ni el más mínimo indicio que pueda revelar la verdad.
—Bien, nos vemos.
—Claro, bye bye.
Bien, es hora de partir. Me muevo con sigilo, fingiendo hablar por teléfono para justificar cualquier movimiento sospechoso. Las personas que están en una llamada telefónica suelen hacer movimientos extraños. Es comprensible, ya que a menudo cambian de lugar para encontrarse con amigos o conocidos. Es común ver a alguien levantarse y marcharse segundos después de sentarse en un banco. Esta es una forma conveniente de justificar ese comportamiento.
Z camina por el campus de UME aparentemente sin rumbo fijo. Es posible que esté buscando a alguien, aunque parece poco probable. En la era actual, es más fácil preguntar la ubicación de alguien a través de mensajes de texto o llamadas telefónicas. Tal vez simplemente esté dando un paseo, pero no puedo descartar la posibilidad de que esté buscando nuevas víctimas. No quiero pensar en ello, pero debo estar alerta y considerar todas las posibilidades.
De repente, Z se detuvo y comenzó a mirar a su alrededor. ¿Qué está sucediendo? ¿Me habrá descubierto? No, eso no puede ser posible.
Luego de observar su entorno, ¡Z comenzó a correr! Mierda, si empiezo a correr también, será obvio que le estoy persiguiendo. Además, desde aquí es difícil mantenerle a la vista.
Z salió del campus y se dirigió hacia el pequeño bosque que se encuentra detrás de la universidad. No tengo tiempo para pensar, simplemente debo seguir a Z. Si ha notado que le he estado siguiendo y quiere enfrentarme en el bosque, no tengo más opción que aceptar el desafío.
Con cautela, salí del campus, manteniendo una distancia prudente detrás de Z mientras se adentraba en el pequeño bosque. No podía permitirme perderlo de vista. No había tiempo para dudas, debía seguir adelante y descubrir hacia dónde nos llevaba esta carrera.
Z parecía ajeno a mi presencia y continuaba deambulando sin rumbo fijo por el bosque. Mis pasos eran cuidadosos y silenciosos, tratando de no levantar ninguna sospecha. A medida que avanzábamos, me percaté de que la luz del sol se filtraba a través de las copas de los árboles, creando una atmósfera misteriosa y sombría.
Mantuve mi vista fija en Z, atento a cada uno de sus movimientos. A medida que nos adentrábamos más en el bosque, los sonidos de la ciudad se desvanecían gradualmente, dejando lugar a los cantos de los pájaros y el susurro del viento entre las hojas.
Z caminaba sin prisa aparente, como si estuviera absorto en sus propios pensamientos. Su figura se recortaba contra el verde intenso del bosque, y su silueta se perdía y reaparecía entre los árboles. Me aseguré de mantener una distancia segura, evitando llamar la atención.
El ambiente en el bosque era tranquilo y sereno, pero mi mente estaba alerta. La vegetación se cerraba a nuestro alrededor, creando un laberinto natural que ocultaba nuestros movimientos. Sentía la adrenalina correr por mis venas, consciente de que estábamos cerca de descubrir la verdad.
El susurro de las hojas y el crujir de las ramas bajo mis pies eran los únicos sonidos que acompañaban mi avance.
Z comenzó a correr repentinamente, su velocidad era sorprendente y no pude seguirle el ritmo. Me quedé atrás, completamente perdido en medio del espeso bosque. ¡Es como si supiera que lo estaba siguiendo! ¡Mierda! Aquella posibilidad me rondaba la mente mientras la luz del día comenzaba a desvanecerse y el anochecer se apoderaba del lugar.
Saqué mi teléfono del bolsillo, con la esperanza de pedir ayuda a Nerlin. Pero, espera un momento... ¿por qué de entre todos los miembros de la Cipher Squad, la primera persona que vino a mi mente fue Nerlin? No somos tan cercanos, pero algo en su presencia transmite confianza. Es de esas personas que estarían dispuestas a ayudarte sin importar si son las 3 de la madrugada.
Aún así, mi teléfono no tenía señal, lo cual significaba que no podía llamarlo. Justo cuando necesitaba su ayuda, no podía contar con él. ¡Esto no puede estar pasando!
No, aún no puedo rendirme, no tan fácilmente. Recurriendo a mis conocimientos de supervivencia, empecé a recordar todos los trucos y consejos que había aprendido en mis aventuras al aire libre. ¿Quién necesita un GPS cuando tienes un cerebro lleno de información útil?
Observé el sol poniente y evalué la dirección en la que se ocultaba.
—Si el sol se pone hacia el oeste, entonces... debo ir hacia el este.
Me dije a mí mismo, tratando de mantener la calma en medio de la situación.
Siguiendo mi intuición, empecé a caminar en la dirección contraria a la puesta del sol. Utilicé las estrellas como guía, tratando de recordar las constelaciones que había estudiado en algún momento de mi vida.
—Orion... esa es Orion.
murmuré mientras señalaba al cielo oscuro.
Paso a paso, avanzaba cautelosamente, evitando ramas y raíces que amenazaban con hacerme caer. Mi corazón latía con fuerza, pero me aferré a la esperanza de encontrar el camino de vuelta.
Y entonces, como un milagro, vi luces destellando en la distancia.
—¡Sí, lo logré!
Exclamé emocionado.
Me acerqué con paso firme hacia las luces, reconociendo los contornos de los edificios familiares de UME.
Pero justo cuando creí que podría relajarme por completo, algo captó mi atención en medio de la penumbra de la noche. Una figura enigmática, de espaldas, parecía haber estado esperándome.
En ese instante, sentí cómo la sangre se helaba en mis venas y escalofríos recorrían mi espalda. ¡Era Z!
—O-Oye...
Antes de que pudiera terminar mi frase, mi teléfono comenzó a vibrar, interrumpiendo el momento.
Con un presentimiento ominoso, saqué mi teléfono del bolsillo y abrí la notificación.
"Solicitud de reclamo de créditos"
Luego de unos segundos de incertidumbre, mi teléfono volvió a vibrar con insistencia. Con las manos sudorosas y temblando de manera exagerada, abrí nuevamente las notificaciones. Era el grupo de mensajes de la Cipher Squad, y todos compartían la misma preocupación.
『¡Chicos! ¡Alguien ha reclamado mis créditos!』
『A mí también.』
『¡Lo mismo aquí!』
『¿Qué diablos está pasando?』
Mientras mis compañeros expresaban su desconcierto, Z continuó su camino. Cada rama crujiendo bajó sus pasos resonaba en mi cabeza como un eco ensordecedor, como si el reclamo de los créditos fuera su respuesta a mi acto de seguirle. Z se alejaba, dejándome con una fuerte opresión en el pecho. Me invadía la impotencia de que mi imprudencia nos llevaría a ser expulsados a todos.
7
Si alguien tenía que ser expulsado, ese debía ser yo...
—No quería involucrarlos, son los primeros amigos que tengo... ¡Lo siento! - expresé con pesar.
—Debiste decírnoslo. —Dijo Rylan, con seriedad pero manteniendo la calma.
A la mañana siguiente, les conté todo a la Cipher Squad. Tenía que hacerlo.
—Entonces ¿quién es Z? —Preguntó Lily, con desánimo en su voz.
—Lo siento, no puedo decírselo. —Respondí con un dejo de tristeza.
—¡¿Eh?! ¡¿Nos involucraste en esto y ahora no quieres decir quién es Mastermind?! —exclamó Jhon, exaltado.
—Relájate, Jhon. Atticus no tiene la culpa. Nosotros ya estábamos involucrados desde el principio.
Es extraño que Rylan me defienda. Por lo general, siempre es el primero en atacarme.
—Por cierto, Nerlin, ¿también reclamaron tus créditos?
—Hmm sí, ayer no pude revisar la app UME porque me quedé dormido apenas llegué a casa - respondió, mientras trataba de procesar toda la situación.
—Entiendo. Es extraño que hayan reclamado los créditos de cada uno. Según las reglas, solo se debería poder hacer un reclamo por persona hasta que pasen los 3 días y se decida si el estudiante será expulsado o no.
—Eso podría significar que Mastermind no sea solo una persona... —Agregó Axel, pensativo.
—Es posible. La persona que reclama los créditos y, por ende, expulsa a los estudiantes, es solo una. Sin embargo, podría estar trabajando en colaboración con otros estudiantes. —especulé.
—Al menos, si vamos a terminar en la cárcel, espero que estemos juntos en la misma celda. —Nerlin bromeó, tratando de aliviar la tensión.
—No bromees con eso, Nerlin - respondió Lily, con un tono serio.
Lily siempre suele seguirle el juego a las bromas de Nerlin, y viceversa, por lo que el hecho de que no lo haga en un momento como este es... raro. Normalmente, suele encontrar la forma de aliviar la tensión con humor, pero ahora, la seriedad en su rostro es evidente, siempre encuentra la manera de mantener un espíritu positivo. Verla en este estado me hace sentir aún más culpable por haberlos involucrado en todo esto.
—Bien, nos quedan dos días antes de ser expulsados, así que necesitamos encontrar una solución rápidamente. —Señaló Rylan, tratando de mantener al grupo enfocado.
—¿Qué haremos? Lily, Atticus, ¿tienen alguna idea? —Preguntó Nerlin, buscando la opinión de los demás.
—Tengo una idea. Mastermind actúa en las sombras y evita llamar la atención. Aunque ha expulsado a algunos estudiantes populares, no lo hace con mucha frecuencia... —Dijo Lily, tratando de mantenerse firme a pesar de su estado de ánimo.
Decidí intervenir y compartir algo en lo que había estado pensando.
—Creo que las expulsiones son solo una advertencia. Los estudiantes reciben la notificación del reclamo de sus créditos solo minutos antes de ser expulsados, cuando ya no tienen posibilidad de hacer nada al respecto.
—Aun así, no podemos arriesgarnos. Ahora, como decía, la expulsión de Nerlin causará un gran revuelo en la universidad. Si logramos adelantar ese revuelo antes de que se lleve a cabo la expulsión, tal vez Mastermind decida descartar nuestras expulsiones por completo. —explicó Lily, cada vez con más determinación.
—Pero eso solo evitaría la expulsión de Nerlin, los demás aún estaríamos en peligro. —interrumpió Jhon, preocupado.
—Es nuestra mejor opción en este momento. Debemos intentarlo.
—Entonces, hagámoslo.
El primer paso consistirá en que Nerlin realice una publicación en sus redes sociales preguntando sobre el reclamo de los créditos, adjuntando una captura de pantalla que demuestre que alguien ha reclamado los suyos.
—Bien, listo —confirmó Nerlin, preparándose para llevar a cabo la publicación.
"Alguien sabe qué significa esto?" - escribió junto con la captura de pantalla.
—Listo, listo.
El segundo paso es esperar a que la gente comience a hacer preguntas y comentar en la publicación de Nerlin.
*Bzzt Bzzt*
*Bzzt Bzzt*
*Bzzt Bzzt*
El sonido de las notificaciones comenzó a inundar el teléfono de Nerlin.
—¡Ahh! Mi teléfono va a explotar. —exclamó Nerlin, sintiendo la avalancha de notificaciones.
El exceso de notificaciones causará que el teléfono de Nerlin quede momentáneamente inservible debido a la sobrecarga.
Ahora Nerlin deberá realizar una publicación de alguna otra cosa desde el teléfono de alguno de nosotros.
—Puedes usar el mío, solo cambia la cuenta en las redes sociales —ofreció Lily, pasando su teléfono a Nerlin.
—Bien —asintió Nerlin, tomando el teléfono de Lily y procediendo a realizar la publicación.
"Las notificaciones mataron mi teléfono. ¡No sé qué hacer! Estoy escribiendo este post desde el teléfono de Lily. Gracias, Lily. Wow, Lily. Ve, ve, Lily."
Ahora solo nos quedaba esperar. Sabíamos que los alumnos comenzarían a buscar a Nerlin y a preocuparse por su situación.
—Bien, ¿debería recorrer el campus para que la gente me note? —preguntó Nerlin, preocupado.
—No, en realidad harás todo lo contrario —respondí.
—Pero al final, de todas formas, me notarán. Tenemos que ir a clases dentro de 10 minutos —argumentó Nerlin.
—No irás a clases —afirmó Lily, tomando una decisión.
—¡¿Eh?! ¡¿Por qué?! —exclamó, sorprendido.
—Cuando la gente se entere de que no fuiste a clases justo en el momento en que alguien reclamó tus créditos, se preocuparán aún más —explicó Lily, pensando en los efectos emocionales que tendría en los demás alumnos.
—Entonces... ¿hasta cuándo podré asistir? —preguntó Nerlin, ansioso por saber los detalles.
—Hasta las clases de la tarde dentro de dos días —respondió Lily, consciente de los riesgos que implicaba esta estrategia.
Era una jugada arriesgada. No asistir a clases suponía riesgos para el perfil universitario de Nerlin. Aunque las inasistencias se podían resolver con créditos, si Nerlin no contaba con suficientes créditos, no podría compensar las faltas.
—¿Cuánto me costará? —preguntó Nerlin, preocupado por las consecuencias financieras de su ausencia.
—Aproximadamente 40,000 créditos. ¿Tienes los suficientes? —preguntó Lily, preocupada por la situación.
—Sí, pero mi cuenta quedará en ceros —respondió Nerlin, reconociendo el sacrificio que implicaba.
—No te preocupes, todos te daremos créditos —aseguró Rylan, mostrando el apoyo del grupo.
Con el primer paso dado, no había vuelta atrás. Ahora era el momento de que Nerlin se fuera a casa.
—Bien, ahora puedes irte a casa. Si llego a necesitar tu ayuda, te enviaré un mensaje de texto —informé a Nerlin, deseándole suerte.
—E-Entiendo... —respondió, visiblemente nervioso.
Nerlin se levantó del banco y se fue, tratando de evitar cualquier encuentro con otros estudiantes.
—Nosotros también deberíamos ir a clases. Si alguien les pregunta por Nerlin, simplemente digan que no saben nada de el desde ayer —instruí al resto del grupo.
—Entendido.
Una vez acordado el plan, me separé de ellos y fuimos a clases.
Una vez acordado el plan, nos separamos de ellos y nos se dirigimos a nuestras respectivas clases.
Durante el resto del día, no hubo ninguna comunicación en el grupo de mensajes de la Cipher Squad. Supongo que todos necesitan tiempo para procesar lo que está en juego. Después de todo, si este plan falla, seremos expulsados de la universidad. La preocupación y la culpa pesan sobre nosotros.
Entiendo perfectamente que este plan protege exclusivamente a Nerlin, pero he decidido seguir adelante con él por una razón muy clara. Quiero que Mastermind vea lo que la Cipher Squad es capaz de hacer, cómo podemos generar un impacto dentro de UME.
Mastermind, no creas ni por un segundo que he olvidado tu rostro. Ahora sé quién eres y gracias a tu identidad, sé de qué eres capaz. Una vez que haya asegurado la seguridad de mis amigos, iré tras de ti.
8
—¡Oigan, chicos! ¿Han tenido noticias de Nerlin? Estoy realmente preocupada por él.
—¿Alguien ha visto a Nerlin? Me preocupa.
—Por favor, díganme si saben si Nerlin está bien. Estoy muy inquieta.
El ambiente se llena de ansiedad mientras la gente busca desesperadamente información sobre Nerlin.
El plan avanza sin contratiempos, solo nos queda avivar las llamas hasta que el reclamo de créditos finalice y logremos nuestra libertad.
—Lamentablemente, no hemos tenido contacto con Nerlin. Normalmente hablamos todos los días, pero desde ayer no ha respondido nuestras llamadas.
—No puede ser...
Siendo los más cercanos a Nerlin, es comprensible que la gente se acerque a nosotros buscando respuestas.
—¿U-Ustedes creen que...?
Una chica se interrumpe a sí misma, dejando la pregunta inconclusa.
—¿Mastermind?
—¡ !
El solo mencionar el nombre de Mastermind despierta temor en UME, es un nombre que se susurra en voz baja y que causa escalofríos en los estudiantes. La sola idea de que Nerlin haya sido víctima de este misterioso personaje llena de preocupación a sus amigos.
Es curioso, ya que en realidad Nerlin se encuentra en casa en este momento, probablemente disfrutando de una serie de anime. Sin embargo, no estamos mintiendo cuando decimos que alguien ha reclamado sus créditos.
Ahora debemos considerar cómo Nerlin podrá regresar sin levantar sospechas. No puede simplemente volver a clases y actuar como si nada hubiera pasado. Lo mejor será decir que su teléfono se dañó, lo que explicaría su falta de actividad en las redes sociales. Además, podríamos agregar que tal vez se enfermó, justificando así su ausencia en las clases.
—Entendemos su preocupación, pero también debemos cumplir con nuestras responsabilidades académicas. Preocuparnos no resolverá el problema, debemos actuar de manera estratégica.
—¡No digas tonterías! ¡Son sus amigos y deberían preocuparse por él!
—Por supuesto que estamos preocupados por Nerlin, pero debemos encontrar una solución de manera inteligente y no simplemente actuar por impulso.
—¡Ash! ¡Ay, qué frustrante! Cómo sea, nosotras iremos a buscar a Nerlin.
—Sería más conveniente que asistan a clases y busquen a Nerlin después de terminar, nosotros también haremos eso. Pueden unirse a nosotros si lo desean.
—Por supuesto que no, no compartiremos nuestro tiempo y espacio con personas que no demuestran preocupación por sus amigos.
Este grupo de chicas es bastante difícil de tratar. Es sorprendente que sean amigas de Nerlin. Me resulta interesante cómo Nerlin puede establecer relaciones sociales con personas tan diferentes entre ellas y el.
Explicar a los estudiantes toda la situación de Nerlin es más fácil en comparación con otros momentos, ya que la Cipher Squad en realidad está preocupada. Sin embargo, esa preocupación va más allá de un solo individuo y se centra en la seguridad de todo el grupo.
—¡No puedo creerlo!
—¡Estoy tan preocupada!
—Y yo, hace solo unos días habíamos quedado en ir a jugar golf juntos.
—Espero que este bien...
Recorrer el campus de UME es todo un espectáculo. Las conversaciones sobre la situación de Nerlin se escuchan por todas partes. Sabía que era amigo de muchos estudiantes dentro de la universidad, pero nunca imaginé que su círculo social tuviera un alcance tan amplio. Si tuviera que ponerle un porcentaje, diría que es amigo del 90% de los estudiantes de UME. No entiendo cómo lo logró. Apenas ha pasado un año desde que fuimos admitidos en UME, y en tan poco tiempo ha logrado construir estas conexiones. Es simplemente asombroso.
—¡Son ustedes! Son los amigos con los que Nerlin pasa más tiempo, ¿no es así?
—Hmm, sí...
Axel respondió con una mezcla de ansiedad y preocupación, tratando de mantener su papel de amigo preocupado.
—¿Tienen alguna noticia de él?...
—No... Espero que esté bien...
—E-Entiendo. Les daré su espacio...
Es difícil tener que engañar parcialmente a los demás estudiantes. Aún así, estamos haciendo esto para protegernos a nosotros mismos. ¿No es así? Estamos luchando por nuestra permanencia en esta institución. Pero a medida que reflexiono sobre nuestras acciones, comienzo a cuestionar si lo que estamos haciendo está mal. ¿Simplemente nos estamos preocupando por nosotros mismos y no por una causa más grande? ¿Es egoísta hacer que toda la escuela se preocupe solo para evitar ser expulsados?
El ambiente en el campus fue tenso durante el resto del día. Las preguntas de los estudiantes, las lágrimas y la angustia eran palpables a nuestro alrededor. Algunos alumnos no pudieron concentrarse en clase y los profesores tuvieron que intervenir, poniendo fin a las clases antes de lo habitual. Mi hipótesis es que sabían que decirles a los estudiantes que preocuparse no resolvería el problema no sería suficiente para hacer que los estudiantes dejasen de lado sus inquietudes. Supongo que los profesores decidieron esperar hasta el día siguiente, cuando se determinará si Nerlin y nosotros seremos expulsados o si podremos seguir nuestra vida universitaria como alumnos de UME.
Al día siguiente, Nerlin asistirá a las clases de la tarde. Antes de eso, acordamos reunirnos para compartir nuestro plan de acción.
—Faltan solo 20 minutos para que termine el reclamo de créditos. —Jhon comentó, tan visiblemente ansioso que movía su pierna arriba y abajo.
—Las clases comienzan en media hora, así que en esos 10 minutos volveré a estar activo en redes sociales, ¿Cierto? —Nerlin preguntó.
—Exactamente. Hacerlo antes o después tiene sus riesgos. Si lo haces antes, los estudiantes podrían sentirse aliviados, pero Mastermind aún podría expulsarnos. Si lo haces después, tal vez provoques que los estudiantes te presten más atención a ti que a sus propias clases.
—Por cierto, Jhon, ¿lo conseguiste? —Nerlin inquirió.
—Claro.
Jhon sacó una receta médica falsa de su mochila. La madre de Jhon es doctora y en su casa tienen varias recetas médicas oficiales del hospital donde ella trabaja. Contar con una de estas recetas disiparía cualquier duda y sería como si el propio hospital confirmara que Nerlin estuvo en reposo en su casa.
—De esta forma no podrán hacernos más preguntas. También tuve que comprar un nuevo teléfono. Aunque aún pienso que simplemente pude decir que fui a reparar el que ya tenía. —Nerlin suspiró.
—No, tenemos que asegurarnos de que nuestra historia sea indiscutible.
—Lo sé, pero... ahora tendré que comer la comida que UME ofrece a cambio de créditos por un tiempo... Y no me gusta.
Nerlin hizo una muñeca de disgusto, luego sacudió la cabeza mientras pensaba en tener que comer esa comida.
—Al menos hemos asegurado nuestra estadía en UME. —Axel afirmó.
—Eso es algo que pronto averiguaremos.
—Se positivo, Rylan.
Continuamos discutiendo el plan de acción para no dejar cabos sueltos. Los minutos pasaron y finalmente...
—3... 2... 1... —todos susurramos en unísono.
—¡SE ACABÓ! —gritamos.
—¡BIEN! ¡NO NOS EXPULSARON! —exclamamos con alivio y emoción.
Al parecer, esto había sido solo una advertencia por parte de Mastermind. O al menos, eso era lo que creía...
—O-Oigan chicos, revisen las noticias dentro de la app UME.
"EXPULSIÓN"
5 estudiantes expulsados, todos ellos eran cercanos a nosotros. Además, fueron expulsados solo segundos después de que terminara nuestro reclamo de créditos.
—E-Esto... ¿Qué quiere decir?... —Lily balbuceó, conmocionada.
—N-No puede ser... —Jhon murmuró, en estado de shock.
—¡MIERDA! —Nerlin exclamó, frustrado.
—N-No puede ser... Mierda... ¡Un momento! —Detuve de repente mi frustración, mientras mi mente conectaba los puntos.
Ahora lo sé, todo tiene sentido. Cinco estudiantes expulsados, cada uno de ellos era cercano a cada uno de los miembros de la Cipher Squad. Pero, si yo no tengo más amigos... eso significa que no hubo un sexto estudiante expulsado.
Hasta ahora, pensé que las expulsiones de Mastermind no seguían ningún patrón discernible, pero ahora lo entiendo. Mastermind utiliza a un estudiante como señuelo, enviándole un reclamo de créditos que provocará preocupación entre sus amigos. Sin embargo, el estudiante expulsado real no es el señuelo, sino uno cercano a su círculo de amistades. Es como jugar al antiguo juego de computadora llamado Buscaminas, donde uno debe descubrir las minas sin tener información precisa sobre su ubicación. La diferencia es que en el videojuego, se ofrece información sobre cuántas minas existen al rededor, en cambio, Mastermind deja la interpretación de las relaciones y conexiones sociales para sembrar confusión y ocultar su verdadera intención.
Imaginemos un escenario: Nerlin recibe el reclamo de créditos y sus amigos, incluyéndome, nos preocupamos por él. Sin embargo, mientras todos nuestros ojos están puestos en Nerlin, sin saber que él es solo el señuelo, Mastermind ha expulsado sigilosamente a otro estudiante, alguien más cercano a nuestro círculo.
La incertidumbre de no conocer el número exacto de "minas" o expulsiones ocultas añade un elemento de tensión y suspenso. ¿Quiénes serán los siguientes en ser expulsados? ¿Cómo podemos protegernos y evitar caer en la expulsión?
Otro ejemplo que podría ilustrar la forma en que Mastermind expulsa a los estudiantes es comparándolo con un revólver. El estudiante señuelo actúa como el tambor del revólver, mientras que su círculo social se asemeja a las balas cargadas en dicho tambor. Mastermind gira el tambor, simbolizando la manipulación y control que ejerce sobre las relaciones entre los estudiantes, y finalmente, cuando aprieta el gatillo, se produce la expulsión, como si fuera un disparo que causa estragos en la vida de la persona afectada.
Pero, ¿por qué Mastermind decidió revelar su método de expulsión? ¡Oh!, ahora lo entiendo. Mastermind sabe que he descubierto su identidad, es consciente de que no puedo tomar medidas en su contra si realiza las expulsiones frente a mis narices. Al mostrarme su forma de actuar, me permite poder intentar salvar a los estudiantes y de esa forma, también me aleja de el. Es una táctica maquiavélica para mantenerme inmovilizado.
Mierda, ha planeado todo esto con meticulosidad. Hemos estado danzando en la palma de su mano sin siquiera saberlo. Aún así, sé que este juego no puede continuar indefinidamente. El final se acerca...
Para uno de los dos.
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