Capitulo 2: As Bajo la Manga

"La suerte es lo que sucede cuando la preparación se encuentra con la oportunidad." - Séneca

La ciudad deslumbra incluso a plena luz del día. Conozco a algunos estudiantes de UME que alardean tener dinero, es cierto que tal vez tengan una ventaja económica, pero en realidad, la diferencia no es tan abismal. Sin embargo, mientras recorro el centro de la ciudad y observo los lujosos automóviles que serpentean por las calles, la elegancia con la que la gente entra a los exquisitos establecimientos y los rascacielos que se alzan imponentes ante mí, una extraña sensación me embarga. Me siento como un completo advenedizo en este lugar, como si no perteneciera a este mundo. Ni siquiera ahorrando durante tres vidas podría alcanzar el nivel de riqueza que ostentan aquí.

Cada esquina de esta ciudad reluce con un brillo y una sofisticación que superan mis expectativas. Las tiendas y boutiques exhiben artículos que solo había visto en revistas. Los coches que pasan a mi lado parecen sacados de una película de alta gama. A medida que avanzo, no puedo evitar notar la elegancia que parece impregnar hasta el aire que respiro. La gente se mueve con un aire de confianza y distinción que me hace sentir como si estuviera en un mundo completamente diferente.

Aunque sé que no debo compararme con los demás, no puedo evitar sentirme humilde ante tanta opulencia. Esta ciudad es un recordatorio constante de cuánto me falta por recorrer en la vida y cuánto tengo que aprender para estar a la altura de las personas que aquí residen.

Mientras espero llegar a mi destino en taxi, observo el flujo constante de gente en esta bulliciosa ciudad, me tomo un momento para repasar mi apariencia. La elección de la vestimenta adecuada es esencial aquí, ya que la ciudad parece ser un faro de elegancia y estilo. Aunque no tengo la intención de convertirme en un fashionista, quiero estar a la altura de las expectativas y, al mismo tiempo, mantener mi propio estilo personal.

Mi elección de atuendo combina un equilibrio delicado entre lo adecuado y lo cómodo. Opto por prendas que reflejen un toque de sofisticación, sin parecer forzadamente formales. Un par de pantalones bien confeccionados y una camisa con un corte moderno son mi elección para el día. Añado una chaqueta ligera que da un toque elegante sin ser abrumador. Mis zapatos, aunque pulcros, tienen ese toque desenfadado que me hace sentir más relajado y auténtico.

Cuando me deslizo los dedos por el pelo, me aseguro de que mi peinado siga siendo fiel a mi estilo personal. Quiero transmitir la impresión de alguien que se preocupa por su apariencia sin exagerar en la formalidad.

Mientras observo a mi alrededor, noto que la ciudad sigue su ritmo constante, aparentemente indiferente a mi dilema de vestimenta. Sin embargo, sé que la imagen que proyectas puede tener un impacto en cómo te perciben los demás. Mi objetivo es encajar en este mundo sin perder mi esencia.

—Llegamos.

Aún no he terminado de revisarme completamente, pero no puedo quejarme, aún así estoy bastante satisfecho con mi apariencia en este momento, solo me queda un pequeño deseo: que no sople demasiado viento afuera. Despeinarse en este momento sería un pequeño inconveniente que preferiría evitar.

—Bien, es hora.

Bajé del taxi y entré al edificio, la recepción del edificio rezumaba lujo y elegancia. Los suelos de mármol pulido reflejaban la luz de las imponentes lámparas de araña que colgaban del techo alto. Unos cómodos sofás de terciopelo bordeaban las paredes, y las mesas auxiliares de cristal sostenían revistas y periódicos meticulosamente dispuestos. Las paredes estaban adornadas con obras de arte contemporáneo y un espejo de cuerpo entero enmarcado en oro se destacaba en una esquina.

En la sala de espera, la paleta de colores neutros y tonos suaves daba una sensación acogedora. Grandes ventanas de piso a techo permitían la entrada de la luz natural y ofrecían una vista impresionante de la ciudad. Cómodas sillas tapizadas y mesas de café de diseño completaban el ambiente. El aire estaba impregnado con una sutil fragancia a flores frescas, creando un entorno sereno y relajante para los visitantes.

Ahora, ¿dónde podría estar? Supongo que sería buena idea preguntar en recepción.

Caminé hasta la recepción del lugar. A pesar de que generalmente el personal de lugares lujosos como este suele ser arrogante, esta vez parecía ser diferente. La chica de recepción lucía amable y confiable.

—Buenos días, me gustaría concretar una cita con la dueña de este lugar.

—Oh, ¿vienes a pedir un préstamo?

—Sí, exacto.

Me pregunto si sería prudente revelar que la conozco. No, no sería una buena idea, lo mejor será mantener esa información en reserva por ahora y seguir las indicaciones de la recepcionista.

—Si quieres, puedes esperar en la sala de espera, te llamaré en un momento.

—De acuerdo, gracias.

—No hay problema, estoy a tu disposición.

No sé cuánto tiempo tome; sin embargo, considerando que las vacaciones apenas comenzaron ayer, estoy seguro de que no estará demasiado ocupada. No hay de qué preocuparse.

Tomé asiento en uno de los sofás de la sala de espera, esperando con paciencia. Noté que era el único en el edificio, posiblemente debido a que llegué a las 9:00 a.m., momento en que abren sus puertas al público.

Mientras esperaba, noté que otra persona entró al edificio y se dirigió a recepción. Intercambió algunas palabras con la recepcionista y luego se encaminó hacia la sala de espera, eligiendo el sofá justo al lado del mío para sentarse.

Es incómodo. Han pasado 5 minutos Ddsde que llegó aquel hombre y he notado que no deja de lanzar miradas en mi dirección. Aunque intente disimularlas, percibo cada una de sus miradas.

La recepcionista se acercó a nosotros y nos entregó una hoja a cada uno.

—Por favor, completen los datos en la hoja y no olviden firmar al final, aquí.

Señaló el lugar en el que debíamos estampar nuestra firma.

—Cuando terminen, llámenme y vendré por las hojas.

Seguí las indicaciones de la chica y completé los datos solicitados en la hoja: nombre, apellidos, dirección, ocupación, hora de llegada y otros detalles personales. Una vez que terminé, firmé la hoja y esperé con paciencia a que el hombre a mi lado también lo hiciera. De esta manera, la recepcionista no tendría que dar dos vueltas para recoger ambas hojas.

En cuanto el hombre terminó, levantó la mano y la recepcionista se acercó a nosotros. Le entregamos las hojas y nos pidió que esperáramos un poco más.

Sinceramente, no me importaría que cualquiera de los dos pasara primero, solo quiero evitar las incómodas miradas de ese hombre.

—Nathan, puedes venir conmigo.

Me puse de pie, listo para dirigirme hacia la recepción donde la chica me esperaba. Sin embargo, antes de dar un paso, aquel hombre me detuvo con una mano en el hombro.

—Oye, ¿puedo hacerte una pregunta?

—Claro, adelante.

—¿Cuántos años tienes?

—Cumpliré 19 pronto.

Ahora, puedo entender un poco mejor las miradas de antes.

—Eres muy joven para esto, no deberías estar aquí.

Su voz no sonaba regañona ni excluyente, sino más bien compasiva.

—No es una cuestión de edad, usted tampoco debería estar aquí.

Fueron las únicas palabras que pude articular antes de dirigirme hacia la recepción, no quería hacer esperar más a la amable recepcionista.

Me dirigí hacia la chica, quien esperó pacientemente a que concluyera mi breve conversación con el hombre desconocido.

—Por favor, sígame.

1

La chica me sonrió amablemente y me guió por los pasillos elegantemente decorados del interior del edificio.

—Es aquí, solo toca la puerta.

—Gracias.

Respondí con gratitud antes de avanzar hacia la puerta indicada.

Luego, con un leve nerviosismo pero decidido, alcé la mano y toqué la puerta suavemente. La voz que escuché desde el interior me invitó a entrar.

—Puedes pasar.

Dijo una voz desde el otro lado. Abrí la puerta y entré, el diseño minimalista destacaba su elegancia, con tonos neutros que creaban una sensación de serenidad. La madera de roble pulido y las sillas de cuero negro conferían un toque de sofisticación. En una esquina, un humificador de esencias difundía un aroma suave a sándalo que impregnaba el aire de una sensación de calma. La iluminación indirecta bañaba la sala en una luz suave y cálida, mientras que el suave murmullo del incienso añadía una nota de serenidad al ambiente. Esta combinación de elementos creaba un entorno perfecto para las decisiones importantes y las conversaciones significativas.

—Toma asiento, por favor.

dijo con un tono sereno una chica que estaba sentada del otro lado de la mesa.

Me acomodé en el asiento que tenía frente a ella, sintiéndome algo tenso pero listo para la conversación que se avecinaba.

—¿Quieres algo de té?

—Sí, por favor.

La chica dio una orden a uno de los hombres que la acompañaban; no parecían mayordomos, más bien personal de seguridad, pero igualmente atendieron su solicitud y sirvieron dos tazas de té.

—Por cierto, no sé quién te dejó entrar con eso, pero no se pueden llevar objetos aquí.

La recepcionista no mencionó nada sobre mi maletín, ni me pidió que dejara mi teléfono u otros objetos en recepción; tal vez se le pasó por alto.

—No mencionó nada de eso la chica de recepción, tal vez deberías despedirla.

—Tal vez debería...

Lo dije en tono de broma, pero al parecer ella se lo tomó en serio, tomando unos segundos para reflexionar sobre la idea.

Realmente puede parecer un simple maletín, pero estadísticamente, permitir que la gente entre libremente con objetos aquí puede ser peligroso. En casos extremos, alguien podría incluso ocultar un arma.

Tomé la taza de té y le di un sorbo, la chica hizo lo mismo. Después de colocar su taza en la mesa, estiró sus manos hacia adelante en un gesto de preparación.

—Muy bien, déjame presentarme. Soy Yan Murakami, originaria de Tokio, Japón. Mi ocupación principal se centra en servicios financieros y la venta de acciones, aunque también me involucro en diversas actividades. Estoy aquí para asistirte en lo que necesites hoy.

—Muchas gracias, me gustaría presentarme también, pero supongo que no hay necesidad de una presentación formal, ya que imagino que tienes acceso a la información proporcionada en la hoja que entregué.

—Sí, así es. Entonces, ¿te importaría contarme por qué estás aquí?

—Mi familia solía ser de clase media, pero después de la muerte de mi madre, mi padre empezó a tener problemas con el alcohol y gastaba todo nuestro dinero en bebidas. Ahora, no puedo pagar mi universidad y no quiero cargar a mi padre con más preocupaciones.

—Lamento mucho escuchar lo que has estado pasando. Debes saber que haré lo posible para ayudar. Ahora bien, ¿Cómo planeas devolverme el préstamo? Quiero asegurarme de que no tengas una carga excesiva de intereses.

En el mundo de los servicios financieros, donde todo gira en torno a los intereses, me sorprende que esta chica se preocupe primero por mi situación.

—Tengo un trabajo a tiempo parcial.

—Entiendo tu situación, sin embargo, por lo general, no otorgo préstamos tan pequeños.

¿120,000 te parece poco? Para mí, es una suma considerable. Su respuesta me hace sentir aún más la brecha económica entre esta ciudad y yo.

—Pero, podría hacer una excepción está vez.

—Agradezco tu generosidad.

Es tan amable que, si me lo pidiera, incluso lamería sus zapatos, como lo hice con Nila.

—Entonces, ¿qué te parece si preparo el contrato y vienes a firmar mañana?

—Oh, en cuanto a eso...

Me dispuse a abrir mi maletín, pero no pude, no porque estuviera atascado, sino porque no me lo permitieron.

—¡ !

Los dos hombres del personal de seguridad desenfundaron sus armas y las apuntaron hacia mí, directamente a la cabeza.

Deben ser muy precisos, ya que sus miras se centran directamente en mi frente.

Mientras Yan tomaba un sorbo de té, sus ojos permanecían fijos en los míos.

—Está bien, guarden sus armas.

Ella ordenó con serenidad a sus empleados que me permitieran abrir mi maletín.

—Oh, antes de que saques lo que sea de tu maletín, ¿puedo hacerte una pregunta?

—Claro, adelante.

Yan irradia serenidad, lo que me dificulta poder ver a través de ella. No tengo idea de qué me preguntará.

—No parecías asustado.

Cuando los dos hombres apuntaron sus armas directamente a mi cabeza, dejé de intentar abrir mi maletín y simplemente le ofrecí a Yan una mirada confundida.

—Eso fue porque no tengo nada que ocultar.

—Interesante.

Su respuesta me desconcierta. ¿En qué sentido es interesante? Si sus hombres me pidieran abrir el maletín, solo encontrarían una hoja y espuma de protección. Además, entiendo que su principal función es proteger a Yan; las armas solo están en caso de que represente una amenaza real.

—Sobre el contrato, ya está listo para que lo revises. No quiero hacerte perder tiempo. Siéntete libre de leerlo si lo deseas.

Yan me miró, luego tomó el contrato de la mesa y comenzó a examinarlo detenidamente una vez tras otra.

—...

Permanecí paciente mientras Yan repasaba el contrato en detalle, pasaron alrededor de diez minutos antes de que finalmente rompiera el silencio.

—Ciertamente el contrato es prácticamente todo lo que necesitas y todo lo que yo ofrezco, sin embargo, para que esto funcione, el contrato debo hacerlo yo ¿Lo entiendes? Además, me gustaría agregar un par de puntos al contrato.

—¿Eso significa que tendré que volver mañana? Porque sería un incordio, para ti y para mí.

—No te preocupes, este contrato que me entregaste ésta casi completo.

Yan alzó la mano y chasqueó los dedos, lo que hizo que uno de sus hombres se aproximara a donde estábamos sentados.

—Escanea esto y, cuando hayas terminado, me avisas.

—Entendido.

El hombre salió apresuradamente de la habitación, dejándonos a solo tres personas en la sala.

—En lo que esperamos, ¿por qué no me cuentas un poco sobre ti?

—¿Qué te gustaría saber?

Yan apoyó su cabeza en su mano, considerando sus preguntas.

—Hmmm, mencionaste que no podías pagar la universidad. ¿Qué carrera estás estudiando?

—Biología.

—¿Te apasionan los animales o las plantas? ¿O hay alguna otra razón por la que elegiste Biología?

—Cuando era niño, adopté un perro en secreto, mis padres no me permitían tener mascotas. Lo llamé Inu. Un día, durante un invierno frío, Inu se enfermó. Tenía miedo de pedir ayuda a mis padres, así que intenté cuidarlo por mí mismo. Desafortunadamente, no pude salvarlo, y Inu falleció. Desde ese día, la culpa me ha acompañado. Por eso, decidí estudiar biología. No quiero limitarme a cuidar animales de granja o mascotas; si ese fuera el caso, habría optado por la veterinaria. Mi objetivo es contribuir al bienestar de todo tipo de seres vivos, y eso es lo que me impulsó a elegir biología.

—Lo siento mucho por lo que pasaste.

—No te preocupes.

Yan desvió la mirada hacia la ventana por unos instantes, como si reflexionara sobre nuestra conversación y cómo me había sentido al compartirla.

—Bien, te toca.

—¿Eh?

—Yo te hice unas preguntas, ahora es tu turno, puedes preguntarme lo que quieras.

Su actitud cambió por completo en poco tiempo. Yan, a pesar de ser una mujer de negocios, sigue siendo joven, solo es un año mayor que yo y, supongo, que aún no ha madurado completamente.

—Hmm, ¿Cómo conseguiste y has logrado mantener todas tus empresas?

—Mi padre me entregó estas empresas cuando tenía 16 años. En ese momento, solo le pidió a sus empleados que siguieran mis órdenes como si fueran las suyas, pero con el tiempo vio mi potencial y ahora están a punto de ser completamente mías.

—Hace unos momentos mencionaste que eres de Japón. ¿Por qué decidiste mudarte a este país?

—Porque el mango es más barato.

Es obvio que eso es una mentira, pero al responder de esa manera, está indicando que no desea compartir la verdadera razón, así que no insistiré.

El teléfono de Yan vibró, y ella contestó la llamada.

—もうできましたか?すぐ行きます.

Moudekimashitaka? Suguikimasu.

No tengo ni idea de lo que eso significa, pero al ser una frase corta, puedo intuir que no es algo importante, probablemente solo le avisaron de algo.

—Espera aquí un momento, volveré enseguida.

—Está bien.

Yan salió de la habitación, dejándome solo con el imponente hombre que me apuntó en la cabeza hace solo unos momentos.

—...

—Y... ¿Cómo conseguiste este empleo?

—...

El hombre no respondió mi pregunta, simplemente me miró fijamente, asegurándose de que no intentara nada.

Pasaron varios minutos hasta que Yan y el otro hombre de seguridad regresaron.

—Muy bien, Todo listo.

Ella colocó el contrato sobre la mesa y su teléfono volvió a vibrar, lo que la llevó a contestar la llamada.

—セキュリティ侵害?少し待って、スタッフを派遣します

sekyuritishingai? sukoshimatte, sutaffuohakenshimasu

A pesar de que Yan mantuvo su actitud serena en todo momento, noté que esta vez su expresión se tornó un poco más seria.

Yan les dio algunas indicaciones a sus hombres, pidiéndoles que se dirigieran a recepción.

—Lo siento, tuvimos unos pequeños inconvenientes.

—No te preocupes.

—Bien, entonces, ¿En qué estábamos? Ah, sí, puedes leer el contrato si gustas.

Tomé el contrato y lo comencé a leer, no me tomó demasiado tiempo ya que solo tenía un par de cambios en comparación con el contrato que yo hice.

—Por cierto, ¿Podrías servirme más té?

—Claro.

Mientras ella se levantaba para buscar un poco más de té, aproveché para tomar el contrato y firmarlo, con la intención de ahorrar tiempo.

—Aquí tienes.

—Gracias, por cierto, acabo de firmar el contrato.

—Entonces, yo también lo haré.

Los hombres regresaron a la habitación e inmediatamente volvieron a sus posiciones predeterminadas.

Yan se levantó de su asiento una vez que terminó de firmar el contrato.

—Parece que todo está en orden. Ha sido un placer conocerte, Nathan. Espero que este préstamo te ayude a seguir con tu carrera universitaria. Si tienes alguna pregunta o necesitas ayuda en el futuro, no dudes en contactarme.

Ella me extendió su mano, indicando que nuestra reunión llegaba a su fin. Con cortesía, me puse de pie y estreché su mano con gratitud.

—Aprecio mucho esta conversación, Yan. Gracias por tu tiempo y consideración.

—El placer fue mío. Espero que en el futuro tengamos la oportunidad de cruzar caminos nuevamente.

Ella dirigió su mirada hacia uno de sus guardias.

—また馬鹿者がやられちゃったね、おとうさん絶対めちゃくちゃ嬉しいだろう?わかるでしょ?

Mata bakamono ga yararechatta ne, Otōsan zettai mechakucha ureshii darō? Wakarudesho?

—はい、お嬢様.

Hai, Ojō-sama.

Caminé hacia la salida de la habitación, pero me detuve justo en el umbral de la puerta. Luego, giré mi mirada hacia Yan.

Muy bien, es hora de empezar.

2

—Antes de marcharme, ¿te importaría si le echo un vistazo rápido al contrato?

—Hmph, claro.

Regresé y tomé el contrato de la mesa, me recargué en el sofá y le eché un vistazo rápido, tal como había prometido.

—Me gustaría hacerte una pregunta.

—¿ ?

Yan me miró con desconcierto, esperando a que hiciera mi pregunta.

—Sé lo que has hecho, en realidad, lo sé todo.

Su expresión de sorpresa y confusión se hizo aún más evidente.

—¿No lo entiendes? Bien, entonces, 日本語で言ってほしい? (¿Prefieres que te lo diga en japonés?)

Me miró incrédula, como si la barrera del idioma que usaba para ocultar cosas a sus clientes hubiera sido derribada, y de hecho, así fue.

—Sé que el contrato es una estafa, en realidad, conozco todos los negocios fraudulentos que sueles llevar a cabo.

Ella relajó la expresión de su rostro y se acercó a mí, acercó sus labios a los míos mientras me miraba directamente a los ojos. Luego, deslizó su boca hacia mi oído derecho.

—¿Y qué? Que sepas sobre lo que hago no significa nada. En realidad, solo me estás ahorrando tiempo y esfuerzo.

—¿A qué te refieres?

Ella se alejó de mí y regresó a sentarse en el sofá junto a sus guardias. Siguiendo su ejemplo, tomé asiento frente a ella.

—Si no sabes a qué me refiero, significa que no lo sabes todo. Bien, déjame explicarte, pero primero quiero hacerte una pregunta: ¿Qué crees que sucede con los miserables que no pueden pagarme?

Sé que los servicios financieros que Yan ofrece tienen intereses extremadamente altos acorde al cliente, lo que significa que los clientes nunca podrán terminar de pagar sus deudas a menos que le devuelvan el dinero antes de que los intereses comiencen a aumentar, y eso sucede muy poco tiempo después de realizar el préstamo.

—Ellos vienen y me suplican, como seguramente harás tú en unos momentos. Como soy una chica generosa, les ofrezco un trato: trabajar para mí para pagar sus deudas.

—Pero una vez que paguen sus deudas, se irán, ¿Verdad? No creo que permitas que se vayan tan fácilmente.

—Exactamente, deduzco una parte de su salario para cubrir sus deudas, pero no lo suficiente para evitar que los intereses sigan subiendo.

Eso significa que el porcentaje reducido de sus sueldos aún no es suficiente para evitar que los intereses de su deuda sigan aumentando; tendrían que conseguir otro trabajo para cubrir la otra parte.

—Podrían conseguir otro trabajo, así podrían evitar que los intereses sigan aumentando y pagar su deuda.

—¿En serio crees que dejaría que hagan eso? Sus horarios laborales son de más de 12 horas, con turnos rotativos para agotarlos al máximo, estos chicos de aquí tuvieron el turno vespertino ayer y el nocturno hoy, agrega también las horas extra de hoy.

Dijo señalando a su par de guardias.

Apenas son las 10:30 de la mañana, es posible que ambos hombres no hayan dormido ni siquiera un minuto.

—No entiendo, ¿Por qué no te matan?

—¿Crees que lo harán? Mi padre iría tras sus familias, no son tan estúpidos.

Ella no suele otorgar préstamos a cualquiera, hay ciertas condiciones que deben cumplirse para que puedan ser utilizados, cosas como su familia o amigos.

—Supongo que las acciones que vendes tampoco son legítimas.

—Exacto, esas acciones no tienen ningún valor real, y yo obtengo el 60 por ciento de las ventas que hacen mis empleados.

Quiere decir que a sus corredores de bolsa no les paga por comisiones, sino que les ofrece un sueldo base que luego reduce para pagar sus deudas.

—¿Cuánto les pagas a tus empleados?

—Depende del puesto; a estos dos les pago 30,000, de los cuales les quito 25,000.

¿Los dejas solo con 5 mil al mes? Ya que mencionó que tienen familias, deben estar pasando apuros económicos. Es irónico, yo me sentía fuera de lugar aquí, pero ellos son los que realmente luchan por llegar a fin de mes. Aunque estoy seguro de que debe tener empleados a los que les ofrece un buen sueldo; por ejemplo, la chica de recepción debe ser uno de ellos.

—Lo que haces es ilegal, Yan. Si el gobierno te descubre, podrías ir a prisión.

Trabajan para ella prácticamente gratis e indefinidamente, y al final terminan generando para ella mucho más dinero del que originalmente les prestó.

—No te preocupes tanto por mí. Por cierto, no me vuelvas a llamar Yan, de ahora en adelante me dirás Murakami-sama.

En Japón, suelen usar los apellidos para dirigirse a las personas, reservando el uso de los nombres solo para quienes tienen una relación muy cercana. Además, los honoríficos en Japón son de gran importancia. El honorífico "sama" en particular se emplea especialmente cuando se habla de dioses, figuras de gran importancia como el presidente u otros altos cargos, o cuando se trata a alguien con gran respeto y admiración.

—Entendido, Murakami-sama.

Me levanté de mi asiento y me acerqué a ella, inclinándome profundamente como señal de respeto.

—A partir de este momento, estaré a su servicio, completamente dedicado a usted en cuerpo y alma.

Siempre quise decir esas palabras, jeje, nunca imaginé que la primera persona a la que se las diría sería Yan.

Mantuve mi postura reverente y, mientras permanecía de arrodillado, tomé su mano y la besé con gesto de humildad.

—Murakami-sama, estoy ansioso de trabajar con usted.

—No, aún no lo comprendes del todo. No trabajarás conmigo, trabajarás para mí.

—Tiene razón, pero por favor, sea gentil. Esta será mi primera vez.

—¿Ah? ¿A qué te refieres?

—Trabajando, ésta será mi primera vez siendo un esclavo corporativo.

He tenido empleos previos, pero me refiero a que esta será mi primera experiencia en un trabajo formal.

Mantuve una actitud sumisa, queriendo que ella no sienta amenazada, que tenga el control por ahora, de esa forma su caída será más dolorosa.

—Entonces, Nekonyan, ¿debería empezar a trabajar hoy mismo?

—Hoy mismo... Espera, ¿qué dijiste?

—¿Debería empezar a trabajar hoy mismo?

Repetí mi pregunta anterior, consciente de que no era a lo que ella se refería.

—No seas estúpido, sabes perfectamente a lo que me refiero.

—Oh, ¿es sobre NekonYan? Eres tú, es un apodo ya que eres japonesa, neko es gato en japonés y Yan es tu nombre, es casi como decirte gatita. ¿No te agrada?

—¡ !

NekonYan dio un ágil salto gatuno sobre la mesa, como si estuviera acechando a su presa. Sin previo aviso, agarró mi cabello y atrajo mi cabeza hacia la suya.

—Creo que aún no comprendes la situación. Serás mi perra de por vida, y no estás en posición de llamarme así. Pero, si te gustan los apodos, ¿Qué te parece si yo te asigno uno? Desde hoy, serás...

La actitud de Nekonyan cambió completamente. Pasó de ser una chica amable al principio de nuestra reunión a mostrar su verdadera personalidad, llena de altivez.

—Kami-sama (Dios).

Interrumpí sus palabras felinas antes de que pudiera terminar su frase.

—Miau, miau, miau, ¿es lo único que sabes decir?

Su expresión se tornó aún más furiosa que antes, y mientras se preparaba para hablar de nuevo, decidí tomar la iniciativa.

—Espera un momento, ¿podrías soltarme y volver a sentarte? Necesito decirte algo.

—¿Crees que seguiré tus órdenes?

—Por favor, Murakami-sama.

Finalmente, soltó mi cabello y volvió a sentarse, cruzó las piernas y los brazos, esperando a que hablara.

—¿Puedes prestarme tu teléfono?

Pregunté a uno de sus guardias, pero no obtuve respuesta, solo recibí su silencio.

—Dame tu teléfono, no puedo pedirle a Yan el suyo, ¿cierto?

El guardia finalmente cedió y me entregó su teléfono. Procedí a tomar una foto del contrato y luego le devolví el teléfono a Yan.

—Léelo, ¿notas algún cambio?

Los ojos de Yan comenzaron a recorrer la pantalla del teléfono del guardia. En un momento de su lectura, sus ojos se abrieron completamente, sorprendida por el contenido que veía.

—Esto... ¿Qué significa?

—Te mentí, te mentí desde el comienzo. Permíteme presentarme de nuevo, soy Nerlin, y ahora, todo lo tuyo es mío.

—No lo entiendo...

Comprendo su confusión. Después de todo, desde el principio, incluso antes de conocerme, todo ha sido una mentira.

—Mi madre no murió, y mi padre no es un alcohólico. No necesito pagar la universidad, y tampoco tuve un perro llamado Inu.

—Pero, yo leí el contrato varias veces. ¿Cómo lo hiciste...?

—¿Recuerdas cuando tus hombres salieron de la habitación debido a un problema en la recepción y nos quedamos solos? ¿Recuerdas que te pedí té antes de firmar? Aproveché ese momento para cambiar el contrato.

Decidí revelar todo, después de todo, ya no tenía ninguna razón para ocultarlo y revelarlo no me perjudicaría de ninguna manera.

—HU HU HU.

Para mi sorpresa, Yan comenzó a reír. Pensé que la sorpresa la había vuelto loca, pero al parecer, no era el caso.

—¿Realmente crees que me has vencido? ¿A mí? Debes ser bastante idiota si realmente piensas eso.

—HU HU HU, HU HU HU.

Intenté imitar la risa de Yan, sin mucho éxito.

—Yan, no lo entiendes, este contrato prueba que me has cedido todas tus pertenencias.

Aunque sabía que ella lo sabía, decidí enfatizarlo.

—¡Oh, no lo sabía! ¡Qué sorpresa!

—¿ ?

Todavía no puedo entender completamente su actitud, se que ésta burlándose de mi, pero no comprendía su objetivo.

—Oye, Nerlin, ¿Sabes cuál es una buena forma de invalidar un contrato?

¿Rompiéndolo? Se me vienen a la mente diferentes maneras, pero siento que tienen algo más en mente.

—Ésta.

Yan alzó la mano, y en ese instante, sus dos hombres en guardia apuntaron sus armas hacia mí, aguardando la señal de Yan para poder disparar.

—Ahora solo tengo que matarte, de esa forma no tendré que darte nada.

Ni siquiera hizo el menor intento de arrebatarme el contrato de las manos para destruirlo, simplemente me matará.

—HU HU HU.

Conseguí hacerlo, logré imitar su risa a la perfección.

—Eso no es lo que harás, te diré lo que va a suceder: te arrodillarás y me suplicarás que te permita trabajar para mí.

Es un alivio poder ser yo mismo aquí; en UME, tengo que mantener las apariencias constantemente.

—Si me matas, todo lo que ahora es mío pasará a ser de...

—¿De tu familia? No te preocupes, la mataré también.

Ella me interrumpió, tratando de descifrar mis planes.

—No, es algo mucho mejor, te reirás un montón cuando te lo cuente.

La expresión de Yan cambió de arrogancia a confusión, y pude percibir indicios de nerviosismo en su rostro.

—Como decía, todo lo que ahora es mío pasará a la beneficencia e instituciones del gobierno, nunca recuperarás tus posesiones.

El contrato que Yan firmó me cede más del 70 por ciento, lo que supondría una gran pérdida de la que probablemente no pueda recuperarse.

Me aproximé a ella, y en respuesta, retrocedió con miedo. Finalmente, comprendió la magnitud de la situación, y su expresión cambió drásticamente, esa es la expresión que buscaba, finalmente cayó.

Si ella intentaba romper el contrato o seguía con su idea de dispararme, solo tenía que revelarle que estuve grabando todo. Y si no aparecía en mi hotel más tarde, la grabación se enviaría automáticamente a la policía. Afortunadamente, no tuve que tomar esa medida.

Me acerqué nuevamente, mientras ella temblaba visiblemente.

—Pide a tus hombres que se retiren.

Ella hizo un gesto con la mano y finalmente los hombres salieron de la habitación, dejándome a solas con Yan.

Me acerqué cada vez más a ella, retrocediendo lentamente hasta que tropezó con el sofá y cayó, quedando acostada sobre él. Me coloqué encima de ella, acercando mi rostro al suyo.

Yan, como heredera de su respetado apellido, enfrenta la presión de mantener el honor de su familia y alcanzar ciertos méritos y logros. Su expresión de preocupación al fracasar tan estrepitosamente revela su temor a defraudar a los suyos, mientras noto su respiración agitada en mi propio pecho.

—¿Sientes la presión?

—¿Q-Que quieres de mi? ¿D-Dinero? ¿Fama? ¿M-Mi cuerpo? Te daré lo que me pidas pero por favor, no me quites nada.

Sus súplicas estaban acompañadas de lágrimas que brotaban de sus ojos, y la oferta de su propio cuerpo indica la importancia que esto tenía para ella.

La situación con Yan me hizo reflexionar sobre lo que realmente nos define como individuos. Nuestra actitud y personalidad son moldeadas por nuestras experiencias, pero ¿En momentos de preocupación y estrés dejamos de ser quienes somos o simplemente revelamos nuestra verdadera esencia?

—Oh, Nekonyan, no llores. No me gusta verte así.

Le di un beso en la mejilla y con ternura, sequé sus lágrimas con mi mano.

Me levanté y cargué su cuerpo con cuidado, luego la acomodé en el sofá de modo que su espalda quedara apoyada en mi pecho.

—¿Puedo hacerte un pregunta?

—S-Si.

—¿Harías lo que sea para recuperar todo lo que te he quitado?

—¿Q-Que me pedirás que haga?

Contestó a mi pregunta con otra pregunta, supongo que su imaginación la llevó a pensar diferentes cosas.

—Solo contesta la pregunta.

—S-Si, haría cualquier cosa que me pidas.

Las lágrimas volvieron a emerger de sus ojos, así que con ternura, volví a secarlas con mis manos y le brindé otro beso en la mejilla.

Sabía que sus palabras eran sinceras, después de todo, no había dudado en ordenar a sus hombres que me apuntaran con sus armas apenas unos momentos atrás.

—No llores, ¿De acuerdo? Tengo una propuesta para ti.

Le susurré al oído, a pesar de estar solos, lo hice para mantener un poco de suspenso y aumentar su nerviosismo.

—Te devolveré todo en cuanto te conviertas en una empresaria mejor que tu padre.

—E-Eso es imposible, nunca podré ser como él.

Las empresas que su padre le entregó a Yan, con las cuales ahora es millonaria, apenas representan una pequeña parte de la fortuna de su padre.

—No te preocupes, yo estaré a tu lado apoyándote.

—¿A-A qué te refieres?

—Te ayudaré a convertirte en una mejor empresaria que tu padre, en realidad, mi meta es hacerte la persona más exitosa de tu linaje.

No estoy exagerando, ese es mi objetivo para estas vacaciones.

—Realmente eres una mala empresaria. Durante nuestra reunión, no presentaste tus beneficios ni ofreciste ni siquiera una fachada de transparencia. No me diste un asesoramiento adecuado, realmente no se porque la gente acude a ti en primer lugar.

Eso es sarcasmo, sé perfectamente que las personas que acuden a Yan saben que sus intereses son demasiado altos, pero no tienen otra opción. Debido a sus deudas o su situación de pobreza, otras personas o bancos se niegan a darles préstamos.

—Eso...

—Déjame ayudarte, una vez que seas la persona más exitosa de toda tu familia, te devolveré tus cosas.

—¿Por qué haces esto? ¿De verdad no quieres nada a cambio?

—Oh, ahora que lo dices, ya que estaré aquí por dos meses, mi familia y yo necesitamos hospedaje, solo quiero eso a cambio.

Tener a alguien como Yan en mi círculo social me será más beneficioso en el futuro que simplemente pedirle dinero a cambio.

—Dame tu información de contacto.

Intercambiamos números telefónicos. Dado que Yan es una persona ocupada, tener su número me permitirá mantenerme en contacto con ella, sin importar dónde se encuentre.

—T-Te enviaré un mensaje con la ubicación de uno de mis hoteles.

Esta será la primera noche en dos días en la que finalmente podré dormir bien, sin tener que preocuparme por los insectos.

—Bien, me iré ahora. Por cierto, también me gustaría que me mandes tu agenda, de esa forma podré organizarme mejor de acuerdo a tus horarios.

Es normal que al principio ella desconfíe de mí, pero planeo ganarme su confianza ofreciéndole buenos resultados.

Me levanté del sofá y me dirigí hacia la salida. Considero que ya pasé suficiente tiempo con ella, y por el momento, es mejor dejarla sola.

—E-Espera, quiero hacerte una pregunta.

—Dime.

Me detuvo justo en la salida, a decir verdad, había notado hace unos minutos que quería decirme algo.

—Dijiste que te llamabas Nerlin ¿Acaso eres alumno de UME?

Mentí sobre mi nombre al principio porque sabía que mi nombre real era conocido en la universidad. Yan también es estudiante de UME, y conocerme podría arruinar mis planes.

—Si, así es.

—Es solo una suposición pero, tu eres la persona a la que llaman Mastermind ¿Cierto?

—Quien sabe.

En realidad, Yan es muy inteligente. Descubrió rápidamente quién era Mastermind en solo unos minutos, algo que ni siquiera Atticus logró hacer. Esto demuestra su gran intelecto, aunque lamentablemente no lo suele aplicar mucho.

Salí de la habitación, dejando a Yan sola con sus pensamientos. Ella debe prepararse mentalmente para lo que está por venir, ya que solo tiene dos meses para mejorar.

3

Mientras esperaba la llegada de un taxi, consideré la posibilidad de regresar al hotel, aunque eso significaría estar solo. Recordé que mi familia había mencionado que estarían en la playa, así que decidí enviar un mensaje de texto a mi madre para averiguar dónde se encontraban en ese momento.

Pasaron un par de minutos hasta que obtuve respuesta.

[Acabamos de llegar a un restaurante cerca de la playa. Te enviaré la ubicación.]

Ahora que sé dónde están, puedo reunirme con ellos y pasar un rato relajante. A pesar de haber tomado la decisión de no disfrutar completamente mis vacaciones como es debido, al menos podré compartir un momento agradable con mi familia.

Finalmente, el taxi llegó y le indiqué al conductor que me llevara al restaurante donde se encontraba mi familia.

En el trayecto, recibí un mensaje de Yan que decía:

[Aquí tienes mi agenda. Además, esta es la dirección del hotel. Las habitaciones son 1, 2 y 3, la habitación 1 es la tuya; las demás pueden repartirse como quieran. Por cierto, pide las llaves en recepción, indicando tu nombre.]

Adjuntó un archivo con su agenda y la dirección del hotel.

Me pregunto por qué la habitación 1 es específicamente para mí. Si hay alguna trampa o motivo especial detrás de esta elección, no puedo permitir que algún miembro de mi familia se aloje en esa habitación; debe ser ocupada por mí.

Finalmente llegué al restaurante y recorrí el lugar con mi mirada en busca de mi familia. Una vez que los localicé, me dirigí hacia su mesa, tomé asiento y procedí a ordenar algo del menú.

—¿Cómo te fue?

—Genial, todo salió mejor de lo que esperaba.

Mi familia piensa que estoy involucrado en algún tipo de proyecto escolar, aunque, en cierto sentido, yo también lo clasificaría de esa forma.

—Oigan, tengo dos noticias que contarles, una es buena y la otra mala ¿Cuál prefieren escuchar primero?

—La buena.

—Está bien, la mala es que la universidad no pudo conseguir otro hotel.

Lo que acabo de decir es una mentira, pero lo que diré a continuación servirá para mantener mi reputación como el hermano genial frente a mi hermana, además de alardear ante mi hermano y, por supuesto, sorprender a mis padres.

—La buena noticia es que una amiga de UME, que se encuentra en esta ciudad en este momento, nos ofrecerá alojamiento gratuito en uno de sus hoteles.

—Espera, ¿uno de sus hoteles?

—Sí, exactamente. Resulta que es dueña de varios hoteles en la ciudad.

Me sorprendió descubrir que Yan me proporcionó la dirección de un hotel de cinco estrellas. No era necesario que fuera tan lujoso; simplemente quería uno sin cucarachas. Sin embargo, no me quejaré por esta oferta inesperadamente buena.

—¿¡¡Y dices que es tu amiga!!? ¿¡Qué tipo de estudiantes hay en UME!?

Nuestra comida finalmente llegó, y me centré en intentar disfrutarla mientras evitaba las preguntas curiosas de mi familia.

—Entonces, ¿cómo se llama tu amiga?

—Lo siento, no tendrías ninguna oportunidad con ella, bro.

—¡No lo decía por eso!

No sería difícil que averiguaran el nombre de Yan, especialmente si conocen el hotel en el que nos hospedaremos. Afortunadamente, tengo un plan para evitarlo.

—De nada sirve saber su nombre si no la conocerás. Como mencioné, estaremos muy ocupados con este proyecto, así que no tendremos mucho tiempo libre.

—Hablando de eso, pienso que es injusto que no puedas disfrutar tus vacaciones debido a proyectos universitarios.

—No te preocupes, madre, me ofrecí como voluntario en este proyecto, no fui elegido. Fue mi propia decisión y gracias a eso, ustedes podrán disfrutar de esta ciudad.

Charlamos un poco más mientras disfrutábamos de la comida. Una vez que terminamos, nos dirigimos al hotel para recoger nuestro equipaje antes de dirigirnos al nuevo hotel.

Durante el camino, recibí otro mensaje de Yan.

[Olvidé mencionarlo, esas habitaciones tienen derecho a 3 comidas gratis por persona hospedada en la habitación. Desconozco el número de miembros de tu familia, pero si, por ejemplo, son 4 personas en las 3 habitaciones, entonces serán 12 comidas en total. El servicio a la habitación no es gratis, pero lo será para ustedes, ya informé de esto al hotel.]

Somos 5 miembros en mi familia, lo que significa que tendríamos derecho a 15 comidas gratis al día. Lamentablemente, no podré disfrutarlas completamente ya que estaré ocupado con Yan. Qué envidia, mi familia sí podrá disfrutarlas. Bueno, tal vez yo pueda unirme al desayuno y la cena, además de usar el servicio a la habitación.

Sé que Yan probablemente me está otorgando tantos beneficios porque sabe que tengo control sobre sus pertenencias. Quizás piensa que le mentí acerca de ayudarla a mejorar como empresaria.

Llegamos al hotel para recoger nuestras cosas, al entrar, noté a lo que parecían ser inspectores de calidad del establecimiento. Decidí no darle mucha importancia por el momento y me centré en recoger mis maletas.

Una vez que todos estábamos listos para irnos, me ofrecí a regresar las llaves en recepción.

Regresé rápidamente por la botella y el frasco que había dejado anoche lejos de las habitaciones antes de dirigirme a la recepción.

Aproveché el momento, la recepcionista y el dueño estaban ocupados hablando con los inspectores.

—Buenas tardes, vengo a devolver las llaves de las habitaciones. También les traigo de vuelta la botella de insecticida; lamentablemente, no sirvió. Contiene octenol y ácido acético, pero parece que solo alteró y atrajo a más insectos.

Agité y abrí sigilosamente el frasco con arañas, dejándolas salir a los pies de las personas en recepción. Luego, entregué las llaves y me retiré rápidamente. Sé que lo que hice probablemente no cierre el hotel por completo, pero al menos es una pequeña ayuda.

Mi familia llamó a un taxi mientras yo estaba dentro del hotel. También subieron mis maletas, así que solo estaban esperándome.

Subí al taxi y nos dirigimos al hotel de Yan. Busqué algunas fotos en internet, y luce impresionante. Supongo que será aún más sorprendente en persona.

Al entrar, lo primero que me llamo la atención fue su techo abovedado de cristal que deja entrar la luz del sol para iluminar una magnífica fuente de mármol rodeada de exuberante vegetación.

Según las opiniones de internet, las habitaciones son una mezcla perfecta de comodidad y elegancia, con sábanas de algodón egipcio, vistas panorámicas a la ciudad y baños de mármol con bañeras de hidromasaje. En cada rincón del hotel, se encuentran detalles exquisitos como obras de arte originales, alfombras persas y una colección de vinos que rivaliza con las mejores bodegas del mundo.

El restaurante principal ofrece platos gourmet elaborados por chefs galardonados, y el spa de clase mundial ofrece tratamientos rejuvenecedores en un entorno sereno.

—¡Que genial! ¡No puedo creer que seas amigo de la dueña!

No somos amigos, pero no puedo simplemente decirle a mi familia que estafé y manipulé a Yan controlando sus opciones.

—¡Es asombroso! ¡Aún no termino de procesar el hecho de que estaremos aquí casi dos meses!

Me incomoda el hecho de que mi familia actúe tan impresionada. Su emoción solo resalta que no están acostumbrados a este tipo de lugares. Aunque no puedo culparlos, es ciertamente un lugar muy impresionante. Supongo que mi falta de entusiasmo se debe a que no estaré aquí mucho tiempo.

—Bien, déjenme ir por las llaves de las habitaciones.

Me dirigí hacia la recepción, sintiendo una creciente emoción por ver mi habitación. Según las palabras de Yan, tendría una habitación completamente para mí solo, y eso es lo que más anhelo en este momento.

—Buenas tardes, tengo una reservación, mi nombre es Nerlin.

—Oh, sí, estábamos esperándolo. Aquí tiene sus elementos de acceso a las habitaciones y en breve llevaremos su equipaje.

Creí que me entregarían una tarjeta o llaves como es común en los hoteles, pero en su lugar, me dieron tres anillos negros, uno para cada habitación. Supongo que deben funcionar con NFC u otra tecnología similar. Además, cada anillo tiene impreso el número de la habitación para evitar confusiones.

Regresé con mi familia para compartir las mismas instrucciones que me dio la recepcionista sobre el equipaje, y también les di algunos detalles adicionales.

—Escuchen, la dueña de este hotel me prestó 3 habitaciones, una será para papá y mamá. Aquí tienen el anillo, pueden elegir cualquiera de estos dos.

Puse en la palma de mi mano los anillos de las habitaciones dos y tres, dándoles a mis padres la posibilidad de escoger su habitación.

—En realidad me da igual qué habitación nos toque, me gustaría que elijan entre ustedes.

—Está bien, entonces ustedes elijan.

Dejé que mis hermanos tomaran la decisión.

—Espera un momento, ¿y tú en qué habitación estarás?

—Estaré en la habitación uno, será solo para mí. Creo que me merezco ese beneficio, después de todo, conseguí este hotel, así que no sean avariciosos.

No dijeron nada, pero quería dejarlo claro desde el principio. Además, debo estar en la habitación número uno, tal como lo indicó Yan. No confío completamente en ella aún y no puedo permitir que cualquier miembro de mi familia entre allí.

—Supongo que... este.

Mi hermana tomó el anillo de la habitación número tres, dejando el anillo de la habitación número dos para mis padres.

—Creo que el anillo debería llevarlo yo, después de todo, soy el hermano mayor.

—No, yo lo quiero.

¿En serio comenzarán a pelear ahora por un simple anillo?

—Dejen de pelear y escuchen, lleven sus maletas a recepción e indiquen a qué habitación deben llevarlas.

Mientras hablaba con mi familia sobre la elección de las habitaciones, noté que un miembro del personal del hotel ya estaba listo para llevar nuestro equipaje.

Finalmente llegué a mi habitación, ubicada en el piso más alto del hotel. Al entrar, inmediatamente noté que, sin tener la necesidad de ver las demás habitaciones, Yan me había dado la mejor habitación del hotel.

Decidí investigar un poco en internet sobre este hotel para confirmarlo, y tenía razón. Esta habitación, si es que se le puede llamar así, parece más un lujoso apartamento, con una lista impresionante de comodidades. Además, me sorprendió descubrir que una noche en esta suite cuesta aproximadamente 300,000.

Por ahora, opté por relajarme un poco. Quién sabe, quizás mañana por la mañana o incluso en unas pocas horas tenga que volver a encontrarme con Yan.

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