Vida de circo III

Esa misma noche, Bionic siguió a Cazu hasta su tienda, seguido por Cyrcus, su fiel robot protector.

Al espiralo varios minutos vio como cerraba un remolque con llave. Podía escuchar algunas voces del remolque, quizá es la gente que el robot se llevó, armado con un plan Bionic entro a la tienda de Cazu con valentía.

Espero a que el robot fuera apagado por Cazu para hacerle unas cuantas modificaciones utilizando sus habilidades de hackeo.

—Hola, Bonita noche, señor —Saludo Bionic escandalosamente—. Gran circo tiene aquí. Seré rápido, creo que usted es un horrible ser humano con un traje ridículo. Quiero que se marche y deje esa pobre gente en paz, sin hacer escándalo. Lo hará ¿verdad?

—¿Quién carajos eres tú? Como te atreves a hablarme con tanta insolencia mocoso —Cazu silbo con los dedos haciendo qué Cyrcus despertara y se dirigiera hacia ellos—. Yo soy Cazu. El gran dueño del circo Fantasía. Te vi en la fogata con los fenómenos, no puedes venir y meterte a mi circo como si nada, ¡Cyrcus échalo de aquí!

El robot tomó a Cazu de los brazos y lo sacó de la tienda.

—¿Qué demonios haces manojo de cables! —dijo tratando de zafarse del robot—. ¿Qué le hiciste a mi robot?

—Hice qué dejará de obedecerte. Ahora hará lo que yo le diga. Y pagarás por las fechorías qué has hecho.

—Yo no hice nada malo, todo lo hizo el robot.

Por los gritos todas las personas del circo salieron de sus tiendas y camiones para ver que estaba ocurriendo. Vieron como Cazu estaba siendo atado con una soga por Cyrcus mientras Bionic lo miraba atentamente.

—¿Qué está pasando Bionic? —preguntó Constanz mientras se acercaba a la escena.

—He decidido qué esta persona no seguirá haciendo daño. —Le respondió Bionic con voz orgullosa—. He modificado al robot para que solo obedezca mis órdenes y las de ustedes Constanz, hará lo que le pidas.

Bionic dejó indefenso a Cazu, pero pensó en que todos los humanos qué causan problemas tienen tecnología con ellos, como el doctor X, el agente, y ahora Cazu.

—Ustedes decidan qué harán con Cazu, pero les prometo que ya no es una amenaza.

Luego Bionic se alejo mientras las demás personas se acercaban a Cazu.

—¿Qué piensan hacer sin mí, bola de fenómenos? —Gritaba muy aterrado—. Yo los cuidé y los protegí ¿Y es así como me pagan? No, no, ¡No!

Bionic tomo las llaves de Cazu y libero a las personas que estánban encerradas en el remolque.

Durante todo lo que hizo no podía dejar de pensar en Cyrcus, cuando lo vio, creyó qué era un humano, pero resultó ser un robot con la apariencia de un humano igual que él. Lo único que los diferenciaba era su inteligencia.

A la mañana siguiente todos estaban más felices. Bionic incluido. Había hecho muchos amigos entre los robots y los humanos del robot. También aprendió muchas cosas sobre el espectáculo y la vida de cada una de las personas cuyo circo era eso. Su vida.

Bionic se preparó para ver su última función en el circo. Las personas decidieron marcharse de la ciudad al día siguiente, pero quería dejar un buen recuerdo

Se puso un sombrero de circo qué Dan, el nombre lagarto le obsequio como recuerdo.

Se dirigió a la carpa principal, donde se celebraba el espectáculo. Vio que estaba llena de gente, de luces, de música y alegría. Notó también qué había una nueva cartelera, donde se anunciaba el show. Decía:

**EL CIRCO FANTASÍA **

**PRESENTA:**

**HARRY, EL HOMBRE MÁS FUERTE DEL MUNDO**

**LILY LA ROBOT MÁS DULCE**

**CONSTANZ, LA MUJER BARBUDA CANTANTE**

**DAN, EL HOMBRE LAGARTO**

**SPARKY, LA MÁQUINA TEMERARIA**

**TINA, LA COME FUEGO**

**JACK, EL MÁS ALTO**

**ROLLY, EL ROBOT SENSACIONAL**

**VEN A VER EL ESPECTÁCULO MÁS INCREÍBLE DE TU VIDA**

**VEN A VER EL ESPECTÁCULO DE LOS ROBOTS Y PERSONAS CONVIVEN**

Bionic se quedó mirando la cartelera con orgullo y nostalgia. Le gustaba ver el nombre de sus amigos en letras grandes y brillantes. También le agradaba mucho el mensaje de que convivencia entre humanos y robots.

Entró a la carpa y fue a buscar un sitio donde sentarse. Encontró uno en la última fila y se acomodó. Esperó a que empezara el show con mucho entusiasmo.

El show empezó con Harry, el presentador, que salió al escenario y saludó al público. Les dio la bienvenida al circo fantasía. Les presentó a los artistas qué verían e hizo una mención especial a Bionic.

—Antes de comenzar les pido un aplauso para mi amigo Bionic qué esta entre el público. Esta función es especial para ti mi amigo.

Bionic vio a sus amigos salir al escenario y hacer sus números. Vio a Harry, el hombre más fuerte del mundo, levantar pesas, barras, ruedas e incluso un coche.

Constanz la mujer barbuda cantante, entonar canciones, arias, óperas combinadas con rap de una manera hermosa.

Dan, el hombre lagarto, podía trepar paredes, el techo de la carpa.

Todos los integrantes del circo realizaron sus números con perfección, incluidos los tres robots por lo que conoció tan maravilloso circo.

Bionic disfrutó la función y decidió pasar en grande las últimas horas con las personas que lo hicieron sentir parte de ellos.

Bionic se preparó para partir. Había pasado unos días maravillosos en el circo, pero sabía que tenía que seguir su camino y ellos el mismo.

Se despidió de sus amigos, uno por uno. Les dio las gracias por todo lo que le habían enseñado, por todo lo que le habían dado, por todo lo que le habían hecho sentir.

Ellos también le dieron las gracias, le desearon lo mejor, Algunos le regalaron algunos objetos que le podrían ser útiles, como una mochila, una brújula, una linterna, ropa elegante y algo de dinero por si alguna vez lo necesita.

Constanz fue la última en despedirse.

—Te contaré algo Bionic —le dijo la mujer acercándose a Bionic–. Todos aquí dicen que yo soy como una madre para ellos, y ahora tú eres unos de mis hijos.

—Gracias Constanz, gracias por todo, eres una gran madre, cuida de ellos. —le dijo dándole un abrazo—. Por cierto ¿Qué pasó con Cazu?

—Él está bien Bionic, no te preocupes, lo dejaremos ir, pero antes tiene algunas cuantas qué saldar. ¿Seguro que no quieres venir con nosotros? Siempre hay espacio para uno más.

—Muchas gracias, Pero no puedo Constanz.

—Cuídate mucho hijo. Te tengo otro regalo, no es mucho, pero creo que te servirá.

Constanz le obsequio una bicicleta plateada.

Bionic se sintió feliz y triste al mismo tiempo. Feliz por haber conocido a personas y robots tan especiales y por poder ayudarlos. Se sentía triste por tener que dejarlos atrás,, pero con muy buenos recuerdos de humanos buenos.

Se subió a la bicicleta que le había obsequiado Constanz.

- Adiós, Constanz. Te voy a extrañar.

- Adiós, Bionic. Yo también te voy a extrañar, cuidate mucho.

Bionic se alejó del circo, pedaleando con fuerza. Siguió el camino de regreso a la ciudad, buscando una nueva oportunidad.

Llegó a la ciudad al caer la noche. Se sorprendió al ver las luces, los ruidos, los edificios, los vehículos y las personas otra vez. Era un mundo muy diferente al que había conocido en el circo.

Buscó un lugar donde pasar la noche. Encontró un hotel barato y entró. Pidió una habitación y pagó con unas monedas que le dieron antes . Subió a la habitación y la cerró con llave. Dejó la bicicleta y la mochila en un rincón y se tumbó en la cama. Estaba cansado y confundido. No sabía qué hacer al día siguiente. No sabía qué le esperaba.