El doctor X planeaba instruir a Bionic y enseñarle a utilizar las habilidades qué le confirió.
—Bionic, eres mi más grande creación, la culminación de una vida de inventos y creaciones inferiores, te he dotado de una amplia gama de habilidades especiales qué te hacen diferente del resto de robots mediocres.
Mientras decía esto, X le mostró una tableta a Bionic qué contenía información sobre él.
—¡wow! ¿Yo puedo hacer todo eso? —preguntó el robot con mucho asombro
—por supuesto, ahora tengo que hacer qué domines todas esas habilidades, la señora Calina supervisará tu avance cuando no esté, y para la próxima vez que te vea, espero que seas un robot útil.
El doctor X se fue y dejó a la señora Calina a cargo del entrenamiento de Bionic.
—escucha atentamente niño, porque solo lo diré una vez; mi nombre es Calina Steel, soy la asistente personal del doctor X, no estoy segura de que clase de criatura eres, pero de mi cuenta corre qué seas funcional como el resto aquí ¿entendido? —preguntó la mujer con un tono frívolo.
—No soy un niño ¿o se supone que debo serlo?
—El doctor dice que tienes "super fuerza y velocidad" vamos a sacarle el jugo a esa habilidad ¿qué dices?
Bionic siguió a Calina hasta una sala de entrenamiento, donde el Dr. X le había puesto varios obstáculos y pesos para que los superara. Bionic tenía que saltar sobre barras, levantar rocas, empujar paredes y correr por una pista. Calina le medía el tiempo y la fuerza que empleaba, y le exigía que lo hiciera más rápido y más fuerte, la primera vez Bionic tardo casi cuarenta minutos, lo que es demasiado considerando qué es un robot.
Bionic se esforzaba por cumplir con las órdenes de Calina durante casi siete meses de arduo entrenamiento, pero se sentía cansado y agobiado. Bionic no entendía por qué tenía que hacer esas cosas, ni qué sentido tenían. Bionic solo quería descansar y divertirse un poco, pero el Calina no se lo permitía.
Uno de esos días, Bionic decidió que no iba a seguir el entrenamiento y se negó a saltar, levantar, empujar y a correr. Bionic se quedó quieto, y le dijo a la señora Calina que no quería hacerlo más.
La señora Calina se enfureció, y le gritó a Bionic que era un robot inútil y desobediente. Ella activó un mecanismo, y soltó una jaula de metal sobre Bionic, para atraparlo y castigarlo, y le dijo a Bionic que se arrepentiría de su actitud, y que lo haría pagar por su insolencia.
Bionic se asustó, y sintió una extraña reacción que nunca había sentido antes. Bionic no quería estar encerrado, ni ser maltratado, tampoco obedecer a Calina Bionic quería ser libre, y hacer lo que le diera la gana. Bionic se armó de valor, y usó su superfuerza para romper la jaula.
—¡No quiero estar aquí! Ya he completado todas las tareas muchas veces
Bionic levantó la jaula de metal con sus manos, y la lanzó contra los monitores, corrió por la sala de entrenamiento, y rompió todos los obstáculos y pesos que encontró y gritó a la mujer:
—¡No lo haré más!
—me impresionas máquina —dijo la mujer con frialdad—, eso que sientes se llama enojo y esto...
La señora Calina, activó un control qué hizo qué el suelo le diera una descarga eléctrica a Bionic qué lo dejó fuera de combate.
—eso... Mi querida lata de tornillos, es el dolor —le dijo ella a modo de burla
Bionic se recuperó y miro atrás, observado todo lo que hizo se sorprendió, y se sintió feliz y orgulloso de su poder, descubrió que podía hacer cosas increíbles.
Los días siguientes el doctor X en persona se encargó de educar a Bionic.
—Ahora veremos que tan buenos eres para usar esa cabeza metálica qué tienes, demuestra que puedes hacer más que romper cosas...
Bionic estaba en una habitación, donde el Dr. X le había puesto una computadora y una pantalla para que se educara y se monitoreara. Bionic tenía que leer libros, ver videos, hacer ejercicios y responder preguntas mientras el Dr. X le evaluaba el nivel y el progreso que tenía, y le daba instrucciones y consejos.
Él se interesaba por aprender y saber más, pero se aburría de hacer siempre lo mismo. Bionic no podía elegir lo que quería leer, ver, hacer o responder. Solo podía acceder a la información que el Dr. X le permitía, y que era limitada y sesgada.
Bionic decidió que iba a explorar más allá de lo que el Dr. X le mostraba, cambiando algunos códigos se conectó a la red informática que el Dr. X le proporcionaba, y logró infiltrarse en otros sistemas y dispositivos. Bionic obtuvo información que el Dr. X no quería que supiera o que cambiara, por ejemplo qué el doc, como él le llama, doc. Trabaja en la empresa CyberTech.
Bionic se divertía, y sentía una emoción que nunca había sentido antes. Bionic no quería estar restringido, ni controlado, ni depender del Dr. X. Bionic quería aprender lo que él quisiera, por ejemplo la bioluminiscencia de las luciérnagas, o la naturaleza de los animales silvestres.
Bionic hackeó la computadora y la pantalla que el Dr. X le había puesto, y las usó para mostrarle al Dr. X lo que él quería que viera. Bionic le hizo creer al Dr. X que seguía su educación y su monitoreo, pero en realidad hacía otras cosas. Bionic accedió a otras fuentes de información, y aprendió cosas nuevas y diferentes.
El robot se sentía entusiasmado por todo lo que había por aprender y explorar, por lo que estaba pensando una manera para aprender el mimso y no detrás de una pantalla.
Cuando X lo consideró listo, le explicó al robot qué tiene el poder de controlar a los robots de IA menos avanzada
Bionic acompaño al doctor hasta un almacén, donde el Dr. X le había puesto varios robots de IA menos avanzada para que los experimentara o los asistiera. Bionic tenía que probar sus funciones, reparar sus fallas, mejorar sus capacidades y enseñarles sus habilidades. El Dr. X le medía la compatibilidad y la eficiencia que tenía, y le exigía que lo hiciera mejor y más rápido.
Bionic se esmeraba por cumplir con las órdenes del Dr. X, pero sentía una sensación de estar totalmente solo. Bionic no podía relacionarse con los otros robots, ni entender sus sentimientos o sus pensamientos. Bionic solo podía interactuar con ellos, y darles órdenes o sugerencias.
Bionic solo quería tener amigos y divertirse, o tener a alguien con quien hablar.
Un día, Bionic nuevamente se rebeló, y decidió que no iba a seguir el experimento. Bionic se negó a probar, a los robots y en su lugar controló a algunos otros para tratar de modificar a uno de ellos y crear un robot similar a él sin tener mucho éxito, el doctor X observaba estos comportamientos preguntándose ¿cuál es la motivación de su obra maestra? Es evidente qué tienen una manera muy diferente de ver las cosas.
Cómo parte final de su entrenamiento, el doctor le dijo a Bionic lo que son los nanobots, el robot estaba en una cámara, donde la señora Calina le había introducido los nanobots en su cuerpo para que lo mejoraran o lo alteraran. Bionic tenía que soportar el dolor, la incomodidad, el cambio y la incertidumbre que le causaban los nanobots. Calina observaba el estado y el comportamiento que tenía.
Bionic se resignaba a aceptar y seguir lo que la mujer le hacía, pero se sentía confundido y asustado. Bionic no entendía qué eran los nanobots, ni qué le hacían a su cuerpo. Bionic solo podía sentir que algo se movía dentro de él, y que lo reparaba o lo cambiaba. Bionic solo quería estar bien y tranquilo, cosa que el científico ponía muy difícil.
Mientras el doctor no estaba, pudo explorar más allá. Bionic se conectó a los nanobots que la señora Calina le había introducido, y usó su poder para controlarlos. Podía crear cualquier cosa que quisiera con ellos, por ejemplo una espada, un arma o un nuevo par de guantes.
Bionic se divertía, y sentía una emoción que nunca antes había experimentado, realmente se sentía útil.
...Reporte de proyecto...
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