Medida desesperada

Bionic cambiaba de regreso al hotel y mientras lo hacía podía ver los hologramas qué mostraban los acontecimientos. Las noticias de la ciudad se llenaron de imágenes de una espectacular persecución entre dos figuras misteriosas. Una de ellas era un robot gigante, de aspecto amenazador y armado. La otra era un adolescente, de cabello castaño y ojos verdes, que corría a una velocidad increíble y saltaba por los edificios.

Los reporteros no sabían quiénes eran ni qué querían, pero especulaban con que se trataba de un experimento militar, un ataque terrorista o una broma de mal gusto. Los testigos que presenciaron la escena estaban asombrados y asustados, y algunos grabaron videos con sus celulares que se volvieron virales en las redes sociales.

Nadie se imaginaba que el robot era Snare, el cazador más letal del Dr. X, y que el adolescente era Bionic, el robot más avanzado y humano que jamás se había creado. Nadie sabía que estaban librando una batalla por su derecho a existir.

Bionic siguió corriendo por la ciudad, para llegar al hotel y tomar sus cosas.

De repente, vio a una mujer muy hermosa que le hacía señas desde un coche. Tras ella había una robot de color rosa, su cara humana pero traje metálico le hizo recordar a Cyrcus.

- ¡Ven, rápido! - le dijo la mujer. - Te puedo ayudar.

Bionic no sabía si confiar en ella o no. ¿Qué quería de él? ¿Por qué lo seguía?

- ¿Quién eres? - le preguntó Bionic.

- Me llamo Excella - le respondió la mujer. - Soy una científica y sé lo que eres. Sé que eres un robot creado por el Dr X y que tienes emociones. Yo ayudé a crearte.

Bionic se sorprendió al escuchar eso. ¿Qué tenía que ver con el Dr X?

- ¿Qué quieres de mí? - le insistió Bionic.

- Quiero ayudarte - le aseguró Excella. —Creo que ambos podemos ayúdarnos. Además ese robot que te persigue no esta muerto, apuesto a que viene hacia ti en este momento.

Bionic dudó un momento. No sabía si creerle o no. Pero tampoco tenía otra opción. Si lo que decía era verdad, Snare podía aparecer en cualquier momento y acabar con él. Tal vez Excella era su única esperanza.

- Está bien - aceptó Bionic. - Te seguiré.

Excella sonrió y le hizo un gesto para que subiera al auto. Bionic se subió y se agarró a ella. Excella arrancó hacía el centró de la ciudad.

Bionic estuvo en silencio durante todo el viaje, podía notar la mirada inexpresiva qué el robot mantenía sobre él en todo momento.

Excella llevó a Bionic a un gran edificio brillante, su interior era muy elegante con cortinas de seda y muebles de primera calidad. Lo primero que llamó su atención fue la ausencia de personas. No había nadie ahí. Seguía el sonido de sus tacones altos, hasta un elevador qué los llevó al laboratorio de Excella donde le mostró una serie de pantallas y dispositivos. Allí le dio un informe detallado sobre la cosa que lo había perseguido antes.

—Ese robot imponente tiene como nombre "proyecto Snare" modelo CT-1017. El doctor X modificó a un Hunter ordinario para crearlo. —le dijo la mujer mostrando un esquema del robot en una pantalla—. Por las deficiencias en su modelo, puedo decir que el doctor X produjo al robot con prisa, como si fuera una medida desesperada. Le dio la capacidad de obtener tu señal interna para poder rastrearte. Digamos que es un Hunter, pero mejorado, también diría qué se trata de un experimento. Pero no sé que quiere verificar.

—¿Cómo sabe todo esto? —le cuestionó Bionic con desconfianza—

—Bueno, digamos que... Tengo contactos en CyberTech, donde trabaja X.

—Me dijo que usted ayudó en mi creación ¿Cómo lo hizo? ¿Por qué ayudó al doctor X?

—Yo trabajé a su lado cuando ExcellCorp recién comenzaba a incursionar en el marcado. El doctor... No, ambos teníamos una idea muy clara de lo que queríamos para ti. —respondió con orgullo—. El doctor diseñó tu interior, tu cuerpo y tus funciones, pero yo te di tu humanidad. Fui yo la que diseño tu apariencia. Creé tu piel, tu cabello, tu bello rostro, y esas esmeraldas preciosas qué llevas en los ojos.

Bionic sentía una rara mezcla de emociones, si lo que decía era verdad, podría considerar a Excella como a una madre. Pero esa forma de hablar de él como si lo conociera de hace tiempo lo hacía dudar.

—Estabas en la etapa final, el doctor me saco del proyecto dijo que no te terminaría. Pero ahora que te pude ver en las noticias no puede evitar emocionarme.

Bionic no sabía que decir. También entró en conflicto por las acciones del doctor X, al inicio sus intentos de captura fueron bastante discretos, y de la nada envió a un robot como Snare.

—¿Entonces ella está creada con la misma tecnología qué yo? —Le preguntó Bionic señalando a la robot.

—Su nombre es Lady es un modelo EX-100 diseñada para la protección y el combate —le explicó Excella. — Tiene una apariencia humana, pero no tiene la capacidad de hablar ni de pensar como tú. Solo obedece órdenes y sigue protocolos. Es muy fuerte, rápida y resistente. Tiene un sistema de armas integrado en su cuerpo, que incluye cuchillas y granadas. También tiene un sistema de camuflaje que le permite cambiar de color. Una nunca sabe cuando se puede necesitar...

Bionic escuchó con atención y asombro. No podía creer que Lady fuera tan diferente a él pero similar a la vez. Se preguntó si Excella había diseñado al robot qué conoció en el circo.

—¿Por qué la creaste? —le preguntó Bionic.

–La creé para que fuera mi compañera y mi protectora - le respondió Excella. —Yo fui la que le dio la cara de una humana joven y su principal característica es su cabello corto y rosa -¿Es linda no cres? Quería que tuviera algo de personalidad, aunque fuera solo una ilusión.

Bionic se preguntaba como sería conocer a un robot capaz de entenderlo y sentir igual qué él hacía.

Nombre: Lady

Modelo: EX-100

Detalles:

Robot de compañía diseñado por Excella Zee en ExcellCorp. Su propósito es fungir como robot de combate, asistencia personal y protección.

Entre sus principales características está su habilidad para el manejo de múltiples armas y el mimetismo de su traje para camuflaje.

El modelo EX-100 al igual los demás robots de ExcellCorp, es un modelo único. Su principal deficiencia es su falta de fuerza, no apta para batallas prolongadas.