La gran... hace su aparición.

De pie en la entrada de la bóveda, me encontraba vistiendo mi improvisado disfraz. El negro y el dorado son por mucho mis colores favoritos, nunca he sabido exactamente porque, pero tengo la teoría que es debido a todos los colores pastel que solían ser la base de las decoraciones de toda la ropa que usaba cuando niña, y ahora que vuelvo a vestir con los colores que más que quedan, apenas puedo disimular una sonrisa que no es visible por la máscara que llevo puesta.

¿Qué nombre falso debo dar?

Me pregunté mientras movía el cuerpo de manera sutil, únicamente inclinado la cabeza un par de centímetros.

Los guardias no deben tardar en llegar, y el punto de mi identidad falsa es que haya gente que la vea. ¿Debo mostrarme a la guardia de una vez o únicamente debo existir para mis enemigos?

Inclinado la cabeza hacia abajo, lleve una mano a mi barbilla para pensar mejor, y mientras varios nombres geniales empezaron a pasar por mi cabeza, de vez en cuando movía mi cuerpo de izquierda a derecha, o daba un paso atrás o adelante.

Hmm, Sombra enmascarada suena bien… me dije mientras flexionaba las piernas, y daba un pequeño saltó hacia atrás.

Pero Espectro nocturno también es muy bueno… dije mientras daba un pequeño saltó al aire, y aterriza de manera grácil nuevamente en el piso.

Hmm, Oscuridad dorada también es un nombre increíble… dije mientras levantaba un dedo de mi mano derecha, para luego hacer un movimiento como de espantar a una mosca.

Una maldición y el sonido de algo metálico cayendo al piso, me hizo levantar la vista por mera curiosidad, y frente a mí, estaba el guardia impostor al que había identificado como el líder de los atacantes.

Ohh, cierto, todavía tengo que encargarme de este tipo. Estaba demasiado concentrada como para prestarle atención.

Desarmando, y mirando una espada que estaba a varios metros por algún motivo que desconozco, el guardia impostor me miró con rabia.

— ¿Quién demonios eres?

— Todavía no lo he decidido. Me gusta sombra enmascarada, oscuridad dorada, espectro nocturno… rosa negra tampoco está mal, tengo demasiadas dudas con respeto a eso, ¿Alguna sugerencia? Estoy abierta a ideas.

Mientras hablaba, un grandote que había estado oculto desde hace un rato, se abalanzó detrás de mí, pero saltando por encima de él, le di una patada detrás de su cabeza que lo dejó noqueado, y aterricé sin problema en su espalda.

Dando un paso atrás, el pequeño impostor miró a su alrededor buscando una posible ruta de escape, o un milagro, lo que aparezca primero.

Fijándome en él por primera vez, muchas dudas surgieron en mi cabeza. Por la forma con la que hablaba con sus compañeros, es obvio que lleva mucho tiempo siendo guardia, un par de meses como mínimo. También conocía muy bien las posibles reacciones de los guardias, su número y disposición, junto a sus protocolos en caso de una emergencia. Obviamente, este plan llevó mucho tiempo de planeación, e infiltrar a uno de los suyos, demuestra un nivel de organización bastante elevado. Si son capaces de un ataque así de bien pensando, ya entiendo cómo pudieron quemar la bóveda en mi vida anterior sin levantar sospechas…

Sin embargo, al mirar a la chica que lamentablemente tuve que noquear de un puñetazo y lanzar fuera del edificio, recordé que ella parecía buscar algo, ¿pero qué? Ahí dentro solo hay comida embolsada y empaquetada.

Suspirando, sabiendo que lamentablemente, tendré que dejar a estos tipos a los guardias, debido a que no me los puedo llevar, me limite a centrar mi atención en el pequeño infiltrado.

— No era un mal plan.

Dije mientras el hombre daba un paso atrás, y todavía intentaba mirar a todos lados mientras evitaba perderme de vista.

— Me han impresionado. Tu amigo el idiota parecía demasiado estúpido para seguir órdenes, y fue muy listo de tu parte usarlo como distracción ¿Que había en esa caja que lo hizo tan obediente? Sabes que, no tienes que decirlo, lo comprobaré apenas termine contigo.

Dando un paso adelante, quedando en la cabeza el grandulón que dormía la siesta, mi amigo el impostor dió dos pasos atrás, y al tenerlo tan intimidado, y viendo que no tendría la oportunidad de interogarlo, me dije que podría intentar sacarle un par de respuestas.

— Hagamos un trato, ¿Te parece? Responde que buscaban en la bóveda, y te daré 5 minutos de ventaja. Puedes correr todo lo rápido que puedas, y en una de esas, con suerte y escapas de mi.

Dando otro paso adelante, el dió otros dos pasos atrás, tenía muchos lugares donde correr, literalmente estábamos en un espacio abierto, pero ni teniendo un millón de rutas de escape, no podría perderme, y eso lo sabía.

— ¿Vas a hablar?

Pregunte tras aparecer detrás suya, y del susto, mi amigo el infiltrado cayó sentado en el piso.

Teniéndolo tan cerca, creí que el miedo en el hombre se haría más profundo, pero recuperando completamente la calma, el hombre me miró, sonrió, y dijo.

— ¡Gloría al verdadero!

Acto seguido, su pecho explotó causando una nube de sangre.

— Carajo…

Maldije mientras sacudía las manos, y debido a la sorpresa, mi ropa nueva se había manchado de sangre.

Tienen un buen sistema para que su gente no hable, debí haberlo sospechado, aunque logren capturar a los demás, si no tienen cuidado, no lograrán sacarles mucha información.

Enojada, debido a que parte de esa porquería había terminado en mi cabello, me puse a pensar en lo que había dicho.

Gloria al verdadero… ¿Al verdadero que? ¿El verdadero rey, el verdadero salvador, el verdadero santo? Aquello solo suma un misterio más a mí larga lista, pero al menos sé que el líder de esta gente, parece llamarse a sí mismo "el Verdadero".

— ¡Anda! ¿Que ha pasado aquí?

Una voz molesta llamó mi atención, y al desviar la mirada, vi al idiota del grupo que se había quedado de pie en medio la calle.

Se había quitado la capucha, revelando a un muchacho rubio que no parecía mayor de 20, que sonreía de oreja a oreja.

— Quería hablar con tu amigo, pero ya sabes. Parece que hablar con una chica tan linda, le hizo explotar de emoción.

— ¡Explotar de emoción!

Repitió el chico mientras reía como un idiota y se golpeaba la rodilla con la palma.

— ¡Muy buena ésa! Ron siempre tuvo una “personalidad explosiva”. Siempre fue “la bomba”

Riendo como un demente, el chico tenía la mayor cara de imbécil que había visto en mucho tiempo, pero pudo reducir el solo a 5 guardias armados, además, de tener una decente aura mágica, podía notar una terrible presencia demoniaca, sea lo que sea que transportaban, el tiene una de esas.

Mientras el idiota recuperaba la compostura, a los lejos pude escuchar los sonidos de muchas personas corriendo, el resto de la guardia no tardará en llegar.

— Amigo, ¿Me respondes unas preguntas?

— Porque no.

Contestó el chico, que no se mostraba nervioso por los sonidos de pasos que llenaban todo el lugar.

— ¿Qué buscaban aquí?

— Algo aburrido que nunca me llegué a enterar.

— ¿Quién es el verdadero?

— Ni idea, nunca lo he visto, pero muchos lo mencionan.

— ¿Por qué querían quemar la bóveda?

— Porque el fuego es bonito, ¿Tú no disfrutas de quemar cosas?

— Ayy, en serio que eres un idiota, no entiendo porque pensé que sabrías algo.

Volviendo a estallar en risas, el idiota no se mostró preocupado cuando una veintena de guardias llegaron corriendo al lugar y al ver la escena, todos llevaron sus manos a sus empuñaduras.

— ¡Quédense quietos y no se muevan!

Gritó uno de los guardias que por su armadura parecía ser un capitán, y solo para portarme bien, levanté las manos.

— Estoy de su lado muchachos, capture a esta gente que quería quemar la bóveda de la abundancia.

Sin creerme del todo, porque pese al disfraz ensangrentado, seguía teniendo el tamaño y la voz de una niña, el capitán se mostró indeciso, pero recibí una ayuda inesperada.

— Si, dice la verdad.

Dijo el idiota levantando la cabeza y dejando de reír.

— Queríamos quemar este sitio, aunque creo que en realidad íbamos a robar algo, la verdad nunca presté atención. Cómo sea, hoy fue una gran noche, me reí mucho y conocí a una nueva amiga.

Más guardias seguían llegando y nos tenían prácticamente rodeados. Poco a poco, el cielo se empezaba a aclarar, y el amanecer también estaba por llegar, por lo que pronto sería mi hora de volver a mi habitación.

— Esa es demasiada confianza chico, conocidos sería más exacto, o si quieres, te puedo conceder colegas. Pero es demasiado pronto para ser amigos, más cuando lo más probable es que termines en una celda o explotando igual que tú amigo.

Ensanchando su sonrisa, el chico me miró fijamente, y de un flasheo desapareció, y apareció de vuelta en medio de los guardias.

— Me rompes el corazón. Siempre me cuesta mucho hacer amigos.

Sujetando a uno de los guardias por detrás, le había robado su propia espada y la tenía contra su cuello en una clásica toma de rehenes. Necesita más si quiere escapar, y para mí mala suerte, tenía exactamente esa ayuda extra.

— Quería usar esto yo mismo, pero quiero verte de nuevo, me reí tanto hoy, eres una persona tan divertida.

De entre su túnica, sacó una corona de espinas negras, y el aura demoníaca que esa cosa emanaba era tremenda.

Debatiendo entre salvar al guardia, o averiguar de una vez por todas que hacían esas cosas, me quedé inmóvil mientras todos los guardias rodearon al imbécil, pero no actuaban por el rehén.

— Juguemos otra noche. Bay, Bay.

Tras colocar la corona de espinas negras en la cabeza del guardia, al instante un tremendo vendaval mandó a volar a todos los guardias que lo estaban rodando, e incluso me hizo cubrirme con los brazos.

Mirando en una dirección opuesto, podía ver al idiota escapar a toda velocidad del lugar, y aunque querría ir a perseguirlo, a unos pocos metros de mi, una gran sombra empezó a crecer del ahora cadáver el guardia.

Carajo, de todas las cosas que podía ser, ¿Porque tenía que ser ésa? Ahora no me puedo mover de aquí, pero también será una ayuda inesperada.

Ante la mirada atónita de todos los guardias, la sombra siguió creciendo, hasta alcanzar una altura similar a 4 metros, de ahí, empezó a tomar una forma vagamente humanoide, con piernas, brazos, una cabeza, y un gran par de cuernos.

Poco a poco, la sombra empezó a tomar color, formando una ropa colorida que recordaba vagamente a un bufón, y esto no era dicho de manera despectiva, realmente vestía con ropas de payaso.

Con su forma definida, un demonio había aparecido en el medio de la calle. Y mirando una última vez al idiota que había vuelto la cabeza atrás para ver lo había hecho, solté un largo suspiro porque tendré que dejarlo escapar.

El demonio es un debilucho, pero es más de lo que los guardias pueden tratar sin perder a al menos a la mitad de su gente.

Mirando que ya estaba amaneciendo y sabiendo que pronto se vencería el plazo que me dió Rinabela, me pregunté si podría terminar con esto antes de que termine mi toque de queda.

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