11.

Megan Lowens.

El día del juicio había llegado y pese a que no quería presentarme ni cruzar una mirada con Selig, la fiscalía me pidió si quiera estar presente y dar mi testimonio el cual se transmitirá a través de una cámara, lo que permitiría que el juez y la corte puedan verme.

Ellos me buscaron un lugar apartado para que él no pudiera verme, en el cual pueda volver a contar lo sucedido sin tener que enfrentarlo cara a cara.

Para todo esto habían pasado 4 meses en los cuales mi confianza en el señor Whitley se iba fortaleciendo de apoco.

Si bien sabía que mi desafortunado cruce con la madre de Selig sería algo difícil de evitar, estaba confiada al tener la compañía de la enfermera Margot; quien en éste tiempo se volvió una buena amiga, como así también la de Craig, el abuelo y Zachary.

No esperaba que muchas de las familias más distinguidas estuvieran haciendo presencia aquí, pero así fué, al parecer querían presenciar de cerca este juicio para tener de qué hablar en sus tantas reuniones.

—Pase por aquí —anunció el oficial Benjamin, mientras señalaba una puerta.

—Vamos —Oí decir a Craig, quien tomó dulcemente mi mano.

—¿Margot, Zachary y el abuelo no vendrán con nosotros? —le pregunté y voltea a verme cortamente.

—Estamos en un tribunal, mi Ángel —respondió —me permitieron estar a tu lado debido al trauma que aquella situación te causó, pero de no ser así, tendría que quedarme con ellos entre el público presente —añadió y asentí sin agregar más, de cualquier forma sabía que bastaba tenerlo a él para que mis miedos se disipen.

"Cada noche al enfrentar mis pesadillas, aquellas que me llevaban a revivir esos momentos, él estaba junto a mí sin preguntar ni cuestionar nada."

Sabía que el juicio tardaría bastante y por ello estaba aún más agradecida con Craig, quien ha sido mi sustento desde que desperté y dejándome agradecer a la vida por haberlo puesto en mi camino, por permitir que de alguna forma pudiéramos conocernos.

—Aquí el acusado no podrá verlos, pero ustedes sí a él —comentó el oficial y sólo Craig asintió. (De los dos era el único que deseaba enfrentarlo ¿Razones? No sé, pero por mi parte preferiría borrar su rostro de mi memoria) —si algo se les ofrece, estaré junto a la puerta.

—Acomodate, en cualquier momento comienza el juicio —añadió Craig y sólo hice lo que me dijo. Después de todo estando sentada tenía menos probabilidades de verlo.

No tengo noción del tiempo que pasó, pero luego de despertar de mis pensamientos pude oír hablar al juez, dos abogados y Selig.

—Señor Cuddyer, permítame enunciar los cargos en su contra — habló el juez —los cuales son; maltratos tanto físicos como psicológicos, violación, asesinato y privación ilegítima de la libertad, ¿Cómo se declara?

—Inocente —lo oí decir y me puse de pié rápidamente.

—Abogado de la querella, adelante —pronunció esta vez dirigiéndose al defensor de Selig.

—Señor Cuddyer, según la acusación en su contra usted abusó de su esposa en el periodo que llevaban de matrimonio —argumentó.

—No abusé de ella como se dice, estábamos casados y cualquier encuentro sexual entre nosotros fué consensuado —respondió esa bestia, dejándome sentir todo mi cuerpo temblar de rabia.

—¿Y qué tiene para decir sobre los cargos por asesinato? —preguntó y vi a Selig sonreír.

—Claramente jamás cometí un crimen semejante, soy completamente incapaz de hacerlo —añadió y la cólera en mí seguía aumentando.

"¿Es completamente incapaz, dijo? ¿Y qué hay de mis embarazos? ¿De esos hijos que asesinó?"

—¿Puede explicar la razón por la cual su ex esposa estaba llena de golpes cuando los paramédicos llegaron a su domicilio?

—Pese a que estábamos molestos el uno con el otro, me preocupé al verla llegar del mercado golpeada —argumentó y apoyé mis manos contra aquel vidrio —pero ella no quiso decirme la razón, por lo cual terminamos discutiendo y luego atentó contra su vida.

—Hablando de salidas… —prosiguió su abogado —..¿Qué tiene para decir sobre el cargo de privación ilegítima de la libertad?

—Que es una mentira, ella podía ir a donde quisiera —finalizó, por lo que luego de verlo, su defensor giró al jurado.

—Nunca hubo un informe médico, ni pericias que indiquen el supuesto abuso del cual se acusa a mi cliente —comunicó su abogado.

—Protesto, su señoría —Intervino mi abogado —no puede argumentar que no hay pruebas de ello, porque las tengo justo aquí.

—Protesta concedida —dijo el juez —. Defensor de la querella ¿Algo más que añadir?

—No por el momento.

—Abogado de la Querellante, prosiga.

—Muchas gracias, su señoría —pronunció nuestro abogado mientras se ponía de pie —Señor Cuddyer, admite no haber cometido los crímenes enunciados —afirmó y vi a Selig asentir —Pero nunca se le mencionó a qué se refería la corte cuando mencionó "asesinato", por lo cual su respuesta no es válida.

—Yo solo…

—El motivo por el cual mi clienta presenta dicha acusación se debe a tres abortos provocados por sus golpes, los cuales también negó —Lo interrumpió.

—No he golpeado a mi esposa, ni he asesinado a algún hijo.

—Bueno, eso es lo que usted dice.

—Objeción su señoría —Intervino su abogado.

—Denegada, prosiga con las preguntas —respondió el juez, viendo a mí defensor.

—Señor juez, señores del jurado, en mis manos tengo las pruebas realizadas a mi clienta por varios médicos —Anunció mientras levantaba varias copias —entre ellas están las pruebas de los constantes abusos del acusado contra mi clienta, cómo así también el daño provocado al enfrentar tres abortos —añadió acercando esos papeles al juez —lo cual desmiente todo lo que el acusado mencionó, pues sus huellas se encontraron en el cuerpo de la víctima como así también un desgarro en sus partes intimas, lo que termina de aclarar que mi clienta fué abusada sexualmente.

"Los murmullos de los presentes se comenzaron a oír, mientras que mi abogado veía de forma seria a Selig."

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El juicio continuó entre preguntas y testigos de ambos, entre los cuales se encontraban las declaraciones de Rebeca, mi ex suegra, Zachary y sorprendentemente mi padre, quien salió a mi favor.

La verdad es que oírlo defenderme me extraño de sobremanera, pero no lo creía del todo.

Luego de un largo receso, la corte volvió a tomar su rumbo y sabía que ésta vez me tocaba declarar, pues eso indicó el oficial Benjamín, quien estaba listo para prender la cámara.

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